Análisis de Avatar (Wii)

Con motivo del próximo estreno de la película Avatar de James Cameron, y como es habitual cuando se lanzan filmes importantes, nos llega el juego correspondiente. Si hace unos días os hablábamos de la versión de nueva generación, ahora llega la de Wii, que es totalmente diferente, mucho más enfocada al sigilo y a acabar con nuestros enemigos como si fuéramos un cazador Na’vi, además de ofrecernos la posibilidad de surcar los aires a bordo de una criatura alada.

La historia nos pone en la piel de un guerrero Na´vi que ha visto como su pueblo ha sido arrasado por los invasores humanos, por lo que decide vengarse e ir en busca del responsable de todo, un tal Sean. El argumento se nos cuenta por medio de una serie de textos (sin voz) que nos irán poniendo en situación, así como con una serie de escenas realizadas por el motor del juego (aunque no serán muy numerosas). En general la historia no es muy compleja, y es que no se mete en detalles, por lo que si queremos disfrutar del argumento de la película, lo mejor será que vayamos al cine.

Sé el cazador más mortífero

En el juego tendremos que avanzar eliminando a los humanos que merodearán por los escenarios y tendremos que tener cuidado, pues ellos estarán armados con armas de fuego y granadas, lo que unido a que nos superarán en número, no harán muy recomendable un enfrentamiento directo. Afortunadamente nuestro protagonista es un experto cazador, por lo que podremos usar nuestras habilidades y el entorno para pillar por sorpresa a nuestros enemigos. Así, si les pillamos desprevenidos, podremos hacer un ataque sigiloso, aunque para acabar con ellos deberemos agitar el mando como se nos indica, algo que no siempre sale bien, pues los movimientos no son del todo intuitivos.

Si fallamos (o si nos ven) se alarmarán los humanos que estén cerca, comenzando a dispararnos y a buscarnos. Si logramos escondernos en algunas de las zonas preparadas para tal efecto, como la hierba alta o, simplemente nos alejamos lo suficiente, se pondrán a buscarnos durante un rato antes de darse por vencidos y volver a bajar la guardia. Estas búsquedas no son muy efectiva que digamos, y a menudo estaremos agazapados al lado suyo sin que nos vean, por lo que muchas veces lo que hagamos será matar a un par de enemigos, escondernos un rato y volver a repetir el proceso, por lo que pierde bastante la gracia. Además, muchas veces nos encontraremos con que la inteligencia artificial de los enemigos no es muy buena, ocurriendo a menudo que matamos a un compañero al lado suyo y no se alertan.

Pero además de los ataques sigilosos, podemos acabar con los soldados a distancia gracias a nuestro arco. Debemos tener cuidado, pues cuando lo usamos quedamos a descubierto, lo que unido a que debemos mantener un par de segundos el blanco sobre nuestros enemigos para hacer el máximo daño posible, hace que seamos un blanco fácil cuando lo usamos. Afortunadamente muchos humanos morirán con una o dos flechas (y según mejoremos el arco se hará aún mas efectivo), por lo que el peligro de usarlo se compensa por su efectividad. El único problema es que cuando nos descubren es prácticamente inútil, pues mientras apuntamos los enemigos nos dispararán, haciendo que dejemos de apuntar y tengamos que volver a empezar.

Pero si lo nuestro son los enfrentamientos cuerpo a cuerpo, contaremos con una vara con la que golpear a los soldados. Para atacar agitaremos el mando horizontalmente (daremos a varios blancos pero causaremos menos daño) o verticalmente (un solo blanco, más daño), teniendo la posibilidad de encadenar varios golpes si los realizamos con el ritmo adecuado. En general estos combates están bien, aunque se echa en falta que sea un poco más efectivo, sobre todo al principio antes de que mejoremos el arma.

Durante el juego recogeremos unas luces azules que nos darán puntos para mejorar nuestras armas y habilidades de la senda del cazador. En cuanto a las armas, podremos mejorar el daño, la puntería o la posibilidad de aturdir a torretas, por ejemplo. En cuanto a la senda del cazador, es un estado al que entramos cuando se llena una barra y agitemos el nunchuck en el que durante un corto espacio de tiempo seremos más podremos y tendremos habilidades como ataques sigilosos automáticos o que los láseres no nos detecten. Además de las esferas azules que encontremos en las fases, siempre podremos volver a jugar niveles ya superados para conseguir más y poder mejorar al máximo nuestras armas y habilidades.

Por tierra y por aire

Además de las fases normales en las que avanzaremos con nuestro protagonista por los escenarios, habrá otras en las que vayamos a lomos de un ser alado recogiendo esferas de luz y esquivando minas. Nos moveremos inclinando el nunchuck hacia los lados y hacia arriba y abajo y usaremos el puntero para disparar. En ciertos momentos nos enfrentaremos a helicópteros esquivando sus disparos y realizando un quick time event. La idea es buena, pero el problema es que estos QTE se repiten a lo largo del juego, por lo que estás fases pierden parte de la gracia y creemos que hubiera sido mucho más divertido si se hubieran centrado en la parte de disparar.

En general el juego está bien y es divertido, pero se echa en falta un mejor equilibrio de las parte de acción y sigilo para que no se convierta o bien en lanzarnos contra los enemigos cuando nos descubren con el riesgo a que nos maten, o escondernos en cualquier sitio y esperar a que se olviden de nosotros. También se echa de menos una mayor variedad de situaciones en las partes en las que avanzamos con nuestro cazador, pues todo se basa en avanzar, acabar con los enemigos y, de vez en cuando, esquivar y desactivar torretas. Es una lástima que no se haya dado más importancia a la exploración, pues los escenarios son muy llamativos, pero todo es tremendamente lineal. También se podría haber incluido más partes de plataformas, pues todos los saltos que hay son contextuales, lo que hace que se pierda gran parte de la gracia. También se echa en falta que la cámara funcione mejor, pues en ocasiones nos deja algo vendidos. No suele ser algo muy grave, pero si resulta algo molesto.

Solo o en compañía

Además de afrontar el juego en solitario, en cualquier momento puede unirse un segundo jugador y compartir la aventura con nosotros. De esta forma, la cámara se aleja, y cuando apuntemos con nuestro arco no veremos como la vista se acerca para permitirnos apuntar mejor, debiendo confiar plenamente en el puntero. Jugando en cooperativo y, sobre todo porque la cámara a veces no nos deja ver bien, el juego abandona un poco el sigilo (porque es realmente difícil ver bien a los enemigos y pillarles por sorpresa) y se centra más en la acción. Afortunadamente, si jugamos en compañía y morimos, nuestro compañero puede revivirnos, por lo que el juego se hace más fácil. Aunque no es tan divertido jugar en compañía por el problema de la cámara, se agradece que hayan incluido este modo que nos permitirá compartirlo con un amigo.

Gráficamente el juego se ve bien y es muy bonito, especialmente por el diseño de los escenarios. Nos encontramos con zonas boscosas llenas de detalle, lo que lo hace muy vistoso. Lamentablemente la generación de detalle es algo cercana, aunque tampoco es un problema crítico. También nos encontramos con alguna bajada de frames que hace que el juego no vaya fluido en todo momento y, aunque estos bajones son habituales, tampoco es algo que afecte ni moleste en exceso. Los personajes, por otra parte, cuentan con un buen modelado y con unas animaciones correctas durante el juego, aunque no destacan demasiado y se echa en falta una mayor calidad en ciertos momentos, como los QTE. En las escenas de video hechas con el motor, la cosa cambia bastante, pues ni los modelos ni las animaciones cumplen, encontrándonos con personajes que dan cierta grima y se mueven como si fueran robots. Es curioso que habiéndose basado en la película no hayan incluido videos de la misma para narrar la historia, pues lo cierto es que las escenas realizadas para el juego no alcanzan la calidad deseada.

El apartado sonoro es correcto, con un doblaje al castellano que sin ser nada del otro mundo, cumple sin problemas. Durante el juego oiremos a los guardias buscarnos o amenazarnos, y aunque tienden a repetir sus frases, encontramos cierta variedad. Los efectos de sonido están bastante bien y tienen bastante protagonismo, ya que durante la mayoría del juego no hay música, algo que se acaba echando en falta.

En general este Avatar es un juego entretenido que tiene un planteamiento interesante ,aunque que quizás le hubiera venido bien un mayor componente de exploración, pero que nos divertirá mientras dure. Lamentablemente, el juego dura sólo unas seis horas y una vez acabado, tendremos pocos motivos para rejugarlo, pues aunque podremos encontrar unos ídolos escondidos por el escenario, no obtendremos nada a cambio. De cualquier modo estamos ante un juego más que correcto, con un apartado visual muy llamativo y una jugabiliad que gustará a los aficionados al género.