Análisis de We Love Golf! (Wii)
Tras la presentación del Wiimote y soñar con sus futuras posibilidades hace algunos años, puede que por las similitudes físicas con un palo real de golf, fuese este el deporte más indicado para demostrarnos de forma solemne que el hardware de Nintendo podía suponer una verdadera ruptura con el videojuego tradicional en términos de fiabilidad en el control e interfaz.
Años más tarde nos encontramos con un catálogo de juegos de golf heterogéneo (Pangya, los omnipresentes Tiger Woods o el aún vigente Wii Sports) pero que no ha logrado, por diversos motivos, crear ese referente indiscutible en el género que anhelábamos, una pica en Flandes que nos haga olvidar juegos como Neo Turf Masters o la saga Everybody´s Golf.
Si bien es cierto que We Love Golf es un juego profundo y más rico que sus rivales, hemos perdido una esperanza más, teniendo en cuenta del prestigioso estudio que se encargaba del proyecto.
Y es que Camelot no es un estudio cualquiera, se trata de los responsables directos de algunos de los mejores juegos del género en la última década (las primeras entregas de Everybody´s Golf, Mario Golf Color o Toadstool Tour) y por ello recaía en este título tanta responsabilidad. En esta producción se ha optado por prescindir de los reclamos de juego de rol de otras entregas (también expertos en este campo con títulos emblemáticos a sus espaldas como Shining Force o Golden Sun), centrándose en su modalidad arcade y preciso control.
De entrada y lo que para muchos puede significar un jarro de agua fría, We Love Golf no busca el realismo ni imitar el Swing de Tiger Woods. De hecho es más funcional y preciso jugar sentado y realizar los movimientos de forma abstracta, sin tener que ceñirnos al movimiento inconsciente que realizaremos durante las primeras partidas.
Presionando el botón A, comenzaremos el tiro, levantaremos nuestro palo hasta la altura deseada, acción que medirá la fuerza de nuestro golpeo (tendremos una barra inferior de fuerza como guía). Una vez realizado, una animación recorrerá la barra inferior hasta el punto justo, donde tendremos que realizar un movimiento de muñeca seco, contundente pero ligero. Alcanzar esta precisión necesita práctica (para ello podremos realizar tiros fantasma las veces que deseemos presionando el botón B) y mucha paciencia, ya que el esquema, reiteramos, es considerablemente distinto a lo que podíamos imaginar.
Éste es el primer paso para lograr de forma paulatina y completamente progresiva, dominar todos los aspectos del campo, desde los lastres del viento, los efectos hacia arriba y hacia abajo que se realizarán mediante los botones 1 y 2 (esquema un poco complaciente y decepcionante para realizar estos efectos), los diferentes palos o las virtudes y vicios de cada hoyo.
We Love Golf apuesta por la precisión y el temple, aunque aprovechamos para denunciar una característica más objetiva e injustificable, teniendo en cuenta el intachable historial de Camelot en el género: la física de la pelota en ocasiones es errática, menos realista y minuciosa incluso que en anteriores juegos del equipo, su física es particular y eso no le resta valor, pero la aleatoriedad que a veces impera en el green es molesta y desesperante.
Visualmente el título es agradable pero parte de un único atractivo artificial. Esta virtud realmente pertenece a Capcom (productora del juego) por introducir a sus personajes emblema (Ryu, Chun-Li, Sir Arthur etc.) como skins desbloqueables. We Love Golf es soso, falto de personalidad, con un apartado técnico meramente funcional pero que peca de repetitivo y con falta de presencia. El estilo de los golfistas se inspira una vez más en el manga japonés (como la saga Everybody´s Golf), no obstante nos permite jugar con una versión modificada de nuestros Miis (respetando las cabezas pero utilizando el cuerpo de los jugadores por defecto). Destacan en animación y modelado sobre sus texturas, planas y cromáticamente cuestionables, pero por lo general, el apartado gráfico supera con holgura el aprobado (utilizando algunos de los recursos de Wii, como el formato panorámico y el escaneo progresivo). Desde el Wiimote recibiremos ánimos y algunos apuntes de nuestro entrenador personal (en inglés) que son de agradecer y resultan originales, ya que resulta de lo poco reseñable del apartado sonoro.
En cuanto a opciones y vida del título, se echan de menos los tintes de rol de otros juegos de Camelot ya que el modo carrera principal resulta escueto e insípido. Destaca el modo personajes, donde nos tendremos que enfrentar a diversos jugadores controlados por la inteligencia artificial, siempre de nuestro nivel. Si logramos vencerlos, podremos controlarlos en partidas futuras (entre ellos, los personajes de franquicias Capcom).
Para evitar el vacío del modo mono-jugador, Camelot ha mejorado y expandido la experiencia de juego en compañía, sin lugar a dudas la modalidad estrella del título. Primero hay que aclarar que nuestra edición de We Love Golf es una versión ligeramente modificada respecto la original publicada en Japón durante el pasado año (la cual, no sobra añadir, ha sido un estrepitoso fracaso) con la más que interesante novedad de juego en red, exclusiva para occidente.
Jugando con nuestros allegados en modo offline podremos seleccionar el número de hoyos, personajes, dificultad, etc... mientras que si jugamos contra desconocidos por Internet (mediante los siempre complicados códigos de amigo), deberemos jugar nueve hoyos en modo aleatorio (permitiendo seleccionar eso sí, personaje y palo). El juego no sufre notorios problemas de latencia, aunque si estamos acostumbrados a otros títulos como la última entrega de Everybody´s Golf en PS3, podemos echar en falta algo de velocidad.
Si pretendemos jugar en solitario, el juego contiene una gran cantidad de retos para un solo jugador que aseguran una larga vida, aunque el sector de jugadores fieles de este género suelen buscar el refinamiento de la técnica y mejorar sus propias puntuaciones. No obstante, los más eclécticos encontrarán en los modos de entrenamiento específicos, el modo objetivos o los aros aéreos, un plus extra para seguir mejorando sus aptitudes como golfista.
We Love Golf es un juego que busca una línea poco ortodoxa cuando aún estábamos esperando el gran juego tradicional de golf en Wii. Indudablemente se trata de un título rico, con potencial y matices interesantes, aunque no nos queda más remedio que seguir soñando por el gran juego de golf en Wii.