Análisis Evil Dead: The Game, la saga de Sam Raimi se pasa al multijugador asimétrico (Xbox Series X/S, PC, Xbox One, PS4, PS5)
Evil Dead es una de las sagas cinematográficas de terror más importantes de la historia del medio. A principios de los años ochenta, Sam Raimi estrenó un largometraje absolutamente macabro que no tenía miedo de representar el terror puro en sus imágenes, sin dar mayor explicación que la siguiente: los protagonistas estaban poseídos por el mismísimo mal. A partir de una premisa tan sencilla en una cabaña, alejada de la mano de Dios en un bosque con abundante niebla y carente de comunicación cercana con la civilización, el cineasta que ha firmado recientemente Doctor Strange en el Multiverso de la Locura daba el pistoletazo de salida a una historia que se ha ido evolucionando con el paso de los años con más películas y series hasta consagrarse como obra de culto.
Un multijugador asimétrico con muchos elementos ya vistos
La historia de Ash Williams ha pasado por mil y un caminos y hasta ha tenido representaciones nuevas, a manos de Fede Álvarez, que han intentando darle un lavado de cara para prolongar su legado, pero con Ash vs Evil Dead se demostró que los verdaderos seguidores de Evil Dead solo quieren ver a Bruce Campbell cargándose a Deadites que se cuelan en cuerpos humanos en busca de sembrar el mal a través de un anfitrión. Evil Dead: The Game partía de unas bases un tanto quemadas en el ámbito de los videojuegos, llegando con el rebufo de títulos como Left 4 Dead, Back 4 Blood, Dead by Daylight o Friday the 13th: The Game. Sin embargo, a pesar de tener un cóctel de elementos que ya hemos visto en el pasado (cuesta bastante innovar en ese aspecto a día de hoy) es una fiesta de gore y risas con mil y un guiños a la saga de Raimi que tiene elementos buenos.
La base de Evil Dead: The Game reside casi enteramente en el multijugador, ofreciendo la posibilidad al jugador de meterse en la piel de uno de los personajes más típicos de Evil Dead (entre los que destaca Ash Williams en cualquiera de sus versiones) o convirtiéndose en la misma esencia del mal, poseyendo a monstruos de toda clase con la intención de acabar con la vida de los personajes de carne y hueso que controlan otros usuarios. Es decir, un multijugador asimétrico que a grandes rasgos sigue las reglas a pies juntillas de otros juegos mencionados como Dead by Daylight o Friday the 13th: The Game. Ahora bien, la obra de Saber Interactive se las sabe ingeniar para ofrecer una experiencia muy diferente.
Partidas bastante sencillas con objetivos claros
En la aventura terrorífica de Ash tendremos varios objetivos a completar en cada partida y deberemos explorar un mapa de dimensiones un tanto grandes (la exploración es buena, pero tanto mapa puede llegar a cansar un poco teniendo en cuenta que una vez tengamos los ítems que necesitamos ya podemos pasar a la batalla en sí) a la par que cumplimos una serie de objetivos, que son siempre los mismos, para acabar con los Deadites. Podremos seleccionar qué personaje queremos usar en un depurado sistema de clases que tampoco aporta demasiado, porque a grandes rasgos la mayoría de personajes pueden hacer lo mismo, aunque hay variaciones: uno será más poderoso en el cuerpo a cuerpo, otro a distancia, etc.
Es una obra para jugar con amigos, desde luego, así que lo suyo es que cada uno elija una clase (con su personaje favorito) y empiece la aventura. La gracia de Evil Dead: The Game es que aquí no hay que escapar constantemente de un monstruo al que no se le puede hacer frente. Aquí es donde entran el juego esos elementos de Left 4 Dead y Back 4 Blood sumando mil y un enemigos en pantalla que a veces hasta se hacen bola, porque hay tantos que no sabes a quién atacar para sobrevivir. Y justo en ese momento es donde el factor estrategia sale a relucir, obligando a los jugadores a tener que elegir a qué villano se enfrenta antes o dónde se emplean más recursos para sobrevivir.
La gestión de recursos es un puntazo
No es que Evil Dead: The Game sea un survival horror per sé (a pesar de tener los elementos necesarios para que lo sea, no se siente así en multijugador) pero aunque tengamos mucho terreno que explorar los recursos no brillan precisamente por su abundancia, por lo que habrá que que tener cuidado con qué gastamos las balas si no queremos estar todo el rato blandiendo espadas, palas, martillos o palas para acabar con nuestros enemigos en el cuerpo a cuerpo. En ese sentido, el sistema de combate es variado en cuanto a arsenal pero un poco limitado en mecánicas. Las ejecuciones (brutales todas ellas) y combos ayudan a poder ir sumando animaciones en mitad de los combates, pero en líneas generales es un proceso que ya se siente como algo muy repetitivo. El clásico atacar y esquivar con un remate al final cuando el enemigo está lo suficientemente débil.
Como demonios, la experiencia sí que será mucho más parecida a lo que teníamos en Friday the 13th: The Game, por ejemplo. Con un abanico de habilidades que nos permiten acechar y acosar a los jugadores para que sientan el miedo en sus manos a cada pequeño rincón que acceden. En Evil Dead: The Game, eso sí, podremos invocar monstruos, poseer incluso a usuarios o vehículos (u objetos inanimados) y en general molestar tanto como queramos. Jugar como el malo de la película es más una experiencia casi cómica que otra cosa, porque en este modo sí es mucho más complicado salir airoso de la partida y al estar en solitario el título se deshincha un poco.
Bajón que puede verse acompañado por las misiones complementarias en solitario que hay disponibles si no queremos pasar por el multijugador (lo cual sería algo extraño) o si queremos descansar un poco entre partida y partida. Evil Dead: The Game despliega un conjunto de misiones para un jugador que funcionan a modo de desafíos. No hay ayudas externas, ni tampoco puntos de control o segundas oportunidades. El funcionamiento es el mismo que en el multijugador: completamos una serie de objetivos y, bam, misión completa. Ahora bien, aquí lo complicado es sobrevivir sin ningún tipo de apoyo. Los recursos escasean muchísimo (ay, las Shemps, cuando encuentras una das hasta un salto de alegría) y los enemigos abundan. Hay que tener puntería, conocerse el terreno y abusar del ensayo y error.
Bajo nuestro punto de vista, las misiones hasta nos han parecido a veces más disfrutables que la experiencia multijugador si lo que queremos es tener ese toque de survival horror algo acentuado y, al mismo tiempo, conocer parte de la historia de las películas de Evil Dead a través del videojuego. No encontraremos cinemáticas, ni nada por el estilo, pero por lo menos podemos vivir el libreto de Sam Raimi como si se tratase casi de un tebeo. Evil Dead: The Game es una obra sencilla, grosso modo, que en el fondo posee demasiada parafernalia de por medio que a veces empañan un poco. Las clases, como decíamos, no siempre tienen la importancia que deberían y las habilidades de los personajes no es que se detallen del modo más correcto. Evil Dead: The Game es sencillo, y esa complejidad le sirve para que su duración en término de horas jugables aumente, pero no termina de ser algo que nos encaje demasiado.
Un juego hecho enteramente para fans, pero con algún problemilla
Y por supuesto, es un festival de guiños y referencias. Durante los treinta minutos de duración de cada partida (aproximadamente) no nos cansamos de escuchar frases de Bruce Campbell o de recrear momentos que hemos podido ver en los largometrajes de Evil Dead. Se nota el mimo de Saber Interactive en ese aspecto porque la obra está cuidada hasta el más mínimo detalle, con situaciones, lugares, armas, vestuario de personajes, etc. El juego de Evil Dead va a enamorar a los fanáticos del terror de los ochenta precisamente porque sus partidas tienen ese factor de locura aleatoria que parecía poseer las cintas de Raimi. De golpe y porrazo, empieza un combate contra una docena de esqueletos, y luego hay que intentar buscarse la vida para continuar sin problema.
Luce problemas un tanto serios en sus mecánicas eso sí. Nosotros hemos jugado al título en Xbox Series X y, además de tener algún problema de conexión para encontrar partida, hemos tenido bugs en varios momentos clave (el personaje se ha quedado clavado o congelado) y la conducción de vehículos es demasiado tosca como para poder aprovecharse de verdad. Apenas hay físicas en los transportes y casi no se puede hacer uso de ellos como es debido.
Conclusiones
Evil Dead: The Game ofrece una experiencia sencilla, pero directa, con puede que demasiada ornamentación de por medio pero que por lo menos funciona como complemento para los guiños y referencias. Las partidas no son excesivamente largas, pero sí que se tornan repetitivas una vez conocemos el mapa, dado que los objetivos son exactamente los mismos y esto no es un FPS o un League of Legends donde el comportamiento de los jugadores puede alterar mucho el rumbo de las partidas. Los bugs y los problemas de conexión pueden entorpecer la experiencia, aunque eso se terminará solucionando tarde o temprano.
La obra de Saber Interactive se siente como algo muy explotado que se las ingenia para procurar aprovechar los elementos de Evil Dead a su favor para así brindar al usuario un conjunto que no deja mal sabor de boca del todo, pero tampoco el suficiente bueno como para que brille como debería.
Hemos realizado este análisis en su versión de Xbox Series X con varios códigos que nos ha proporcionado Best Vision PR.