Hemos comentado más de una vez –y más de dos– que cuando un género se pone de moda, a veces los estudios los explotan hasta dejarlos secos. El género de la supervivencia está ahí ahí, rozando el agotamiento, pero por el momento parece que siguen teniendo un público dispuesto a probar las muchas opciones que sobre todo los desarrolladores independientes ofrecen hoy en día, principalmente en PC, que parece ser una de los grandes plataformas para explotarlo. ¿Pero qué pasa con las consolas?
La inmensa mayoría de juegos de supervivencia –y prácticamente todos los de renombre– están en el programa de acceso anticipado de Steam, y hasta ahora, era imposible sacar un juego sin terminar en consola. O sea, "sin terminar"... ya nos entendéis, que juegos sin terminar nos cuelan cada dos por tres. En cualquier caso, en el pasado E3 Microsoft anunció el Xbox Preview Program, gracias al cual juegos en desarrollo pueden llegar a Xbox One, y The Long Dark es uno de los primeros.
Sobreviviendo en Canadá
The Long Dark nos lleva hasta el norte de Canadá, donde una tormenta geomagnética ha acabado con gran parte de la población, dejando tan sólo unos supervivientes recorriendo los paisajes desiertos. Este título tendrá un modo historia en el que tendremos que sobrevivir mientras averiguamos qué ha pasado, pero por el momento éste no está disponible, y tendremos que conformarnos con el modo supervivencia, que no es poco.
Para empezar, se nos permite elegir entre tres tipos de juego diferente. Uno de ellos está más enfocado a la exploración sin preocuparnos demasiado por la supervivencia; otro se centrará en buscar el equilibrio entre ambas partes; y el último nos ofrecerá un desafío muy duro, donde la supervivencia será determinante. Cada jugador puede así adaptar la experiencia a sus gustos, algo que sin duda es de agradecer.
La primera vez que jugamos comenzamos en un punto cerca de algunos objetos bastante útiles para comenzar la aventura –un cuchillo, algunos elementos para curarnos...–, pero las siguientes será totalmente aleatorio, y puede que tengamos suerte o que aparezcamos en un rincón remoto del entorno, complicando todavía más la ardua tarea de permanecer por vida.
A diferencia de otros juegos, éste no se centra tanto en recoger materiales, crear herramientas, recoger mejores materiales, construirnos un hogar, etcétera, etcétera, sino en explorar el entorno y estar siempre en constante movimiento. Sí, por supuesto, es necesario recoger objetos y conseguir herramientas mejores combinándolos, pero The Long Dark nos anima más a buscar nuevos lugares donde pasar la noche refugiándonos del frío, llegar a zonas nuevas, cazar...
Este acercamiento a la supervivencia hace que cuando muramos no se tenga tanto sentido de pérdida. Obviamente, siempre molesta haber perdido el trabajo de la anterior partida, pero empezar desde cero duele menos que en otros juegos de supervivencia. En cierto modo, sentimos que se puede progresar relativamente más rápido, o que, al menos, la progresión no es particularmente tediosa.
La propuesta de The Long Dark, además, vigila mucho el mantenernos bien físicamente, vigilando las calorías, el hambre, la hidratación y otros factores que aparecen perfectamente reflejados en pantalla, y que se ven afectados por muchos factores, tales como el frío, el peso de los objetos de la mochila, la ropa que llevamos... De hecho, hay muchos pequeños detalles a la hora de sobrevivir, como que, durante una tormenta, si avanzamos resguardándonos en las paredes y zonas rocosas, el frío nos afectará menos.
También tendremos que vigilar el tiempo, ya que por la noche se complicará la supervivencia, sobre todo por la falta de luz y la temperatura. Esto no sólo quiere decir vigilar cuándo buscar un refugio, sino que, por ejemplo, arrancar la piel y la carne de un animal que hayamos matado puede llevar varias horas. Éstas pasarán en cuestión de segundos ante nuestros ojos, pero afectarán a la hora del juego. Lo mismo cuando dormimos.
Algo que muchos jugadores agradecerán y que otros odiarán es que, por el momento, es una aventura en solitario. Esto quiere decir que no habrá otros jugadores ayudando o entorpeciendo nuestra supervivencia. Si sois usuarios más tradicionales, seguro que agradecéis poder iros a dormir, apagar la consola, y saber que mañana cuando volváis a jugar nadie os ha dejado desnudos y destrozado la tienda.
Aspectos audiovisuales y técnicos en Xbox One
Como veis en las imágenes, The Long Dark es un título que tiene un aspecto artístico muy sencillo, pero que a nosotros nos gusta. No es quizás demasiado sorprendente, pero encaja bien en su fórmula y le da personalidad. Esta versión –que recordemos, está en desarrollo– funciona bastante bien en la consola de Microsoft, con una tasa de imágenes por segundo que ronda las 30 (con algunas subidas y bajadas) y una resolución que nos atreveríamos a afirmar que es de 1080p.
Tiene todavía sus fallos, y algunos de ellos nos permiten atravesar la superficies de las montañas levitando, por ejemplo, pero tratándose de una versión en acceso anticipado está bastante pulida y puede jugarse sin problemas. De hecho, está muy avanzada en lo que respecta a mecánicas, y parece que lo que le falta es más contenido que otra cosa.
Una buena opción para sobrevivir en Xbox One
The Long Dark no deja de ser eso, un título en desarrollo, pero aquellos que tengan la necesidad imperiosa de jugar a un juego de supervivencia en su Xbox One (y que comprendan cómo funciona el Xbox Preview Program) tienen aquí una buena opción. Un título muy jugable, aunque todavía escaso de contenido, pero que si consigue introducir una historia interesante y hacer que las mecánicas no aburran a largo plazo, puede conseguir enamorar a muchos aficionados del género. Como sabéis, The Long Dark tiene una prueba gratuita, por lo que no perdéis nada por darle una oportunidad.
