Análisis de Ferrari Challenge (Wii)
El año pasado, 2007, se celebró el sexagésimo aniversario de Enzo Ferrari como constructor de coches, contándose entre las filas de la firma italiana algunos de los bólidos más representativos del mundo del automóvil. Para la ocasión, la compañía System 3 decidió adquirir la licencia de Ferrari y crear un título en el que el jugador pudiera competir con los bólidos más representativos de la escudería roja.
Desde el año 1993, el campeonato Ferrari Challenge quiso permitir a los aficionados a la escudería del Cavallino Rampante la posibilidad de compartir vivencias y disfrutar de la competición entre algunos de los mejores bólidos de la compañía, en algunos de los circuitos de carreras más famosos del mundo.
Siguiendo la misma idea, Ferrari Challenge: Trofeo Pirelli nos da la oportunidad de comenzar a competir, en principio, junto a un Ferrari F430 Challenge, preparado para la ocasión.
A medida que vayamos superando los diferentes circuitos del juego, podremos desbloquear muchos otros vehículos de la escudería, tanto los más representativos del pasado de la compañía como los más actuales. Así, podremos disfrutar de joyas de la conducción como el F348 Challenge, el F355 Challenge o el mítico FXX. Todo el juego ha sido desarrollado bajo la supervisión del equipo técnico de Ferrari, y el piloto de GP2 Bruno Senna ha ayudado a recrear el manejo del coche de la manera más equilibrada posible. Llegamos incluso a tener un magnífico tutorial de la mano del reconocidísimo piloto Tiff Needell… ¿Qué más podemos pedir? Pues bien, señores: podríamos pedir mucho, ya que el apartado técnico del juego es bastante flojo, y en conjunto es un juego que no satisface lo que cabría esperar de un producto oficial Ferrari.
No es Ferrari todo lo que reluce…
O quizás deberíamos decir: Ferrari no reluce siempre, como sucede con esta adaptación a Wii del juego más esperado de la escudería italiana. Frente a la versión de Playstation 3, sin duda, la que nos ocupa está en clara desventaja, ya que se trata de un título que no aprovecha (ni mucho menos) todas las posibilidades que la consola de Nintendo puede ofrecer.
Y es que, fundamentalmente, los problemas de esta versión del juego surgen en lo que respecta a su apartado técnico. Los gráficos, ciertamente, no lucen todo lo que podrían en una consola como la Wii, ya que los modelos de los coches no acaban de resultar creíbles, y menos teniendo en cuenta que por mucho que nos choquemos contra otros coches o contra el entorno, nuestro coche apenas sufrirá daños. Como mucho, veremos volar el capó o los parachoques, pero poco más: ninguna abolladura en la carrocería, ni rasguños en la pintura…
Esto seguramente es debido a la política de la propia escudería, a quien seguramente no le parecía demasiado bien ver a sus bellos héroes bermellones reducidos a chatarra a las primeras de cambio. Aún así, al menos podrían haber tenido más cuidado con los detalles en este sentido, ya que, por ejemplo, al volar el capó después de algún golpe especialmente fuerte, no veremos nada más que un feo agujero negro en su lugar, sin detalles ni texturas que asemejen la carrocería destrozada de un coche de verdad.
Por otra parte, los escenarios del juego, con todos los elementos del entorno que rodean a la carrera, así como los circuitos en sí, han sido reproducidos bastante fielmente. Podremos competir en diferentes circuitos, dentro de los más famosos en el universo Ferrari, como Monza, Silverstone, Spa, Hockenheim, Paul Ricard o Redwood Park. Así, hasta llegar a quince circuitos dentro de localizaciones varias tanto dentro de Europa como en Estados Unidos.
Aún así, efectos como los de la lluvia o los reflejos del entorno en la carrocería del coche han sido bastante descuidados, teniendo en cuenta, repetimos, las posibilidades de la consola. Lo que sí hay que reconocer es que la sensación de velocidad está, y no nos abandona en ningún momento de la carrera. Otra cosa es que nos resulte cómodo conducir mediante los mandos de la Wii…
Sistema de ¿control?
Es una lástima que, teniendo la posibilidad de implementar un detector de movimiento decente en un juego deportivo, en este caso se haya hecho de manera tan poco satisfactoria. El coche responde de manera bastante imprecisa (e improcedente) a nuestras órdenes con el wiimote, por lo que acabaremos por usar el sistema más tradicional de control, manejando la dirección del coche mediante el mando del nunchuk, junto a los frenos y la marcha atrás en los botones C y Z del mismo, y acelerando con el gatillo del mando remoto (cambiando de cámara mediante el botón A).
El tutorial del juego, ciertamente, será todo un acierto para los noveles dentro de la conducción en la consola Wii. Acostumbrarse al sistema de control nos llevará algún tiempo, y aún así, muchas veces nuestra victoria no dependerá tanto de nuestros reflejos como de que conozcamos totalmente los circuitos del juego, palmo a palmo. En nuestra ayuda acudirá una línea de trazado que recorrerá todo el circuito, avisándonos mediante el paso de colores verdes a rojos cuándo debemos de decelerar el coche o pisar el freno, con lo que las curvas más complejas no nos pillarán tan de sorpresa.
Música y efectos
Si un factor ha salido más perjudicado de entre todos en el título, este ha sido el apartado sonoro. La banda sonora del juego, de tintes electrónicos muy cercanos al techno, no pega ni con cola (y menos, teniendo en cuenta los acordes corales - casi operísticos - que escucharemos en la presentación de inicio del juego), con lo que acabaremos optando por eliminarla por completo. Aún así, los efectos de sonido tampoco acaban de resultar agradecidos, aparte de alguna que otra voz digitalizada, ya que los sonidos ambientales agobian bastante, y el sonido del motor Ferrari (famoso en el mundo entero) tiene a partir de la tercera marcha un tono sobreagudo que acaba por hacerse insoportable…
Modalidades de juego
El aspecto que más se ha respetado en esta versión respecto al resto de versiones del juego para otras plataformas es las modalidades de juego del título. Contaremos con un modo de Carrera rápida, como suele ser habitual en este tipo de juegos, en el que podremos competir con los coches que hayamos desbloqueado y comprado, corriendo por los circuitos en los que ya hayamos competido exitosamente. Esto, ciertamente, nos costará sudores y lágrimas, ya que a partir del segundo circuito del juego en las modalidades Arcade y Challenge la dificultad se dispara, y nos será muy difícil salir victoriosos de las carreras.
En el modo Arcade contaremos con cuatro niveles de dificultad, y deberemos, simplemente, ir superando todos los circuitos del juego, uno a uno. Cuanto mayor sea la dificultad que elijamos, mejor será nuestra puntuación y mayores posibilidades tendremos de desbloquear un nuevo coche para nuestra colección. De la misma manera, después de cada carrera obtendremos una cantidad determinada de dinero, que nos servirá posteriormente para comprar los coches que hayamos podido ir desbloqueando.
Por otra parte, contamos con la modalidad Challenge, en la cual únicamente se nos permitirá conducir el coche oficial del juego, el F430 Challenge. La competición constará de tres temporadas de carreras, que estarán disponibles desde el inicio del juego y que podremos realizar en el orden que queramos. Cada temporada consta de varios circuitos con un fin de semana de carreras completo en cada uno. Cada uno de los eventos de fin de semana consta de una sesión inicial de clasificación y de dos sesiones de carrera. Así, en caso de clasificarnos en las primeras posiciones al principio, podremos tener la oportunidad de avanzar puestos en la parrilla de salida de las sesiones de carrera posteriores
Contaremos también con la modalidad Trofeo en la que, a diferencia del modo Challenge, podremos competir con cualquiera de los Ferrari desbloqueados para obtener diversos trofeos. O también la modalidad Cronometrada, en la que tendremos todo un circuito para nosotros, con el objetivo de conseguir los mejores tiempos de vuelta y, si nos es posible, establecer algún récord que otro.
Lo que es bastante fastidioso de todo el asunto es que en ningún momento parece haberse pensado en la posibilidad de un juego para varios jugadores simultáneos, ni siquiera mediante la conexión a Internet de la consola. El juego ha sido enteramente desarrollado para un solo jugador y, como todo buen aficionado a los juegos de velocidad sabe, esto resta muchos enteros al título.
Aún así, el juego cuenta con algún añadido extra que agradará a los seguidores del género, así como a los fanáticos de la escudería Ferrari, como la exposición de modelos Ferrari o la posibilidad de modificar el coche a gusto, cambiando la pintura base y los vinilos del mismo, o modificando el exterior del coche según el modelo (italiano, europeo o estadounidense) y la equipación del mismo. También contaremos con un sencillo minijuego de cartas, las Cartas Challenge, en el que deberemos de competir contra la máquina en un enfrentamiento entre dos cartas de coches, siguiendo los valores de velocidad, peso, precio, etc. de cada uno de los vehículos.
Conclusiones
A pesar de que cuenta con una de las marcas automovilísticas más famosas del mundo en producción de bólidos de carreras, la verdad es que la versión para Wii de Ferrari Challenge: Trofeo Pirelli no llega todo lo lejos que cabría esperar, quedándose varios puestos hacia atrás respecto a otras versiones del mismo título, como la de Playstation 3. Si bien es un juego que cuenta con algunos añadidos interesantes, además de tener una gama de modelos y de circuitos más que suficiente, no cuenta con los ingredientes necesarios para convertirse en un título de conducción digno de la escudería italiana.