Path of Exile es uno de esos grandes juegos online que a veces pueden pasar bajo el radar de los jugadores y de los medios. El título de Grinding Gear Games recoge la fórmula de ARPG como Diablo en un modelo free to play con microtransacciones solo de objetos cosméticos y con dos señas de identidad principales: una personalización de habilidades muy profunda y añadido constante de contenido con expansiones que se ofrecen gratis cada tres meses.
El éxito del título ha ido a más constantemente. La base de datos SteamDB desvela que con cada expansión el pico de jugadores simultáneos ha crecido; en febrero de 2022, con el estreno de la última expansión, se alcanzó el récord de 158.882 usuarios concurrentes. Más de 26 millones de personas han jugado alguna vez y casi dos millones se conectan cada día según MMO Populations. Y aun con todo este trabajo, el estudio trabaja en una ambiciosa secuela.
Path of Exile 2 se anunció a finales de 2019, ya un estado de desarrollo bastante avanzado, y promete mucho. En primer lugar porque introducirá muchas mejoras e ideas que el equipo australiano no ha podido introducir en la primera parte sin dinamitar parte de la experiencia y las builds de los jugadores. En segundo lugar porque promete ser más accesible para quienes se adentren por primera vez en el mundo de Wraeclast. Y en tercer lugar porque el equipo no solo es más experimentado que en 2013, sino que ha crecido mucho a lo largo de los años y cuenta con el apoyo del gigante tecnológico Tencent, que posee casi el 90 % de la compañía.
Una gran campaña integrada en siete actos
Cuando en algún momento se lance la secuela no será un programa separado del Path of Exile que conocemos ahora, sino que el título se actualizará para incluir la nueva campaña, una enorme aventura dividida en siete actos que estará más dirigida por la historia que la campaña del primer juego.
A lo largo del viaje por las tierras devastadas los jugadores se encontrarán con la estructura habitual en títulos de este tipo: cumplir misiones principales y ayudar a las gentes de este mundo en misiones secundarias mientras arrasamos con campamentos y mazmorras repletas de enemigos usando el sistema de combate que prefiramos eligiendo entre multitud de clases, subclases, habilidades y equipamientos que debemos optimizar para hacer frente a los minibosses y a los jefes finales.
La trama tiene lugar veinte años después de la muerte de Kitava. La sociedad se ha reconstruido lentamente, pero los hombres han querido ocupar el lugar de los dioses y su hambre de poder está corrompiendo Wraeclast una vez más. El salto temporal va en consonancia con uno de los objetivos de la secuela: atraer a nuevos jugadores que probablemente se abrumen ante el primer título y sus nueve años de actualizaciones. Así, todo empieza huyendo de un ahorcamiento, y a lo largo de la campaña se viajará en una caravana, una gran base de operaciones que nos trasladará de acto en acto, de una zona de este mundo lleno de demonios a la siguiente.
Lo curioso es que el contenido de final de juego de Path of Exile 2 estará compartido con el de la primera entrega. Los personajes de una campaña y de la otra acabarán en el mismo Atlas, y de hecho la historia del primer juego se aprovechará de algunas de las mejoras introducidas en la secuela. Por ello, los arquetipos de clase disponibles serán los mismos, pero habrá 19 clases de ascendencia (las subclases) nuevas que ofrecen formas de jugar inéditas.
Cambios para que sea a la vez más accesible y profundo
Los menús del árbol de habilidades y del sistema de gemas de Path of Exile se ha convertido casi en un meme para los fans del ARPG: son sistemas que ofrecen una versatilidad inusitada, pero a la vez son visual y estadísticamente apabullantes y requieren de una explicación que no ofrece el juego. Como muchos otros títulos populares (Minecraft, Destiny 2, Dark Souls…) parte de la tutorialización se deja en manos de la comunidad a través de wikis, vídeos, etcétera. Aquí eso cambiará, pero de una manera que se promete interesante. El juego tendrá un sistema que detectará si un jugador no está entendiendo correctamente una mecánica clave, y en ese caso aparecerá un pop-up explicativo. Por lo tanto, los expertos no se verán abrumados de mensajes que les cuenten lo que ya saben.
Además, habrá un cambio importante en el sistema de gemas, que es la mecánica que permite personalizar las habilidades de los personajes. Las armaduras y objetos ya no tienen engarces, sino que son las propias gemas de habilidad las que tienen engarces. Así, el proceso logra evitar que haya que dejar de lado esa armadura genial que se acaba de conseguir porque no es compatible con las gemas, y además da la posibilidad de tener varios ataques principales potentes. Asimismo, tampoco se podrán engarzar nuevas gemas en gemas de habilidad que no sean compatibles, y las metagemas (que pueden contener varias gemas) permitirán ejecutar varios efectos a la vez.
"El nuevo sistema de habilidades permite todo lo que era posible antes, pero a la vez es más fácil de comprender y soluciona muchos problemas de confusión", dijo Chris Wilson, fundador del estudio, en una entrevista hace dos años donde también afirmó su intención de hacer el juego más abordable por nuevos usuarios: "Path of Exile 2 es una buena oportunidad para esto, pero definitivamente tenemos que tener cuidado de no aguar ningún sistema que los jugadores actuales disfrutan. Idealmente querríamos que Path of Exile sea más accesible a la vez que sea más profundo de lo que es actualmente".
No será el único cambio de peso. El árbol de habilidades pasivas también está siendo remodelado y la progresión de armas y armaduras se ha recreado (las microtransacciones cosméticas antiguas continuarán funcionando), pero todavía no han dado información sobre esto. Lo que sí han mostrado es la metamorfosis: los personajes podrán transformarse, por ejemplo, en hombres lobo, y aun así utilizar los poderes que tengan sentido con esa criatura. También habrá nuevas armas, como la lanza, que se basa en potenciadores temporales del daño, y la ballesta, que desata lluvias de flechas y proyectiles con efectos elementales.
Nueva luz a Wraeclast
Cualquiera de los gameplay de Path of Exile 2 que podéis ver en este artículo muestran un juego mucho más vistoso que el primer juego, con efectos propios de una aventura de acción con perspectiva isométrica de 2022. Esto se debe principalmente, según Grinding Gear Games, no a las texturas mejoradas, al amplio abanico de nuevas animaciones ni a los modelados más detallados, sino a un sistema de iluminación creado para la ocasión que confiere un toque realista a cada pradera, castillo, mazmorra, cueva y cementerio. Todo eso sin abandonar esos momentos en los que en la pantalla no queda píxel sin estar ocupado por decenas y decenas de enemigos y efectos mágicos.
Pero algunos de los cambios gráficos también afectarán al gameplay. Es el caso del impacto de las fechas: el jugador percibirá mejor cuáles impactan en su objetivo y cuáles rebotan en el escenario. Y más aún en los combates contra los jefes finales y los minibosses. Uno de ellos, ubicado en una caverna, crea terremotos que provoca que zonas del techo se derrumben, dejando pasar la luz de manera realista, por lo que los jugadores se deben colocar en esas zonas para evitar los impactos de los siguientes terremotos. Otro, en un campamento, coge parte de las barricadas para lanzarlas e incluso desmonta una campana para golpear al jugador, lo que demuestra que los escenarios son muy interactivos.
La beta podría llegar en 2022
Path of Exile 2 se dibuja como un claro contendiente al venidero Diablo 4 (que saldrá en 2023 como pronto) y al éxito del momento: Lost Ark. Sin embargo, aún tardaremos en verlo, pues los desarrolladores anticipan una beta para algún momento de este año, pero no ponen la mano en el fuego por la fecha. Y en cuanto a plataformas, tampoco está del todo claro. Obviamente saldrá en PC, y en el momento del anuncio la intención era publicarlo tanto en las consolas de última generación (PS5 y Xbox Series X, que en aquel momento no estaban anunciadas) como en PS4 y Xbox One, pero está por ver si las versiones de la pasada generación siguen en pie. Pero los fans del primer juego pueden esperar tranquilos, ya que hasta el lanzamiento continuarán añadiendo expansiones a Path of Exile con el ritmo habitual de tres meses.