Ésta ha sido la primera vez que Nintendo ha ofrecido un videojuego de Pokémon entre el catálogo de lanzamiento para una consola suya, lo que no es sino significativo del éxito y reconocimiento entre un sector muy grande del público del universo Pokémon, que hace tiempo que ha dejado ya de ser calificado como "fenómeno". Eso sí, éste no es un título al uso dentro de la saga Pokémon (es decir, básicamente, un juego de rol), sino uno de los múltiples juegos alternativos a ese estilo que han ido apareciendo a lo largo de estos años, como Pokémon Snap, el Hey You, Pikachu! (no distribuido en Europa) o Pokémon Channel.
Este título no está destinado a ser una nueva panacea Pokémon, pero sin duda será no sólo fuente de diversión para sus seguidores, sino también para aquéllos que decidan darle una oportunidad y probarlo. Es, en esencia, un juego de carreras protagonizado por los Pokémon, así que nuestro objetivo será cruzar la línea de meta los primeros, pasando, eso sí, por los puestos de control determinados en cada circuito.
Estos puntos están diseminados por el mapa, y buena parte de la diversión estará en (ya que carecemos de un trazado delimitado) buscar el mejor camino para llegar desde un punto hasta el siguiente.
Las carreras están estructuras siguiendo un esquema de competición de Grand Prix, de manera que se nos dará una puntuación en función de en qué posición acabemos la carrera, de manera que aunque en las primeras no obtengamos resultados precisamente magníficos, siempre podremos escalar posiciones en la tabla de resultados con un trabajo constante; naturalmente, esto hace que si empezamos bien no debamos confiarnos, pues en cualquier momento un rival puede empezar a sumar puntos mientras nosotros ralentizamos nuestro progreso y, por tanto, perdemos.
Para controlar a nuestro bólido... perdón, a nuestro Pokémon, tan sólo deberemos deslizar el stylus (el lápiz con punta de plástico que se emplea en los dispositivos con pantalla táctil) sobre la pantalla en la dirección deseada. De este modo, si queremos que gire, deslizamos el stylus en el sentido que nos interesa, y nuestro Pokémon girará. Como es de esperar, cuanto más rápido se haga el movimiento sobre la pantalla, más velocidad tendrá nuestro corredor. Pero no todo será frotar sin control la pantalla, ya que, como hemos comentado, no existe un circuito trazado, y si nos ponemos a correr en una zona con, por ejemplo, vegetación alta o agua estos obstáculos nos ralentizarán, así que no bastará con darle al stylus como un energúmeno.
Eso sí: podremos encontrar objetos que nos volverán temporalmente inmunes a determinados tipos de obstáculos, con lo que podremos atravesar esas zonas "imposibles" sin ralentizar nuestro ritmo y, por tanto, sacar algún que otro segundo de ventaja a nuestros contrincantes. Sin embargo, no sólo correremos por el suelo, sino también por el aire gracias a unos globos que estarán colocados en determinados puntos del escenario.
Con estos pequeños globos perdemos la señalización de los puestos de control, así que convendrá tener claro en qué dirección hay que ir antes de empezar a volar. En esta situación será importante hacer que nuestro Pokémon aterrice en un lugar seguro, evitando, por tanto, las grandes superficies de agua, caer en medio de un bosque, etc. Además, siempre podremos acelerar el descenso pinchando (pantalla táctil en ristre) los globos, aunque si caemos desde demasiada altura, el Pokémon quedará conmocionado durante unos instantes. Y, por cierto, la versión occidental presenta un nivel de dificultad mayor en todos y cada uno de los 25 circuitos de los que hacía gala la edición japonesa.
Pese a lo que pueda parecer a simple vista, o habiendo oído hablar tan sólo de pasada de este juego, el protagonista no es Pikachu, ni mucho menos. Este Pokémon amarillo que ha levantado simpatías por todo el mundo (y en consecuencia a ese sentimiento, también odios muy arraigados) tendrá un papel relevante, en la medida en que es uno de los Pokémon (alrededor de una docena) disponibles para correr, pero, definitivamente, aunque sale en la portada, y tiene cierta presencia en la presentación general del juego, no es el protagonista; no al menos el protagonista único ni nuestra única opción para correr.
Y, en todo caso, siempre podremos, una vez hayamos completado el modo principal, importar nuestros Pokémon entrenados en los juegos de GBA. Bastará conectar un cartucho de cualquiera de las ediciones de la GameBoy Advance para importar... no Pokémon entrenados, sino circuitos con el diseño de estos. Es una lástima no poder competir en las carreras con los mejores miembros de nuestro equipo Pokémon, aunque la creación de una Copa Especial basada plenamente en circuitos con forma de los Pokémon que hemos capturado en las aventuras anteriores (Rubí, Zafiro, Hoja Verde, Rojo Fuego) hará sin duda también las delicias de los fans. De esta manera, los 25 mapas originales se verán incrementados de manera vertiginosa, haciendo de Pokémon Dash un título extensísimo.
Pero veamos cómo funciona esto detalladamente, para que no haya lugar a confusión: este juego de NDS detecta el juego de GBA introducido en la consola, y crea la ya citada Copa Especial usando los Pokémon que estén en nuestro equipo; es decir, no podemos escoger qué Pokémon convertir en circuitos ni tener una Copa Especial con un centenar de circuitos: simplemente detecta qué Pokémon están en nuestro equipo, en la partida del juego de GBA, y los convierte automáticamente en los circuitos para esa Copa. Esto obliga a cierta interactuación por parte del jugador, para ir modificando su equipo, y, por tanto, hacer lo mismo con los circuitos que irá descubriendo en Pokémon Dash. Por cierto, será importante tener esos Pokémon de GBA bien entrenados, pues cuanto mayor sea su nivel, más tiempo se nos dará luego para completar el circuito.
El juego, pese a incluir algún vídeo en el que la estrella es Pikachu, no presenta un aspecto técnico muy impactante, al estar centrado en el uso de sprites y una perspectiva cenital (levemente inclinada), y que nos recordará al clásico Modo 7 de Super Nintendo o GameBoy Advance. Aunque simple, se adapta más que bien a los requisitos jugables de este título, que nos llegará junto con la Nintendo DS este mes de marzo.
