Análisis de Project Spark (Xbox One, PC)
El llamado "user-generated content", contenido generado por el usuario, se está volviendo clave en los últimos años. Después de juegos como LittleBigPlanet y Minecraft, no hay duda de que el mundo está lleno de gente con talento que disfruta creando y compartiendo sus obras con usuarios de todo el mundo. Ahora, de la mano de Microsoft y Team Dakota llega Project Spark, una potentísima herramienta con la que podemos dar rienda suelta a nuestra creatividad en Xbox One y ordenadores con Windows 8.1.
Después de varios meses en fase beta, Project Spark llega a su primera versión final, la cual, por supuesto, todavía tiene mucho para seguir creciendo, pero que ya cuenta con multitud de niveles creados por los usuarios y multitud de posibilidades para que podamos crear. Todo ello, además, desde una propuesta de free-to-play, bastante razonable.
Project Spark como juego
Si venimos únicamente a jugar, Project Spark es un auténtico chollazo. Tenemos a nuestra disposición todas las creaciones de la comunidad de manera gratuita, accesible tantas veces y tanto tiempo como queramos. Aparte de éstos, Team Dakota lanza dos tipos de contenido: por una parte está el modo "historia", y por otro los niveles sueltos que publican como cualquier otro usuario.
El modo "historia" es de pago, y necesitamos dinero real para ir adquiriendo sus diferentes capítulos. Se trata de una aventura con toques de rol bastante elaborada, en la que los personajes pueden subir de nivel y aprender nuevas habilidades, en la que además podemos hacer multitud de misiones, etcétera, etcétera. Aparte, están los niveles "normales", que aparecen en las creaciones de la comunidad, y que pueden ir desde aventuras de rol por turnos a plataformas basados en Limbo, pasando por proyectos experimentales o minijuegos musicales, por poner un ejemplo. Éstos son totalmente gratuitos, y podemos disfrutarlos siempre que queramos.
Sigue estando disponible el modo Encrucijada –Crossroads, en inglés–, en el que podemos diseñar una breve aventura en tiempo real, aunque será necesario desbloquear opciones –con dinero virtual o real– para aumentar el elenco de decisiones a tomar. Sólo por jugar iremos consiguiendo dinero virtual y experiencia que nos permitirá adquirir nuevos entornos, personajes, elementos de decoración y de personalización, entre otros, ya sea individualmente o en packs. Todo esto, ya decimos, es necesario para la parte creativa, pero si sólo queremos jugar las creaciones ajenas, podemos hacerlo aunque no poseamos sus contenidos.
Project Spark como fábrica de juegos
La otra cara de Project Spark, es la de crear, ya sea con una base o desde cero. Desde que descargamos el juego tenemos todas las herramientas disponibles, y sólo necesitaremos desbloquear, con dinero virtual o real, nuevos contenidos. Es decir, si no pagamos –de nuevo, con dinero virtual o real–, nuestro personaje no podrá tener una determinada espada, o nuestro escenario no podrá tener lugar en la nieve, pero no se nos privará de ninguna herramienta.
Al igual que obtendremos dinero virtual y experiencia por jugar, también lo obtendremos por crear. Contamos con multitud de desafíos creativos que pueden oscilar entre conseguir hacer que nuestro personaje dé una voltereta hacia atrás al pulsar un determinado botón, o conseguir una cantidad dada de votos positivos. Microsoft asegura que si consigues ser uno de los mejores creadores tendrás dinero virtual de sobra para comprar todo lo que puedas necesitar, aunque si no lo eres, nosotros te aseguramos que con tiempo y paciencia también lo tendrás.
Independientemente del pago o no –que comentaremos más adelante–, Project Spark es en todo momento una potentísima herramienta, con muchísimas posibilidades, y a grandes rasgos, mucho más accesible que la competencia, gracias a un sistema que permite crear con total comodidad, dotar de habilidades a nuestros personajes de la manera menos engorrosa posible, e incluso introducir nuestras propias animaciones, tanto corporales como faciales, con Kinect. La base para construir nos anima a hacer aventuras en tres dimensiones, pero podemos hacer prácticamente lo que se nos ocurra, incluyendo juegos de naves clásicos, títulos deportivos o hasta clones de Tetris.
Como os contamos en anteriores impresiones, a la hora de "crear mecanismos", todo se simplifica. Tenemos un menú de "cuando tal", "hace tal". Entonces, por ejemplo, al diseñar un personaje, podemos seleccionar que "cuando pulsamos X", "hace un ataque". Las opciones son enormes, y como ya destacamos, es todo tan claro y accesible que en apenas unos minutos ya podremos tener una base jugable. Aquí, además, es cuando configuraremos como creadores el sistema de control, ofreciendo la posibilidad de hacerlo compatible con mando, con teclado y ratón, o con ambos.
El equilibrio del free-to-play
Una parte esencial de cualquier juego que adopte el modelo free-to-play es el equilibrio del sistema de monetización. Desde el primer momento hay que dejar claro que la inmensa mayoría de elementos del juego pueden conseguirse simplemente jugando. Habrá que echarle muchas horas, muchas imaginación y/o mucho talento, pero es cierto que el juego nos recompensa por casi todo lo que hacemos, y está constantemente ofreciéndonos desafíos para poder sumar más dinero virtual.
El dinero real es imprescindible para los "potenciadores" –por ejemplo, duplicar los puntos que ganamos por jugar–, y para algunos elementos clave, como el modo "historia". Podemos probar lo que nos ofrecen antes de pagar, y si adquirimos un contenido como éste no sólo nos llevamos la "experiencia de juego", sino que desbloqueamos todos los objetos, personajes y demás con los que se construye.
A la pregunta "¿Es necesario pagar?", nosotros diríamos que no, pero depende mucho de cómo enfoques el juego. Si somos un usuario "pasivo", que venimos a disfrutar con los niveles de la comunidad y a experimentar con el creador, probablemente tengamos más que de sobra con lo que el juego nos da. Si somos un usuario "activo", que queremos crear, que necesitamos diferentes temáticas, que nos gusta "remezclar" niveles –una opción gracias al a cual podemos editar creaciones ajenas–, y si la paciencia no es nuestra mayor virtud, quizás sea interesante considerar hacer un desembolso.
Recordamos también que para los que busquen un desarrollo más tradicional, Project Spark se vende en formato físico, a precio reducido, con contenido más que de sobra para empezar tanto a jugar como a crear, lo cual no deja de ser una opción más que notable para los menos amigos de los micropagos.
Aspectos audiovisuales
En lo que respecta al rendimiento, Project Spark tiene el "inconveniente" de estar a merced de los jugadores. Lo normal es que el juego se mueva en el umbral de las 30 imágenes por segundo –tasa límite a la que se mueve–, pero hay niveles más recargados, muy extensos o complejos que pueden hacer que se resienta. A falta de un análisis exhaustivo, creemos que en Xbox One se mueve a 1080p, y nos ha sorprendido la calidad de las texturas, las cuales tenemos que ver bastante de cerca para poder comenzar a apreciar píxeles.
En lo artístico, Team Dakota ha impregnado de personalidad el diseño artístico del juego, con una estética muy propia fácilmente reconocible. Esto es un poco un arma de doble filo, ya que, como hemos visto en Minecraft –aunque salvando sus muchas diferencias–, cuesta trabajo hacer algo que se aleje de esta estética. Es decir, es muy difícil ver algo que luzca diferente, ya que aunque cambiemos la iluminación o el entorno, todo se "limita" al diseño tan característico del que el equipo ha impregnado el juego. Eso sí, ya es posible ver hasta los primeros atisbos de "pixel-art", así que, una vez más, el límite lo pone la imaginación y la habilidad de los creadores.
En lo sonoro, Project Spark nos llega doblado al castellano de manera correcta, y con algunas melodías bastante acertadas, aunque es cierto que el audio se queda un poco en un segundo plano aquí. Señalar que Kinect nos permite grabar voz y sonido para nuestras creaciones, algo que también puede dar mucho juego.
Potente, capaz y gratuito
Los juegos de creación tienen, sin duda, dos grandes tipos de usuarios: los que crean, y los que juegan. Obviamente, una cosa no quita la otra, pero Project Spark intenta adaptarse a cada uno, ofreciendo un modelo gratuito que encajará mejor o peor en las necesidades del usuario. Si vienes a jugar únicamente, Project Spark te da acceso a las creaciones de la comunidad sin pedirte nada a cambio, pero no al modo "historia". Si vienes a crear, recompensará tu talento y dedicación, pero es muy probable que te veas en la "necesidad" de gastar dinero real.
Como plataforma de creación nos parece muy potente y capaz, además de apostar por una interfaz muy sencilla que se intenta quitar de encima tantos engorros como sea posible precisamente para conseguir que todos los usuarios puedan crear algo digno de ser jugado. Además, todas las herramientas son gratuitas, por lo que sus micropagos no son nada intrusivos, y simplemente aparecen si queremos más. Eso sí, el sistema de niveles puede ser algo tedioso a la hora de desbloquear objetos, y el menú necesita todavía mucho trabajo para ayudarnos a descubrir creaciones de la comunidad.
En definitiva, Project Spark nos parece un título muy acertado, tanto por ser free-to-play como por intentar llegar a todos e intentar crear una comunidad en la que, incluso sólo con buenas ideas, podamos materializar algo jugable. Además, si queremos una opción más tradicional tenemos la versión física, que incluye ya multitud de contenidos de pago, por lo que opciones tenemos casi para todos los gustos. Nosotros recomendamos que, cuanto menos, os lo bajéis y lo probéis. Quizás descubrís un nivel de la comunidad al que no podéis dejar de jugar, o que sois unos genios creadores en potencia y aún no lo sabíais.