Análisis de Kingdom Under Fire: Circle of Doom (Xbox 360, PC)
Este nuevo título que, como ya os adelantamos, ha sido lanzado para la nueva consola de Microsoft –como así lo hicieran las anteriores entregas, pero en Xbox- y que pretende incluir tan jugosas novedades, es Kingdom Under Fire: Circle of Doom. En él, dirigiremos por donde nos plazca a un personaje de entre los que podremos elegir, y no tendremos que hacer otra cosa que no sea acabar con todas las numerosas hordas de enemigos que salgan a nuestro paso, todo ello para intentar acabar con la oscuridad y devolver a la luz su hegemonía.
De este modo, nos encontramos ante un juego que rápidamente identificaremos con juegos de un desarrollo muy similar o idéntico, como es el caso de Ninety-Nine Nights -aparecido hace tiempo también en Xbox 360- o Dynasty Warriors 6 -que aparecerá tanto para Xbox 360, como para la consola de nueva generación de Sony, PlayStation 3-.
Así, nos encontramos con un juego que presenta un sistema de juego bastante sencillo y que no nos supondrá ningún misterio.
Sí, sin misterios, nuestro papel en el juego se limitará a escoger un personaje de entre un grupo de seis, cada uno con sus peculiaridades, tanto a nivel físico y de diseño, como a nivel de habilidades y desventajas: encontramos a Celine, una bella elfa, un guerrero llamado Regnier, un fuerte caballero llamado Kendal, un personaje desbloqueable a lo largo de la aventura, que recibe el nombre de Curian, y por último, un personaje de sangre azul, Leinhart.
Una vez hayamos escogido con qué personaje queremos completar el juego, la jugabilidad se presentará sencilla, aunque con varios fallos. Nuestro objetivo será bastante típico, avanzar por amplios y bonitos parajes, llevándonos por delante a todos los enemigos que se atrevan a plantarnos cara y que serán muchos, pues siempre nos encontraremos con grupos de enemigos que llenarán nuestras pantallas, con todo lo que ello conlleva. También serán bastante variados, pues encontraremos más de cuarenta enemigos distintos que van desde orcos, trasgos, soldados…hasta enemigos más difíciles y que presentarán distintas dimensiones, como plantas monstruosas, soldados fantasmas y, por supuesto, no podían faltar los enemigos finales.
A los últimos nos enfrentaremos una vez hayamos llegado al final de cada mundo. El juego cuenta con seis mundos diferentes –el Bosque del Abrazo, la Ciudad de la Desolación, el Pasillo de la Arrogancia, el Valle de la Soledad, la Cueva de la Rabia y el último, el Camino del Caos-, cada uno con su jefe final, que será el más complicado de todos, y al que nos enfrentaremos una vez hayamos avanzado por cada submundo, pues se divide en pantallas de unos veinte minutos de duración durante los que machacaremos los botones a diestro y siniestro. En definitiva, un sistema muy similar a los juegos anteriormente citados, que también contará con un sistema de experiencia y niveles. Una vez que alcancemos el nivel de experiencia máximo subiremos de nivel, pudiendo llegar hasta el nivel 120, y administrando nuestros puntos de experiencia entre varios apartados: HP, PS, y suerte.
También podremos disponer de las monedas de oro que nos dejarán los enemigos, y que nos ayudarán a dar suelta a toda nuestra imaginación, pues nos será muy útil no sólo para comprar armas en las zonas de intermediarios, sino que en esos mismos puestos podremos sintetizar armas. Con este sistema, podremos crear nuevas armas que tendrán características propias, combinando las que hayamos recogido, y pagando una determinada cantidad de oro. Cabe destacar que no todo se puede sintetizar, sino que nos saldrá un indicador del porcentaje de éxito que tendremos, para que no vayamos a ciegas.
Pese a que el sistema de niveles, y la amplia variedad que supone poder disponer de personajes con características diferenciadas, así como armas adaptadas para cada uno de ellos, y que nos dará cierta libertad de actuación, el juego nos puede llegar a resultar repetitivo. Esto se debe, principalmente, a que la historia no juega un papel excesivamente importante, pues se apuesta por la acción y los combates, siempre repetitivos. Las historias de los personajes serán diferentes entre sí, contando con guiones paralelos y personajes importantes diferentes, pero el salto entre los sueños y el mundo real no presentará ningún aliciente, pese a ser una idea fresca y novedosa que pretende darle más vida al juego.
En el mundo de los sueños podremos hablar con los personajes que estarán involucrados en la historia del juego y que se encuentran en un lugar de características similares al limbo, destacando uno de entre el resto, y con el que podemos mantener charlas que nos irán desvelando todos los hilos del guión, además de enseñarnos nuevas técnicas. Contaremos con bastantes técnicas a elegir y, pagando un precio, nos permitirá aprenderlas, siempre y cuando cumplamos una serie de requisitos que tendrán mucho que ver con los combates, pues se centrarán en acabar con x enemigos. Una vez lo cumplamos, contaremos con esa nueva habilidad dentro de nuestro abanico, pudiendo adjudicarla a un botón para usarla de una manera más sencilla.
Para acabar con el aspecto repetitivo del juego, dispondremos de un modo de juego cooperativo online, del que podremos hacer uso si contamos con una suscripción a Xbox Live, pudiendo jugar junto a tres amigos más. Es un modo entretenido, pero que también podrían haber implantado en versión offline.
Con el stick izquierdo dirigiremos a nuestro personaje por todo el escenario, al mismo tiempo que deberemos manejar la cámara a nuestro antojo por medio del stick derecho. Los ataques se asignarán a los botones A y X, pudiendo combinarlos a nuestro gusto, así como alguna habilidad que colocaremos en el botón B, y de entre las que destaca el poder correr.
El sistema de menús también estará bien implementado, y en él podremos realizar todas las combinaciones que anteriormente hemos comentado, y presentará un amplio abanico de secciones de entre las que destacarán las secciones de armas, armaduras, y todos los objetos que hayamos encontrado en el campo de batalla, o bien hayamos comprado en los puestos dedicados a la venta de los que antes hemos hablado.
Dejando de lado este aspecto, el juego presenta unos espacios de bastante belleza visual –podremos ver cómo caen las hojas en los bosques-, aunque técnicamente limitados, pues los escenarios presentan algunas texturas muy poco cuidadas, aspecto que no está acorde con esta generación. Del mismo modo, es de aplaudir que maneje con gran soltura la cantidad de enemigos que aparecerán en la pantalla, y que sumado a los ataques que realizaremos y que nos devolverán, no presentará ningún notorio descenso en la tasa de fotos. Si por algo puede destacar en este apartado, es por los diseños de los personajes, ya sean protagonistas o enemigos, muy bien realizados tanto en sus vestimentas, como en sus movimientos –aunque esté presente algún detalle similar al ‘clipping’-. De este modo, los ataques con armas no serán demasiado bruscos, sino que serán bastante reales, así como los gestos durante las conversaciones que tendremos que escuchar durante todo el juego. Las magias también se mostrarán como un aspecto positivo en este apartado, pues estarán muy bien implementadas y serán bastante vistosas.
Sus escasas virtudes serían muchísimo más vistosas si la cámara fuera menos engorrosa. Para explicarnos, aunque cuente con una cámara libre que podemos manejar con muchísima facilidad y sencillez, en numerosas ocasiones sufriremos con ella. Esto se debe a que muchas veces, al girar en un camino, la cámara se mantendrá en una posición en ocasiones nada agradable, que nos incordiará para enfrentarnos a nuestros enemigos, aunque podremos situarla en una mejor posición moviéndola a nuestro gusto, o poniéndola justo detrás de nuestro personaje con una acción muy sencilla y tan simple como apretar el stick derecho.
Dentro de este apartado, es mucho más destacable el sonoro, pues el juego presenta un doblaje al castellano bastante digno, y nos muestra que no es necesario poner tantas excusas para no doblarlo a nuestra lengua, pues con un poco de esfuerzo se puede conseguir. Así, este aspecto ayuda mucho más a involucrarnos dentro de la historia de cada personaje, aunque ésta quede relegada a un segundo plano. Mucho más lejos del doblaje, nos encontramos ante una música bien realizada, pero que no supone ninguna novedad más allá de su belleza artística, pues en ocasiones se vuelve un poco cansina y repetitiva –cada vez que nos aparece un grupo de enemigos, antes de verlos lo sabremos, pues saltará la misma pista una y otra vez-, aunque también encontramos canciones de diversos estilos y que se adaptan con soltura a lo que pretende mostrarnos el juego: una batalla épica y profunda.
En conclusión, estamos ante un título que pretendía dar un nuevo giro a la saga, y que podemos decir que lo ha conseguido plasmar con bastante soltura, pero que presenta una serie de defectos que no podemos permitir a estas alturas y que no debemos dejar pasar. El aspecto visual es aceptable, pero presenta algunos defectos inapropiados para lo que estamos viendo últimamente. Otros aspectos como el doblaje a nuestro idioma –bastante decente- y el juego cooperativo por medio de Xbox Live, son realmente de agradecer, pues ayuda a que la jugabilidad, bastante repetitiva y aburrida, se vuelve más amena al jugar con tres amigos más. Si la gente del equipo de desarrollo se hubiera centrado más en mejorar algunos aspectos, Kingdom Under Fire: Circle of Doom sería un juego que llamaría muchísimo más la atención, pues con una historia más profunda que no pasara tan inadvertida, un sistema jugable más variado, y un aspecto gráfico mejor y más pulido, estaríamos ante un juego completamente distinto que supondría una buena alternativa jugable dentro del catálogo de Xbox 360.