Análisis de Star Wars: Caballeros de la Antigua República (Xbox)
La acción comienza aproximadamente unos 4000 años antes de lo sucedido en Una Nueva Esperanza, en una nave perseguida por los Sith en la cual viaja el personaje principal (una especie de aventurero contratado a sueldo) y la Jedi Bastila, que es una de las grandes bazas para acabar con los Sith dadas sus peculiares habilidades con la fuerza. En la nave tan solo estaremos unos 20 minutos, que servirán de tutorial para hacernos con el sistema de juego y de combates, para inmediatamente trasladar la acción al primer planeta que visitaremos, Taris, donde colaboraremos con el caballero de la república Carth Onasi ayudándole a realizar su misión principal: proteger a Bastila.
Éste es el principio de un guión que toma elementos de cómics y otras obras relacionadas con el universo Star Wars en la época en que transcurre el juego, y que nos llevará a descubrir muchos de los detalles de cómo comenzó realmente todo. Cómo se comenzaron a hacer fuertes los Sith, cómo ha evolucionado el consejo Jedi desde la antigüedad hasta los tiempos de las películas, o cómo se comenzó a forjar la estructura política del universo son algunos de los elementos que desvelará este Los Caballeros de la Antigua República y que sin duda encandilará a los fans de la saga.
Aparte del argumento principal y de las submisiones que podemos hacer se han incluido una serie de minijuegos que aportan si cabe algo más de variedad al juego. Uno de estos juegos no es más que una versión primaria de lo que en el futuro serán las carreras de Pods, las carreras de swoopbikes. El desarrollo de este juego es simple: consiste en recorrer una recta plagada de obstáculos con nuestra swoopbike en el menor tiempo posible esquivando todo elemento con el que podamos chocar para evitar daños en el vehículo, y pasando por encima de unas rampas aceleradoras que incrementarán nuestra velocidad. Las carreras son individuales y no duran más de unos 30 segundos, pero son entretenidas.
Estos son los 2 minijuegos principales ya que se podrán jugar en todos los planetas, aunque según avancemos es posible que sea necesario resolver algún otro minijuego para poder avanzar como por ejemplo una versión de las torres de Hanoi con 4 anillos de energía.
El sistema de juego es muy similar a lo ya visto en otros juegos de Bioware como por ejemplo la saga Baldur's Gate, pero con ligeras diferencias. Uno de los aspectos heredados de los Baldurs y que resulta ser lo más interesante de cara a la rejugabilidad es la alineación de los personajes, que en esta ocasión tenderá hacia el lado claro u oscuro de la fuerza. El jugador no tendrá la posibilidad de elegir una de las alineaciones desde un principio como una de las características del personaje sino que todo dependerá de lo que hagamos y de cómo lo hagamos, llegando incluso a influir los diálogos que tengamos, ya que una mala respuesta puede llevarnos sin remedio a caer en el lado oscuro. El hecho de pertenecer a uno u otro lado no es trivial, sino que afectará en gran manera a las relaciones entre los personajes y en el coste de puntos de fuerza de los diversos poderes que se podrán utilizar, por lo que no costará lo mismo aplicar un poder de curación siendo bueno que siendo malo.
Pese a que el jugador deberá mantener un cierto equilibrio entre las habilidades del personaje para no dejarlo manco en algún aspecto, se puede crear un personaje especializado en alguna habilidad sin temer a quedarnos bloqueados por la falta de otra ya que a lo largo del juego al personaje principal le acompañarán hasta otros 9 personajes, desde Jedis hasta droides, cada uno con habilidades diferentes que se deberán combinar para avanzar con éxito, y con una historia personal que se irá descubriendo a lo largo de la partida. En todo momento se podrán manejar hasta un máximo de 3 personajes, los cuales se podrán llevar bien o mal entre ellos y llegarán a tomar parte en algunos diálogos aportando su punto de vista de la situación, aunque en todo momento tendremos control sobre sus acciones. En Los Caballeros de la Antigua República no influirá el peso de los objetos a la hora de transportarlos por lo que podremos llevar un número elevado de ellos sin ningún inconveniente mas que el tenerlos ordenados, para lo cual tendremos muchas posibilidades: por tipo, antigüedad, etc.
Es destacable el hecho de que el juego cuente con opciones de actualización vía Xbox Live, aunque ya se ha confirmado que no se añadirán nuevas misiones y las ampliaciones se limitarán a nuevas armas y objetos. Una de las opciones que no están incluidas en el juego y son típicas de otros títulos de Bioware es la posibilidad de iniciar una nueva partida con un personaje importado de otra, con lo que por ejemplo se podría comenzar a jugar siendo ya un Jedi, aunque vista la enorme rejugabilidad del juego no es algo que se eche demasiado en falta.
Uno de los aspectos que mas controversia ha generado es el sistema de combates. Muchas eran las dudas acerca de si eran por turnos o sin turnos, si tendríamos control sobre los personajes en los combates o no, y así un largo etcétera de interrogantes que este artículo intentará solucionar.
Cada personaje tiene asociada una cola de acciones que podremos rellenar a nuestro gusto con hasta un máximo de 4 acciones según lo que queramos que vaya haciendo, y en cada turno se ejecuta la acción que esté primera en la cola. Si no se especifican manualmente las acciones deseadas, los personajes ejecutarán las que tengan designadas por defecto mediante unos scripts que se podrán elegir a través de los menús, pudiendole dar por ejemplo a un personaje prioridad al uso de granadas y a otro el combate cuerpo a cuerpo.
Acciones hay muchas y de diversos tipos. Dependiendo de si utilizamos espadas o pistolas podremos usar unas habilidades diferentes, por ejemplo una ráfaga de tiros rápidos con unos blasters o un mandoble fuerte con una espada. Estas habilidades son las que se habrán ido aprendiendo según los personajes suben de nivel. Otro tipo de acciones que se pueden utilizar en los combates están relacionadas con el uso de objetos tanto curativos como de ataque, o cualquier poder de la fuerza como paralizar al contrario o acelerar las acciones de los aliados.
Tras los combates, los personajes ganarán los habituales puntos de experiencia que serán necesarios para subir de nivel y ganar nuevas habilidades y poderes, algo típico en los juegos de este género.
El apartado gráfico del juego debe analizarse desde dos puntos de vista diferentes, artístico y técnico.
El hecho de que la acción transcurra en un universo del que todos conocemos como es su estética 4000 años más adelante no es más que una complicación añadida a la hora de diseñar el juego ya que son muchos los detalles que hay que cuidar para que tantos elementos nuevos concebidos para él, los cuales deben resultar futuristas, no den la impresión de pertenecer a una época posterior a lo visto en las películas. Esto ha sido cuidado hasta el mas mínimo detalle en Los Caballeros de la Antigua República gracias al inmenso trabajo realizado en recrear los 7 mundos que se visitarán a lo largo de la partida y todos los seres que los habitan. Desde armaduras hasta droides pasando por edificios o naves, todas las cosas tienen un aspecto retro de forma que con un pequeño esfuerzo imaginativo por parte del jugador éste puede imaginarse su evolución a lo largo de los años hasta la época en que transcurren las películas. De esta forma podemos intuir en la nave que manejaremos para desplazarnos entre planetas una versión primitiva de lo que más adelante será el Halcón Milenario, o apreciar similitudes entre las armaduras de los Sith y las utilizadas por Jango o Boba Fett.
Quizás el primer planeta que se visita en el juego, Taris, no haya sido el más apropiado para mostrar al jugador las virtudes gráficas del juego ya que al tratarse de un planeta principalmente compuesto por enormes edificios muy al estilo del ya conocido Coruscant no se le da la ocasión al jugador de deleitarse con los paisajes y el entorno como ocurre en otros planetas, por lo que todo el comienzo del juego hasta que se cambia de planeta refuerza la impresión negativa del aspecto gráfico.
Mas adelante en la partida se visitarán otros lugares en los que se podrá disfrutar de la verdadera belleza gráfica del juego, pese a que a la ya mencionada ausencia de antialiasing, se unen unas ocasionales bajadas de framerate que aunque no dificultan el desarrollo del juego es obvio que no resultan agradables. Estas pequeñas ralentizaciones se pueden apreciar ya en el primer planeta, donde visitaremos calles plagadas de gente y droides con los cuales podremos entablar conversación, momento en el cual la cámara pasa normalmente a enfocar a la persona que habla y es aquí donde se puede apreciar que el número de caras para los numerosísimos npc's esparcidos por los planetas resulta muy reducido, ya que es posible encontrarse incluso a 2 personas en la misma calle con el mismo aspecto. Teniendo en cuenta el elevadísimo número de personas con las cuales hablaremos a lo largo del juego este no es un detalle realmente reprochable, aunque es cierto que una mayor variedad facial no debería haber supuesto un esfuerzo demasiado grande visto lo variado que resulta el juego en el resto de aspectos.
En definitiva, la realización técnica del apartado gráfico es mediocre y no merece mas de un aprobado pero queda compensada de sobra por el despliegue artístico con el que se logra mostrar en todo su esplendor la belleza del universo de la guerra de las galaxias por lo que a la hora de darle una nota a la parte gráfica hay que valorar mas la genial y complicada recreación de un universo que conocemos como será en un futuro, que por ejemplo la falta de antialiasing, por lo que haciendo una evaluación global el resultado es muy positivo.
El sonido siempre ha sido fundamental a la hora de crear un juego basado en Star Wars ya que son muchos y muy variados los efectos que hay que recrear como espadas de luz, blasters, sonidos de naves, voces de alienígenas y un largo etcétera.
La banda sonora es extraordinaria y pese a que no cuenta con ningún tema realmente especial que dé una mayor identidad al título, todas las composiciones tienen un estilo característico de forma que nada mas escucharlas nos daremos cuenta de que pertenecen al universo de StarWars. Son muchos los temas que podremos escuchar y variarán dependiendo del planeta y la situación en la que nos encontremos amoldándose a cómo se desarrolle la acción.
Haciendo un resumen de las cualidades de Los Caballeros de la Antigua República, nos encontramos con un cuidado Rpg que hará las delicias tanto de los amantes del género como de los fans de Starwars ya que méritos no le faltan. Quizás un doblaje a nuestro idioma habría ayudado a que la gente lo acogiera con mas entusiasmo, pero pese a este defecto no cabe duda de que el juego se puede disfrutar sin problemas. Además la larga duración de las partidas, así como el caracter enormemente rejugable del título hacen de él uno de los juegos mas completos del catálogo de Xbox.