Desde los inicios el sector de la estrategia siempre ha tenido muchos seguidores. Esto ha hecho posible la proliferación de infinitos juegos de este tipo que durante años ha recibido el mercado del videojuego. Juegos tan diversos que hemos podido desde recrear las batallas más cruciales de la historia mundial hasta la creación de nuestra propia isla pasando por la fundación de civilizaciones. El caso que nos ocupa es algo diferente aunque con el mismo propósito, construir nuestras bases y material militar para luchar contra el enemigo y defender nuestras instalaciones.
Supreme Commander sigue la estela de su hermano mayor y sigue siendo un excelente juego de estrategia futurista. Los diferentes modos de campaña y combate lo hacen un juego ameno y divertido aunque siempre complicado dependiendo de la dificultad que escojamos al principio.
Cabe destacar que la selección del nivel más fácil tampoco nos pondrá la vida muy fácil.
Nuestro objetivo inicial será el de defender una serie de instalaciones que tendremos que ir mejorando paso a paso. Lo primero será crear nuevos extractores de masa y generadores eléctricos que necesitaremos para crear bases aéreas y terrestres que nos proporcionen las unidades militares para plantar cara al enemigo. La cantidad de efectivos que tenga nuestro ejército variará según la rapidez que tengamos al colocar nuevas bases, que tienen la posibilidad de construir diferentes tipos de unidad según su tipología.
Además de unidades militares, las bases terrestres también podrán construir los denominados ingenieros, que podrán, a su vez, crear nuevas edificaciones además de reparar las que estén dañadas después de un ataque. Este poder lo tendrá el comandante, la unidad especial que está al mando de cada destacamento, que creará las edificaciones a partir de la nada.
El control de esta unidad es una de las más importantes y deberemos protegerla siempre de cualquier tipo de ataque.
Diferentes escenarios, diferentes ataques
Lo divertido de Supreme Commander son las diferencias sustanciales que hay entre una pantalla y la siguiente. Dependiendo siempre del modo de juego escogido tendremos recursos más o menos limitados y ayudas por parte de la máquina, que nos dará medios militares y apoyo cuando estemos más faltos de ello. El punto de inflexión serán los ataques, que pese a haber logrado una buena flota de aeronaves y tanques siempre dañarán sustancialmente nuestras instalaciones. En ocasiones estos ataques terminan con gran parte de nuestro ejército y generadores, por lo que tendremos que volver a empezar. Generalmente tendremos objetivos en batalla como destruir los enemigos más grandes hasta que el resto se bata en retirada. Hasta entonces tendremos que vigilar cada contingente que enviemos ya que cuando hay pocas naves la gestión es cómoda y muy visual ya que con un arrastre para seleccionar un grupo y un clic en el punto de destino bastarán para enviar y marcar un objetivo concreto.
El punto complicado empieza cuando nuestro ejército es muy grande. Tenemos el problema principal de que muchas unidades se quedan "colgadas" sin que las visualicemos a no ser que tengamos un zoom muy cercano, lo que impide ver lo que está sucediendo en la batalla. Pese a eso, la creación de naves es muy rápida y permite un juego dinámico que supera a su antecesor de largo.
Historias potentes y entrelazadas
Lo interesante del este Supreme Commander dos es la voluntad que ha puesto Gas Powered Games en potenciar uno de los puntos flacos de un fantástico primer juego: la historia. Los primeros esbozos de lo que quería ser el juego, el enfrentamiento entre las tres facciones y la profundidad que se creía no llegaron a cuajar entre el público. La profundidad que permitía Supreme no había sido tratada como debía.
Tomando buena cuenta de las exigencias del público, este nuevo título contiene una historia mucho más desgranada, centrada más en los protagonistas y no tanto en las facciones – aunque tendrán mucho peso – pese a que sigue siendo un juego bastante difícil.
El desarrollo a través de las pantallas lo tendremos que realizar no solo controlando la gestión de nuestras naves y instalaciones sino también de la economía y la investigación para llegar a nuevas armas y complementos militares además de nuevas infraestructuras que nos permitirán avanzar en cuanto a nivel de modernización.
Los ya populares árboles tecnológicos nos dirán gráficamente en que punto de la evolución nos tratamos y las posibilidades que podemos seguir para llegar a uno u otro puerto. El lazo que hay entre esta evolución y el posterior combate es muy fuerte ya que nuestra decisión en investigación determinará el tipo de batalla que podamos librar en un futuro.
Como hemos dicho anteriormente, Gas Powered ha intentado que en el combate "no nos falte de nada" y así es, hay momentos en los que el jugador se ve superado por tan gran número de opciones y ítems a controlar.
Grandes escenarios en un entorno gráfico muy bueno
La adaptación de un nuevo motor gráfico es una de las dominantes del juego. A simple vista vemos un título totalmente diferente del primero y que seguro impresionará a los jugadores. Las texturas y mapeado, cuando acercamos el zoom al máximo denotan un trabajo excelente y la implementación de un motor bien escogido por el estudio.
El detalle de los diferentes vehículos y transportes también es digno de mención así como las diferentes edificaciones, que también hacen gala de un gran realismo. Las texturas de agua, donde se desarrollarán muchas batallas, también es digna de mención. Cabe destacar que la acción en el mar es espectacular y la recreación de los navíos también se une a la ristra de bondades que nos aporta Supreme Commander 2.
Queda poco para que el juego llegue a nuestros ordenadores y Xbox. Para ser realistas, Supreme Commander no es un juego destinado a los más novatos. Aunque con algunos ítems muy simplificados, el combate sigue siendo especialmente laborioso, y las acciones de reconstrucción y ataque deberán ser lo más ordenadas y rápidas posible. Cualquier duda en el momento significará un fallo en cadena que no nos permitirá rearmarnos como necesitamos para un eventual segundo ataque.
Uno de los bastiones a los que se deberán acoger los neófitos que se atrevan con este juego será el tutorial que se ofrece al principio. Aunque muy básico para los jugadores más avanzados, los novatos aprenderán a moverse por los diferentes mapas y a realizar ataques combinados con las diferentes unidades. La familiarización con los conceptos más básicos como seleccionar, mover cámaras o atacar serán de gran ayuda en los primeros compases de un juego que avanza sin pensar en nada ni nadie.
La gestión de movimiento y cámaras es muy útil ya que en todo momento será muy fácil visualizar el momento del combate y las diferentes construcciones. La navegación en ordenador otorga un gran punto al juego ya que la gestión de cámara la haremos completamente con el ratón y eventualmente utilizando el teclado para movernos en 360 grados.
El caso de consola es uno de los puntos que más preocupaba a Gas Powered Games ya que corrían el peligro de realizar un port como el del primer título que no gustó tanto como la versión para Pc.
La suerte está echada y pronto podremos disfrutar de la totalidad del que promete ser uno de los grandes juegos de estrategia de este primer trimestre de 2010, un año que ha empezado con el anuncio de lanzamiento de grandes juegos y que algunos han anunciado como un gran año para el mercado del videojuego.