Es éste uno de esos juegos que se han pasado un par de años por las ferias principales del mundo del videojuego, haciéndose esperar quizá más de lo deseado, pero el momento en el que llegue a Europa está cada vez más próximo. Por primera vez esta saga abandona el seno de Nintendo (obviando, por supuesto, la aventura de acción "estilo Zelda" que supuso StarFox Adventures) para quedar a cargo de la otra gran N: Namco.
En un primer momento, el juego estaba destinado a convertirse, principalmente, en una máquina arcade para la placa Triforce, pero en algún momento ese proyecto se abandonó y se han centrado por completo en el juego que nos ocupa, un título que busca ofrecer novedades importantes con respecto a la estructura de las anteriores entregas.
El juego sigue basando buena parte de su potencial jugable en el modo historia (el modo Mission), en el que se irá desgranando el guión a través de las múltiples fases sobre raíles repletas de acción que conforman la aventura.
Todo parece indicar que este modo de juego, aunque variado, sacándonos en varias ocasiones de la nave, será especialmente corto, aunque dado el carácter arcade del juego es de esperar que se compense con una gran rejugabilidad.
De este modo, las opciones multijugador tomarán un papel relevante, basándose en escaramuzas de hasta cuatro jugadores a pantalla partida. En estas partidas, la posibilidad de ir a pie, pero pudiendo emplear tanto la nave espacial como el LandMaster (una especie de tanque) se convierte en esencial, y poder combinar todas las opciones que se nos ofrecen será básico para poder alzarnos con la victoria, de manera que la competitividad será muy elevada.
Parece que el carácter épico de las grandes batallas desiguales contra las casi infinitas hordas de naves enemigas se ha mantenido inalterado en este nuevo juego, aunque parece que nuestros compañeros de viaje no son muy espabilados, y tendremos que sacarles las castañas del fuego en más ocasiones de lo deseado. En cualquier caso, toda la acción se ve acompañada de un efecto de luces espectacular proporcionado por las múltiples explosiones que provoca el cuidado trato que pondremos a la hora de destrozar todo lo que se mueva. Todo indica que estamos ante un juego rápido y divertido de jugar, lleno de acción. Quizás donde más baje el ritmo sea en las fases a pie, ya que por su propia naturaleza el planteamiento es sustancialmente diferente a las fases en las que pilotamos el Arwing.
El control de los personajes se ha mejorado con respecto a las demos, pero habrá que dedicarle unas horas para ver si responde tal y como sería deseable, ya que parece que no es todo lo intuitivo que debería ser. A eso se debe sumar que el diseño de estas fases a pie es algo simple y falto de recursos, lo que las dota de una tónica bastante sosa que empaña en cierta medida el buen resultado de las fases tradicionales; de todos modos, habrá que ver cómo queda todo en conjunto para ponerlo en una balanza y ver qué aspecto se impone sobre los demás.
Por otro lado, es innegable que esas misiones a pie son un toque diferente, un cambio que se puede agradecer bastante, ya que modifica la rutina de juego. Como decíamos, habrá que ver si esa modificación es para bien o, por el contrario, rompe la atmósfera de juego. En cualquier caso, los objetivos en todas las misiones serán esencialmente idénticos: destruir algo. Todos nuestros objetivos serán de ese calibre, sin excepción. Y los enemigos nos lo pondrán difícil, hasta tal punto que es un prodigio ver cómo inundan la pantalla sin afectar a la tasa de cuadros por segundo... algo que habrá que ver si se mantiene en la conversión a nuestro sistema de televisión. Además, estos enemigos tienen el objetivo muy claro: destruirnos, y lo intentan como mejor saben, es decir, disparándonos en todo momento y sin dudar a la hora de actuar como kamikazes.
Los enemigos finales serán un conjunto bastante acertado de nuevos y viejos conocidos, de manera que los incondicionales de la saga tendrán la oportunidad de vengarse de algunos tipos malos que les pudieron causar problemas en la entrega de Nintendo64. Habrá que darles un buen repaso para ver si cumplen con lo que se espera de ellos, pero en un primer momento parece que les falta algo de chispa con respecto a alguna de las creaciones que ya conocemos de los juegos previos.
En cualquier caso, Star Fox Assault se perfila como un juego de disparos bien diseñado, sencillo y directo, que busca abrir algunos caminos nuevos en la tónica general que han presentado los anteriores. La cuestión reside en saber si las novedades son positivas o, por el contrario, su resultado empobrece el conjunto. Las primeras impresiones que nos ha transmitido son algo contradictorias precisamente debido a esa combinación entre misiones en nave y misiones a pie.
El resultado quizá sea demasiado desigual, o quizá sea tan sólo que se hace breve... tendremos, por tanto, que estar atentos a los diferentes aspectos que hemos ido señalando para ver cómo se perfilan en el conjunto de todo el juego, para saber si estamos ante un juego que justifique la larga espera que los seguidores han soportado para poder disfrutar, una vez más, de una aventura de las que caracterizan a Fox McCloud.
