Hay muy pocos videojuegos que signifiquen más que DOOM. El shooter que lo cambió todo, y que popularizó la primera persona en los años noventa, contó con un reinicio en 2016 que combinó todos aquellos ingredientes clásicos de sus primeras entregas y que a través de una presentación moderna, con gráficos actualizados y mecánicas algo más actuales, consiguió devolver a la saga a la primera línea de ocio electrónico.
El Infierno en la Tierra
id Software y Bethesda anunciaron DOOM Eternal en el pasado E3, siendo uno de los puntos de interés en la conferencia de los padres de Fallout y The Elder Scrolls, pero sin llegar a contar nada más que la premisa argumental y mostrar un pequeño teaser de apenas unos segundos. Sin embargo, y dada la excelente calidad del reinicio de la licencia, fue más que suficiente para saber que se traían algo de importancia entre manos.
Aprovechando la Quake Con, el evento que nació alrededor del emblemático videojuego de acción en primera persona y que ahora es casi como una Bethesdacon en la que la compañía organiza sus torneos y presenta las novedades de sus videojuegos más esperados, id Software ha presentado por todo lo alto el primer gran adelanto de DOOM Eternal, un videojuego que parece cumplir la máxima del "más y mejor" de cualquier secuela que se precie.
DOOM Eternal nos trasladará a un escenario muy distinto al de la primera parte. Nuestro protagonista, el célebre DOOM Slayer, ya no se encuentra en Marte. Los demonios y diablos venidos desde más allá de nuestra realidad han invadido la Tierra y han desatado el Infierno en ella. Esta ha sido una de las imágenes y frases más repetidas tanto por id Software como directivos de la talla de Pete Hines, que han remarcado la escala de esta secuela en base al colosal tamaño de los niveles y ambientes que visitaremos. Abandonando las instalaciones científicas y militares de DOOM, en Eternal tendremos más espacios abiertos, llenos de edificios de decenas de plantas derruidos, ríos de lava que cruzan rascacielos en colapso y enormes grietas dimensionales que se abren sobre nuestras cabezas en los cielos de un planeta que está siendo invadido por criaturas demoniacas.
El vídeo de la jugabilidad hacía mucho hincapié en esta ambientación, mostrándonos desde estaciones de metro plagadas de criaturas de todo tipo a calles atiborradas de legiones de monstruos salidos del mismo Infierno. Es curioso como id Software ha decidido ir un poco más allá en tema de la verticalidad de los escenarios sin que resulte algo forzado, incluyendo salientes, más plataformas e incluso impregnando de cierta grandilocuencia a los escenarios, que ahora parecen ganar en tamaño, ampliando por lo tanto las posibilidades jugables en varios enteros. Pero DOOM Eternal no se quedará ahí. Además de pagar ciertos tributos y homenajes al DOOM II original, el videojuego nos trasladará a Phobos, una de las lunas de Marte, permitiéndonos visitar las instalaciones militares del satélite e incluso darnos a controlar la llamada BFG 10.000, un enorme cañón de capacidad orbital que puede ser la última esperanza de la humanidad en su lucha contra los demonios.
Un protagonista mejorado y más poderoso
DOOM demostró que se podía seguir presentando una jugabilidad clásica, frenética y desenfadada, sin complejos, con el envoltorio de un videojuego actual y la inclusión de ciertas mecánicas habituales y casi indivisibles del género de la primera persona. En otras palabras: se consiguió el perfecto equilibrio entre lo viejo y lo nuevo. Era un título muy divertido, que nos otorgaba un poder brutal en los tiroteos y combates, consiguiendo transmitir las mismas sensaciones que en sus primigenias encarnaciones pixeladas. DOOM Eternal volverá a marcar un antes y un después en este ámbito subiendo un punto más el poder y la energía que recaerá sobre los hombros del jugador.
Nuestro DOOM Slayer es ahora mucho más rápido, mortífero y completo. La armadura de este cazador de demonios se ha visto mejorada, siendo superior en todos los aspectos a la primera parte. Entre las novedades de nuestro personaje destaca el cañón fijo que tenemos montado en el hombro, algo que nos recordó inmediatamente a Predator, y que nos permitirá freír con un chorro de fuego a los enemigos que osen acercarse un poco más de la cuenta. Otro de los cambios será la inclusión de una especie de cuchilla extensible, que aumentará la brutalidad de las decapitaciones y desmembramientos, fomentando el enfrentamiento cuerpo a cuerpo entre nosotros y los demonios. Por último, y no por ello menos importante, destaca la nueva habilidad de arremetida, que causará estragos entre las filas de enemigos.
Desde id Software han prometido más armas y modificaciones, y si en la presentación ya enseñaron muchas de ellas, así como diseños y artworks, nos quedamos con la nueva escopeta con el llamado ‘gancho de carne’, que nos ofrece la posibilidad de disparar un garfio y acercarnos a los demonios para llenarlos de plomo a quemarropa. Esta novedad parece que va a tener un gran peso en la jugabilidad, ya que ofrecerá nuevas maneras de moverse por los escenarios, ganando un gran protagonismo la verticalidad al poder agarrarse a enemigos a diferentes alturas o voladores. Parece que habrá unas cuantas sorpresas con el arsenal de esta entrega, ya que al final del gameplay se pudo ver una gigantesca y espectacular espada de energía que podremos utilizar.
Un aspecto muy curioso, y que ha causado mucho ruido mediático es la posibilidad de invadir la campaña de otro jugador como demonios, así como otros invadir la nuestra, algo que según los responsables del videojuego "aportará un giro dramático e impredecible siempre que estés jugando en la campaña". Con Invasión, mecánica que podrá desactivarse, los creadores quieren que DOOM Eternal sea más interesante y dinámico, apostando por una naturaleza de juego diferente, ya que el usuario jamás sabrá lo que podrá hacer o no un jugador humano como demonio. En estas invasiones, morir a causa de un invasor no repercutirá de forma negativa en el jugador, ya que lo único que sucederá es que tendremos que reiniciar la partida desde el último punto de control. Esta no será la única opción multijugador u online del videojuego, ya que id Software potenciará los modos tradicionales de la saga, con reglas y características clásicas y menos rompedoras.
Más y mejor: la máxima de DOOM Eternal
DOOM Eternal incluirá un catálogo de demonios ingente. Cada uno de ellos gozará de sus propias rutinas de ataque, habilidades o resistencia, y encontraremos desde clásicos y favoritos de los aficionados como los elementales del dolor, los arch-vile y los aracnotrones, a nuevos tipos como los llamados cazadores infernales y los rondadores corruptos. La idea del estudio detrás del videojuego no es otra que nos encontremos con más enemigos, más desafiantes, más variados y mucho más completos. En relación a esto, id Software ha diseñado una nueva técnica de heridas y desgaste en los monstruos, algo que elevará las cotas de gore del videojuego, y que nos ofrece la posibilidad de ver la manera en la que nuestros ataques y disparos hacen mella en los demonios. En un alarde de casquería que haría las delicias de directores como Sam Raimi y Peter Jackson, el nuevo sistema de demonios destruibles permite que el jugador se encuentre una fantasía de sangre y vísceras inimaginable, permitiéndonos observar como los diablos y monstruos que aparecen en pantalla sufren nuestras acometidas de una forma física.
De hecho si bien al comienzo puede parecer un juego muy parecido a nivel visual, lo cierto es que DOOM Eternal ha subido un par de escalafones en su apartado técnico, apostando por el motor gráfico idTech 7, que en esta ocasión presentará escenarios más grandes y amplios, más detalles, nuevos elementos de simulación física para los cuerpos y modelados más complejos. id Software remarcó que el videojuego funcionará a 1080p y 60 frames por segundo en todas sus versiones, con la excepción de Switch, que apostará por los 30 frames por segundo de su primera parte. Por supuesto en PC y también en Xbox One X y PS4 Pro ya han confirmado que podremos jugar a 4K.
Lo que sí sabemos es que el videojuego no contará con soporte para mods de lanzamiento, aunque id Software no descarta lanzarse a darle apoyo una vez terminen su marcada hoja de ruta con el videojuego. ¿Por qué? Según Marty Stratton, director del videojuego, DOOM Eternal se ha construido a nivel de código interno como un videojuego más accesible, escalable y modificable, algo que dará rienda suelta a la creatividad de los usuarios. "Hemos tomado algunas decisiones técnicas que nos han puesto en una situación muy distinta en lo relacionado a los mods. Los últimos años los hemos pasado eligiendo aspectos técnicos que sabemos que nos han acercado a la posibilidad de ser compatible los mods. Creo que será algo que podemos incluir al final del camino del videojuego, y en un futuro no demasiado distante quizás tengamos algo que deciros sobre ellos", concluía Stratton.
Eso sí, al contrario que en el DOOM de 2016, DOOM Eternal no tendrá modo SnapMap, una herramienta que permitía que los jugadores editasen escenarios y mapas para compartirlos a posteriori con la comunidad. "No, no tenemos intención de recuperar el modo SnapMap. Queremos poner toda nuestra atención y centrar nuestros esfuerzos en hacer lo que nos pidió la comunidad, que no es otra cosa que diseñar contenido adicional para la campaña. Es lo que la gente quería en su momento", explicaba Stratton.
Encantados de volver al Infierno
DOOM Eternal promete ser uno de los grandes videojuegos del año próximo, todo un recital de acción en primera persona con componentes clásicos, jugabilidad desenfadada y una presentación a la altura de los estándares audiovisuales que hoy se reclaman en el ocio digital. Previsto para un lanzamiento simultáneo en Xbox One, PS4, PC y Nintendo Switch, la secuela del éxito de ventas y público de 2016 promete desatar el Infierno en nuestra máquina o plataforma preferida en los próximos meses.