Análisis de Deadly Creatures (Wii)
Arañas y escorpiones. Seres que despiertan el miedo en millones de personas, criaturas que, pese a estar por debajo de otras especies más peligrosas para la especie humana, habitan en las más profundas pesadillas, llegando incluso a generar fobias incontrolables. Es el miedo a lo desconocido, a lo poco común, lo que causa que tengamos un terror más que evidente a estos seres, y en Rainbow Studios lo saben perfectamente.
Cuando el año pasado THQ anunció un título basado en peleas de arácnidos para la sobremesa de Nintendo pocos pensaron que se trataría de una de las obras más trabajadas e impactantes de los últimos tiempos. Los encargados de traernos el miedo al plano del entretenimiento digital son los anteriormente citados Rainbow Studios, que han hecho uno de esos trabajos que dará mucho que hablar, y mayoritariamente para bien.
Así pues, alejándose de lo que están acostumbrado a hacer -juegos de carreras, con series tan emblemáticas bajo su tutela comoMX vs. ATV Untamed o los juegos basados en la película de Disney Pixar, Cars-, el estudio americano presenta una de las apuestas más arriesgadas y diferentes al catálogo de la máquina japonesa.
De arácnidos va la cosa
Uno de los componentes más llamativos de Deadly Creatures son los personajes, que distan mucho de ser los típicos protagonistas que deben salvar el mundo de la destrucción masiva por el villano de turno. En esta ocasión seremos seres más "reales", sin súper poderes ni habilidades que hagan temblar a los enemigos de turno. Una araña y un escorpión serán los protagonistas de esta entrega, que tendrán que hacer malabarismos para poder sobrevivir a los ataques de la madre naturaleza. De esta manera la compañía nos presenta un juego de aventura de lo más peculiar, evidentemente con un aspecto minimalista teniendo en cuenta quienes son los protagonistas, y con una crudeza y un realismo pocas veces visto en un videojuego.
Quizá pueda parecer que la obra, al estar vinculada más en el ámbito real que fantástico, con personajes que no hablan más allá de esos -desagradables- sonidos que emiten, carece de historia principal. Sin embargo, Rainbow Studios ha sabido incluir de manera inteligente una historia de suspense que enganchará a más de uno, cuyos protagonistas son dos humanos que buscan un misterioso tesoro en el desierto donde se encuentran nuestros dos antihéroes. Si bien es cierto que la historia -contada a modo de flashback- pasará a un segundo plano en cuanto a la acción -a veces pasaremos varios niveles antes de conocer más detalles acerca de los humanos-, el componente de suspense que tiene la misma hace que el jugador quiera saber más acerca de lo que le ha ocurrido al hombre que yace en el hospital y que, según el personaje que abre el juego en la secuencia introductoria, "podría pudrirse en él".
Controlaremos, pues, a una araña y un escorpión que, desde el primer momento del juego, emprenderán una lucha a muerte que por causas ajenas al combate se verá interrumpida, separando a los dos protagonistas. La estructura de la aventura está dividida por capítulos en los que llevaremos a uno de los dos arácnidos -no se podrá elegir-, contando con una serie de objetivos a cumplir, aunque principalmente el tema del periplo es la supervivencia. Tanto el arácnido como el escorpión tienen sus propias habilidades y carencias, de la misma manera que las fases de una están diseñadas específicamente para ella, contando enemigos, recorrido y diversos elementos jugables. Por ejemplo, la estructura de niveles de la araña está más enfocadas a la exploración, con varios caminos por los que ir y con menos enemigos que las zonas del alacrán, cuya fuerza es considerablemente mayor gracias a la potencia de sus pinzas y su cola venenosa.
La naturaleza es cruel, muy cruel
En primer lugar contamos con la araña, ágil y veloz frente a sus enemigos y que posee un potente salto que puede dejar K.O. a los enemigos más débiles. Además, gracias a su diminuto tamaño, este espeluznante personaje podrá colarse en los lugares más insospechados y hacer de las suyas gracias a su tejido arácnido, ideal para aturdir a los demás bichos. Por otro lado contamos con el escorpión, cuyas habilidades distan de lo visto con la araña gracias a sus pinzas y a su larga cola venenosa. Cabe destacar que el movimiento del arácnido es más lento y pesado que el de su archi-enemiga, aunque por suerte es la única que puede cubrirse ante los ataques enemigos, fundamental para los encuentros con más de un rival e indispensable contra los jefes finales. Por si esto fuera poco, gracias a su gran fuerza, el alacrán podrá realizar combos brutales que acabarán ipso facto con la vida de sus enemigos. Dichos movimientos se realizarán mediante Quick Time Events en los que tendremos que hacer los movimientos determinados en la pantalla en un límite de tiempo. En esencia, las habilidades de nuestros dos protagonistas se complementan, siendo una rápida y ágil -la araña- mientras que el escorpión destacará en fuerza y resistencia. La cosa no quedará ahí, y es que a medida que vayamos consiguiendo puntos -aniquilando rivales- aprenderemos nuevas habilidades para los protagonistas, como por ejemplo excavar, lanzar telarañas e incluso nuevos combos más letales.
Para dotar al juego de un mayor dinamismo, así como darle un toque épico y dramático, en la mayoría de niveles nos enfrentaremos contra jefes finales -que irán desde una serpiente cascabel hasta arácnidos de nuestra misma especie (aquí nadie es amigo de nadie)-, en los que tendremos que utilizar todas las habilidades que tengamos para no terminar desmembrados por el escenario. En algunas ocasiones también tendremos que completar a la perfección los Quick Time Events propuestos para poder acabar con la amenaza enemiga.
En otro orden de cosas, contaremos también con la inclusión de elementos que alargarán la longevidad del título más allá de completar los diez niveles -tarea que apenas costará más de diez horas, depende de nuestra habilidad con el mando-, como son las 450 larvas que tendremos que encontrar a lo largo de los escenarios, los grillos comunes y los grillos verdes -que aumentarán el máximo de nuestra vitalidad-. A medida que vayamos consiguiendo dichos elementos, se irán desbloqueando galerías en el menú extras, como son imágenes de arte del proyecto, así como bocetos de fases prematuras del desarrollo, etcétera. Ideal para los más curiosos y dedicados.
Un control para aplastarlos a todos
Deadly Creatures es uno de esos juegos en los que la jugabilidad tiene un papel más que fundamental en el desarrollo del título. Una historia buena, una ambientación soberbia y los mejores personajes no son suficientes si el juego carece de un control que enganche. Por suerte, la obra de Rainbow Studios cuenta con un control más que notable, empleando tanto el wiimote de la consola como el nunchuck.
Manejaremos al arácnido particular mediante el stick analógico del nunchuck, mientras que para atacar y utilizar las distintas habilidades emplearemos el mando principal de la videoconsola. De esta manera, mientras que el ataque básico podemos hacerlo con el botón A, será la sucesión de botones sumado a movimientos predefinidos -como hacer un giro hacia el lado o hacia arriba- lo que dará el toque mágico a las batallas del título. Así, podremos golpear a nuestros enemigos varias veces y, dependiendo del giro de muñeca, lanzarlo hacia un lado u otro, así como -en el caso del escorpión- clavarle el aguijón, etc. Si no tenemos muy claro como realizar un combo determinado, o hemos adquirido uno nuevo mediante puntos y no sabemos cómo emplearlo, siempre podremos ir al menú del juego para consultar los movimientos.
La curva de dificultad del título es bastante más exigente de lo habitual, por lo que si somos de esos jugadores que suelen acabarse los niveles demasiado deprisa, puede que nos encontremos con alguna sorpresa desagradable al enfrentarnos contra varios enemigos, al no contar con la suficiente habilidad con el mando. Habrá que estar muy entrenado para evitar los peligros que la madre naturaleza ha puesto con especial dedicación para nosotros.
Terrorífico de verdad
Como ya comentábamos, una de los detalles que más han querido cuidar en Deadly Creatures ha sido la ambientación de éste, que cuenta con la suficiente potencia técnica -tanto visual como auditiva- como para ponernos los pelos como escarpias. Por un lado contamos con un apartado gráfico que dejará boquiabierto a más de uno gracias a la firmeza y realismo de los modelados, cuyos movimientos -en especial el de la araña- seducirán a más de uno. Los escenarios, que irán desde el más profundo desierto, pasando por zonas bajo tierra, hasta llegar a una gasolinera abandonada, contarán con los suficientes detalles como para dedicarnos a explorar los rincones más insólitos, así como los efectos, que son notables. Aunque a priori los escenarios son muy extensos, enseguida veremos que el camino está bastante prefijado, aunque éste detalle no quita que existan rutas alternativas para acabar el episodio. También hay que mencionar que el componente de acción será obligatorio para todos, cerrando el paso -con el típico campo invisible- a quienes prefieran no enfrentarse a los enemigos del nivel impidiendo una huida posible.
La cámara es otro de los factores fundamentales que hacen que la ambientación del título esté considerada obra maestra. Situada detrás de nosotros, la cámara nos seguirá hacia donde estemos dispuestos a llegar, ya sea en el suelo, subiendo por las paredes o desafiando las leyes de la gravedad. Si bien es cierto que en alguna ocasión –sobre todo en los sitios más cerrados- hemos tenido algún problema a la hora de enfrentarnos a los enemigos pese a que la cámara es perfectamente graduable.
Más allá del apartado gráfico existen una serie de elementos que hacen que Deadly Creatures se posicione entre uno de los grandes en cuanto a ambientación se refiere. Ya no hablamos solo de ver a una lagartija atrapada en las redes de una viuda negra, agonizando y suplicando por su vida, ni tan solo conociendo el detalle de que devorando presas -como grillos- es como se restaurará nuestra salud. Más allá de todo esto existe un detalle que se lleva la palma, y que, desde luego, es el apartado que más mimo ha recibido por parte de Rainbow Studios. Hablamos de la música y los efectos de sonido. La banda sonora presentará pistas de lo más oscuras para los momentos de tensión, así como distintas melodías de lo más épicas en las batallas más sangrientas del videojuego. Sin embargo, donde la obra luce en todo su esplendor es en los efectos de sonido, que hacen que nos preguntemos -en numerosas ocasiones, además- si en realidad no hay insectos en nuestra habitación.
Encontraremos desde los sonidos más típicos -como es el movimiento, los encontronazos con los enemigos- hasta los más originales y devastadores, como por ejemplo el crujir de un grillo mientras está siendo devorado por un alacrán. Un auténtico plato exquisito para nuestro paladar auditivo. Las voces estarán en el idioma de Cervantes y, pese a que el doblaje en inglés corría a cargo de dos figuras más que emblemáticas dentro del mundo del cine (Billy Bob Thornton y Dennis Hopper), el trabajo de los actores de doblaje españoles es más que suficiente para contentar hasta los más exigentes.
Para una experiencia mucho más realista, así como para los jugadores sin ningún problema cardíaco, comentar que el juego gana enteros si se juega con unos cascos de calidad, aumentando considerablemente esos pequeños sonidos que se pierden por el camino.
Si el juego nos resulta excesivamente fácil -o difícil-, siempre podremos graduar la dificultad del nivel justo antes de comenzarlo, contando con tres niveles perfectamente adaptables a las necesidades de cada jugador. Desde la dificultad más sencilla -pocos enemigos y poco agresivos- a la más letal, donde si nos despistamos un segundo podemos ser carne de cualquier otra presa.
¡Que vienen!
Sin duda, Deadly Creatures es una de las apuestas más originales y entretenidas del catálogo de la consola y, por si eso fuera poco, es uno de los proyectos más ambiciosos en cuanto a inmersión se refiere, tanto en el plano jugable como en la atmósfera que rodea el juego. Basta con jugar un par de misiones para ver la originalidad de la obra, cualidad que, por desgracia, cada vez es más escasa en la nueva generación.
En esencia, la idea de Rainbow Studios ha sido jugar un poco con el jugador, poniéndonos en la piel de dos de los seres más terroríficos del planeta en una lucha constante por la supervivencia, enfrentándonos, precisamente, a otras criaturas que son más repulsivas todavía. De esta manera, aquellos inseguros que le hayan dado una oportunidad al juego y lo hayan completado entenderán lo duro y complicado que es la vida salvaje. ¿Quién sabe si el jugador acabará viendo a dichos arácnidos con otros ojos en un futuro?