Crysis es una rareza en su terreno. Desde el deslumbrante debut del original, hace ya 5 años, no ha destacado precisamente por su modo multijugador, tan de moda en los shooters en primera persona. Obviando la brutalidad de su apartado técnico, todavía referencia, en Crytek han apostado desde un primer momento por un modo campaña complejo centrado en la experiencia individual, muy rica gracias a esa libertad de acción que encandiló a los jugadores. Con Crysis 2 es cierto que la balanza se equilibró, ofreciéndonos una aventura más lineal y un multijugador que quería hacerse un hueco sin arriesgar demasiado.
Hoy hemos tenido la oportunidad de probar la tercera parte, donde los alemanes de Crytek han decidido volver a los orígenes jugables del primero, potenciando por otra parte un multijugador que quiere estar entre los mejores.
Para comprobar esto último hemos sido invitados a una pequeña sala donde nos han dejado darle un tiento a dos modos de juego: el ya conocido Crash Site y uno totalmente nuevo llamado Hunter.
Antes de coger el mando hemos dado la vuelta al asiento para atender a una presentación en vídeo realizada por Mike Read, productor del juego. En ella nos han bombardeado con datos, además de recordarnos que es la primera vez que se ha visto el multijugador. Entre los numerosos datos que nos dieron a conocer, se encontraba la explicación de los modos que íbamos a probar y la presentación de New York Feed, una especie de red social accesible desde las cargas de pantalla donde poder comprobar en todo momento nuestros logros y los de nuestros amigos.
El primer contacto que hemos tenido, después de prepararnos mentalmente tras ese aluvión de información, ha sido en la modalidad Crash Site. Nuestro objetivo aquí es el de "conquistar" antes que el contrario unas balizas alienígenas que caen del cielo. No hemos encontrado ninguna novedad respecto a lo visto en Crysis 2, pero aprovechamos para hacernos a los controles, ya que después de tanto shooter probado a lo largo de la feria, estábamos bastante confundidos.
Y llegamos al objetivo principal de Crytek: poder disfrutar de Hunter, un modo que personalmente me ha recordado a la película Depredador por varios motivos. Estos recuerdos vienen dados por su planteamiento y por el escenario elegido. La demostración nos ha situado en una selva parcialmente inundada, con algunos puentes de madera donde faltaban tablones y una construcción de piedra en el centro llena de recovecos. Aquí se han desplegado dos bandos completamente opuestos. El primero, formado por los soldados de CELL, y el segundo por cazadores equipados con un arco y el poderoso Nanosuit.
En la versión de consola, la que hemos jugado, cada equipo cuenta con hasta 6 jugadores (8 en PC). Esta modalidad, que tiene un concepto muy básico, nos ha parecido brillantemente ejecutada. Su principal mérito es la descompensación que existe entre ambos bandos. Los cazadores usan la invisibilidad del Nanosuit, de manera que podremos acercanos con aparente facilidad a nuestras víctimas. Estas, que cuentan con medios como un arma de fuego y unas granadas que despliegan un sónar que inutiliza la invisibilidad, necesitan jugar en equipo, juntando bien las líneas para cubrir todos los frentes. Existe también una ayuda acústica que te indica el acercamiento de uno de los cazadores, en forma de alarma estridente que emite un sonido metálico en intervalos cada vez más cortos dependiendo de la cercanía del enemigo. Esto se convierte en un arma de doble filo, porque si bien es cierto que sirve como aviso, también consigue ponernos tan nerviosos que provoca giros bruscos de la cámara buscando a un enemigo que apenas ve dibujada su silueta en distancias cortas.
Si somos cazados pasaremos al bando contrario para ayudar en la conquista, y si aguantamos vivos un total de 2 minutos ganaremos el máximo de puntos. La suma de los puntos obtenidos por sobrevivir o matar al enemigo se añadirán en un recuento de un total de 5 rondas, y el que más tenga ganará la partida. Como digo, la tensión es absoluta, y no solo por lo apretado de los resultados. Es increíble ver cómo nuestros instintos de supervivencia afloran en este juego. En la piel de un soldado de CELL podemos incluso tender trampas, como empujar estructuras para chafar a los cazadores o coger objetos como tuberías que usaremos a modo de martillo. Los mejores momentos los hemos pasado siendo los últimos con vida. Impagables esas miradas atrás girando la cámara sin saber si las espirales que se forman en el agua eran por nuestras pisadas o las de un enemigo que andaba cerca.
Hemos disfrutado como niños con Hunter, tanto buscando sorprender a los soldados cargando el arco antes de girar una esquina como escondiéndonos como ratas en los lugares más oscuros del mapa. Además técnicamente es un juego que pese a estar todavía en desarrollo destaca por encima de la media, con un framerate estable y muy buena iluminación y efectos de partículas.
Comparado con Crysis 2, también podemos destacar novedades en la jugabilidad, como la independencia de las barras de resistencia, que ahora son varias y determinan cada valor de manera individual (sprint, camuflaje…). Este cambio ayuda a que podamos adoptar un estilo más táctico y más parecido al Crysis original. El modo Hunter también ayuda a ello, por lo que la experiencia ha sido tan satisfactoria que nos han quedado muchas ganas de repetir.
La presentación concluyó recordándonos que además de Crash Site, el típico Deathmatch o Hunter, habrá hasta 8 modos de juego distintos en los 12 mapas multijugador que saldrán de inicio. Si se mantiene la calidad de lo jugado, Crysis 3 no tendrá problemas para construir una comunidad online como la de cualquiera de los grandes del género, pero no lo podremos comprobar hasta Febrero del año que viene.
