Análisis de Tesla vs Lovecraft (Switch, Xbox Series X/S, PC, Xbox One, PS4)
10 tons, los mismos desarrolladores que nos trajeron el notable Neon Chrome, regresan con otra producción de ese mismo estilo pero de diferente ambientación. Se trata de Tesla vs Lovecraft, un twin stick shooter de perspectiva cenital que nos invita a descargar adrenalina a lo largo de una buena cantidad de niveles cortos pero muy excitantes.
Una producción que, tras su paso por PC, ahora aterriza en Xbox One, PS4 y Nintendo Switch conservando las cualidades de dicha versión.
Y el resultado ha sido bastante satisfactorio, siendo un título muy recomendable pese a que puede acabar resultando algo invariable al cabo de las horas.
Monstruos y gore
El argumento es tan simple que se "despacha" en un minuto (o menos) de secuencia introductoria. El famoso inventor y físico (entre otras cosas) Nikola Tesla, el a la postre protagonista de esta obra, ve cómo a consecuencia de uno de sus increíbles inventos las monstruosas creaciones concebidas por esa turbulenta mente de HP Lovecraft cobran vida. Una trama que no pasará a la historia por nada en particular, pero sirve como una buena excusa para lo que importa de verdad: disfrutar de unos niveles de acción y gore muy notables.
En cada uno de los cortos niveles debemos acabar con hordas de monstruos de diferentes características, pudiendo hacerlo tanto con la pistola estándar con la que va equipado siempre el protagonista… así como con una enorme cantidad de otras armas mucho más potentes que podemos ir recopilando en cada nivel a modo de power ups. Unas oleadas que no paran de atacarnos y que, por su agresividad, transmiten al desarrollo del juego una sensación de vértigo y frenetismo muy marcada.
Como buen twin stick shooter, la palanca izquierda sirve para desplazarnos mientras que la derecha es la que usamos para apuntar. Un esquema de control que se complementa con otras acciones como disparar y, muy importante, la capacidad de poder usar pequeños teletransportes. Esta habilidad es vital para esquivar a los enemigos y, también, para poder efectuar ciertas maniobras tácticas. Por ejemplo, podemos atravesar muros, fuego y vallas protectoras que pueden darnos unos segundos de ventaja antes de que las criaturas puedan atravesarlos. Y esto puede significar la diferencia entre la vida y la muerte en muchas ocasiones.
Por otra parte, también podemos echar mano de varias perks que mejoran las prestaciones de nuestro personaje, así como (una vez recopiladas todas las piezas que están diseminadas por los escenarios) una especie de mecha que se convierte en nuestro mayor aliado durante las cacerías… al menos si jugamos en solitario. Eso es, porque una de las grandes cualidades que alberga esta producción es su modo cooperativo para cuatro jugadores en local, muy interesante y recomendable en todos los sentidos.
Otra de sus virtudes tiene que ver con el elevado grado de desafío que propone este sugerente arcade de acción. Existen tres niveles de dificultad que quedan enmarcados en tres planos distintos (Normal, Aether y Eldritch), si bien de inicio sólo está disponible el primero de ellos. Y teniendo en cuenta que ya superar el primero, el Normal, tiene su mérito, resulta realmente complicado hacer lo propio en el resto. No es que sea el título más extenso del mundo, eso es verdad, pero desde luego no es ningún paseo precisamente.
Otro de sus mejores aspectos tiene que ver con el inspirado diseño que poseen los niveles. Dichas fases albergan unas dimensiones más bien reducidas (en plan arenas), pero poseen diferentes recovecos, zonas abiertas y dead ends que les dotan de bastante gracia. Y a esto se suma la interesante ambientación que se ha otorgado a esta obra, la cual bien podría haber sido extraída de alguno de los libros de HP Lovecraft.
Si por algo ha destacado siempre este pequeño estudio es por ofrecer una gran cantidad de títulos de concepción shooter que se muestran desde una perspectiva cenital. Algunos de sus trabajos más llamativos (al margen del juego que nos ocupa) son tanto Crimsonland como Neon Chrome, obras que son grandes representantes de ese mismo género.
Por otra parte, el acabado técnico no es que sea el mejor del mundo, pero por lo menos la acción fluye sin ningún problemas de bajadas de frames ni ralentizaciones perceptibles, mostrándose siempre bastante sólido y relativamente vistoso gracias a los buenos efectos que se dejan ver durante las partidas. Un trabajo técnico más que digno bien arropado por efectos sonoros contundentes, una banda sonora muy potente y un correcto doblaje en inglés (con subtítulos en ese idioma).
Acción top down explosiva
Nuevamente el estudio 10 tons nos ofrece lo que mejor sabe hacer: acción shooter mostrada desde una perspectiva cenital que no se anda por las ramas. Una odisea de ciencia ficción donde los reflejos y la puntería se convierten en nuestros instrumentos principales para superar cada nivel. Un desafío atractivo y más que recomendable para los que quieran descargar adrenalina sin parar, ya sea jugando en solitario como en compañía.
Hemos realizado este análisis en su versión de Xbox One con un código proporcionado por 10 tons.