Análisis de Invizimals: La Alianza (PSVITA)

Junto con el lanzamiento para PlayStation 3 de Invizimals: El Reino Escondido, el 30 de octubre llega a PS Vita un nuevo capítulo de la saga con estilo mucho más tradicional para lo que es Invizimals, Invizimals: La Alianza. El estudio barcelonés Novarama ha encontrado en la realidad aumentada un buen aspecto diferenciador en el que se han especializado desde 2009, siendo no sólo uno de los escasos equipos que se dedica en cuerpo y alma a este género, sino también de los pocos que han cosechado un éxito comercial que va más allá de la pantalla de las portátiles hasta el punto de conseguir una marca reconocible en todo el mundo.

La Alianza es básicamente una versión evolucionada de las entregas de PSP, que ahora se beneficia de la mayor potencia del sistema para detectar las superficies o cohesionar mejor a los personajes virtuales sobre vídeo, y muy especialmente de la existencia de una cámara en todas las consolas, que es esencial para llegar al mayor número de público posible.

No son muchos los títulos que aprovechan esta característica de la consola más allá que para algún uso anecdótico, y hasta ahora el más llamativo había sido Open Me!, una producción japonesa del género de los puzles, si exceptuamos Reality Fighters, de Novarama, que no llegó a convencernos del todo. Invizimals: La Alianza en cambio vuelve a presentarnos un título de acción muy enfocado a los coleccionistas y los modos competitivos, ideal para luchar contra otros amigos cara a cara o mediante online. La desarrolladora vuelve a lo que mejor sabe hacer, y nos alegramos por ello.

El juego trata sobre el éxodo de los Invizimals de su mundo al nuestro. Como miembros de La Alianza deberemos descubrir qué está pasando y por qué estos seres han cambiado su carácter a uno mucho más agresivo. Un argumento contado mediante abundantes secuencias de vídeo, bien dobladas al castellano, que son una efectiva disculpa para plantearnos la caza científica de estas criaturas invisibles a simple vista y eventualmente, desarrollar sus dotes en la lucha. Entra aquí en juego toda una serie de pruebas de realidad aumentada que nos harán buscar a nuestro alrededor escuchando sonidos, encontrando un color determinado, quedándonos quietos y ejercicios similares.

Una vez localizamos al Invizimal debemos superar un minijuego de realidad aumentada, y hay muchos de este tipo que pueden hacen uso de otras funciones de PS Vita, como el panel táctil, la pantalla, el sensor de movimientos e incluso el micrófono para repetir el canto de uno de estos escurridizos bichos. Estas actividades nos parecen muy divertidas para los niños, que jugarán frente a la consola pero moviéndose y realizando acciones, no se trata de un título para jugar de manera pasiva tumbado en la cama o en un sillón; por lo menos en esta fase de cacería la vida sedentaria no funciona. Por tanto, prepara tus tarjetas AR y quítate los complejos de hacer el ganso sin vergüenza. Para los jugadores un poco más mayores podemos decir que estos minijuegos son, por lo menos, una forma original de utilizar PS Vita, y no hemos tenido problemas reseñables ni con la detección del entorno ni con el juego en sí más allá de algún caso muy concreto por problemas de iluminación.

Además de las cacerías hay un minijuego de construcción del poblado para estos refugiados tan peculiares en el que debemos unir piezas y formar lo que serán diversas opciones: la tienda de compra y venta de vectores, la arena de combate o el hotel que guarda la galería con los 140 Invizimals, tanto los desbloqueados como los que quedan por conocer. Aquí sí hemos tenido alguna dificultad en girar las piezas o por lo menos predecir su colocación; Novarama ha utilizado siluetas para indicar al usuario cuándo ha acertado y cuándo no, pero el tiempo para estas pruebas nos ha parecido muy ajustado y en no pocas ocasiones hemos tenido que repetir estas fases. Probablemente sea culpa nuestra por no estar muy acostumbrados a este tipo de mecánica, o la dificultad sea deliberada. No obstante algún tipo de puzle más claro y mental habría sido preferible.

La caza de Invizimals tiene un objetivo principal, que es en el fondo la auténtica diversión de La Alianza: combatir, evolucionar a las criaturas y demostrar que eres el mejor utilizando garras, mordiscos y habilidades especiales, en escenarios virtuales o mediante realidad aumentada. Los combates con libertad de movimientos dentro de un área limitada pueden ser para hasta cuatro jugadores en pantalla, formando parejas o en un tres contra uno –siempre puede valer para igualar duelos desequilibrados-. El juego incluye torneos y combates rápidos contra la inteligencia artificial, con una dificultad bien ajustada que no es ni muy fácil ni imposible, si bien hemos notado que en ocasiones la IA tiende a leer nuestros movimientos con demasiada facilidad, pero se lo perdonamos.

No recomendamos que Invizimals sea jugado exclusivamente en solitario; como en los juegos de lucha clásicos, está pensado para combatir contra otros usuarios y preferiblemente más cara a cara que en modo online –opción disponible, en cualquier caso- para que las reacciones sean aún más divertidas. Naturalmente, La Alianza y El Reino Escondido son compatibles entre sí, y podemos entrar en las partidas entre las plataformas, transferir Invizimals y utilizar PS Vita con la función de juego a distancia. No es necesario adquirir los dos juegos, aunque los más entusiastas de los animales invisibles seguro que saben exprimir el mundo creado en los juegos, los cromos y la serie de animación.

El sistema de combate es similar al visto en la mayoría de Invizimals, como el juego de PSP Las Tribus Perdidas. Cada Invizimal tiene por lo menos cuatro ataques, uno rápido, otro fuerte, dos básicos y el movimiento defensivo. Además de la barra de vitalidad existe otra de resistencia, que se consume según el movimiento ejecutado de manera que impide machacar constantemente los botones de acción. De esta manera se hacen unas partidas con ritmo, estrategia, en las que un jugador ataca, el otro esquiva o se protege –absorbiendo parte del daño- y luego se invierten los puestos en espera de recuperar la energía del ataque. La mayoría combates rápidos, sobre todo al inicio con los cachorros de Invizimals, que se despachan en pocos segundos, perfectos para pasar horas con cientos de revanchas y torneos. Así como no podemos decir que el sistema utilizado sea precisamente el complejo visto en el género, lo que importa es que es muy fácil de aprender –algo fundamental para los niños-.

A medida que ganamos partidas cada Invizimal gana experiencia, y eso nos permitirá aumentar el parámetro deseado de su perfil mediante los puntos obtenidos. A más combates, más fortaleza de la criatura, más vectores que comprar –ofrecen salud instantánea, ataques especiales y otras ventajas directas- con las chispas de energía recaudadas. Con tantos animalillos por obtener las horas de juego son casi infinitas.

Con el salto gráfico de PSP a PS Vita Novarama ha podido mejorar la calidad de imagen de La Alianza. Las animaciones son muy de "película de animación" y el aspecto de los Invizimals muy redondeado, más creíble que en la anterior portátil -hasta cierto punto, ya que intencionadamente siguen teniendo estética de muñecos de plástico-. No es que sea un juego en el que destaque este apartado, pues la mayoría de las ocasiones estaremos utilizando las funciones de realidad aumentada donde la calidad de la imagen depende de la cámara del sistema y no del equipo de grafistas, salvo en las arenas de combate o la exploración del poblado, escenarios creados en 3D de manera detallada. Cuenta con mucho doblaje, y de calidad, aunque poco más que destacar del sonido que no tiene grandes temas musicales y en no pocas ocasiones tan sólo escucharemos los efectos de sonido.

Conclusiones

Invizimals: La Alianza gustará a todos los seguidores de la serie, a los jóvenes de la casa, o a cualquiera que disfrute de los juegos basados en coleccionar –ya sabes, el adictivo gusanillo de desbloquear y evolucionar al máximo el mayor número de Invizimals- y a quienes busquen combates en multijugador sin necesidad de grandes exigencias jugables.

Lo que sí recomendamos, y mucho, es jugarlo con conocidos, luchar con y contra ellos, comparar los Invizimals obtenidos. A no limitarse a lo que son las cuatro esquinas de la pantalla, que es en definitiva, el mensaje de la realidad aumentada.