Análisis de MotoGP: Ultimate Racing Technology 3 (Xbox)
Mientras que cada vez hay más juegos de velocidad sobre cuatro ruedas, el género de los juegos de motociclismo se ha reducido notablemente en los últimos años, habiendo desaparecido clásicos del género como Road Rush. En el caso del campeonato mundial de motociclismo, más conocido como Moto GP, hay dos sagas en ocasiones confundidas por los jugadores pero bien diferentes para los aficionados al motociclismo, y que salen en plataformas también diferentes: Moto GP de Namco, para PS2, y MotoGP Ultimate Racing Technology para PC y Xbox, de THQ. Mientras que la cuarta entrega del juego de Namco salió el pasado junio, ahora llega finalmente la tercera de este MotoGP URT de THQ, que mantiene las cosas buenas de la excelente segunda parte y añade algunas novedades interesantes.
Moto GP URT 3 incluye todos los datos de la temporada 2004, incluyendo los pilotos, equipos y los 16 circuitos, además de vídeos desbloqueables de los mejores momentos de dicha temporada.
Esta modalidad, llamada Grand Prix en el juego para separarla de las carreras urbanas, nos permitirá crear a nuestro propio corredor y hacerlo evolucionar de carrera en carrera; tras cada evento se nos otorgará una cantidad de puntos para modificar sus habilidades, como manejo de la moto, giro, etc... e incluso podremos redistribuirlas entre carreras, de forma que podamos deshacer una asignación de habilidad de la que nos hayamos arrepentido.
En el modo Moto GP y en la simulación de éste poco más podría añadirse, así que el equipo de Climax responsable del juego ha añadido no un modo de juego sino toda una vertiente: el modo Extreme. Aquí nos introduciremos en carreras urbanas ambientadas en ciudades reales –pero con trazados y decorados ficticios-, en tres categorías diferentes: 600 cc 2 tiempos, 1000 cc 4 tiempos y 1200 cc 4 tiempos. Además de correr en circuitos urbanos, podremos también mejorar nuestra moto comprando mejoras al estilo tuning, además de modificar su configuración, característica ya presente en el Moto GP normal.
Lo interesante de estos circuitos no solo es su ambientación urbana sino que, como es de esperar, los trazados son muy diferentes a los del modo Grand Prix. Desde el tipo de superficie (ya no es asfalto, sino que va variando) hasta el trazado (con algunas curvas cerradísimas, pero con menos curvas complicadas, y con límites a los lados en vez de las típicas zonas de arena o hierba) hacen que las carreras en estos circuitos tengan un estilo muy diferente a las de Grand Prix, más arcade, aunque las motos tengan un comportamiento similar.
En cuanto al juego en general, se mantiene la sensacional simulación que hizo que MotoGP 2 se convirtiese, allá por 2003, en uno de los juegos más atractivos de Xbox. Al contrario que en Moto GP de PS2, un juego unánimemente considerado inferior, la simulación en este Ultimate Racing Technology tiene una curva de aprendizaje excelente, y además no solo nos permite el acelerado y el frenado analógico y el uso de los frenos delanteros y traseros individualmente, sino que además el stick de control izquierdo no controla el manillar de la moto sino la inclinación del piloto. Esto permite que haya muchas formas de tomar una curva correctamente, tanto jugando con la inclinación como con los frenos, y que el jugador vaya aprendiendo por métodos de prueba y error de qué modo le puede sacar mayor partido a su moto.
Esto se complementa con una inteligencia artificial de los rivales bastante bien hecha (aunque el nivel fácil es realmente permisivo con el jugador) y unas físicas excelentes, que harán que dependiendo de la dificultad sea más o menos difícil que caigamos de la moto. Se conservan además efectos los de distorsión por la velocidad mostrados en el anterior juego, muy efectivos, e incluso las vistas en primera persona, aunque mucho más difíciles de manejar, son ahora más jugables. Por lo demás, no hay demasiados cambios.
Donde sí los hay es en el juego online. El de MotoGP 2 era excelente, con un sensacional uso del optimatch para encontrar a oponentes de nuestra habilidad y con rankings mundiales en cada uno de los circuitos y en global. En MotoGP 3 estos permanecen, pero para encontrar jugadores de nuestro nivel tendremos una puntuación de habilidad (de 1 a 100) que indicará nuestro nivel. Cada vez que ganemos una carrera o hagamos un buen tiempo esta puntuación subirá, permitiéndonos entonces encontrar siempre a rivales de nuestra habilidad para que la carrera tenga cierto reto. Este nivel también lo usa el juego para desbloquear corredores en los modos de carrera libre y versus, y también para el online.
Otra de las novedades que incluye el juego es una integración todavía mayor de Xbox Live en el sistema. Como en MotoGP 2, nada más entrar al juego entraremos –si queremos en Xbox Live-, pero la novedad es que esta vez no solo podremos jugar carreras online sino que además podremos correr los campeonatos con oponentes de la red en vez de oponentes controlados por la IA. Es decir, podremos hacer que la experiencia de un solo jugador de MotoGP 3 se convierta en una experiencia multijugador sin que realmente nos demos demasiada cuenta de ello, pero beneficiándonos de la incertidumbre y de la diversión extra que proporciona el correr con oponentes humanos.
A nivel gráfico MotoGP 3 sigue contando con un apartado sensacional, donde las motos están modeladas hasta el más mínimo detalle y los corredores que van sobre ellas tienen muy buena animación, representándose con mimo cada una de las posturas que se pueden adoptar sobre una moto, y gestos de protesta, etc... Los escenarios también cuentan con un gran acabado y multitud de detalles, mientras que los efectos de humo y reflexiones llaman también mucho la atención. Pero especialmente lo hacen el difuminado cuando vamos a gran velocidad y la fluidez con la que se mueve todo el conjunto.
No hay grandes cambios respecto a MotoGP 2, pero el juego sigue siendo impactante y sólido visualmente, y es difícil encontrar un defecto o algo que hubiese necesitado una mejora. El sonido vuelve a contar con unos muy buenos efectos para representar motores, derrapes, etc... y la misma banda sonora de acompañamiento un tanto insulsa y poco memorable, pero que de todas formas no molestará al jugador.
En conclusión, estamos de nuevo ante un gran juego de motociclismo que satisfará por completo a los amantes de este deporte tan popular en nuestro país y que ha dado figuras como Crivillé o la gran promesa, todavía en 250 cc., Daniel Pedrosa. Precisamente la ausencia de las categorías inferiores, que sí tiene Moto GP 4 de PlayStation 2, es una de las carencias del juego. Por lo demás, refina la simulación, mantiene la solidez de los gráficos, profundiza en el aspecto online del juego e incluye las carreras urbanas, que aunque para el verdadero aficionado no podrán competir con las de MotoGP, sí pueden ampliar el público del juego por su menor exigencia en la simulación. Una compra muy recomendada para los aficionados a las motos.