Cuando Techland mostró Dying Light 2 en el E3 2019 con un extenso gameplay de más de 25 minutos sorprendieron a propios y extraños. Lo que proponían no parecía una simple secuela, sino un juego desarrollado desde la base de su predecesor, pero con una ambición extraña para un equipo del tamaño de los polacos: había zombis, parkour y armas de distinto tipo, lo esperable; pero también facciones y decisiones con consecuencias impresionantes. El silencio desde aquel momento y las informaciones sobre problemas en el desarrollo llevaron a que algunos se pusieran en lo peor. Cyberpunk 2077 está reciente.
Pero la semana pasada, Techland volvió a hablar. En una presentación de casi 40 minutos mostraron un esperado nuevo gameplay (todo pinta tan bien como hace dos años), pero también dieron numerosos detalles de la trama, el mundo, las posibilidades jugables y las trascendentes decisiones los responsables principales de cada pilar del juego: el director de mundo Thomas Gerbaud, el director de narrativa Piotr Szymanek, el responsable creativo principal Adrian "Pyza" Ciszewski, la directora de arte de entornos Katarzyna Tarnscka, el diseñador Michal Dudziak, el programador principal Bartosz Kulon y el diseñador principal de niveles Peter Pawlaczyk.
De todo lo que contó y mostró este equipo se extraen numerosos detalles del juego que llegará el 7 de diciembre a PC, PS5, PS4, Xbox Series X/S y Xbox One; y en este artículo los repasamos todos.
1. La historia, el protagonista y el mundo
En Dying Light 2 controlamos a Aiden Caldwell, un miembro de los outcast, peregrinos que viajan por el mundo intentando sobrevivir. Pero Caldwell tiene una misión: conocer quién es. De su pasado solo tiene un recuerdo, el de un familiar o un allegado, y las pistas que ha ido recopilando en su búsqueda le han llevado a Villedor, la última ciudad de la humanidad. Será un personaje algo prototípico, pero esto también permite que sea un folio casi en blanco que rellenen los jugadores a través de sus decisiones.
La aventura transcurre 20 años después del primer juego, aunque no hace falta jugar a este para seguir la trama. La humanidad ha perdido la guerra contra el virus que transforma a los humanos en monstruos que, según Techland, no son zombis. Toda la humanidad está infectada: las personas llevan unas pulseras que indican el grado de infección; ser un monstruo o no es cruzar una delgada línea en esa infección. La enfermedad surgió en Harran, una ciudad que fue aislada y contenida; con el tiempo, el mundo se olvidó de ella.
Sin embargo, los investigadores y científicos de distintas partes del mundo se pusieron a investigar y a mutar ese virus con el fin de aprovecharlo como arma biológica. Una de esas mutaciones escapó de un laboratorio de Ginebra en invierno de 2021. Dos años después, el 98 % de la humanidad había fallecido. Los gobiernos intentaron apaciguar a los monstruos en 2025 con armas químicas, lo que solo llevó a que surgieran variantes aún más mortíferas y a que toda la vida terrestre se extinguiera por la radiación. La ciudad amurallada de Villedor es una muestra del exterminio terrestre: a ras del suelo solo queda el asfalto y la muerte, mientras que la vegetación se ha extendido por las fachadas de los edificios y por los tejados, donde viven los humanos, quienes han conseguido plantar cultivos de distinto tipo sobre las ruinas de una civilización que ha llegado a su fin.
2. Las facciones de Villedor
El director creativo, Adrian "Pyza" Ciszewski, dice que el equipo de desarrollo ha estudiado lo que ha ocurrido a lo largo de la Historia cuando civilizaciones y naciones han caído: cómo se han organizado grupos, cómo se ha disputado el poder y cómo se han levantado nuevas civilizaciones de las cenizas de las anteriores. Justo eso es lo que verán los jugadores en Dying Light 2: un nuevo orde que surgen del fin del anterior, y tres facciones enfrentándose para sostener la sartén por el mango.
La primera de esas facciones son los Supervivientes, un grupo de gente que se adapta a cualquier circunstancia y que construyen asentamientos complejos donde pueden. Por otro lado están los Peacekeepers, antiguos soldados que buscan mantener la paz y el orden, pero una interpretación del orden con la que no todos están de acuerdo. Por último, están los Renegados, antiguos prisioneros que luchan por convertirse en los mandamases de la ciudad.
Son grupos que frecuentemente veremos en las calles de Villedor durante el día enfrentándose a sangre fría por recursos o defendiéndose de los ataques de aquellos que no están afiliados a ningún grupo, como los carroñeros, bandidos y renegados que tan solo buscan robar, arrasar y matar.
A estos habrá que sumar los Nightrunners, quienes parecen que tendrán mucha importancia en la trama principal. Son antiguos oficiales de las Fuerzas Especiales que, hartos del cinismo del ejército, decidieron lanzarse a las calles durante las noches (cuando los zombis salen de sus nidos) para ayudar a los necesitados. Sin embargo, cuando los jugadores se adentren en Villedor, la organización estará diezmada, habrán olvidado el propósito con el que nacieron y no estará claro si se podrá confiar en ellos.
Así, Aiden, el protagonista, conocerá a numerosos personajes de cada una de las facciones: desde Techland prometen que no serán individuos planos, sino "personajes complejos y multidimensionales" que obligarán al jugador a pensarse mucho algunas decisiones, ya que pueden convertirse en aliados o en enemigos según las acciones del jugador.
3. Las decisiones: un mundo maleable
Dying Light 2 nos hará tomar decisiones constantemente, pero no todas serán trascendentales para la trama. Se podrán dividir en tres tipos. Las más importantes a nivel narrativo serán las que se toman durante las misiones de la historia: pueden cambiar la trama del juego e incluso el final; un ejemplo de este tipo de decisiones se vio en el gameplay del E3 2019, donde Aiden tenía que elegir si ceder una reserva de agua a una facción u a otra y, al decidirse por una de ellas, se desbloqueó una parte de la ciudad que estaba totalmente sumergida y que se habría quedado así si hubiera elegido la otra opción.
En un plano menos importante están las decisiones que se toman dentro de las misiones. Estas pueden cambiar el desarrollo de la misma misión y su conclusión, pero no tendrán consecuencias tan enormes como las anteriores. Por último, está el "sistema de posicionamiento de la ciudad". A lo largo de la aventura los jugadores se encontrarán con lugares en los que pueden restaurar el agua y/o la electricidad a un distrito, pero al hacerlo, habrá que elegir a qué facción ceder esos recursos.
Según lo que se elija, el distrito estará habitado por personas distintas que otorgarán encargos distintos, y el mundo se estructurará de distinto modo: quizá dar una zona a una facción active unos trampolines para subir a la zona alta de un edificio, pero dársela a otra facción distinta añadirá una tirolina que permita desplazarse hasta el edificio de enfrente, por poner un ejemplo. Dying Light 2 se podrá jugar en cooperativo online para hasta cuatro jugadores, así que se podrán visitar las ciudades de amigos para ver cómo sus decisiones han moldeado la ciudad de manera distinta a la nuestra.
4. El parkour en una ciudad que cambia del día a la noche
Igual que en la primera entrega, jugar a Dying Light mientras en el juego es de día será muy distinto a hacerlo cuando cae el sol. Durante el día, el suelo será relativamente seguro, aunque siempre habrá enemigos humanos enfrentándose por recursos, protegiendo las zonas a las que una misión nos obliga a acceder, etc. En algunas ocasiones nos encontraremos con eventos de mundo, por ejemplo, un grupo de gente que busquen cierto recurso o a cierto personaje que nos otorguen una recompensa por ayudarlos. Prometen variedad de situaciones en una ciudad dividida en dos grandes regiones y varias zonas que se ha diseñado de manera más vertical que horizontal, lo que dará lugar a una "exploración de mundo abierto a varias capas".
Cuando llega la noche, salen los monstruos. Los campamentos encenderán sus focos de luz ultravioleta, lo único que evita que los infectados arrasen con ellos. Así, moverse por Villedor bajo la luz de la Luna será un poco como the floor is lava: si no queremos tener que enfrentarnos a los zombis de todo tipo (hay nuevas bestias enormes, otros que llaman al resto y muchos más) habrá que hacer parkour por los tejados (se ha duplicado el número de movimientos respecto al primer juego con más de 3000 animaciones distintas) y tener siempre a mano la linterna UV para alejar momentáneamente a los monstruos.
Por supuesto, la trama nos obligará a bajar a terreno firme durante la noche, pero también habrá otro motivo. Cuando los infectados salen de sus nidos, estos se quedan (parcialmente) vacíos, por lo que uno podrá armarse de valor (y de munición) y adentrarse en ellos para rapiñar ítems y objetos valiosos que nadie se ha atrevido a recolectar. Serán situaciones donde el sigilo será fundamental, pero a veces no quedará otra que luchar.
5. El combate: del sigilo al wrestling
Tan importante como los saltos, los deslizamientos y el parkour será el combate, aunque ambos están muy relacionados. Será habitual colgarse del borde de edificios para tirar a los guardias desprevenidos al vacío y arrastrarse para ejecutar por detrás a los enemigos, pero todo depende del estilo de juego que haya elegido cada jugador. Habrá tres ramas principales: una basada en la movilidad, otra centrada en armas contundentes y otra en la que se utilizan artilugios y armas caseras fabricadas por el jugador.
Así, combatiendo con habilidades de la primera rama parece que estemos viendo un espectáculo de wrestling, con esquivas y patadas dobles mientras se salta. La segunda es la más rotunda, pues se utilizan cuchillos enormes que son capaces de partir por la mitad a un zombi; como en el primer juego, aquí las armas cuerpo a cuerpo serán importantísimas ante la falta de munición para las armas de fuego. Por último, de la tercera arma hemos visto ejemplos como una ballesta casera y una cuerda con una punta de metal que permite desequilibrar y atraer a los enemigos.
En Techland promete que cada habilidad aprendida en cada una de las ramas será un game changer, algo que cambiará nuestra forma de afrontar los enfrentamientos. Eso sí, tan importante como la variedad de acciones en los combates será la variedad de enemigos. Al menos en la parte de los infectados, no parece que vaya a faltar: hemos visto zombis lentos en grupos muy numerosos, otros que corrían sin descanso, algunos con poderes, otros gigantescos e imponentes…
Durante las próximas semanas y meses los desarrolladores darán más detalles sobre la ciudad, los enemigos y otros detalles de Dying Light 2, que quizá se vea en el E3 2021. En Vandal estaremos atentos a cualquier nueva información de un juego que, pese a las dudas que pueda generar su tremenda ambición, apunta a ser uno de los títulos más esperados del año.
