Análisis de You're in the Movies (Xbox 360)

Hacer el mono delante del televisor no es nada novedoso. Ya con la llegada de las primeras webcams al mundo de los ordenadores surgieron toda una serie de videojuegos que,realizando una variada gama de gestos y poses cómicas, debíamos superar diversos desafíos. La llegada de estos títulos a videoconsola vino de la mano del estudio londinense de Sony, que presentó EyeToy

y popularizó el concepto convirtiéndolo en un fenómeno de masas.

Ahora, en pleno año 2008 y con toda una nueva generación por delante, Zoë Model lanza al mercado You're in the Movies para la consola de Microsoft, un título que pretende hacernos pasar un buen rato haciéndonos mover el esqueleto a ritmo de Hollywood.

Si bien es cierto que la Xbox Live Vision -la webcam de Microsoft- lleva bastante tiempo en el mercado permitiendo hacer videoconferencias, fotos o incluso vernos en algunos títulos compatibles, no ha sido hasta ahora cuando se ha pensado un título en el que el periférico es estrictamente necesario. Alejándose del concepto Eyetoy y de los minijuegos, You're in the Movies pretende profundizar un poco más en cuanto a movimiento se refiere, no solo potenciando las situaciones hilarantes delante del televisor, sino también con las historias más gamberras -dignas de las mejor cine de serie b- que se mostrarán al final de cada serie de minijuegos. Apagad las luces que se rueda en plató.

Preparando el plató

En primer lugar y siguiendo con las indicaciones tan precisas que aparecen en la introducción del videojuego, debemos tener claro que para jugar correctamente a You're in the Movies hay que cumplir una serie de requisitos indispensables para que la experiencia de juego no se vea mermada por amputaciones inesperadas o una deformidad clara del fondo. Conseguir un espacio amplio para movernos sin chocar contra nada, mantener la habitación correctamente iluminada y no mover nada del escenario una vez configurado el juego son los principios básicos para un buen rodaje en el videojuego.

Preparado el terreno de juego colocaremos la cámara en un lugar lo suficientemente alejado de nosotros como para encajar perfectamente en la imagen presentada en la televisión, sin ser ni demasiado grandes ni demasiado pequeños. Ubicado nuestro accesorio tendremos que tener cuidado de no moverlo para evitar echar por tierra todo el proceso de configuración.



Antes de comenzar cualquier rodaje, tendremos que configurar la cámara para que capte a la perfección nuestros movimientos y los lleve a la televisión correctamente. La luz es un factor indispensable; tendremos que tener cuidado y colocar los focos de luz de nuestra sala de manera que no genere sombra detrás nuestro, así como ver si la habitación está lo suficientemente iluminada como para llenar el medidor de luz que propone la pantalla de configuración. Acabado el proceso de iluminación aparecerá en la pantalla una silueta en la que nosotros, como protagonistas absolutos del film, debemos encajar a la perfección; siendo el lugar en el que nos encontremos, el punto de referencia que tendremos que seguir a la hora de salir y entrar dentro del campo de visión de la webcam. Por último, se nos pedirá que salgamos del rango de visión de la webcam para tomar una foto que servirá como base para colocar el fondo correspondiente.



Otro de los factores a tener en cuenta antes de comenzar a jugar es el marco de acción que engloba la webcam. Por ejemplo, el resultado será mejor si enfocamos a una pared lisa en vez de a una pared con un cuadro, media mesita de noche y un jarrón. Si tenemos la posibilidad de enfocar la webcam a una parte que sea completamente plana, mejor que mejor, sino, puede que seamos víctimas de la amputación de uno de nuestros miembros más queridos (como una mano, un brazo o incluso la cabeza). También es importante el contraste de colores que debemos tener en relación con el fondo del marco, siendo de vital importancia que resaltemos en comparación con el resto de la imagen. Uno de los problemas que podemos encontrarle al videojuego es, precisamente, que no todas las personas pueden cumplir con los requisitos que pide el juego para un buen funcionamiento.

Una vez acabados los preparativos del videojuego es hora de comenzar a rodar nuestras películas, de la forma más amena y divertida posible, por supuesto, y sin necesidad de inscribirse a ninguna academia de actores.

Luces, cámara, acción

La mecánica del juegos es sencilla: seleccionamos el número de actores que van a participar en la película -hasta un máximo de cuatro personas- y escogemos la película que queramos realizar. Todas las películas tienen reparto para cuatro jugadores, aunque si jugamos con menos la máquina se encargará de llenar los huecos con varios actores predefinidos.

Escoger entre las treinta películas que propone el juego será tarea fácil al principio, pues no todos los cortometrajes estarán disponibles desde un buen principio, sino que, a medida que vayamos rodando films, las iremos desbloqueando. Dichas películas se dividen en cinco géneros: acción, ciencia ficción, desastres, clásicas y terror, a cada cual más hilarante y divertida. Un detalle importante a remarcar y que puede ser que algún despistado desconozca es que lo que en realidad se muestra al final de cada evento son los videos promocionales -de apenas un minuto de duración- de lo que sería la película, por lo que más que películas nos limitaremos a grabar su correspondiente tráiler, aunque no deja de ser divertido.

Acabadas las principales selecciones será cuestión de, por turnos, comenzar a hacer los movimientos pertinentes delante de la pantalla, ya sea con los divertidos minijuegos que propone el videojuego o con las poses que nos obligará a poner el director de la película. Así mismo en función del papel -ser el héroe, el villano, un simple extra, un científico loco, etc.- que escojamos en la película tendremos que realizar una serie de movimientos u otros. La mayoría de los minijuegos los haremos solos en la pantalla, aunque también tendremos que compartir plató con otros actores en función de las necesidades de la película; quizá este detalle sea uno de los aspectos más negativos del juego, pues el hecho de estar cambiando continuamente de personaje mientras los demás esperan rompe por completo el dinamismo del título, haciendo que algunos rodajes sean más largos y tediosos que divertidos.



Agarrar una cuerda, lanzar una pelota por un hueco, correr mientras estas atado a una cuerda, bailar el hula-hop o bailar al ritmo de la música son una pequeña parte de lo que los minijuegos de You're in the Movies ofrecen a sus espectadores. Sin embargo, ahí no acaba la cosa, en ocasiones tendremos que realizar distintas poses -naturalmente acompañadas de su gesto facial- para dotar a la película de un mayor dramatismo, como puede ser una cara de sorpresa, una risa infernal o un grito de puro miedo.



La acción se desarrolla en tres rondas -cada una acompañada de diversos minijuegos- en las que tendremos que darlo todo si queremos conseguir la máxima puntuación y ganar el premio final. Una vez terminada la ronda seremos testigos del recuento de puntos, indicándonos si nuestra actuación ha sido digna de Oscar o si de lo contrario ha sido más bien de obra de instituto. Al terminar las rondas veremos el producto terminado y, si nos convence, podremos guardarlo en nuestra Xbox 360 para enseñárselo a nuestros colegas, editarlo más adelante en el estudio o pasarla al ordenador para compartirla posteriormente en Internet.

Dirección y técnica

Acabadas las primeras películas de nuestra videoteca el juego nos recompensará abriendo el modo director, donde podremos revisar, modificar y actualizar todas las escenas que hayamos creado con anterioridad. Podremos revisar cada toma correspondiente y regrabarla en el caso de que no nos convenza, añadir nuevas tomas para hacer el film un poco más largo o suprimir las que peor hayan quedado, todo de la manera más simple y efectiva posible. Algunos filtros, como el de blanco y negro o el añadido del ruido, son un buen añadido que harán que nuestra película tenga ese toque de presentación artístico que tienen los films hoy en día.

El gran atractivo que ofrece este modo, dejando a un lado la posibilidad de regrabar la película entera si se tercia, es la posibilidad de poder cambiar la banda sonora del corto y añadir las pistas que nosotros creamos convenientes. También podremos grabar nuestra voz y emplearla a modo de narrador si contamos con un micrófono, haciendo la película mucho más nuestra y, por consiguiente, más divertida.

En cuanto a materia gráfica se refiere, You're in the Movies no cuenta con ese apartado gráfico que nos quitará el hipo cual súper producción actual, el título ni siquiera tiene modelados gráficos más allá de los videos que aparecen en el juego mientras nosotros estamos frente a la Xbox Live Vision. Eso sí, los videos que aparecen en el juego están fielmente representados con su esencia de serie b, asegurando risas y carcajadas.

El apartado sonoro, por su parte, cuenta con un destacable doblaje al castellano que, tal y como podemos ver en la presentación de la obra, caricaturiza las historias que los más ingeniosos creaban con los juguetes más dispersos de la habitación (con un soldado, un dinosaurio y una barbie se pueden hacer maravillas). Los diálogos de los cortos están muy bien representados y los efectos sonoros que aparecen en las películas también rallan a gran altura.

Se acabó el rodaje por hoy

Para concluir, hemos de hacer hincapié en que la idea de You're in the Movies es de lo más divertida, aunque quizá a la hora de llevarla a la práctica no ha salido como muchos deseaban, es decir, la cámara fallará siempre que las condiciones de la sala no sean prácticamente perfectas. Además, las treinta películas se nos antojan un poco cortas, pues una vez vistas todas no habrá plano de rejugabilidad más allá de repetirlas con otros amigos, editarlas en el modo correspondiente o seguir las pautas pertinentes para conseguir todos los logros del videojuego.

Sin embargo, si logramos perdonar los fallos que tiene esta primera obra exclusiva para el uso con Xbox Live Vision, el juego se hace divertido si lo jugamos con una compañía que no tenga miedo a quedar en ridículo frente al televisor y explotamos al máximo las situaciones que Zöe Model ha preparado para los usuarios de Xbox 360.