Análisis de Ninja Gaiden 4: Una brutal evolución que combina la tradición del Team Ninja con el estilo de PlatinumGames (Xbox Series X, PS5, PC)
¿Qué es Ninja Gaiden? Desde su estreno en NES hace más de 35 años, es una saga que ha mantenido una clara identidad, con una acción muy intensa y una alta dificultad. Han sido títulos que priman la precisión y los reflejos, con coreografías de movimientos dignos de un ninja. Todo en un universo que combina un Japón tradicional y moderno, marcada por un tono oscuro y, por supuesto, salpicada por litros de sangre y amputaciones absolutamente viscerales.
Ninja Gaiden 4 es todo lo que podíamos esperar de un juego que recoge dicho legado y lo adapta al estilo de PlatinumGames. Y es importante decirlo. Este videojuego sigue siendo todo lo que conocíamos de la franquicia, y es digno de elogio cómo la desarrolladora japonesa ha sabido captar su esencia. Pero no es menos cierto que no han podido renunciar a su propio estilo, y es por ello que aquí encontraremos un título aún más rápido y con un montón de aspectos que nos recordarán a joyas como Bayonetta.
Un Ninja Gaiden entre la anterior y la nueva generación
Debido a esta interesante fusión, y a que este Ninja Gaiden supone una evolución en la franquicia, no nos extraña en absoluto que se haya dado tanto protagonismo a un nuevo personaje: Yakumo. Representa ese paso hacia adelante, una forma de conectar con nuevos jugadores, pero sin perder de vista a los más veteranos.
Para ellos, buenas noticias, puesto que vuelve Ryu Hayabusa, con un peso en la campaña bastante menor del que esperábamos, aunque dentro de la peculiar estructura de la obra esto cobra mucho sentido.
El juego camina en todo momento entre esos dos caminos que mencionábamos, el de resultar un punto de entrada, pero también un lugar en que experimentar todo lo que conocíamos acerca de la saga creada por Tecmo y renovada posteriormente por el Team Ninja. El nivel de dificultad en este sentido es completamente personalizable. Hay tres grados de desafío más uno desbloqueable tras superar la campaña (Maestro Ninja). El más asequible es ideal para los recién llegados, mientras que el resto emulan perfectamente lo que vivimos en pasadas entregas. Además, podemos cambiar el reto en cualquier momento de la partida.
Pero no te preocupes, porque si buscas un desafío mayúsculo, estás en el lugar adecuado. Ninja Gaiden 4 sigue siendo ese juego que busca que repitas intento para superarte, o que hagas uso de los diferentes y numerosos combos a memorizar. Incluso en la dificultad más asequible, no te va a servir simplemente con machacar botones, sino que sigue siendo fundamental ese baile coreografiado en que debes defenderte, esperar y contraatacar en el momento preciso. Así que si eres un veterano que buscas el máximo desafío, no te preocupes, lo vas a tener.
Es más, el juego incorpora una serie de purgatorios opcionales durante la campaña para ponernos a prueba. Se trata de desafíos especialmente pensados para aquellos que busquen un reto extra. Cada uno de ellos consta de tres fases con la aparición de distintos grupos de enemigos que buscan acabar con nuestra paciencia. Y si no también tenemos los jefes. No son tan imaginativos ni memorables como nos habría gustado, pero hay un par de ellos inolvidables, con distintas secciones en que sus conductas cambian.
Los jefes en las dificultades más altas son justo lo que podemos esperar de un Ninja Gaiden, es decir, desesperarnos y también explotar de emoción al superarlos. Pero repetimos, aquí la clave también está en atraer a otros usuarios. La magia de la saga siempre ha estado en vivirla en dificultades altas, pero si nos abruma la idea, podemos reducir ese muro de entrada y optar por activar ayudas al estilo de curación automática o el bloqueo/evasión automáticos de los ataques.
Otra de las claves del juego la encontramos en su estructura. Se divide por capítulos, y cada uno de ellos tiene una duración variable, con mínimos de unos 20 minutos y máximos de 40 minutos (aunque depende de vuestra habilidad). No está nada mal, porque están bien aprovechados, son intensísimos y ofrecen bastante variedad de planteamientos. Por supuesto, las batallas son frecuentes y destacan por su carácter multitudinario, con enemigos que nos rodean y a los cuales hemos de despachar en un orden táctico para ser lo más eficientes posible.
Pero como en otros Ninja Gaiden, aquí también tenemos algunos elementos de exploración y de plataformas. Nada de mundo abierto, y nos parece bien, porque un juego de este estilo se desenvuelve perfectamente en entornos guiados y lineales, aunque en este caso con bastantes posibilidades de desvío para encontrar alguna recompensa. En este sentido, nos recuerda a Bayonetta 3, que también coqueteó con cierta libertad a la hora de completar desafíos opcionales.
De hecho, en Ninja Gaiden 4 hemos encontrado bastantes misiones secundarias, del estilo de localizar algún objeto escondido en el decorado o acabar con un grupo de enemigos al que solamente podemos acceder mediante una llave o hallando algún pasaje oculto. Es un ingrediente que contribuye a mejorar la sensación de progresión (puesto que son misiones que otorgan experiencia) y también la duración global para los más completistas. No hay que esperar algo demasiado elaborado, y se echa en falta un poco más de imaginación en los planteamientos, pero en general estamos satisfechos con la propuesta.
Luego tenemos un conjunto de secciones que pretenden dar variedad a la campaña, como partes en que nos deslizamos sobre unos raíles esquivando obstáculos, o momentos de vuelo en los que movernos de una a otra localización. Todo de forma muy lineal y prefijada, incluyendo acciones como sacar un gancho que nos ayuda a alcanzar salientes y paredes sobre las que correr para llegar hasta la siguiente plataforma. A todos estos elementos les falta ajuste y transmitir mejores sensaciones, puesto que no son del todo precisas ni estimulantes, y en más de una ocasión hemos caído al vacío sintiendo que no fue culpa nuestra, sino de un irregular diseño.
Los combates en Ninja Gaiden 4: pura diversión y adrenalina
En cualquier caso, el diseño de niveles no está nada mal, pero si brilla por algo es por unos combates realmente divertidos. El sistema de combate es brillante. Tiene todo lo que conocíamos de Ninja Gaiden, con un excelente equilibrio ataque-defensa. Esto no es un hack ‘n slash en que podamos aporrear el botón de ataque y seguir adelante. Aquí debemos usar mucho el bloqueo, con la posibilidad de hacer un parry perfecto y contraatacar entonces con fiereza. Ese baile táctico entre defensa y ofensiva sigue siendo la clave jugable y lo que distingue a la saga de otros títulos del género.
Se pueden hacer jugadas espectaculares si tienes habilidad, reflejos y práctica (especialmente esto último). Es un juego que te hace mejor ninja cuanto más horas le dedicas. A estos efectos, dispones de cantidad de técnicas por aprender, con combos complejos que se parecen más a los de un juego de lucha versus que a cualquier Bayonetta o God of War. Es relativamente sencillo manejar los movimientos básicos, pero convertirte en un usuario avanzado requiere tiempo y repetir los niveles tras haber completado la campaña.
Hay otro elemento que hace especial a Ninja Gaiden 4, y lo encontramos en la cantidad de armas que podemos manejar. Estas se van presentando a medida que avanzamos en la historia y de una manera bastante estudiada y acertada. Descubrirlas supone una sorpresa, así que vamos a evitar contaros demasiado sobre ellas. Simplemente os diremos que son todas muy satisfactorias, especialmente viscerales en algunos casos, con ejecuciones tan brutales como las que nos dio Bayonetta en algunos de sus juegos. Las inspiraciones son, otra vez, muy obvias, incluida la esquiva perfecta, que no llega a activar un tiempo brujo, pero sí un microsegundo perfecto para contraatacar.
El sistema de combate se basa en alternar dos botones de ataque (rápido y fuerte). Las amputaciones siguen siendo marca de la casa, y una vez veamos a un enemigo sin uno de sus miembros podemos hacer una ejecución a placer. Debido a que en los combates siempre nos rodearán varios rivales, es esencial tener visión estratégica para saber a quién despachar primero. A este respecto, la variedad de enemigos nos ha parecido suficiente, pero tenemos que decir que aunque hay algunos estimulantes, otros presentan un diseño que no nos ha convencido, con una especie de lámparas que explotan al golpearlas, pequeños tiburones que incordian más que otra cosa y una especie de zombis.
Otro factor positivo es que tenemos acción aérea con enemigos al estilo de drones a los que podemos engancharnos para atacar. El uso del gancho en los combates no está mal, y hay secciones pensadas para apoyarnos en paredes y aumentar así la agilidad de movimiento durante estos enfrentamientos. Dicho esto, y seguro que para tranquilidad de muchos, los combates en el aire no son tan prominentes como se podría haber pensado a través de las demos mostradas, y en nuestro caso pasamos mucho más tiempo luchando sobre suelo firme.
Pero como os decimos, el juego dispone de un montón de posibilidades y movimientos por aprender, así que todo depende de cómo quieras enfocarlo. Por ejemplo, cuentas con un arma para atacar desde la distancia (además de shurikens), y hay de hecho jefes que son más vulnerables a determinados estilos de combate. Así que lo bueno es que existe mucha versatilidad y no solo una manera de jugar, lo cual convierte en infinitamente rejugable a este nuevo Ninja Gaiden. La existencia de un modo de entrenamiento en que practicar cada uno de los movimientos mediante tutoriales explica muy bien cómo de complejo es el sistema combativo y todo el tiempo que le puedes dedicar para perfeccionarlo.
Aparte de todo esto, hemos de contaros una habilidad muy importante, conocida como la posición Cuervo de Sangre. Esta permite a Yakumo potenciar sus ofensivas normales para, principalmente, dejar expuestos a enemigos con escudo. Es una acción más poderosa, que depende de un indicador de energía y por tanto no se puede usar sin límites. Emplearla con cabeza es otra de las claves para triunfar en Ninja Gaiden 4, junto a una técnica especial que se activa conforme causamos y recibimos ataques, la cual si usamos con precisión puede acabar de un plumazo con todos los enemigos que veamos en pantalla.
Todo lo que hemos mencionado tiene que ver con Yakumo, que como os decimos acapara la mayor parte de la campaña. ¿Pero qué ocurre con Ryu Hayabusa? Preferimos que lo descubráis por vosotros mismos, puesto que es parte de la experiencia, pero sí, es jugable durante una parte de la campaña. Es más, una vez superada podemos rejugar a todos los niveles desde su perspectiva. Controlarlo es una experiencia sustancialmente diferenciada. No es tan ágil como Yakumo, que se mueve por todo el escenario a gran velocidad, pero sí que notamos su mayor fuerza y contundencia en cuanto nos pusimos a los mandos de este icónico guerrero ninja, con unas sensaciones similares a las de anteriores entregas.
Para más detalles, y tras superar el juego, comprendimos muy bien las intenciones de PlatinumGames al haber confiado en Yakumo como protagonista principal, y es que su mayor velocidad se adapta perfectamente al estilo de los juegos de la empresa nipona. Ya os hemos dicho que Ninja Gaiden 4 transmite una gran fidelidad al calcar la esencia táctica de los combates de la saga, además de su brutalidad. Sin embargo, los creadores de Bayonetta no han podido evitar dejar su propio sello, identidad y forma de hacer las cosas. A nosotros nos ha parecido fenomenal, porque creemos que la fusión le sienta genial a esta nueva entrega y le da mucha sensación de novedad.
Duración y rejugabilidad: otro Ninja Gaiden que es para siempre
Otro aspecto de vital importancia está en la duración de la campaña. A nosotros nos ha durado entre 14-15 horas en una primera vuelta, completando unas cuantas misiones secundarias y parándonos en algún que otro purgatorio. Para un jugador completista esa duración será algo más elevada, y eso sin contar con lo interesante que resulta en este tipo de juegos volver a repetir la aventura con un desafío mayor. A este respecto, la dificultad Maestro Ninja se desbloquea al superar el juego por primera vez, ofreciendo un reto mayúsculo en que estás muerto tras unos pocos golpes.
Para potenciar la rejugabilidad, cada capítulo te ofrece una puntuación, con la oportunidad de compararla con la de otros jugadores en los marcadores online. Luego está el aliciente incontestable de jugar a todos los capítulos de la campaña con Ryu Hayabusa en el Modo Desafío, con la oportunidad de activar la opción "tendencias suicidas", que lo que hace es básicamente deshabilitar todas las mejoras de personaje para hacer que el reto sea todavía mayor si cabe.
A este respecto, la progresión es bastante gratificante, ya que a medida que hacemos combos y más puntos obtenemos, desbloqueamos una serie de nuevos movimientos que contribuyen de manera definitiva a hacer la experiencia de combate mucho más profunda. La forma en que evoluciona Yakumo va en consonancia con el transcurso de la campaña, y estamos aprendiendo cosas prácticamente hasta que llega la pantalla de créditos. Incluso os diríamos que pasárselo una vez es solo una pequeña parte de la experiencia, porque llegar a dominar Ninja Gaiden 4 requiere bastante dedicación.
Dejamos prácticamente para el final la historia, porque es un elemento que, si bien está bien resuelta, no es aquí lo más importante. Tal vez lo más interesante está en el foco que se ha puesto en Yakumo, un miembro del Clan del Cuervo que se ve envuelto en la salvación de una Tokio corrompida por la presencia del temible Dragón Oscuro. Esta es la razón de una lluvia incesante sobre la ciudad, pero también la aparición de una serie de abominables criaturas a las que deberemos hacer frente.
Todo sea dicho, Yakumo no nos ha resultado nada carismático y el argumento tampoco es el más emocionante, aunque tiene algún giro de guion que no vimos venir. La forma en que se inserta Ryu Hayabusa en esta historia postapocalíptica tampoco está nada mal, y en general la trama cuenta con los suficientes elementos como para acompañar a la acción. ¿Podría haber estado mejor? Sí, pero al menos cumple, en este caso con bastantes cinemáticas y un doblaje al inglés/japonés (con subtítulos en español). Nos habría gustado que los personajes hubiesen hablado nuestro idioma, y es que hay no pocas comunicaciones por radio que ocurren mientras estás explorando y batallando.
Dicho esto, el apartado artístico se ve muy influido por el enfoque narrativo adoptado, con una Tokio decadente, sumida en la oscuridad y con abominaciones campando a sus anchas. Tiene un toque futurista con tonos fríos y entornos al estilo de suburbios, redes de alcantarillado, pero también algún que otro templo típicamente japonés o instalaciones modernas de alta seguridad. Un enfoque variado sobre el papel, pero que en la práctica resulta bastante uniforme por una línea artística plana, además de poco llamativa en lo puramente visual.
No nos ha resultado un juego especialmente impactante, ni tampoco muy inspirado a la hora de diseñar enemigos o jefes (salvo alguna excepción). Eso sí, todo lo relacionado con Yakumo y Ryu Hayabusa no tiene reproche alguno. Sus modelados son detallados y las animaciones simplemente geniales, con un baile de efectos magnífico que hace brillar aún más a un sistema combativo espectacular. La banda sonora, por su parte, no está nada mal, aunque nos ha faltado un carácter más épico. Por ejemplo, hay momentos en que suenan temas cantados con un ritmo muy movido, pero son situaciones más escasas de lo que nos habría gustado, y en esencia nos encontramos ante un apartado mejorable.
En lo técnico el juego cumple igualmente, aunque sin alardes de rendimiento. En nuestro caso lo hemos probado en PC con los requisitos recomendados y mientras que hay veces que el juego mantenía una fluidez constante, en otras se ralentizaba por la cantidad de elementos en pantalla, lo cual hacía que la experiencia tuviese muchos altibajos. Desconocemos si mejorará con el parche de lanzamiento, pero la optimización aquí también deja un poco que desear. Por otro lado, en Xbox Series S el comportamiento ha sido perfecto en el modo rendimiento, aunque con una falta de definición notoria; por su parte, en el modo calidad se nos hizo molesto por un frame-rate de lo más inestable (no es injugable, pero un título jugado de esa forma pierde toda la magia).
Conclusión: Un Ninja Gaiden con el estilo de PlatinumGames
En definitiva, Ninja Gaiden 4 es ante todo la visión de PlatinumGames sobre lo que debe ser un nuevo exponente dentro de la reputada franquicia de Koei Tecmo, pero manteniendo todo lo que ha hecho grande a la saga hasta el día de hoy. Los puristas de Ninja Gaiden se encontrarán con una jugabilidad familiar, aunque con el estilo inconfundible de los creadores de Bayonetta, algo palpable a través de una mayor velocidad de combate que viene representada por la figura de Yakumo, un protagonista poco carismático pero cuyo control es toda una experiencia.
Los combates son tan o más violentos que en otras entregas, se mantienen las amputaciones y es todo un baño de sangre de principio a fin. La profundidad es sobresaliente, con cantidad de movimientos que no dejamos de aprender, una variedad notable de enemigos y unos jefes que ponen la guinda a una dificultad que mantiene las señas de identidad de la franquicia, aunque con concesiones para los nuevos jugadores. Todo en una campaña que no se hace corta, menos si consideramos la presencia de retos opcionales y la elevada rejugabilidad que atesora, con marcadores online y la posibilidad de rejugar todos los niveles con Ryu Hayabusa.
Técnicamente no es el no va más y en el plano artístico resulta un juego bastante plano, sin momentos que sorprendan en exceso. No obstante, la espectacularidad de los combates y las coreografías tan impactantes que puedes protagonizar con algo de práctica merecen mucho la pena. Ninja Gaiden 4 es ese juego que vas a querer mostrar a tus conocidos cuando hayas aprendido a manejarlo, porque te hace sentir como un auténtico dios de los hack ‘n slash en cuanto lo has dominado. Ahí está al final su gran clave, que es en parte la que siempre había tenido Ninja Gaiden, la de hacernos sentir como auténticos ninjas que superan desafíos que parecen imposibles.
Hemos realizado este análisis con un código de descarga para PC y Xbox Series que nos ha proporcionado Xbox España.

NOTA
Puntos positivos
Puntos negativos
En resumen
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