Relic Entertainment, Blizzard y Creative Assembly son tres nombres que cualquier jugador amante de la estrategia en tiempo real conoce muy bien. Estos estudios han sido los encargados de mantener el género vivo en la actualidad con auténticos juegazos que cualquiera con un mínimo de interés en este tipo de títulos debería probar. Blizzard revitalizó su RTS espacial obteniendo excelentes resultados con StarCraft II, Creative Assembly nos ha permitido disfrutar con diversas entregas de la saga Total War, manteniendo siempre un altísimo nivel (éxito que pretenden repetir este año con Total War: Rome II) y Relic Entertainment nos ha llevado a batallar en el universo de Warhammer 40.000 con dos entregas de Dawn of War y a la Segunda Guerra Mundial con Company of Heroes.
Este último título está a punto de recibir su secuela, la cual se ha hecho esperar algo más de lo previsto, y si anteriormente os comentamos nuestras impresiones con su modo multijugador, ahora por fin os podemos hablar sobre la campaña para un jugador tras haber probado algunas de sus primeras misiones, lo que nos ha permitido hacernos una idea de cómo será su desarrollo.
Ni un paso atrás
Las misiones a las que hemos tenido acceso pertenecen a la campaña rusa, la cual nos cuenta la historia de Isakovich, un oficial del Ejército Rojo que ha sido detenido por traicionar la causa de sus camaradas tras haber perdido la fe en los brutales métodos de Stalin para hacer frente a la amenaza nazi. A través de un interrogatorio iremos reviviendo las batallas en las que participó y que le llevaron a su situación actual (un recurso narrativo muy utilizado en el cine y cada vez más en videojuegos), aunque estas no tienen la necesidad de estar ordenadas cronológicamente.
Si hay algo que podemos destacar de este primer contacto que hemos tenido con la campaña, es su potente inicio, en el que tendremos que recuperar Stalingrado, ciudad que se convirtió en uno de los principales campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial durante más de cinco meses. Se trata de una misión puramente de tutorial en la que manejamos a unos pocos escuadrones mientras nos van indicando los objetivos que tenemos que cumplir (tanto obligatorios como secundarios) y nos ayudan con varios consejos tácticos.
Cada vez que cumplamos el objetivo actual se abrirá una nueva zona del mapa y nos darán otro encargo que tendremos que completar, los cuales suelen ser lo suficientemente variados como para mantener el interés y no aburrirnos. En este nivel en concreto, comenzamos dando apoyo a un tanque para que pudiera avanzar, el cual podíamos usar como cobertura para minimizar daños. Posteriormente tuvimos que flanquear a una torreta ametralladora que estaba acabando con todos nuestros soldados y dejarle un "regalito" en forma de granada. Más adelante apareció un temible Panzer ante el que poco podíamos hacer, por lo que tuvimos que capturar un cañón antitanques del ejército alemán y usarlo contra ellos mismos, aunque para ello nos vimos obligados a crear una cortina de humo que nos permitiera avanzar sin que el enemigo pudiera ver a nuestras tropas.
Eliminado el tanque ya solo nos quedaba un último esfuerzo para conquistar la ciudad, aunque los fascistas habían creado una línea defensiva que prácticamente no dejaba hueco por donde flanquear, por lo que solo quedaba una opción: aprovecharnos de la superioridad numérica de nuestro ejército y enviar tropas de frente contra el enemigo. Los propios oficiales rusos nos dejaron bastante claro que no temiéramos a perder soldados y que no permitirían que nadie diera un paso atrás, ya que la temible orden 227 emitida por Stalin obligaba a disparar contra cualquiera del Ejército Rojo que intentara huir sin que el oficial al mando diera dicha orden, por lo que no tuvimos más remedio que enviar a múltiples aliados a una muerte segura con el fin de asegurarnos la victoria, recreando con mucha fidelidad y con toda su crudeza los brutales métodos usados en el Frente Oriental.
La siguiente misión nos llevaba a 1941, donde nos enseñaron a controlar a un par de nuevas unidades, las de apoyo y los ingeniero. Las primeras nos permitían apoyar a otras unidades traspasando soldados a un escuadrón que haya perdido alguno, mientras que los ingenieros podían hacer uso de lanzallamas y explosivos, dos habilidades que resultarían clave para superar la misión. Tras un rato aguantando la línea defensiva, las fuerzas alemanas resultaron ser tan numerosas que no nos quedó otra que retirarnos, aunque claro, dejar todos nuestros recursos a merced de los nazis era algo que no podíamos permitir.
A partir de este momento nuestro objetivo pasó a destruir todos nuestros vehículos, casas y campos, con el fin de retrasar el avance de los alemanes. Por lo tanto, haciendo uso de explosivos hicimos estallar nuestros propios vehículos y con el lanzallamas incendiamos todas las casas y los campos de los alrededores. Tras esto, tuvimos que realizar una última defensa para ganar algo más de tiempo antes de retirarnos definitivamente, colocando minas en las carreteras y creando unidades adicionales con las que resistir la ofensiva de los invasores.
La siguiente misión también era de defensa, aunque sobre un terreno nevado y teniendo que aguantar tres frentes diferentes sin que conquistaran ninguno de ellos, por lo que teníamos que escoger con cabeza los sitios a los que mandábamos refuerzos. Cuando la situación se volvió insostenible no nos quedó más remedio que retroceder tras un río helado, algo que podríamos usar en nuestro favor, ya que cuando los alemanes lo cruzaban podíamos destruir el quebradizo hielo para que cayeran al agua y murieran congelados, lo que era especialmente útil cuando queríamos quitarnos de encima a los vehículos más peligrosos.
Finalmente, jugamos una misión más que nos llevaba de vuelta a Stalingrado, la cual ya nos dejaba total libertad para crear las unidades que queríamos con el fin de conquistar varios puntos del mapa. Las calles de la ciudad no eran especialmente amplias, lo que acababa propiciando todo tipo de batallas a corta distancia, donde los ingenieros y las tropas de choque resultaron ser especialmente útiles. Eso sí, mucho ojo con los lanzallamas si no queréis incinerar también a vuestras propias unidades. A medida que avanzábamos en la misión recibíamos unos vehículos equipados con potentes lanzacohetes, los cuales necesitaban estar a mucha distancia del lugar que queríamos bombardear. Eso sí, una vez iniciábamos el ataque con ellos las consecuencias eran demoledoras.
Un detalle que nos llamó mucho la atención de esta misión es que pudimos comprobar de primera mano y sin vídeos de por medio, la forma en la que se ha implementado la orden 227 en la jugabilidad. Si intentábamos hacer retroceder a nuestras tropas hasta la base para darles un respiro y juntarlas con el resto de unidades que hubiésemos solicitado, aparecía un pelotón de fusilamiento ruso para dispararnos si no nos dábamos la vuelta y volvíamos al campo de batalla.
Entrando ya en lo que es su apartado gráfico, comentar que estamos ante un título muy potente visualmente y con multitud de detalles que nos dejarán constantemente con la boca abierta, como las físicas y sus efectos de destrucción, ya que prácticamente podremos derribar casi cualquier estructura que se nos ponga por delante, algo que nos abrirá nuevas rutas e incluso nos permitirá acabar con los enemigos fácilmente si jugamos con cabeza. ¿Que varias tropas enemigas se resguardan en un edificio para destrozarnos a balazos desde las ventanas? Prendedle fuego y veréis lo pronto que salen, si es que no se quedan encerrados y ardiendo. Además, las texturas tienen una resolución altísima, los escenarios están muy detallados y repletos de elementos, y el modelado de los personajes está muy conseguido, así como sus animaciones.
La recreación que se ha hecho de este enorme conflicto es sencillamente sensacional y consigue sumergirnos de pleno en cada una de las batallas que nos propone, algo de lo que tiene gran culpa su espectacular apartado sonoro. Si en nuestras anteriores impresiones con su multijugador os dijimos que la banda sonora pasaba algo desapercibida y quedaba en un segundo plano, la cosa es bien distinta en su campaña, con unas composiciones magistrales de corte épico militar con múltiples coros que ya quisieran para sí muchas superproducciones de Hollywood. Aunque tampoco podemos olvidarnos de sus espectaculares efectos de sonido, muy variados, contundentes y de una calidad altísima. En cuanto al doblaje, decir que solo hemos podido escuchar el inglés, por lo que no sabemos cómo sonará cuando se localice.
El Frente Oriental aguarda
Cada vez nos quedan menos dudas sobre lo mucho que promete esta secuela. Tras esta primera toma de contacto con su campaña para un solo jugador, nuestras ganas de lanzarnos a batallar en la versión final y descubrir todo lo que oculta en su interior no han hecho más que aumentar, aunque para ello tendremos que esperar al día 25 del mes que viene, fecha que sin duda, muchos fans de la estrategia tendrán marcada en sus calendarios. Y no sin razón.
