Borderlands 3 fue una entrega destacada, pero con muchos aspectos por mejorar. La trama principal no llamó la atención, la estructura de misiones pecaba de repetitiva, tenía muchas armas, pero poco interesantes e incluso presentaba errores de rendimiento importantes, con crasheos que hoy en día perduran. Borderlands 4 tiene la promesa de resolver muchos de estos problemas, y tras haberlo jugado en profundidad podemos afirmar que estamos ante una evolución en el sentido correcto.
Como ya os contamos en nuestras anteriores impresiones, no podéis esperar un gran salto. Lo nuevo de Gearbox no busca revolucionar nada, sino hacer lo que mejor sabe: un shooter-looter con cooperativo para hasta cuatro jugadores que se siente como un oasis en medio de la montaña de juegos como servicio que tenemos actualmente. La confianza en una campaña principal, que ya os podemos adelantar que nos está convenciendo, es lo que sustenta un juego que llega con la tarea de ampliar y mejorar todos sus sistemas.
¿Conseguirá ser Borderlands 4 la evolución que necesita la saga?
Para estas impresiones, solo se nos permite hablar de una sección muy específica de Borderlands 4, un asalto a una fortaleza que es bastante representativa del tipo de misiones elaboradas que se presentan en esta ocasión.
Es un ejemplo del salto cualitativo con respecto a pasadas entregas, con tiroteos variados y desafiantes que tienen como colofón a un gran jefe, el cual nos sorprende con alguna mecánica diferenciada, con un toque arcade que al final acaba dotándolo de mucha personalidad.
En esto recuerda a títulos tan sobresalientes como Borderlands 2, uno de los más aplaudidos de la saga. No vamos a ser demasiado específicos porque no queremos reventaros sorpresas, pero el jefe en cuestión al que nos enfrentamos no tenía un desempeño aislado dentro del argumento, sino que había un seguimiento previo. No se trata de llegar, machacarlo y a otra cosa… sino que la línea narrativa se esfuerza en crear en nosotros una motivación anterior al enfrentamiento.
En eso este Borderlands 4 hace un estupendo trabajo. Los diálogos están bien escritos, el tono extravagante nos parece mejor medido que en la anterior entrega y en general hemos notado un mejor seguimiento de los acontecimientos. Lo hemos jugado ya con el doblaje en español, y nos gusta mucho la calidad de las interpretaciones, tanto en los momentos de historia como durante la propia jugabilidad. A este respecto, el juego está a la altura de la licencia a que representa.
Pero por supuesto lo más destacado y de lo que más podemos hablaros en esta ocasión es de los tiroteos, de la acción de disparos. Es magnífica. Esta serie ha destacado por una dinámica shooter ágil, con la importancia de aprovechar el escenario mientras vas despachando a grupos de enemigos que demuestran una IA bastante competente (al menos en este estilo de juego). Sobre todo, el factor repetición, que era algo acusado en Borderlands 3, aquí no lo hemos notado tanto, aunque será en el análisis cuando os contemos todos los detalles cuando podamos ofreceros nuestra experiencia global.
El doble salto, que podría pensarse que es solo útil en la exploración, lo hemos usado bastante en los enfrentamientos, precisamente porque los escenarios suelen tener distintas alturas, y a veces resulta de lo más útil para escapar fácilmente de una situación en que nos encontramos acorralados. El gancho también se aprovecha bastante y permite una mayor velocidad de desplazamiento, y hay más barriles explosivos que nunca (y de distintos tipos). Luego tenemos otro factor importantísimo, y es que la acción es más vertical, con una buena cantidad de enemigos que nos sorprenden desde los aires.
Estos ingredientes combinados hacen que Borderlands 4 sea muy satisfactorio en sus tiroteos, aunque a nosotros hay otro detalle (nada menor) que nos ha encantado: las armas que consigues ahora son más interesantes en general. En Borderlands 3 solías encontrarte con pistolas y rifles que acababas dejando por lo decepcionantes que resultaban. En Borderlands 4 no hemos tenido tanto esa sensación, y una vez conseguíamos un arma, pasaba bastante tiempo hasta que decidíamos cambiarla por otra. El equilibrio en este sentido nos ha parecido muy acertado, puesto que casi al tiempo que nos aburríamos de una, aparecía otra más atractiva y estimulante de manejar.
La cantidad de escudos y su diversidad se incrementa, al tiempo que las granadas y explosivos, las cuales lucen por presentar una satisfactoria variedad. Aunque ya os hablaremos de ello con más detalle, el árbol de habilidades es contundente y ofrece opciones refrescantes. Tenemos cuatro protagonistas a escoger, cada uno con sus habilidades particulares. Nosotros escogimos a Vex, una sirena que tenía un par de habilidades que nos fascinaron: una consistía en crear clones, un segador o un espectro, uno con la capacidad de atacar cuerpo a cuerpo y el otro a distancia.
Suponía una forma de auxiliarnos en las refriegas, ya que no solo atacaba, sino que llamaba la atención de los enemigos para que no fuésemos su único objetivo. Podemos confirmaros que esto es una ayuda considerable para jugadores solitarios. Lo mismo ocurre con la capacidad de invocar a su mascota Liante, que puede luchar ferozmente, con la opción de teletransportarlo al punto del escenario que deseemos. Obviamente, estas técnicas tienen un tiempo de regeneración, aunque bastante generoso (y que al final motiva que las aproveches bastante).
Como ves, hay bastantes cosas que contar ya solo por la parte de los combates. Y aún nos queda completar el juego, comprobar su estructura, ver el atractivo global de las misiones y, en definitiva, ver cómo Borderlands 4 ha conseguido evolucionar con respecto a Borderlands 3, además de suponer algo distinto con respecto a otras entregas. Os lo contaremos en nuestro análisis, una vez hayamos puesto todo en orden (esperemos) dentro del planeta Kairos.
Hemos realizado estas impresiones con un código de descarga para PC que nos ha ofrecido Take-Two.
























