Los battle royale se han convertido en todo un fenómeno de masas, algo que ha provocado que muchas compañías quieran seguir la estela del éxito marcada por Playerunknown's Battlegrounds y Fortnite. Ahora es el turno de Darwin Project, videojuego que llega en acceso anticipado para Xbox One y PC, y que ha sido desarrollado por Scavengers Studio, una pequeña desarrolladora canadiense que ha conseguido crear una propuesta accesible, diferente y divertida.
Sobrevivir a los enemigos y al frío
Uno de los puntos fuertes de Darwin Project es que ofrece un acercamiento jugable sencillo. El primer aspecto que lo define es que las partidas serán para un máximo de diez jugadores, pudiendo afrontar el reto en solitario o en dúos. Independientemente de la modalidad seleccionada, nos adentraremos en un mapa con un tamaño muy bien ajustado que, aunque dará la sensación de ser muy grande por la variedad de localizaciones y objetos disponibles, después de unas cuantas partidas lo dominaremos sin mucha dificultad.
Nuestro arsenal estará compuesto por un arco, un hacha y varias trampas. El arco se convertirá en el arma principal, siendo posible equipar diferentes flechas, y mostrándose tan efectivo a larga como a media distancia. El hacha es la mejor opción para el combate cercano, aunque también será utilizada para recolectar materiales del entorno. Por último, las trampas ofrecerán el principal factor diferenciador, ya que tendremos una buena variedad de opciones que modificarán el estilo de juego.
Para construir trampas, al igual que sucede con las distintas flechas y objetos disponibles, utilizaremos el crafting. Para ello necesitaremos recoger del entorno los recursos disponibles (piel, madera y componentes electrónicos), utilizándolos posteriormente en el menú circular para fabricar objetos como flechas incendiarias, bombas de humo o cepos.
Además de ampliar y optimizar nuestro arsenal, también podremos fabricar todo tipo de indumentarias que nos ayudarán a superar las bajas temperaturas. Será por ello fundamental que vayamos utilizando la madera y la piel recolectadas para ir creando capas, hogueras o botas que nos protejan del frío, ya que si no lo hacemos acabaremos muriendo. También deberemos utilizar los componentes electrónicos para activar ayudas como un radar o camuflaje, así como aprovechar las cajas repartidas por el escenario para obtener todo tipo de recompensas. Por último, será importante estar muy atentos de nuestra resistencia (que se agotará según realicemos diferentes acciones) y de la protección (la cual podremos mejorar utilizando complementos adicionales).
En lo que se refiere a la jugabilidad, Darwin Project ofrece partidas rápidas y muy directas, algo que se ve favorecido por el ajustado tamaño del mapa y la poca cantidad de jugadores. El control es preciso y, aunque dominarlo puede llevarnos un tiempo, cuando nos acostumbremos podremos realizar movimientos espectaculares. Es importante recordar que, aunque el control con teclado y ratón en PC ofrece mayor precisión y agilidad, el manejo con el mando en Xbox One sigue siendo muy bueno, por lo que disfrutaremos de unas sensaciones muy parecidas.
El Director
Buscando ofrecer una propuesta diferente encontramos la figura del Director. Este undécimo jugador tendrá la posibilidad de influir en la partida mediante una serie de opciones realmente divertidas como: ver las cámaras de todos los usuarios, eliminar zonas del mapa, lanzar ataques nucleares, apagar la gravedad, curar jugadores o, por ejemplo, comunicarse por el chat de voz con los participantes. Cada acción tendrá un coste en puntos, los cuales se irán recargando con el avance de la partida.
La figura de un buen Director beneficiará mucho a la jugabilidad y hará que cada partida sea muy diferente. Sin embargo, no solo el Director será el protagonista, ya que también los espectadores contarán con la posibilidad de tomar determinadas decisiones, convirtiéndose en un elemento activo. Sin duda, esta idea es muy interesante y tiene un gran potencial competitivo, aunque seguramente no gustará a muchos jugadores por el carácter aleatorio e injusto de algunas decisiones.
Un mundo cartoon
El estilo gráfico de Darwin Project recuerda un poco al de Fortnite, con un acabado visual muy cartoon, modelados sencillos, animaciones simples y efectos llamativos. En este sentido, el videojuego se mueve con gran fluidez en Xbox One X a 4K y con HDR, aunque algunos usuarios han reportado fallos en su optimización para PC, encontrando aquí caídas en la tasa de fotogramas por segundo. En cuanto al sonido, tenemos buenos efectos, una banda sonora que acompaña bien y voces y textos en inglés. Pese a ciertas carencias, hay que tener muy en cuenta que estamos ante un título que todavía se encuentra acceso anticipado, por lo que tiene mucho margen de mejora para seguir puliendo su acabado audiovisual.
En lo referente al servicio online, goza de una gran estabilidad durante las partidas y un matchmaking rápido en PC, quedando la versión de Xbox One algo más desfavorecida por la mayor dificultad para encontrar partida. Pese a todo, existe la posibilidad de cambiar entre diferentes servidores y de utilizar las invitaciones para jugar con amigos. Por último, incluye una sala de espera en la que podremos interactuar con otros jugadores y probar nuestro arsenal.
El videojuego también incluye un editor que nos permitirá modificar el color de la piel, el tono del pelo y el acabado visual de la ropa y las armas de nuestro personaje. A día de hoy esta opción es muy básica, ya que incluye pocas variantes de personalización, algo que suponemos se mejorará en el futuro con centenares de complementos. En este sentido, también la progresión por niveles del jugador debe optimizarse y ofrecer una mayor cantidad de recompensas y alicientes para seguir jugando, ya que a día de hoy es un sistema sin mucho interés.
Un futuro prometedor
Darwin Project se adentra en el género de moda con la intención de ofrecer algo diferente y crear una comunidad activa en PC y Xbox One. El planteamiento inicial nos ha parecido divertido e innovador, consiguiendo que las partidas con diez jugadores mezclen perfectamente la supervivencia competitiva (orientada a ser el último jugador con vida) y la supervivencia física (teniendo que protegernos del frío para no morir). Además, la idea de que un jugador asuma el rol de Director y pueda, junto a los espectadores, modificar el devenir de las partidas, es realmente interesante.
Pese a estas bondades, el título todavía debe seguir creciendo y, no solo mejorando su rendimiento en PC y optimizando sus servidores, sino también añadiendo un sistema de progresión más completo, más armas y contenido adicional de personalización, algo que dotará al videojuego de mayor profundidad. Por lo tanto, aunque todavía se encuentra en acceso anticipado, es una opción muy interesante para los fans del género que busquen algo diferente.
Hemos escrito estas impresiones jugando en Xbox One X con un código digital facilitado por Evolve PR.