Need for Speed Most Wanted será la décima entrega anual seguida de la marca de velocidad de Electronic Arts, batiendo un curioso récord al que ninguna otra saga de videojuegos, más allá de las deportivas, ha podido llegar. La serie de velocidad arcade de EA resurgió con fuerza en 2003 imbuyéndose de la moda del tuning que emergía por aquel entonces con Need for Speed Underground, y desde aquella se ha convertido en uno de los pilares de EA, quizás no tan fuerte como Madden, FIFA o Los Sims, pero sí lo suficiente como para que la compañía haya intentado reinventarla cada año para mantenerla viva, algo que no siempre ha conseguido.
De las entregas siguientes a los dos primeros Underground, quizás Most Wanted (2005) y Hot Pursuit (2010) hayan sido las mejores, y en este 2012 se dan la mano. Criterion Games, los desarrolladores del Hot Pursuit de hace dos años y los creadores de la saga Burnout, ha reinventado Need for Speed Most Wanted, combinando Burnout Paradise con las señas de identidad de Need for Speed y logrando el que probablemente sea el mejor juego de carreras del E3, con permiso de Forza Horizon.
Criterion Games y los juegos de coches arcade son palabras mayores, y desde su adquisición por parte de EA se daba por hecho que tarde o temprano se encargarían de un NFS, una asociación que cuajó en éxito hace dos años con Hot Pursuit. Si éste retomaba el espíritu de las persecuciones del Hot Pursuit original, el Most Wanted de 2012 recoge la idea de aquel Need for Speed, carreras ilegales en ciudades, pero las combina con la maestría del mundo abierto de Burnout Paradise. Todo lo que hemos visto nos recuerda mucho al último Burnout, pero ha sido "bañado" por Need for Speed, desde la personalización de los coches hasta la ambientación de la ciudad, pasando por el protagonismo de la policía.
En el E3 pudimos jugar la demostración para un solo jugador abierta al público, y también asistir a una sesión en la que nos hablaron del modo multijugador, al que se le ha dado la misma importancia que al modo historia de toda la vida. En la demostración para un solo jugador pudimos participar en una carrera contra la CPU y, tras terminarla, huir de la policía. La ciudad por la que nos movemos tiene un gran nivel de detalle y resulta bastante viva, con tráfico "inocente" que nos estorba y nos puede hacer chocar, y un departamento de policía especialmente insistente del que hay que huir, causando destrozos por el camino.
Todo lo que hacemos en el juego parece tener un elemento competitivo con el resto del mundo. Nuestros tiempos en las carreras se comparan tanto con los de nuestros amigos que hayamos hecho en el sistema autolog como con los de una lista mundial de "más buscados", la élite de los jugadores online de Most Wanted. En el modo para un solo jugador éste resultaba un elemento meramente decorativo, mostrándonos tablas de mejores puntuaciones en cada momento, pero en el multijugador la integración es mucho mayor.
En la vertiente multijugador, estando conectados y circulando por la ciudad, podemos ver cómo, al igual que en Burnout Paradise, hay "minirécords" en calles, puntos del mapa donde hay velocidades máximas, saltos y demás hitos, en los que nuestra marca o puntuación se registra y se compara con las de nuestros amigos del sistema Autolog. De ese modo tenemos información instantánea sobre cuál es el récord de cada cosa, no solo cuando la hayamos hecho, sino durante el proceso de hacerla. Al entrar en una calle veremos cuál de nuestros amigos ha hecho el mejor tiempo, o al huir de la policía sabremos cuáles son los récords de destrozos que se han hecho recientemente. Esto incita a que nos piquemos, y el juego está lleno de indicadores para incitarnos a hacerlo.
En la demostración multijugador había otros cinco jugadores en movimiento, "quedando" en un sitio donde iniciar la carrera, teniendo que esperar a que todos estemos reunidos y luego, tras una cuenta atrás, iniciándose la prueba. Lo curioso es que el juego no se corta en ningún momento, y siempre podremos seguir jugando, conduciendo y sí, haciendo takedowns a los coches rivales, amigos o enemigos, que nos encontremos. Incluso podemos terminar una carrera de primeros, dar un giro de ciento ochenta grados y, victoriosos, correr contra los coches que todavía no han terminado para chocar contra ellos de frente. El troleo del vencedor.
Esta particularidad, claro, generó preguntas entre los asistentes a la demo. Los responsables de Criterion nos explicaron que hay ciertas cosas que son inevitables. Eso de ir en dirección contraria para fastidiar ocurre y ocurrirá, como otros problemas como que por ejemplo un jugador se niegue a ir al punto de reunión, bloqueando a los otros, así que han decidido integrar estas posibilidades "idiotas" como parte del juego, haciendo que formen parte de la jugabilidad. Contradictoriamente, quizás eso haga que la gente se comporte mejor (o no).
La integración del modo online del juego es fantástica y las posibilidades del Autolog muy prometedoras, pero nada de eso valdría si Most Wanted no fuese un arcade frenético, visualmente impactante y con una sensación de velocidad vertiginosa, algo que EA se encarga de inyectarnos por vena haciendo que la demo abierta al público sea en primera persona. El control del juego es arcade, pero con cierto toque de descontrol cuando vamos a una velocidad elevada, haciendo hincapié en los derrapes con freno de mano para tomar ciertas curvas, y con un nitro que se va rellenando según hacemos locuras, como ir en dirección contraria o estar a punto de chocar tal y como marcan los cánones Burnout. Los "takedowns" o eliminaciones funcionan igual que en la veterana saga de Criterion.
Lo que hace que esto no sea un Burnout Most Wanted es la presencia de la policía, constante e integrada en las propias carreras, antes y después de ellas. Podemos estar sembrando el terror en la ciudad, compitiendo en la carrera ilegal más emocionante del mundo contra los mayores macarras de la provincia, y la policía se meterá en la carrera, intentando echar de la carretera y detener a los participantes y manteniendo la persecución una vez la prueba se haya terminado. Esto es algo bastante interesante, ya que la "poli" se convierte en un elemento que juega un papel a la hora de intentar imponernos a los rivales. Podemos hacerle un takedown a un coche de policía y hacer que el "cadáver" impacte contra el rival, o del revés, acabar con la policía usando un takedown a un rival.
A nivel jugable Most Wanted es fantástico, y a nivel gráfico aparentemente también, aunque lo vimos en un PC, con todo el margen que eso conlleva. El juego en compatibles luce de maravilla, como es de esperar, con un framerate fantástico y un nivel de detalle y de modelados que quita el hipo. Todavía no sabemos cómo se verá en consola, aunque a Criterion hay que darle el beneficio de la duda, pues todos sus juegos suelen cumplir con nota en este apartado. Ahora bien, es difícil que se vea tan espectacular como en PC. En octubre saldremos de dudas.
