Análisis de Dr. Luigi eShop (Wii U)
A finales de los 80 y principios de los 90 los juegos de puzles vivieron una época dorada gracias al tremendo éxito de Tetris, que ya fuera en recreativos, en la exitosa versión para Game Boy o en "maquinitas de los chinos", era raro encontrar a alguien que no cayera rendido a su fórmula, incluso nuestros padres y abuelos que en muchos casos no habían tocado un videojuego en su vida. Al calor de este éxito, llegaron muchísimo juegos de puzles, que sin la necesidad de copiar la fórmula original demasiado, presentaban su propia propuesta, igual de divertida y adictiva.
Uno de estos títulos fue el entretenido Dr. Mario de 1990, para NES y Game Boy, y que desde entonces y de diferentes formas lo hemos podido disfrutar en varias consolas de Nintendo, siendo hasta el momento la última versión "nueva" Dr. Mario 64 de 2001. Más de 10 años después la saga vuelve con una nueva entrega, Dr.
Luigi, cambiando al famoso fontanero vestido de rojo por su asustadizo y simpático hermano, con un nuevo juego que culmina un 2013 declarado por Nintendo como el "Año de Luigi", con títulos como New Super Luigi U, Luigi's Mansion 2 y Mario & Luigi: Dream Team Bros.
Dr. Luigi llega en formato descargable a la eShop y en exclusiva para Wii U, y como si Nintendo no quisiera ofrecer más de la cuenta por ser un producto de estas características, que cuesta 15 euros, nos presenta un juego a nuestro parecer un poco justo de contenidos, y un paso atrás respecto a lo que vimos en Dr. Mario 64, que se trata de un título de "precio completo". La jugabilidad clásica se mantiene, mediante unas cápsulas de colores que caen de la parte superior de la pantalla tenemos que eliminar las bacterias de la botella, formando filas con cuatro o más fragmentos del mismo color, ya sean tanto cápsulas como bacterias, y en posición vertical u horizontal.
Si en el título original las cápsulas que podíamos rotar y colocar estaban formadas por dos pedazos, del mismo o diferentes colores, la gran novedad de esta entrega, o al menos la que justifica el cambio en el nombre del juego, es el modo llamado L de Luigi, en el que cae una cápsula en forma de L, con cuatro fragmentos en total, tres piezas verticales y dos horizontales, lo que cambia sustancialmente la jugabilidad, aunque a la hora de la verdad tengamos la sensación de que estamos jugando a lo mismo. Si no nos gusta este modo nuevo, siempre nos queda el llamado Retroterapia, que es jugar con la jugabilidad clásica de las cápsulas formadas por dos trozos.
Tanto en un modo como en otro las opciones son las mismas. Pueden jugar uno o dos jugadores y en dos modalidades, clásico o flash. En la primera hay que eliminar todas las bacterias de la pantalla antes que tu rival, y en flash solo unas bacterias concretas que brillan. Si deseamos jugar solos tenemos el clásico modo de ir superando niveles cada vez que eliminamos todas las bacterias de la pantalla. Nos permiten elegir si queremos empezar a jugar en el nivel 1 o el 20, la velocidad a la que caen las cápsulas –baja, media, alta-, y la pista de música que queremos escuchar, o incluso si queremos jugar sin música, aunque cuesta resistirse a la clásica melodía de la saga, aquí en una renovada y aceptable nueva versión. También se puede cambiar el diseño de las bacterias, eligiendo entre el clásico de toda la vida, o uno nuevo, a nuestro parecer nostálgico con menos encanto.
Además de Retroterapia y L de Luigi, que en lo único que se diferencian es en la forma de las cápsulas, tenemos Bactericida, un nuevo modo que se juega en la pantalla táctil del GamePad con el lápiz. Podemos situar el mando en vertical u horizontal, como más nos guste, y tenemos que mover las cápsulas arrastrándolas y girándolas pulsando en la pantalla. Aunque en un principio esto no parece ninguna novedad, pronto descubrimos que pueden caer dos o tres cápsulas a la vez, lo que cambia la jugabilidad bastante. De hecho también podemos mover los fragmentos que caen al hacer una combinación, por lo que se crean nuevas estrategias. A la hora de la verdad, este es el modo más novedoso y fresco.
Como es habitual en los juegos de Nintendo, no ofrece marcadores en línea, algo que seguimos sin entender y más en un juego de estas características, pero al menos sí ofrece unos correctos Duelos en línea, ya sea contra un usuario registrado en la lista de amigos, o contra un desconocido, compitiendo contra jugadores de todo el mundo. Podemos jugar cuatro modos distintos: L de Luigi clásico o flash –destruir todas las bacterias de la botella o solo las iluminadas- y Retroterapia también en estas dos vertientes, clásico o flash.
Utiliza el sistema de puntuación que hemos visto en juegos con Mario Kart, comenzando con 5000 puntos que disminuyen o se amplían con las derrotas y victorias, y aquí sí -¡aleluya!- se incluyen clasificaciones mundiales. El modo online por lo que hemos probado funciona razonablemente bien, no hemos tenido problemas para encontrar partidas, y se convierte sin duda en el mayor valor del producto, prácticamente lo que lo justifica.
Decimos esto porque Dr. Luigi no es un juego que vaya sobrado de contenidos. Por ejemplo se podía haber ofrecido un modo historia que sí incluía Dr. Mario 64, o partidas para cuatro jugadores, algo que también ofrecía aquel título, ya que en este solo tenemos multijugador para dos jugadores, ya sea local u online. En el aspecto gráfico y sonoro tampoco se han comido demasiado la cabeza, se limita a cumplir, y deja una sensación de un juego hecho con la ley del mínimo esfuerzo, con una fórmula tan divertida que en ningún caso puede fallar, pero que no se esfuerza en ofrecer mucho más ni en sorprendernos con nuevas ideas.
Tan entretenido como hace 23 años
Si te gustan los juegos de puzles y en concreto la fórmula Dr. Mario, y te apetece jugar contra jugadores de todo el mundo –es increíble el nivel que te encuentras a veces, auténticas máquinas-, es un título muy recomendable. No aprovecha de ninguna manera el hardware de Wii U –de hecho no entendemos por qué no sale también en 3DS, una consola muy apropiada para este tipo de títulos-, y su precio puede ser incluso un pelín elevado para la cantidad de contenidos que tiene -15 euros-, pero como ocurre con el clásico Tetris, estos juegos de puzles clásicos apenas envejecen con el paso del tiempo, y sigue siendo tan entreteniendo como siempre.