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Fecha de lanzamiento:
PC:
PS4, XBOne:
X360, PS3:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Monolith
Producción: Warner Bros.
Distribución: Warner Bros.
Precio: 69,95 €
Jugadores: 1
Formato: Blu-ray
Textos: Español
Voces: Español
Online: No
ANÁLISIS

Avance La Tierra Media: Sombras de Mordor

Volvemos a la Tierra Media en el nuevo juego de Monolith, que nos llevará a las oscuras tierras de Mordor en una aventura que mezclará acción y exploración en tercera persona.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Versiones PS4, PC, Xbox 360, PS3, Xbox One. También disponible en Ordenador, Xbox One, Xbox 360 y PlayStation 3.

Pocas franquicias, en el mundo de los videojuegos, han gozado de un tratamiento tan dispar e irregular como El Señor de los Anillos -o El Hobbit-. Tras la llegada de la trilogía cinematográfica del cineasta neozelandés Peter Jackson, se vivió un cierto empujón en varios ámbitos del ocio electrónico. Hasta la fecha no habían salido demasiados juegos basados en los escritos de Tolkien, y fueron los films los que consiguieron despertar un inusitado interés en las andanzas de hobbits, elfos, hombres y enanos en su lucha contra el mal y el poder del Anillo Único. Electronic Arts, la propietaria y la hacedora de los juegos basados en películas, mantuvo los derechos con bastante desidia -básicamente, para cumplir las fechas y el número de títulos a las que se había comprometido-, aunque también nos regaló varias pequeñas joyas -como el título de acción en tercera persona basado en El Retorno del Rey o la saga de estrategia, Batalla por la Tierra Media para PC y Xbox 360- ofreciendo, por primera vez en la historia, un variado plantel de videojuegos para los aficionados.

Tras la pérdida de derechos por parte de EA, Warner Bros. -propietaria también de los derechos de producción y distribución de las películas- decidió recoger el testigo, y nos brindó -versiones de LEGO aparte- uno de los mejores juegos de la franquicia, La Guerra en el Norte, que sin seguir los eventos de las películas, pero desarrollándose en el mismo universo, nos narraba los devaneos de un grupo de héroes anónimos que luchaban contra un mal creciente en el norte de la Tierra Media. Ahora, bajo esta nueva perspectiva, que aúna los derechos literarios y cinematográficos de una interesante manera, nace la propuesta de Monolith, Middle-earth: Shadow of Mordor.

Una venganza oscura

Middle-earth: Shadow of Mordor nace como un proyecto ambicioso. En él, encarnaremos a Talio, un aventurero, taciturno y solitario, que murió asesinado junto a su familia la noche en la que Sauron y sus legiones volvían a la tierra de Mordor tras ser derrotados y expulsados de Dol Guldur. Azares del destino, Talion será resucitado por una suerte de Espíritu de Venganza, que lo traerá de nuevo al mundo de los vivos, alimentándolo con un único objetivo: el de destruir a los autores que le arrebataron aquello que más quería. El argumento puede sonar típico, pero ciertamente, es absolutamente diferente a lo visto en cualquier otro videojuego de El Señor de los Anillos, saliendo de la épica clásica de los escritos del profesor Tolkien -y en cierta medida, del mismo género fantástico- y adentrándose en unos terrenos más fangosos y difusos, donde el bien y el mal son una mera línea gris y un tanto desdibujada.

Monolith ha trasladado a la prensa y a los usuarios que se tomará la historia como un pilar fundamental de cara al jugador, que se verá absolutamente identificado con las motivaciones de Talion, instándolo a que vaya hacia las entrañas de Mordor en pos de los que han perpetrado y propiciado su desdicha. Para dotar de contexto a la aventura, cabe destacar que los fatídicos hechos sufridos por Talion se darán -cronológicamente- entre El Hobbit y El Señor de los Anillos, con lo que queda patente que no es un mero pretexto, sino un guión sólido y coherente con el mundo de Tolkien, algo que agradecerán aquellos jugadores para los que narrativa en un videojuego es esencial. De esta manera, veremos cómo Sauron y sus legiones de orcos y hombres vuelven a ocupar las áridas tierras de Mordor, y como se extiende y aflora un mal en el interior de la región. Eso sí, todavía no ha quedado claro si el universo en el que se ambienta está más cerca de los libros que de las películas realizadas por Peter Jackson -como podemos llegar a intuir-.

Enemigos que nos recordarán: el sistema Némesis y la jugabilidad

Un aspecto íntimamente ligado al argumento del título y a la experiencia única que quieren trasladar al jugador, es una de las principales novedades esgrimidas por Monolith: el sistema Nemesis. Nemesis es un sistema gracias al cual, el juego desarrolla y crea enemigos distintos y variados de forma procedural según nuestras acciones, decisiones e interacciones en la partida que esté en curso. Imaginad por un momento que algún orco se escapa del filo de nuestra espada, y más adelante en el juego, lo volvemos a encontrar: ese enemigo nos recordará y decidirá atacar con fiereza o huirá aterrado. Es decir, Middle-earth: Shadow of Mordor ofertará un interesante sistema de recuerdo permanente en las criaturas que logren sobrevivir a nuestros envites y ataques, con lo que se convertirán en verdaderos enemigos -y némesis- que guardarán en sus malévolas retinas nuestras acciones de cara al futuro. Es sin duda, su acierto más interesante y rompedor, en lo que creemos que es el primer paso hacia una inteligencia artificial orgánica en los juegos de rol.

Middle-earth: Shadow of Mordor bebe claramente de los más importantes juegos de acción y aventura de los últimos tiempos, y de hecho, no han sido pocas las comparaciones que lo han puesto al lado de título de la talla de Batman y su saga Arkham -franquicia también de Warner Bros Games- o Assassin´s Creed -supuestas acusaciones de plagio de código aparte-. Comparte muchos puntos jugables, y es que Monolith ha querido ofrecer una sólida propuesta a la altura de los tiempos, añadiendo esas notas jugables que a día de hoy, se consideran un estándar en el género. Como aventura en tercera persona, con un gran índice de exploración, tendremos cierta libertad a la hora de afrontar los desafíos y misiones que nos vayan surgiendo en nuestro camino por Mordor. En lo poco mostrado y filtrado hasta la fecha, vemos como el sistema de combate es dinámico y basado en combos y largas conjunciones de movimientos -propias de la citada saga de los asesinos y templarios de Ubisoft-, que se irán engarzando en festivales de sangre, apuñalamientos y cabezas cortadas. Parece que la cantidad de acciones a realizar -tanto con la espada, como con el arco- parecen enormes, y según la situación y el número de orcos que tengamos alrededor, variadas y distintas.

Además, en Middle-earth: Shadow of Mordor todo tendrá su recompensa. Con cada orco, troll o huargo abatido, Talion recibirá una dosis de experiencia única, con lo que esperamos también ver una evolución del personaje a lo largo del juego en función de nuestros escarceos y decisiones. ¿Tendremos entonces un componente de rol en la evolución de Talion como explorador, guerrero o experto en infiltración? Podría ser. Habrá que esperar que Monolith ofrezca más detalles, pero el sistema de progresión parece evidente, casando a la perfección con el planteamiento escogido para el título a nivel general.

Pese a que no ha trascendido la extensión del terreno -Mordor, geográficamente hablando, es una región enorme, y no solo está compuesta de montañas, lava, cenizas o áridas llanuras- sí sabemos que Middle-earth: Shadow of Mordor dará una gran importancia al entorno y a la forma de afrontar cada problema y situación en función de lo que nos rodea. Talion pueden moverse con brío y soltura por los escenarios, buscando las posiciones más provechosas para atacar, espiar o pasar desapercibido entre las líneas enemigas -también hemos visto como es capaz de rescatar a prisioneros y soldados humanos-, y usando espadas, arcos, diversos elementos del escenario -como armas e ingenios orcos- o a su espíritu, otro aspecto jugable del que sacaremos mucho provecho en varias facetas. Nuestro Espíritu de Venganza nos brinda un poder extra bastante útil en mitad de las tierras de la sombra, ya que nos permite disfrutar de una fuerza sobre-humana y de una visión especial que marcará nuestros objetivos principales, así como de un cierto poder premonitorio que nos otorga la posibilidad de meternos en las mentes de las criaturas que pueblan Mordor.

De esta manera, y usando a nuestro etéreo compañero de viaje, nos introduciremos en las cabezas y recuerdos de los diferentes orcos que nos asesinaron, permitiéndonos ver las conexiones entre capitanes, lugartenientes y demás enemigos. Talion se aferra a la memoria de cada orco poseído para averiguar más en su investigación, así como también tiene la capacidad de poseerlos para sus propios fines, de forma en la que se sirvan como asesinos infiltrados en las filas de las legiones de Sauron o como elementos de distracción para otros objetivos más grandes. La personalidad de cada orco volverá a ser primordial en este aspecto, ya que Talion se encontrarán con criaturas de marcado y distintivo aspecto y carácter, en lo que parece todo un trabajo minucioso por parte de Monolith de impregnar de distinción al conjunto del juego.

La lucidez de la sombra: un apartado artístico y gráfico prometedor

Middle-earth: Shadow of Mordor luce bastante bien, por lo que hemos podido ver en capturas y en vídeo -corriendo, presumiblemente y a tenor de la interfaz, en Xbox One-. Hasta la fecha, todo lo mostrado pertenece a la pre-alpha del juego, con lo que es evidente y lógico que Monolith quiera seguir insuflando al apartado técnico más valor y empaque del que ya goza. En el escaso material promocional ofrecido a la prensa, y al menos en las confirmadas versiones de nueva generación -y posiblemente, en la de PC- se vislumbran escenarios muy detallados ricos y variados, llenos de asentamientos orcos -con su caótica forma de construir, plagada de ingenios mecánicos como ballestas y catapultas o precarias viviendas y barracones-, alguna que otra ruina del reino de los hombres otrora olvidada e increíbles accidentes geográficos, como enormes cordilleras y montañas. Visitaremos construcciones y emplazamientos emblemáticos -de momento, hemos visto La Puerta Negra y las Ered Gorgoroth-, y puede que nos internemos de manera profunda en el llano de Udûn y los terrenos colindantes, infestados de orcos y vestigios de una época pasada. Middle-earth: Shadow of Mordor tiene un estilo que recuerda a los sendos dibujos, ilustraciones y diseños conceptuales de John Howe o Alan Lee, pero virando hacia un terreno y un aspecto más oscuro y dado a la desazón.

De hecho, el tiempo y los efectos meteorológicos tendrán también su importancia en la jugabilidad y en el aspecto del título, y aunque todavía no está confirmado el ciclo de día y noche -o al menos, todavía no se desconoce de la manera que influirá en nuestro periplo por la tierra de Sauron-, sí hemos vistos diversas incursiones de Talion, tanto a oscuras como bañado por la tímida luz del sol en Mordor -el motor de iluminación apunta maneras-, así como bajo tempestuosas tormentas y lloviznas. Las texturas y las animaciones rayan a un gran nivel, con especial atención a las expresiones faciales de los orcos, que en un alarde de potencia en las nuevas consolas, reflejarán sus emociones -miedo, terror, ira o desconfianza- de una forma tremendamente realista. Middle-earth: Shadow of Mordor es uno de esos juegos intergeneracionales, que saldrán tanto para consolas de amplio recorrido -Xbox 360 y PlayStation 3-, como para las recientes Xbox One y PlayStation 4 -además del PC-. De esta manera todo el mundo puede disfrutar del núcleo jugable y de las principales características del título, aunque no sabemos -de momento- las diferencias que acabarán surgiendo entre ambas generaciones de máquinas, que presuponemos, serán notorias.

A finales de año, volvemos a la Tierra Media

Monolith tiene sus manos uno de los universos o franquicias más sólidos y consistentes, así como una de las mitologías más ricas y deseadas por cualquier estudio que desarrolle videojuegos que se precie. El legendarium de Tolkien no es moco de pavo. Shadow of Mordor, sobre el papel, parece un juego diferente y especial, que atesora algunos de los mejores aciertos del género y los aglutina bajo una atractiva ambientación. Su sistema de elección y reacción -Némesis, el sistema de inteligencia artificial que reacciona de forma natural a nuestras acciones durante nuestra partida-, la evolución del personaje, la forma de afrontar diferentes situaciones en función de nuestro uso del Espíritu de Venganza… Ingredientes, mecánicas y novedades que parecen conferir una propuesta sólida, especial y única de cara a finales de año.

Tanto los aficionados a la fantasía épica y los escritos o las películas basadas en los libros y novelas de Tolkien, tanto como los ávidos jugadores del género, deberían seguir muy de cerca los avances y novedades que nos aguardan respecto a este prometedor Middle-earth: Shadow of Mordor. Quedan por ver las gratas sorpresas que todavía nos aguardan en las Tierras de Mordor, allá donde se extienden las Sombras. A buen seguro, y por Eru, que serán muchas.