Análisis de Locos por el Surf (Wii)

Coincidiendo con las vacaciones estivales, no son pocas las películas de animación que se estrenan durante estos meses, aprovechando que el público al que se dirigen no tiene que ir al colegio. Y junto a la mayoría de estas películas, o al menos en el caso de las más importantes, aparecen juegos basados en ellas que tratan de aprovechar el tirón de la gran pantalla. Estos juegos, que generalmente no gozan de una calidad demasiado alta, suelen ser títulos entretenidos especialmente indicados para los más pequeños de la casa que quieren continuar en sus casas las aventuras que ven en el cine.

En esta ocasión los creadores del juego no han tenido que pensar demasiado acerca de la mecánica del mismo, pues la misma historia de la película, que trata sobre pingüinos surfistas, no deja lugar a dudas acerca del género del título. Así, Locos por el surf es un juego en el que deberemos hacer las piruetas más espectaculares para así conseguir puntos y convertirnos en el surfista legendario.

Deberemos empezar por escoger uno de los cuatro personajes de la película que aparecen desbloqueados desde el principio, elegir una tabla y recorrer distintas localizaciones que nos presenta el juego para, con nuestra habilidad sobre las olas, desbloquear nuevas zonas y acceder a más playas donde surfear.

Una vez metidos en el modo campeonato, que es el principal, se nos presentará un mapa con distintas localizaciones, dentro de las cuales, encontraremos varias playas. Cada vez que accedamos a una de las localizaciones y haya algo nuevo en ella, podremos ver un video que nos irá contando como avanza la historia. Estos videos gozan de gran calidad pese a estar hechos con el motor del juego y a buen seguro harán la delicia de los más pequeños. Una vez escojamos una playa, deberemos superar los distintos retos que se nos propongan para abrir nuevas localizaciones y así poder avanzar en el juego. Estos retos casi siempre son tres, superar dos puntuaciones, una de ellas bastante elevada, y pasar por un número determinado de puertas. Según los vayamos superando, aparte de abrirnos nuevos niveles, desbloquearemos nuevos elementos, como personajes, tablas, accesorios o canciones.

Una vez en la playa, veremos que en ocasiones competimos contra otros adversarios, pero realmente parece que estén de adorno, pues salvo algún que otro empujón, la mayoría de las veces apenas interactuaremos con ellos, pues el juego se basa en hacer acrobacias, siendo indiferente en que orden cruzamos la meta. De hecho, en muchos niveles estaremos nosotros solos, prueba de que el juego no busca la competición sino el hecho de superar nuestras puntuaciones. Es una lástima que nuestros adversarios apenas afecten a nuestra partida, pues le hubiera dado un componente de reto mayor al juego.

Como vemos, el título basa su mecánica en conseguir puntos, algo que lograremos haciendo piruetas, pasando por puertas o rompiendo obstáculos. Al principio nos costará conseguir puntuaciones altas, pero con un poco de práctica y gracias al accesible control, estaremos superando sin dificultad las puntuaciones que nos den. Las acrobacias las haremos generalmente sobre una ola situada en uno de los lados de la pantalla durante toda la carrera, pudiendo subirnos a ella para ganar altura y así poder hacer piruetas. Estos movimientos los haremos combinando el nunchuck para movernos y el botón A, B o la cruceta del mando de control y, en algunos momentos, con el botón Z del nunchuck. El sistema de control responde muy bien y nos permitirá realizar movimientos muy variados de forma sencilla. Según vayamos haciendo piruetas, se irá llenando una barra que aparece en la parte izquierda y que nos permite, cuando esté completa, entrar en el modo alucinante.

Gracias a este modo podremos llevar a cabo movimientos especiales que nos darán muchos más puntos de lo normal. Además de sobre la ola, podremos probar nuestra habilidad sobre ciertos obstáculos que aparecerán en el nivel y que nos permitirán llevar a cabo piruetas o poder acceder a objetos que multiplicarán por hasta cinco los puntos que obtengamos con las siguientes acrobacias que hagamos. Además, tendremos que esquivar rocas y otros obstáculos que nos harán caer y perder tiempo si no somos lo suficientemente rápidos. Un aspecto negativo es que de vez en cuando, nuestro personaje sufrirá un choque sin que haya nada cerca de nosotros, o, en otros casos, cuando el juego vuelva a poner a nuestro pingüino en el circuito, lo hará justo delante de otro obstáculo, con lo que volveremos a chocar sin poder hacer nada para evitarlo.

Gráficamente el juego presenta carencias evidentes que parecen provocadas por las prisas de tratar de tener listo el juego de cara al estreno de la película. Los modelados de los personajes son correctos y se identifican perfectamente con los del filme. Sin embargo, una vez surcan las olas, el efecto empeora mucho. Esto se debe a que las animaciones de los surfistas son muy escasas y no se ha prestado atención a los detalles. Por ejemplo, uno de los pingüinos tiene pelo en la cabeza, pero a pesar de sus saltos o giros, este apenas se mueve, lo que hace que la sensación de velocidad sea muy limitada. Otro aspecto negativo es que cuando vemos de cerca de nuestro personaje, al terminar una carrera, por ejemplo, podemos observar como apenas tiene vida, ya que no se mueve prácticamente y ni siquiera mueve el pico cuando habla.

Por otra parte los escenarios corren mejor suerte, aunque distan de la perfección. Los circuitos son variados y presentan un acabado muy sólido, pero lamentablemente la distancia de dibujado del horizonte es muy cercana, algo que desde luego ensombrece el resultado final. Además de esto, el mar, un elemento muy presente en este título, no luce todo lo bien que debería y en ocasiones da sensación de plano y poco trabajado, algo a lo que no ayuda es escaso efecto de salpicadura cada vez que caemos al agua. Por último, en determinados momentos nos encontraremos con que nuestro personaje atraviesa parte del escenario o incluso se queda encallado en el agua, aunque afortunadamente las ocasiones en lo que esto ocurren son asiladas y no nos ocasionarán demasiados problemas.

Un aspecto que sin duda brilla con luz propia es el sonido, ya que cuenta con canciones muy animadas que acompañan a la acción perfectamente. El juego tiene con un buen número de melodías que podemos cambiar durante la carrera una vez las hayamos desbloqueado. Todas las composiciones son similares, ligeras y con ritmo, lo cual combina perfectamente con el estilo del juego. Además de las canciones, el juego también toma de la película las voces de los personajes, que nos acompañarán con divertidos comentarios mientras hacemos nuestras acrobacias. Se echa de falta una mayor variedad de frases, pues en pocos minutos las habremos escuchado todas, pero aún así el doblaje es bueno y ayudan a meternos en la acción. A igual que las voces, los efectos de sonido son más que correctos, con una buena variedad que ayuda a reforzar la acción.

Como hemos dicho, en el modo campeonato, debemos superar distintos retos para superar niveles, algo que en cuanto adquirimos algo de práctica logramos con facilidad. Mientras descubrimos nuevos niveles y tratamos de superar las puntuaciones para conseguir material extra nos divertiremos, pero lamentablemente pronto no nos quedará más por descubrir. Está claro que el título está dirigido a un público joven y por ello no han querido poner una dificultad demasiado elevada, pero lo cierto es que con unas pocas tardes tendremos suficiente para desbloquearlo todo, quedándonos pocos alicientes para continuar jugando. Debemos reseñar que además del campeonato tenemos multijugador y el modo de descenso por el tobogán, pero ambos modos apenas alargan la vida del juego. Por una parte, el hecho de que el juego esté tan poco enfocado a la competición más allá de conseguir puntos hace que pronto las partidas con un amigo pierdan interés. En este modo no tendremos objetos especiales o elementos propios que tengan como objetivo aumentar los piques entre los dos rivales, con lo que bien podríamos jugar de forma alternativa en el mismo nivel sin que el resultado variase demasiado. Por otra parte, en el descenso por el tobogán sólo contaremos con tres pistas, con lo cual pronto terminaremos con dicho modo, pudiendo repetir los niveles tan solo para mejorar nuestros tiempos.

Según avanzamos en la historia y sin que el juego nos avise, iremos desbloqueando videos que estarán en el apartado de extras. Estos videos serán muy variados, enseñándonos desde diseños de la película hasta videos caseros de los protagonistas del filme que nos enseñarán más sobre ellos. Aunque estos videos son interesantes, se echa de menos que nos muestren más de los distintos personajes durante el desarrollo de la historia, pues el juego no nos cuenta nada de la mayoría, con lo que apenas podemos identificarnos con ellos.

Locos por el surf no es un mal juego ni mucho menos. Es bastante divertido, y tras acostumbrarnos al control, las carreras se llenarán de espectaculares acrobacias y saltos imposibles. Sin embargo es innegable que el juego tiene poca variedad, lo cual, unido a su corta duración, hace que pronto no tenga más que ofrecernos. Esto, unido a ciertas carencias gráficas, hace que el juego no destaque especialmente por ninguno de sus apartados y no aporte tanto como otros títulos del mismo género. Aún así es un juego entretenido, especialmente recomendado para los más jóvenes de la casa, habitualmente menos exigentes con el apartado gráfico, ya que gracias a la ajustada dificultad no tendrán problemas para avanzar en el juego. A buen seguro ellos sabrán perdonarle los defectos y disfrutarán surcando las olas.