El mundo de los juegos masivos en línea lleva no pocos años en expansión, si bien es cierto que muchos títulos han terminado redefiniendo su modelo de explotación ante la imposibilidad de captar a suficientes usuarios con sus cuotas. Si exceptuamos este aspecto, se trata de uno de los géneros que, de una forma u otra, más lanzamientos ve a lo largo y ancho del globo.
El primer Guild Wars consiguió convencer a bastantes aficionados, por lo que una revisión del mismo para ofrecer una experiencia actualizada parecía un paso lógico, aunque hay que comprender también que habrá un grupo de usuarios que prefiera la política de expansiones regulares a lo largo de los años en vez de ofrecer una revisión más profunda en un título de este tipo.
También hay una clara ventaja al seguir este camino: empezar desde cero para no tener que arrastrar elementos de la base que no se desean.
Con Guild Wars 2 parece que ese es el camino que están siguiendo en ArenaNet: mantener lo que les interesa del título fundacional pero liberar carga y ofrecer unas renovaciones más considerables que las que se derivan habitualmente de las conocidas expansiones.
En esta ocasión parece que el foco se está poniendo especialmente en ofrecer a la comunidad un juego masivo en línea poco intimidatorio, sin que por eso entre en el siempre pantanoso terreno de lo ocasional, capaz de repeler a muchísimos jugadores de los más dispuestos a dejarse parte de sus ingresos en mundos virtuales. Incluso parece que va a seguir una ruta que ya se intuía fuertemente en su predecesor: un juego masivo en línea donde la individualidad está asegurada al no demandar al usuario que se organice en complejos clanes para tener opciones reales de jugar y triunfar en su mundo.
Sin embargo, sus novedades nos llevan a pensar que el resultado final será sustancialmente diferente de lo que nos dio su predecesor. Esto va a ser resultado de que, sin que en principio vaya a afectarse a la individualidad en línea que se compuso para el original, haya muchos más elementos dinámicos confluyendo en los eventos en línea que se generen en el mundo persistente de la aventura.
Uno de los aspectos a tener en cuenta será la gran diferencia que habrá en las clases de personajes (habrá un total de ocho), ya que en el estudio aseguran que se está realizando un fuerte trabajo para conseguir ofrecer al usuario elementos plenamente distintivos entre los diferentes tipos de habilidades y características que componen las opciones de desarrollo de los personajes que podamos configurar. Al mismo tiempo, se pretende que sus exclusividades no estén muy marcadas, de manera que no deba recurrirse a mecánicas prefijadas de establecer roles marcados y predefinidos en estrategias fijas para poder ganar una batalla.
Otro aspecto importante se derivará de las mecánicas de juego submarinas, todo un mundo por explorar bajo los mares del título. Parece que el foco principal se basa en otorgar diferentes habilidades a los personajes cuando están bajo el agua alejándose de algunos elementos clásicos como los movimientos más lentos o torpes bajo ese elemento. Habrá que ver si este mecanismo acaba convenciendo a los jugadores, pues parece que se sitúa en clara oposición a convenciones fuertemente establecidas como medidores de oxígeno y otras.
Las habilidades del personaje se pueden adquirir a través de superar misiones y enfrentarse a peligrosos enemigos finales, pues al conseguir derrotarlos se nos recompensa con los clásicos tesoros pero también con la posibilidad de que nos otorguen recursos adicionales tanto en el campo defensivo como en el ofensivo. En este sentido, parece que la cantidad de jugadores implicados en esta misión puede ser determinante, lo que resultará en un gran inventivo para formar equipos y afrontar esos retos. Cuantos más usuarios colaboren, más difíciles serán los retos que se presenten, por lo que podemos jugar dinámicamente con pocos compañeros de batalla o bien organizar una misión mayor y afrontar otro tipo de retos.
Un elemento recurrente en el género es el de la personalización de los personajes que creamos para ser nuestros avatares en los mundos virtuales. Guild Wars 2 cumple con los requisitos esperables para conseguir una apariencia física lo suficientemente distintiva, pero también nos preguntará algunas cuestiones referentes al pasado del personaje, e incluso cuál es su credo dentro de las deidades de este mundo, por citar algunos ejemplos que han sido especialmente destacados desde la desarrolladora. Esto se empleará para determinar elementos de la historia en función de las elecciones tomadas, por lo que se mantiene ese espíritu de diferenciación de la experiencia del jugador pese a buscar la colaboración y el juego en grupo en las múltiples misiones que se afronta.
Con un lanzamiento previsto para este año, parece que Guild Wars 2 todavía tiene camino por recorrer y dejarse probar bien a fondo por parte de los usuarios antes de alcanzar su versión comercial, pero confiamos en que muy pronto habrá noticias al respecto y que los usuarios puedan acceder en breve a una beta abierta para ir formándose su opinión sobre este título que puede sorprendernos, y mucho, cuando esté listo.