Análisis de Operation Flashpoint: Elite (Xbox)

Hace ya cuatro años que salía en PC Operation Flashpoint, y tres que tendría que haber salido su largamente retrasada conversión a Xbox, que hoy comentamos. Finalmente, Codemasters y Bohemia han terminado este arduo trabajo y, subtitulado Élite, el juego está finalmente en las tiendas. Operation Flashpoint es un simulador bélico que, en su día, obtuvo un gran éxito tanto de ventas como de crítica en PC, por mostrarnos un inmenso campo de batalla donde tenían lugar las operaciones, ambientadas en la Guerra Fría.

Operation Flashpoint no tenía niveles, sino grandes islas donde transcurrían las misiones, que obviamente estaban limitadas únicamente a un área de estas. También destacaba por incluir numeroso trabajo en equipo, con una inteligencia artificial decente de los otros soldados, y por dejarnos conducir una gran cantidad de vehículos.

Fue un juego innovador, y muy divertido, y la noticia de su conversión a Xbox fue muy bien recibida, como mal sentaron los numerosos retrasos que sufrió el juego hasta hoy.

Cuatro años y medio después del lanzamiento del juego llega, por lo tanto, su versión para consola, que intenta conservar todos los elementos del juego original de PC y además incluye un modo multijugador por Xbox Live y una nueva campaña, Resistance, una de las expansiones lanzadas para PC. El problema, como es de esperar, es que se trata de una conversión de un juego de hace cuatro años, y por muy bien hecha que esté, destaca por un apartado gráfico desfasado; otras de sus facetas también se notan ajadas en comparación con los juegos actuales del mismo estilo.

Como en la versión PC, la historia del juego está estructurada en campañas que nos cuentan como el destacamento de la OTAN en un archipiélago perdido en el Pacífico es repentinamente atacado por el ejército de la Unión Soviética o, mejor dicho, por una facción rebelde del mismo. A lo largo de la campaña intentaremos reconquistar las islas, y el argumento tendrá interesantes giros, como el de nuestra integración, durante unas misiones, en el movimiento de resistencia en el que se profundiza en la otra campaña (Resistencia, bloqueada al principio).

Operation Flashpoint es un simulador militar que utiliza la primera y la tercera persona, a libre elección del usuario, para introducirnos en una acción muy realista. Nuestro personaje carece de barra de energía, y una sola bala, certera, podrá acabar con nosotros. Estamos en la misma situación que nuestros enemigos y todos los soldados del juego, pudiendo morir de un disparo o aguantar varios, aunque algunos nos pueden dejar lisiado hasta que podamos acudir a un médico o a un hospital de campaña. En estos casos podremos andar sin disparar (si nos han dado en un brazo) o arrastrarnos por el suelo.

Otra de las características interesantes del juego, continuando con lo de la igualdad de condiciones, es que nosotros no tenemos tampoco una ventaja auditiva, hábil o visual respecto a los enemigos. Éstos nos verán u oirán desde la misma distancia que nosotros a ellos, y tendrán buena puntería, aún a un centenar de metros de nosotros; en este caso, si no nos adaptamos bien al mando de Xbox, será incluso un ventaja para ellos. Aparte del realismo, en el juego no estaremos solos –tan solo en algunas ocasiones. En prácticamente todas las misiones iremos acompañados de más soldados y seremos liderados por uno de ellos, que llevará el peso del mando indicándonos a dónde tendremos que ir en cada momento. A veces incluso nos ordenará a nosotros, directamente, que nos hagamos cargo de un enemigo, pasando éste a estar señalado en la pantalla de juego.

Las misiones de Operation Flashpoint transcurren de forma lineal aunque pueden variar dependiendo del número de aliados que tengamos. En cualquier momento podremos acceder al mapa –mientras, ojo, el juego continúa-, y ver el área en la que nos encontramos, dónde está el siguiente objetivo de la misión, y notas sobre ésta en general. Aparte, los objetivos tales como enemigos o los puntos a donde tenemos que dirigirnos salen marcados en la pantalla normal del juego, indicando no solo su dirección sino también su distancia. Lo mismo ocurre cuando ponemos el cursor cerca de un enemigo o vehículo, diciéndonos qué tipo de enemigo es y cuál es su distancia. Esto ayuda mucho a la hora de jugar, y sobre todo a la hora de saber qué nos rodea y a qué atenernos.

En Operation Flashpoint podremos manejar una gran variedad de armas, no solo las que nos otorga el ejército americano, sino también cualquiera de las enemigas. Hay una total libertad para coger cualquier tipo de arma, ya sean fusiles, subfusiles o lanzacohetes. También hay granadas, aunque el juego es "pre-Halo", y para usarlas tendremos que cambiar de arma, lo cual las hace algo engorrosas, aunque, al ser un juego realista, muy efectivas si podemos "colocarlas" relativamente cerca de los enemigos. Los vehículos también están presentes en el juego, desde sencillos jeeps hasta tanques, pasando por camiones y otros menos ortodoxos, aportando algo más de variedad a la acción.

A nivel gráfico Operation: Flashpoint Elite resulta desfasado, como comentábamos al principio del artículo. Aunque cuenta con unos escenarios amplísimos, estos no tienen un gran nivel de detalle, con un bajo nivel de poligonización, y con gran repetición de elementos, aparte de unas texturas de no mucha resolución. El juego, eso sí, se mueve fluido, mientras que los enemigos están limitados a una serie de modelos predefinidos, aunque con caras diferentes. El detalle de los rostros no es muy alto, y es prácticamente el mismo que el de la versión PC. Un apartado que no ha avanzado prácticamente nada respecto al original.

En cuanto al sonido, Flashpoint cuenta con una banda sonora interesante, que está integrada en el juego y cambia dinámicamente, lo cual está realmente bien. Los FX son variados, y las voces, aunque en inglés, tienen una buena actuación detrás. Quizás el peor defecto jugable sea el control, que no está todo lo bien adaptado al mando de Xbox que nos hubiese gustado.

Operation Flashpoint es una buena conversión a Xbox del genial simulador bélico de PC, pero el mayor de sus problemas –aparte de un control poco convincente para apuntar- es que ya es demasiado tarde. Codemasters quizás sea consciente de esto y se valora que haya puesto el juego relativamente barato, a 44,95 euros, pero una cosa es tardar dos años, como pasa con las conversiones más rezagadas, y otra un desfase de cuatro años, lo cual hace que el juego resulte no solo atrasado a nivel gráfico –no hay notables mejoras respecto al juego de PC, que en sus tiempos tampoco era extraordinario-, sino también –y esto es contradictorio considerando lo innovador que fue en su día- en el aspecto jugable.

El modo online de Xbox Live y la inclusión de la campaña Resistencia no logran paliar que llegue tarde, tres años después de su lanzamiento inicialmente previsto para finales de 2002, lo cual es una pena, porque de aquella habría sido un gran juego para Xbox. Hoy en día resulta simplemente entretenido y solo recomendado a los muy aficionados a los juegos bélicos. Los demás encontrarán bastantes shooters en primera persona mejores en varios apartados que este Flashpoint, aunque sin tanta libertad de movimiento y realismo, todo sea dicho.