Análisis de Phoenix Wright: Ace Attorney Justice for All WiiW (Wii)
En enero la primera aventura del abogado Phoenix Wright regresó a los videojuegos gracias a la distribución digital de Wii, pero claro, se trataba del mismo juego que nació en Game Boy Advance, y que se adaptó –y llegó a Europa- a Nintendo DS. Ahora, su segunda entrega, Justice For All, sigue el mismo destino.
Los puntos a favor y en contra de esta versión son los mismos que entonces: un buen juego, una interesante historia, grandes elementos de aventura conversacional, y, en esta ocasión, una jugabilidad mejorada (aunque sin grandes novedades)...
pero lo mismo que hubo en su momento, sin novedades. Más allá de adaptar el control para usar el mando de Wii, lo que tampoco supone grandes cambios, más allá de no gritarle al micrófono, sino mover el mando. Los botones también funcionan, tranquilos.
Como decíamos, estamos ante una adaptación del original de Game Boy Advance Gyakuten Saiban 2, llevado luego a Nintendo DS, y ahora a WiiWare, aprovechando –por suerte- esa traducción para ofrecer el juego en perfecto castellano. Ahora, Wright se enfrentará a su temido fiscal Edgeworth, pero también a nuevos fiscales más astutos si cabe, y a grandes misterios y crímenes que le llevarán a los límites del ingenio. En muchos sentidos, es una continuación directa, y bien conviene conocer a los personajes, por lo que consideramos recomendable haber jugado a su predecesor.
No podemos negarlo: sus casos son más sorprendentes, están mejor ligados, y los giros que plantean son más espectaculares. Además, en ocasiones veremos que tienen referencias y conexiones con otros casos ya vividos en el primer juego, para mayor gusto de los seguidores. A nivel jugable, sin embargo, es más bien una expansión directa de la fórmula asentada en el primer título, por lo que volveremos a encontrarnos ante una suerte de novela interactiva, una aventura conversacional en la que habrá que hablar con testigos, conseguir pruebas, estudiarlas y presentarlas en la Corte en duelo dialéctico con los fiscales, luchando siempre contra todos los elementos para, en el último momento, conseguir darle la vuelta a la tortilla en un giro inesperado. Claro, que se mantenga esta estructura de tensión narrativa hace que no sean tan inesperados, pero sí siguen siendo frescos y originales.
En esencia, antes de llegar a las sesiones de los juicios, tendremos que ir a la escena del crimen, hablar con la policía e ir consiguiendo las primeras pruebas y declaraciones. Luego, cuando estos vayan subiendo al estrado y den su testimonio, nuestro trabajo será examinar sus declaraciones para buscar las contradicciones que haya (sean voluntarias o no) y defender nuestra posición con las pruebas que hayamos conseguidos, o incluso con las declaraciones de los propios testigos. La estructura básica, que en ocasiones se disimula con mucha soltura (sobre todo en el absolutamente impresionante caso final) es, claro, recolectar pruebas y testimonios, ir a la sesión del juicio y conseguir un breve receso para acumular más pruebas y testimonios con los que rebatir los argumentos de la fiscalía, hasta, finalmente, conseguir un sospechoso y mostrar no sólo la inocencia de nuestro cliente, sino la desenmascarar al culpable, y lograr que confiese.
Phoenix Wright, que ejerce una profesión de hombres honrados y honestos que luchan por una causa mayor, que no es sino la aplicación de la Justicia máxima a sus iguales, se enfrentará a duros fiscales, sobre todo a la hija del más implacable fiscal que el mundo ha conocido: Von Karma, una auténtica niña prodigio que además tiene muy buenas motivaciones para conseguir que Wright fracase en sus enfrentamientos; a cualquier precio. El plantel de personajes recupera a muchos de los ya conocidos, y presenta a algunos nuevos, como la joven Pearl Fey, a través de la que se incluye un nuevo elemento jugable que añade más profundidad al desarrollo de la aventura judicial.
Ahora podremos ver cuándo un personaje está escondiendo algo y no nos lo quiere decir, apareciendo unos cofres encadenados en pantalla. Cuantos más allá, mayor será el secreto, y más nos costará conseguir que confiese. De esta manera, estos personajes que veremos (fuera de la corte) nos obligarán a investigar, conseguir pruebas, y sonsacarles esa información que puede ser totalmente relevante. Sin embargo, aunque es realmente interesante y da lugar a nuevas situaciones, resulta un poco escaso a nivel de novedades en este sentido.
Por otro lado, el sistema de "energía", que limita las veces que podemos objetar y, por tanto, intentar echar por tierra a los testimonios (pues si fallamos al hacerlo o presentar la prueba adecuada, perdemos energía) se ha convertido en una barra, y el "daño" recibido es mayor o menor en función de la situación, con algunos momentos realmente extremos que aportan mayor tensión a la decisión que tenemos que tomar. Os recordamos que hacer que el testigo cuente más detalles, esto es, detenerle en su declaración, no tiene penalización alguna, pero mostrar una prueba en errónea o la correcta en e momento equivocado (aunque sea tan sólo una frase antes o después de cuando tenga que hacerse), implicará una penalización.
En cuanto a duración, aunque no incluye más casos que el anterior juego, sí es un título más largo, ya que sus procesos son mucho más largos y complejos, y con mucha más tendencia a profundizar en el pasado de los personajes, y, como consecuencia, en su presente, haciendo que evolucionen y vayamos conociendo más sobre ellos. La dificultad va en una progresión muy suave y bien llevada, que es ya una de las marcas de la saga. Los primeros casos son accesibles, pero poco a poco los testigos y los crímenes serán más y más retorcidos, requiriendo a veces más intuición que pruebas al jugador, quien en ocasiones tendrá que confiar en su instinto a la hora de quemar su último cartucho frente al fiscal. Además, el contenido es el que se ofrece: no hay contenidos adicionales descargables, como sucede con su predecesor en WiiWare.
Como ya dijimos, precisamente, con su anterior entrega en este servicio de distribución digital, los problemas de esta adaptación se centran más que en la ausencia de novedades en los problemas visuales de pasar de una pantalla de portátil de apenas 256 píxeles de ancho a un televisor, sin cambiar los diseños y volver a dibujar el juego, lo que implica un enorme marco en torno a la imagen. Realmente, el coste de la adaptación es mínimo, pero lo cierto es que el usuario interesado lo que busca es disfrutar de su guión, de su concepto de aventura e investigación conversacional, más que por sus virtudes técnicas. Pero eso no es excusa para descuidar tanto su aspecto.
Conclusiones
Una de las limitaciones del género, y la saga, es que al dar tantísima importancia al guión, y al uso del verbo, no da lugar a equivocaciones ni rutas alternativas. Tenemos que hacer las acciones adecuadas en el momento adecuado, y eso puede hacer que haya problemas puntuales por presentar una prueba igualmente válida pero no la que los programadores han previsto. Nos ofrece otra sólida aventura conversacional llena de giros y tensiones que se ve favorecida por las relaciones establecidas entre los personajes y el guión que han elaborado, sobre todo para el desenlace. Pero claro: no se ha cuidado la adaptación, no se ha perfilado a nivel técnico en ningún sentido... y eso hace que le falte algo de valor adicional. De hecho, si ya lo hemos jugado en portátil, no tiene ninguno; si no lo tenemos, bien vale la pena darle una oportunidad, si la fórmula nos gusta, porque es magnífico.