Análisis de Portal Still Alive XBLA (Xbox 360)

Cuando Valve lanzó el pack The Orange Box, en el que se incluían pesos pesados como Half-Life 2 y sus dos episodios adicionales, así como el multijugador Team Fortress 2, quizás no esperaba que un experimento de puzle en primera persona como Portal se convirtiera, finalmente, en uno de los títulos más apreciados del paquete. Y teniendo en cuenta los que le acompañaban, insistimos, eso es mucho.

Le falta el frenesí de Team Fortress 2 y el desarrollo apasionante de Half-Life 2, pero Portal ofrece otra cosa totalmente diferente y especial: dos portales, uno de entrada y otro de salida. Con eso, debes resolver nivel tras nivel en un entorno neutro, aséptico, con el único objetivo de llegar de A a B una vez tras otra. ¿Y el final? El final ha sido esta secuela, o mejor dicho esta suerte de expansión a la espera de la auténtica secuela para PC, en la que nuevos niveles nos sirven de reto.

En Portal: Still Alive volveremos a despertar en una cámara acristalada dentro de un complejo de una organización científica. Somos un sujeto de prueba, y debemos superar las pruebas que nos den. Ése va a ser nuestro objetivo vital. Para ello, nos guía una voz femenina de tintes robóticos, en perfecto castellano (en esto adelanta el juego descargable al título en disco, tanto en PS3 como en Xbox 360), una voz que va a jugar con nosotros. Nos dirá qué hacer para superar los retos, nos dirá que son imposibles de superar, nos mentirá y luego nos dirá que la mentira es aceptada como parte del proceso, y todo ello con el humor que ya es marca de la casa: fases predefinidas en las que no se han sustituido los datos, y un tono aséptico, tan alejado del trato humano, que la sensación constante de ser una rata de laboratorio recorriendo laberintos dispuestos por científicos con mucho tiempo libre nos inundará. Es ahí cuando la simpleza funcional y estética de Portal funciona y convence.



La cuestión es que esta nueva entrega no ofrece grandes novedades con respecto a su predecesor. De hecho, salvando que esta vez está en castellano, no tenemos absolutamente ninguna novedad: los mismos mecanismos jugables, el mismo sistema de control, mismo entorno visual... Pero es uno de los juegos de Xbox Live Arcade más destacables de los últimos tiempos (y también el de mayor tamaño hasta ahora, con más de 600MB), y esto se consigue porque el título original ya era todo un ejemplo de buena construcción y, claramente, un concepto jugable de una solidez poco habitual.

Lo que ha hecho Valve para la ocasión es ofrecer más niveles, empezando con un tutorial bien completo para que los neófitos no tengan problemas, que van a satisfacer a los aficionados al primer juego y captar algo más que la atención a los advenedizos. Lo cierto es que no tiene tantos niveles como el primer título (catorce niveles a superar, por los diecinueve del original), pero si dificultad y longitud es sustancialmente mayor. Pero fuera de eso, no esperes respuestas a la trama (si es que puede decirse que la tenga) ni soluciones de ningún tipo a los interrogantes que pudieron surgirte jugando al primero. En muchos sentidos, jugar a Portal, y en este caso a Still Alive, es como ver la película Cubo.

Los niveles han sido diseñados originalmente por la gente de We Create Stuff concebidos como niveles para la versión Flash del juego, en dos dimensiones, y luego fueron convertidos a 3D y tomados por Valve para su inclusión Portal: Still Alive, contando con seis mapas avanzados de gran dificultad y doce logros que requerirán un buen nivel de habilidad por parte del jugador.



El sistema de juego se basa, como decíamos, en alcanzar la salida del nivel siendo un sujeto de pruebas (una chica, otra vez) que empieza sin herramientas, teniendo que aprovechar unos portales generados automáticamente. Progresivamente, durante el primer nivel y sus diecinueve plantas, conseguiremos la pistola que abre portales, primero sólo el de entrada (estando el de salida prefijado), y luego también el de salida. Crearemos uno disparando con el gatillo derecho, y otro con el gatillo izquierdo.



Luego, poco a poco, tendremos que ir aprendiendo a usar interruptores, bloques, el impulso (o lo que es lo mismo, tirarnos al vacío para atravesar un portal y salir volando por el otro para salvar, por ejemplo, vacíos imposibles),... todos ellos combinándose entre sí, con diseños cada vez más intrincados de los escenarios. Cada uno de estos niveles se regirá por una serie de desafíos adicionales a los que nos tendremos que adaptar para superar sus situciones, como suelos letales, paredes que impiden generar portales, bolas de energía letales, partes móviles, puertas con temporizador...

Eso sí, con independencia de los elementos que se combinen en cada nivel, nuestra herramienta constante será la pistola creadora de portales, con la que podemos sortear peligros, llegar a zonas inaccesibles, transportar objetos, etc. Poco a poco la cosa se va complicando, de una manera progresiva y bien llevada, aunque, insistimos, todo el nivel de dificultad es más elevado en líneas generales que en el original. Por ejemplo, en esta entrega controlamos muy pronto en su desarrollo la creación de portales en ambos sentidos, y eso amplía las posibilidades de resolución de los puzles.



Eso puede implicar, por ejemplo, tener que crear puzles encadenados para, por ejemplo, guiar una bola de energía hasta el interruptor deseado creando un puzle de entrada, otro de salida y vuelta a empezar, elevando la complejidad del juego. Y lo mismo a la hora de coger impulso: cuanto más rápido entremos, más rápido saldremos, y eso implica saltar y salvar así abismos, pero cuando hay que hacerlo de manera encadenada e incluso llevando un bloque, todo es un poco más difícil. Eso en el modo principal, porque luego tenemos unos mapas de desafío

Además, como ya sucedía en el original, es posible escuchar una pista de audio mientras jugamos al estilo de los comentarios del director en algunas películas. En esa pista nos van explicando algunos elementos del juego, por qué se han hecho algunos diseños en los niveles y conocer un poco más de cerca cómo se plantea el desarrollo de este tipo de títulos. Los comentarios están en inglés, aunque cuentan con subtítulos y hay que tener en cuenta que se activan por nodos (con forma de bocadillo de tebeo con unos puntos suspensivos), y en ocasiones estos pueden tomar el control del juego para enseñarnos algunas cosas concretas.

El gran inconveniente de este título es que los niveles son los mismos que se pueden conseguir de manera gratuita a través de Steam, por lo que los usuarios de PC con Xbox 360 no tienen ni un incentivo en este Portal: Still Alive, pero para los demás, y en especial los usuarios de consola sin la versión para PC de The Orange Box, es éste un puzle de habilidad fantástico.

A nivel técnico, el juego se presenta muy limpio y funcional, y aunque luce estupendo la verdad es que la geometría de los objetos es muy sencilla y los escenarios no son precisamente variados dado el carácter aséptico y neutro de la ambientación de estos laboratorios. Aunque puede ser un poco insípido resulta, ante todo, verosímil y sólido. Eso sí, a veces hay algunos tiempos de carga un poco molestos, pero el rendimiento del título es más que bueno, sin tropezones ni ralentizaciones, aunque cuando nos vemos a nosotros mismos por los portales, no se da cuenta de que habría que haber trabajado más las animaciones de la protagonista, aunque se vean sólo en contadas ocasiones. La música, por su parte, es ambiental, manteniendo esa línea de limpieza y neutralidad que lo envuelve todo, y destacando muy especialmente la magnífica interpretación de la voz robótica y sus maravillosas líneas.

Conclusiones

Minimalista, y con el mismo acabado técnico que en la versión de disco del original, Portal: Still Alive nos atrapa con ese encanto especial que tienen los puzles bien construidos. Le falta un poco de chispa al no ser más que una expansión, en realidad, y algo de valor añadido para los usuarios de consola que deben pagar por este juego (1.200 puntos, 14 euros), pero lo cierto es que nos encanta su propuesta tanto como el primer día, y por eso tener más y más difíciles retos lo convierte en uno de los títulos más atractivos del catálogo de juegos descargables para Xbox 360.