Parece que fue más tiempo, pero han pasado poco más de dos años desde que se anunció No Man's Sky (diciembre de 2013 en los Video Game Awards), y al ambicioso proyecto de Hello Games le ha dado tiempo a generar una enorme expectación con sus primeros vídeos y detalles, y en los últimos meses a desinflarse un poco el hype, con unos tráilers muy bonitos pero que mostraban más de lo mismo y no despejaban las dudas sobre su jugabilidad.
Por fin este título tan esperado ya tiene precio y fecha de lanzamiento, y hemos podido probarlo por primera vez, aclarando muchas de nuestras dudas y teniendo ahora bastante más claro qué es lo que nos va a ofrecer exactamente este juego tan prometedor y ambicioso, creado por un equipo sorprendentemente pequeño, que no llega a las 20 personas.
Antes de poder jugarlo uno de sus directores, Sean Murray, el máximo responsable del proyecto, nos hizo una demostración y nos explicó algunas de las mecánicas y detalles que hasta ahora o no conocíamos o no teníamos demasiado claros, lo que había generado que muchos tacharán al juego de un "simulador de paseos por el espacio". Ya que es cierto que hasta el momento sus vídeos lo único que habían mostrado eran bonitos parajes y especies, y nadie tenía demasiado claro qué hay que hacer exactamente en No Man's Sky, además de descubrir millones de planetas.
Para resumirlo de la manera más rápida y sencilla, estamos una aventura de exploración y supervivencia que se desarrolla en un enorme universo, en el que como ya se ha dicho muchas veces podremos visitar unos 18 trillones de planetas diferentes (exactamente 18.446.744.073.709.551.616), cada uno con su propia geografía, condiciones atmosféricas y con distintos tipos de animales y vegetación. Todo gracias a una ingeniosa fórmula matemática que han inventado para la ocasión, que consigue que todo un universo se genere de manera aleatoria sin necesidad de mantener esa ingente cantidad de datos en la memoria del juego o del hardware.
La mayoría de estos planetas no tendrán nada relevante, serán yermos sin ningún tipo de interés, pero en otros encontraremos diferentes formas de vida en mayor o menor abundancia, también generadas aleatoriamente, e incluso instalaciones y civilizaciones alienígenas, una de las novedades en este nuevo contacto con el juego. En el universo habrá distintos idiomas, y en ocasiones el desconocer una lengua nos impedirá comunicarnos con otras especies, por lo que antes tendremos que aprender su idioma, interactuando con otros personajes que nos enseñarán su lenguaje poco a poco.
Para movernos entre planetas necesitaremos una nave, y podremos tener diferentes tipos de vehículos, así como mejorar sus prestaciones. Por ejemplo habrá naves más centradas en la exploración espacial, otras en el combate, y las habrá más apropiadas para explorar la superficie de los planetas y descubrir su fauna, la flora y los minerales, ya que irán equipadas con un radar especial para esta tarea. Aunque hay bases en las que aterrizar tanto en el espacio como en los planetas, que sirven también como puntos de reaparición en caso de morir, como hangares para mejorar la nave o lugares en los que comerciar, nada nos impide aterrizar en cualquier parte, es un sandbox en su máximo esplendor, un juego de "universo abierto".
En nuestro inventario llevamos una serie de herramientas y armas imprescindibles tanto para la exploración como para sobrevivir en los entornos que visitamos a pie, ya que por ejemplo hay planetas con temperaturas tan extremas que necesitaremos un traje especial para protegernos. Muchas veces descubriremos lugares que no podremos explorar hasta que no consigamos el traje apropiado, para defendernos del frío o el calor más extremo, y aunque lo tengamos, quizás necesitemos ciertos recursos para alimentarlo y no quedarnos sin energía.
En la demo que jugamos empezamos en un planeta helado, que recorríamos a pie porque teníamos un traje que nos protegía, pero este gastaba un tipo de combustible, y cuando se terminaba nos congelábamos de frío. Aquí es donde entra la parte de supervivencia del juego, ya que tendremos que estar constantemente recogiendo recursos, como minerales o plantas, que siempre tendrán algún fin. Ya sea directo, para alimentar un traje un traje de protección o proporcionar combustible a la nave, o para comerciar con ellos, conseguir dinero, y así comprar nuevo equipamiento u obtener mejoras.
Algunos de estos minerales los podemos recoger directamente con las manos, y otros los tendremos que conseguir rompiendo estructuras como rocas con un arma, ya que hay diferentes herramientas para modificar lo que nos rodea. En esta demo vimos diferentes tipos de armas láser y granadas, y servirán tanto para obtener recursos como para atacar o defendernos de animales, enemigos o drones. El planeta en el que comenzamos a jugar estaba colonizado, y nos llamó la atención que si atacabas a algún animal venían unos drones a detenernos, como si fueran la policía que protege la naturaleza.
Nos encontramos con una instalación, una especie de fábrica, y un tipo con el que se podía hablar, aunque no le entendíamos porque desconocíamos su idioma. Decidimos entrar en un edificio tirando la puerta abajo a base de disparos, y rápidamente vinieron unos drones a agredirnos y tratar de impedirlo. En todo momento en pantalla hay una especie de medidor con varios grados de alerta, a lo Grand Theft Auto, ya que tenemos total libertad para agredir a personajes, naves o instalaciones, tanto en los planetas como en el espacio, pero esto tendrá sus consecuencias. En la demo que jugó Sean Murray nos mostró como tras salir de un planeta había un enorme carguero espacial al que podíamos atacar, aunque este se defendía con multitud de armas muy poderosas, que reventaron su nave en un suspiro.
Para facilitar la exploración de los planetas tenemos un escáner que manda un pulso y nos revela los recursos y objetos de interés en los alrededores, diciéndonos incluso qué tipo de materiales vamos a encontrar, ya que el "crafteo" o creación de objetos va a ser importantísimo para progresar. Recoger recursos para construir o comprar mejores trajes, naves, armas o herramientas, que nos permitan explorar nuevos planetas y llegar cada vez más lejos en la galaxia, hasta el objetivo final: alcanzar el centro del universo.
También contamos con un jetpack, con el que podemos elevarnos unos cuantos metros del suelo durante unos segundos, facilitando mucho la exploración, y contamos con unos binoculares para explorar el entorno, con los que podemos marcar recursos, animales o plantas. Cada vez que descubramos una nueva forma de vida esta se añadirá a nuestra base de datos y podremos bautizarla con un nombre, añadiéndose también al Atlas del universo, que será compartido entre todos los jugadores. Al igual que los planetas los animales que nos podemos encontrar son casi infinitos, en tamaño, formas, colores y características, y habrá desde tranquilos vegetarianos a depredadores que no dudarán en atacarnos.
Aunque es propio del género de las aventuras de exploración y supervivencia el no contar con una historia elaborada, después de probar el juego hablamos con Sean Murray y nos dijo que No Man's Sky sí tiene cierta carga narrativa, con un lore de razas, civilizaciones e historias que iremos descubriendo poco a poco explorando, para lo que será muy necesario como comentamos antes ir aprendiendo los diferentes idiomas de la galaxia.
Como veis ya queda bastante más claro qué es lo que ofrece esta aventura, que no es un simple simulador de paseos por el espacio, y realmente hay muchas cosas para hacer, teniendo una libertad enorme para jugar como quieras, pudiendo ser un arqueólogo, un explorador, un científico, un zoólogo, un comerciante, un pirata espacial o todas estas cosas a la vez. Para un juego tan grande jugamos muy poco, unos 30 minutos, por lo que no podemos sacar grandes conclusiones y no sabemos si hacer todas estas cosas a medio o largo plazo va a ser lo suficientemente divertido, y si va a ser capaz de mantenernos enganchados durante decenas de horas explorando la galaxia.
El concepto y lo que propone nos sigue convenciendo ahora que tenemos más información y lo hemos probado, y es sin duda es un juego original, diferente y muy atractivo, pero la ejecución nos ha generado algunas dudas. Desde que asistimos a las primeras presentaciones de No Man’s Sky siempre hemos tenido un poco la mosca detrás de la oreja sobre este proyecto, ya que un concepto tan ambicioso creado por una decena de personas nos sonaba un poco extraño.
Y al menos en este primer y breve contacto jugable tenemos que admitir que le hemos visto un poco las costuras, tanto en lo jugable como en lo técnico. No nos ha terminado de convencer el control, ni a pie ni a bordo de las naves, es un poco lento y torpe, y las escenas de acción no parece que vayan a ser demasiado emocionantes o divertidas, aunque también es cierto que el juego no le da mucha importancia a esto.
Tampoco ayuda un apartado técnico que en su versión de PS4 y en estos momentos es bastante discreto, no se ve tan bonito ni se mueve tan fluido como en los vídeos que nos habían mostrado. Gráficamente es muy resultón, gracias a un acertado diseño artístico con mucho color y bastante imaginación en sus diseños, pero ya os advertimos que lo que nosotros jugamos no se veía tan bien como las imágenes que acompañan a este artículo. Como siempre hay que aclarar que lo que probamos era un producto inacabado, que mejorará mucho de cara a su lanzamiento, pero no sabemos cuánto, y tenemos que dejar claro que lo que probamos fue un poco decepcionante técnicamente hablando.
Con ganas de explorar el universo
Este primer contacto jugable con No Man’s Sky nos ha despejado casi todas las dudas que teníamos, pero también no has generado cierta incertidumbre. La ideal es genial, nos han demostrado que han podido llevarla a cabo, y el juego es algo tangible, con unas mecánicas y unos objetivos que están bastante claros, y que nos parecen muy atractivos. Lo malo es que a la hora de jugar las sensaciones no son tan buenas, jugablemente es bastante discreto, y técnicamente todavía está demasiado verde, y cuesta vislumbrar el producto final.
Esperamos que el arrojo y el trabajo duro de Hello Games tengan su recompensa y finalmente sean capaces de parir un gran juego, es una idea tan bonita que tenemos muchas ganas de que salga bien. Pero de momento nos queremos mantener cautos, ya que como nos ha demostrado muchas veces está industria, no bastan buenas ideas e intenciones pero llevar a buen puerto un proyecto.
Llegará el 22 de junio, con un precio de 59,99 euros.
Fuimos invitamos por Sony a un evento celebrado en Londres donde pudimos ver una nueva presentación de No Man’s Sky y jugar una demo de 30 minutos.
