Parece que fue ayer cuando Intrepid Studios, un nuevo estudio con Steven Sharif y John Moore a la cabeza, nos anunciaba Ashes of Creation, un ambicioso MMORPG que en 2017 se presentó al mundo y logró recaudar más de 3 millones de dólares para su desarrollo gracias a una exitosa campaña en Kickstarter.
Este 2021 que llega hoy a su recta final ha supuesto un nuevo hito en la historia del juego que ha estrenado, por fin, su primera alfa cerrada, ha actualizado su motor gráfico a Unreal Engine 5 y ha dado a algunos afortunados una pequeña muestra de lo que puede ofrecer un título en el que están trabajando desarrolladores de juegos como EverQuest, EverQuest 2, Planetside 2, Star Wars Galaxies o XCOM Enemy Within.
Un misterioso mundo llamado Verra
Para introducirnos en Ashes of Creation vamos a hablaros un poco de su mundo a nivel de historia, aunque sin complicaros demasiado porque, en este juego, la mayor trama la construirán los jugadores que darán vida (de forma casi literal) a un mundo llamado Verra en el que despertaremos sin rastro alguno de civilización por obra y gracia de unos dioses que quieren volver a dar vida a un planeta después de un grave conflicto entre ellos. Nosotros, seremos como los "Adanes y las Evas" de este mundo (algo que podréis entender un poco más adelante) y deberemos de vivir aventuras para ir reconstruyendo la civilización mientras ecos del conflicto del pasado y del mal vuelven a resonar en nuestro interior.
Los nodos y la libertad, los corazones de Ashes of Creation
Una de las premisas de Ashes of Creation es que va a ser un MMORPG estilo sandbox en el que buena parte de la historia y casi todo lo que ocurre en el mundo va a ser gracias a (o por culpa de) los jugadores que habiten cada servidor, gracias a un complejo mapa dividido en nodos independientes que irán cambiando en función de las acciones de los jugadores, que serán los que decidan dónde hay un asentamiento, una ciudad o una de las capitales de Verra.
Para que os hagáis una idea, al empezar la partida cuando se abran los servidores seremos nosotros los que decidiremos en que zona (nodo) queremos empezar a trabajar colaborando con diferentes misiones, eliminando monstruos, recolectando suministros y provocando que poco a poco vaya llenándose de vida civilizada. Tras completar las primeras misiones veremos cómo llega una pequeña expedición ese nodo (o zona) y, si seguimos colaborando en ese lugar se construirá un campamento, después una villa, ciudad y, si colaboramos e invertimos suficiente tiempo en la zona junto a otros jugadores, una gran capital.
Algo curioso es que, precisamente, si llegamos a construir una capital colaborando lo suficiente en un nodo junto a otros jugadores, las ciudades o campamentos de los nodos colindantes pasarán a ser vasallos de la gran urbe y no se podrá construir otra capital en una gran distancia alrededor de la misma.
Además, estos nodos también pueden ir cambiando a medida que los jugadores interactúen eliminando plagas de monstruos, con la llegada de las diferentes estaciones que estarán presentes en el mundo y que cambiarán el paisaje por completo, por eventos dinámicos especiales independientes de cada nodo e incluso por catástrofes naturales como, por ejemplo, la explosión repentina de un volcán hasta ahora inactivo presente en nuestra zona.
Todo este sistema de nodos es muy interesante ya que podremos ver cómo en cada servidor de Ashes of Creation las decisiones de los jugadores, los eventos y las misiones que hayan completado dan una vida muy diferente a Verra.
Un juego sin facciones, con conflictos libres entre los jugadores
Otro apartado importante es que la relación entre los asentamientos o los grupos de jugadores no está definida. Con esto queremos decir que no hay diferentes facciones como la Horda o la Alianza en World of Warcraft que están destinados a matarse, sino que serán los jugadores lo que decidan con quién quieren aliarse, con quienes quieren combatir o si quieren asaltar una ciudad y destruirla para conquistar un territorio.
Esto se puede llevar también al terreno económico en el que los intercambios entre jugadores prevalecerán por encima de una economía global. De hecho, no existe ni la típica casa de subastas global ni hay recursos ilimitados en Verra, por lo que gestionar bien lo que tenemos en nuestro poder o cómo comerciamos también será muy importante.
Trazas clásicas de otros MMO
Hemos destacado los dos puntos anteriores de Ashes of Creation porque nos parecen los más interesantes a la hora de presentar este MMORPG a aquellos que no lo conocieran, pero evidentemente dentro del mismo también podéis encontrar mecánicas clásicas de otros MMO (de hecho sus creadores han reconocido haberse inspirado para ciertas cosas en Archeage o Lineage) como la creación de personajes, cuatro razas diferentes (con dos subrazas cada una), ocho clases de personaje, sistema de progresión de personajes, combate clásico, monturas, mazmorras y también misiones principales y secundarias para ir descubriendo la historia de Verra y el mal que encierra.
Uno de los MMO más interesantes del futuro... que no llegará, al menos, hasta el 2023
Por el sistema de nodos y la libertad que da a los jugadores, Ashes of Creation nos parece uno de los MMORPG más interesantes que se van a publicar durante los próximos años junto a Archeage 2 y, esperemos, que una traducción de Final Fantasy XIV que pueda alzarlo como el rey del género a corto plazo.
Desde luego, parece que el género está más vivo que nunca y tenemos muchas ganas de ver si las ambiciones que tiene este Ashes of Creation van a cumplir con las expectativas cuando por fin podamos hincarle el diente. Eso sí, esperemos que en 2022 podamos disfrutar, al menos, de alguna alfa extra o, por soñar, quizás una pequeña beta cerrada pero repartida entre muchos jugadores para poder probar por primera vez el juego con el nuevo motor Unreal Engine 5.