Análisis de The Fancy Pants Adventures XBLA (Xbox 360, PS3)
The Fancy Pants Adventures es en su origen un entretenido y notable plataformas desarrollado en Flash, que cuenta con dos versiones que os dejamos aquí enlazadas para que podáis probar: World 1, World 2. Ahora aparece para Xbox Live y PlayStation Network (cuando funcione) una versión desarrollada por los españoles Over The Top Games, creadores del galardonado título independiente Nyxquest: Kindred Spirits, mano a mano con Brad Borne, creador del original.
Se ha respetado al cien por cien el aspecto visual del juego para Flash, siendo casi calcado aunque con el lustre que da la alta definición, al igual que ha pasado con la jugabilidad, muy similar, pero en cambio no se ha hecho lo mismo con el desarrollo de los niveles, y ha perdido con esto parte de la gracia del original –como explicaremos más adelante-. Aunque por suerte podemos desbloquear los dos mundos de las versiones Flash, pero eso sí, para poder disfrutar de ellos antes tendremos que ganárnoslo en los once niveles originales que se han creado para la ocasión, y que nos parecen poco acertados, además de algún añadido un tanto discutible.
La historia es cuanto menos… absurda, como mandan los cánones de los juegos independientes, que en una gran mayoría de los casos cuentan con mucho humor, lo que nos encanta. Mientras descansa plácidamente en su cama Fancy Pants, un hombrecillo con sombrero nos avisa que los iracundos piratas de la bañera se han apoderado de la Bañera real, por lo que tendremos que echar una mano a nuestro monarca para recuperarla, aunque luego más adelante la historia da un sorprendente e irrelevante giro. Pese a este tono humorístico, tampoco es que se explote demasiado más adelante, solo con algunos destellos, habiendo disfrutado de títulos descargables mucho más graciosos. Pero vamos con lo importante, que es la jugabilidad.
El control no puede ser más sencillo: con el botón A saltamos, y dependiendo del tiempo que lo dejemos pulsado, lo haremos más o menos alto, lo que ocurre igual al pisar a los enemigos, que dependiendo de la intensidad con la que lo hagamos les podremos aniquilar o dejar solamente inconscientes. Nuestro personaje es muy veloz y ágil, casi como si de la famosa mascota de Sega –Sonic- se tratara, y al coger un poco de carrerilla realizará una veloz carrera, con la que podremos escalar pendientes e incluso correr boca abajo o realizar medios loopings, al igual que el erizo azul. También podemos rebotar saltando contra las paredes, y realizar todo tipo de piruetas y giros en el aire como si de movimientos de parkour se trataran, lo que a veces tiene su importancia en unos niveles especiales en los que nos puntúan en base a nuestra habilidad para realizar acciones espectaculares.
Además cuando vamos corriendo podemos deslizarnos por el suelo, como tanto se está poniendo de moda en muchos juegos, además de rodar igual que Sonic, por lo que si tuviéramos que describir al personaje sería una mezcla entre el ya mencionado erizo, el prota de Super Meat Boy y algunas de las habilidades de Faith, la protagonista de Mirror's Edge, todo un quilombo en dos dimensiones que funciona bastante bien en su jugabilidad, y con un solo botón. Más adelante nos hacemos con un arma en forma de espada, que podemos usar con el botón X, a nuestro parecer un añadido poco acertado, ¿le veríais sentido darle una espada a Sonic o a Mario?, pues nosotros tampoco. Es más, ya no solo es que se nos dé esta posibilidad –algo que se produce hacia la mitad de la historia-, sino que encima se le da importancia en la jugabilidad, empezando a haber bastantes combates contra enemigos armados, y lo malo es que están mal ejecutados, con un control impreciso, y al final acaba restando más que sumar.
El control en general, aunque es cierto que es intuitivo y simple, a veces peca de impreciso, y es curioso cómo no solo a veces no es superior al de la versión del original en Flash, sino que encima hasta parece peor. Esto no solo pasa con la jugabilidad, sino también, y sobre todo, con el diseño de los niveles y la idea del juego en general. El Fancy Pants Adventures en Flash cuenta con un clásico desarrollo de plataformas en el que el reto se encuentra en ir superando los distintos y cortos niveles, con trampas y situaciones cada vez más difíciles, y en los que tiene cierta importancia la velocidad del personaje y su habilidad para correr y saltar por las paredes y techos, siendo un juego muy dinámico y entretenido. En esta nueva versión para las plataformas descargables se pierde este espíritu, en niveles mucho más grandes, que no tienen ninguna complicación para ser superados, estando la gracia en explorarlos.
Si vamos deprisa y corriendo sin explorar nada nos podemos acabar los once niveles de la historia en poco más de una hora, estando el reto en explorar las fases, que cuentan con todo tipo de coleccionables. Debemos ir recogiendo garabatos –los anillos o monedas de este juego-, otros especiales más grandes y escondidos –que son las que nos permitirán desbloquear las dos aventuras originales en Flash- completar un par de retos que podemos encontrar a lo largo del escenario –que suelen consistir en recorrer un circuito de garabatos antes de que se agote el tiempo- y superar alguna que otra fase secreta que nos ofrecen personajes que encontramos en los niveles. Estas fases secretas sí son más variadas, van desde completar un nivel en un tiempo dado a modo de contrarreloj, recoger equis garabatos o destrozar algunos elementos en un tiempo determinado, así como conseguir una puntuación haciendo piruetas.
Todos estos retos luego se encuentran en una máquina arcade, y nos podremos picar para superarlos en bronce, plata y oro. Además de todos estos coleccionables, el gran objetivo es completar todo el armario de Fancy Pants, que cuenta con hasta 141 complementos, divididos en tres grupos: sombreros, pantalones y espadas. Sombreros de copa, pelucas, máscara antigás, pantalones militares, espadas de madera, de caramelo, un lápiz…. Una infinidad de accesorios que podremos equipar en cualquier momento de la partida a nuestro personaje otorgándole un divertido aspecto, aunque en ningún caso tienen incidencia en la jugabilidad.
El diseño de niveles no es muy inspirado, y sí que tendremos alguna que otra complicación para conseguir la gran cantidad de coleccionables, pero no nos parece muy divertido el tener que patearse los once niveles de arriba abajo buscándolo todo –aunque entendemos que habrá a quien le guste-, cuando la dinámica de los juegos Flash era más entretenida, con situaciones y un diseño en general más acertado que en este título, lo que nos parece sorprendente. Y eso que ha colaborado Brad Borne, el creador de los originales, pero el hecho de que la versión en Flash sea más dinámica y divertida que esta revisión para las plataformas descargables es lo peor que podemos decir del juego.
Algo parecido pasa con el aspecto visual, graciosete para un juego de navegador, pero que en Xbox Live peca de austero y sencillo, y la bandera de la originalidad no nos parece suficiente para sostenerlo, con unos escenarios demasiado vacíos, y unos enemigos feotes sin ninguna gracia que van desde arañas, ranas y caracoles hasta patos, siendo el protagonista el mejor diseñado –y eso que es un garabato-. La música no pasa de simpática, con unas melodías un tanto repetitivas, aunque hay una canturreada que nos ha caído en gracia.
Hay un modo cooperativo y competitivo para cuatro jugadores, que en esta vertiente tiene más gracia, al echar carreras para ver quién llega el primero, y también se puede jugar por internet, si que es que encontráis a alguien para hacerlo. El poder desbloquear los mundos uno y dos de la versión Flash es un buen añadido, pero claro, hay que ganárselos consiguiendo unos coleccionables, y nos hubiera parecido más acertado que fueran a continuación de terminarte los once niveles de la historia, ya que mucha gente se los perderán por no tener ganas de volver a patearse de arriba abajo las fases.
Un juego destinado a los amantes de los plataformas, y estos serán precisamente los que al gustarles el género y al haber jugado a otros tantos títulos de este corte, se darán cuenta que The Fancy Pants Adventures no es especialmente brillante. Una pena, ya que la idea jugable es buena, con un Sonic con toques de parkour, y de hecho en su versión Flash funciona mejor, pero al haber cambiado la dinámica y el reto del juego, de un plataformas en el que ir superando pequeños y complicados tramos, a uno de extensos niveles para ser explorados, al menos a nuestro parecer, pierde fuelle y parte de la esencia y de su gracia. Hacia la parte final, cuando nos dan una espada y tenemos acción, esto no deja de ser una estocada más al desarrollo, y todavía le hace perder más enteros. Hay muchos y más originales e inspirados plataformas para descargar, y este a nuestro parecer, no pasa de correcto.