Ubisoft ha preparado toda su artillería para final de este año y en menos de tres meses vamos a recibir Watch Dogs Legion, Assassin's Creed Valhalla e Immortals Fenyx Rising. De estos tres, probablemente sea este último el que más dudas haya generado en los últimos meses, ya que se trata de una saga completamente nueva y con un tono mucho más desenfadado que busca alejarse de la seriedad por la que suelen caracterizarse las superproducciones de la compañía gala.
Si bien todavía quedan unas semanas hasta que llegue el 3 de diciembre y podamos salir totalmente de dudas sobre si finalmente estará a la altura o no, gracias a la demo que se ha publicado en Stadia hemos podido probarlo de primera mano y hacernos una idea mucho más exacta de qué será lo que nos encontraremos cuando llegue a las tiendas.
Mitos griegos y mucho humor
Así pues, nos encontramos con una nueva aventura de mundo abierto que usa la Grecia clásica y sus mitos como telón de fondo para proponernos un viaje en el que deberemos encarnar a un joven mortal que debe salvar a los dioses del Olimpo de su destrucción.
Lo primero que nos ha llamado la atención es la forma en la que se nos narra todo esto, ya que lo que jugaremos y veremos será el relato resultante de una conversación que están teniendo Zeus y Prometeo, algo que se usa para romper la cuarta pared en numerosas ocasiones e introducir muchísimos puntos humorísticos que, sinceramente, no siempre funcionan igual de bien, pero que se agradecen y a veces incluso nos pillan desprevenidos.
Centrándonos ya en su jugabilidad, lo que aquí tenemos es una especie de cruce entre lo visto en The Legend of Zelda: Breath of the Wild y Assassin's Creed Odyssey. La inspiración en la obra de Nintendo es más que evidente desde el mismo momento en el que nos ponemos a los mandos y comprobamos que comparten muchísimas mecánicas: tenemos una barra de resistencia que tendremos que gestionar para escalar lugares, las alas para planear funcionan exactamente igual que la paravela, contamos con una especie de "imán" para sujetar objetos en el aire, recolocarlos y lanzarlos, y el mundo está repleto de pequeños puzles integrados en él que encontraremos si salimos a explorar.
Al ahondar más, estas similitudes se hacen todavía más evidentes, y si bien no creemos que hagan de él un peor o mejor juego, es algo que salta a la vista. Sin embargo, si Breath of the Wild apostaba por soltar al jugador de la mano para que explorase a placer su mundo, aquí la estructura y la progresión recuerdan más a lo que cabría esperar de un Assassin's Creed moderno, con su correspondiente radar, mapas repletos de iconos y misiones que cumplir, de modo que siempre sabremos hacia dónde tenemos que ir.
De hecho, el propio sistema de combate bebe de la saga de Ubisoft colocando los botones de ataque en los gatillos y ofreciéndonos diversas habilidades que cuentan con su correspondiente tiempo de recarga y consumo de resistencia. Eso sí, todo es mucho más ágil, y gracias a nuestras alas podremos incluso realizar espectaculares combos aéreos, lo que le da mucha vidilla a los enfrentamientos. Las primeras impresiones con él son positivas, aunque no parece que las batallas vayan a tener demasiada profundidad, lo que podría lastrar la experiencia a medio y largo plazo si no consigue evolucionar lo suficiente. Es más, los propios enemigos que nos hemos encontrado nos han parecido extremadamente básicos y poco interesantes en sus mecánicas, como el jefe de la demo, quien apenas contaba con tres o cuatro ataques distintos y cuya batalla se resumía en rellenar su barra de aturdimiento para dejarlo vulnerable.
Otro punto que nos ha dejado con muchas dudas es el de los puzles, ya que los pocos que hemos podido resolver nos han parecido demasiado simplones y poco imaginativos, recurriendo a planteamientos y soluciones que hemos visto miles de veces en otros videojuegos. Además, aunque lo intenta, es un título muy poco sistémico y sus físicas no dan para mucho, lo que, al final, acaba encorsetando demasiado su desarrollo en vez de dar libertad al jugador para que pueda ser creativo y encuentre sus propias soluciones a los problemas que se le planteen.
Puede que por separado sus diferentes sistemas y apartados no terminen de cuajar, pero cuando se combinan la cosa mejora bastante. No en vano, se trata de una aventura muy centrada en la exploración y tenemos que admitir que lo poco que hemos podido recorrer de su mundo nos ha gustado. Buscar la manera de llegar a los diferentes sitios que vemos, encontrar tesoros, combatir contra bestias mitológicas y resolver recompensas para dar con nuevos secretos resulta en un entretenimiento muy ligero y agradable que nos ha enganchado casi sin darnos cuenta.
Para terminar de redondear esto, tenemos que señalar que es un juego precioso. Un tanto discreto en lo técnico y con unos modelados muy simples, pero con un diseño artístico bellísimo que hace de su estética cartoon todo un acierto para dar vida a sus escenarios. Al final, con esto se consigue que queramos salir a ver mundo y nuevos parajes, dándonos un incentivo adicional para perdernos por esta peculiar versión de la Grecia clásica.
En lo sonoro tampoco se queda atrás y nos deleita con una fantástica banda sonora compuesta por Gareth Coker, quien ya firmó una de las mejores de este año con Ori and the Will of the Wisps. Unos temas con mucha fuerza y muy inspiradores que captan a la perfección el tono de épico y aventurero de nuestros viajes. Los efectos cumplen sin más y el doblaje al español nos ha resultado algo irregular, con ciertas interpretaciones que se sienten un tanto forzadas y unas voces que no nos parecen del todo bien escogidas.
Una bonita aventura que tiene mucho que demostrar
Immortals Fenyx Rising es un juego que, como mínimo, promete ser muy entretenido y ameno. No destaca en nada de lo que hace ni resulta especialmente original, pero no podemos negar que hemos echado un buen rato con él en este primer contacto. Evidentemente, todavía tiene mucho que demostrar y nos queda por ver cómo evolucionarán su sistema de combate, los puzles y el propio mundo, pero si lo que buscáis es una gran aventura con un tono ligero y desenfadado en la que perderos durante horas, aquí tenéis un buen candidato al que seguirle la pista.
Hemos realizado estas impresiones tas probar su demo en Stadia.