Análisis de Dynasty Warriors 8: Empires (PSVITA)
Como es tradición en la forma de actuar de Tecmo Koei, tras su paso por otros sistemas la obra de Omega Force Dynasty Warriors 8: Empires ha sido trasladada a PS Vita… consola que por desgracia no goza de una salud de hierro precisamente pero que, gracias a la llegada de juegos como este, sigue resultando atractiva para sus usuarios.
Esta entrega se fundamenta tanto en lo experimentado en la entrega "principal" precedente, Dynasty Warriors 8, como en su continuación Dynasty Warriors 8: Xtreme Legends, títulos que dicho sea de paso gozaron de una notable calidad. Sin embargo esta edición es sin duda la más completa de todas, ya que el hecho de integrar la coletilla Empires la dota de una mayor profundidad y variedad como los buenos aficionados a este tipo de obras de esta compañía conocen perfectamente.
Tres Reinos Enfrentados
Nuevamente la ambientación nos traslada a la Guerra de los Tres Reinos, un gran conflicto que tuvo lugar en China y que, al más puro estilo Tecmo Koei, se nos muestra aquí combinando acontecimientos y personajes reales con muchas pinceladas de ficción, aspecto que nos parece un acierto porque añade interés y dramatismo al asunto. Y dicho argumento va desgranándose tanto mediante diversas conversaciones entre los diversos protagonistas (en japonés con textos en inglés) que se dan cita en la aventura como, también, a través de bellas escenas de vídeo de una calidad más que llamativa.
A lo largo de varios capítulos principales centrados en unos clanes determinados podemos disfrutar de un modo Historia (Story Mode) bastante extenso y, por qué no decirlo, apetecible. Y es que en dicha opción es posible gozar de todo el sabor hack´n slash clásico en plan musou de esta saga como, también, de elementos estratégicos realmente complejos en el mejor de los significados.
Pero vayamos por partes. Como en todo Dynasty Warriors, el foco principal en el que se centra la mecánica de juego son las batallas. Cientos, incluso miles de adversarios (sin exagerar) se agolpan en los fondos para que les demos su merecido. Y para cumplir dicha tarea es posible elegir, una vez habilitados todos, a más de 80 personajes. Todos ellos son totalmente diferentes en aspectos como su apariencia física, armamento y características principales, pudiendo además efectuar ataques especiales exclusivos.
Sin duda este es uno de los puntos fuertes del juego, la variedad de guerreros entre los que podemos escoger, a lo que se une el destacado editor de personajes. Dicha herramienta es bastante sugerente y si bien no es ni la más compleja jamás plasmada en un juego ni, tampoco, la más recargada en cuanto a su cantidad de opciones se refiere, sin duda nos permite recrear una gama de personajes únicos muy amplia.
Centrándonos nuevamente en su vertiente hack´n slash, para ir superando cada una de las misiones que nos insta a materializar el modo de juego principal es necesario ir cumpliendo determinados objetivos, muchos de ellos dinámicos que van cambiando a medida que progresamos. Proteger un cuartel general determinado, acabar con un número concreto de generales, alcanzar una zona puntual del mapeado o rescatar a un aliado son algunos de los requisitos que es necesario ir cumpliendo. Y atentos, que dichas misiones podemos superarlas tanto jugando en solitario como en compañía de un amigo mediante el modo cooperativo ad-hoc que también presenta esta producción.
Una mecánica de juego que, si no os gusta el género musou, puede acabar resultando algo monótona a medio y largo plazo, pero que queda excelentemente respaldada por el carácter estratégico que también presenta el título.
Un Imperio de leyenda
Hasta aquí lo habitual dentro de la saga y de este tipo de producciones en general. Pero Dynasty Warriors 8 Empires también nos ofrece otro aspecto que, si bien no alcanza la trascendencia de su clara orientación hack´n slash, sí que presenta una profundidad más que apetecible.
Nos referimos a su carácter estratégico y, más concretamente, a lo que se denomina las Stratagems. Una palabra que viene acompañada de muchas posibilidades.
Aparte de luchar en incesantes batallas como ya os hemos comentado, lo que igualmente nos ofrece esta aventura consiste en tomar las riendas del clan que deseemos para tratar de convertirle en el más prestigioso de todos. Y para conseguir tal fin es necesario realizar innumerables tareas y tomar decisiones estratégicas, como si de un juego de esa misma índole se tratara.
Y atentos, que no hablamos de cuestiones banales y no demasiado trascendentes, más bien lo opuesto. Mediante una interfaz muy completa es necesario atender a un amplísimo número de cuestiones que rodean el funcionamiento de un estado o región. Aspectos políticos, cuestiones de tipo militar o elementos de tipo social son algunas de las obligaciones que, como líderes, debemos desempeñar.
Por eso mismo tenemos que estar muy pendientes del dinero que vamos recaudando, de negociar con los países vecinos, establecer redes de comunicación con mercaderes, contratar al personal que creamos oportuno y cientos de aspectos más. Una fórmula de juego densa y tremendamente pausada que se complementa de manera magnífica con la faceta hack’n slash tradicional de este tipo de aventuras. Y entre una y otra aportan una profundidad pocas veces disfrutada ya no sólo en este tipo de propuestas, sino en la mayoría de los títulos pertenecientes a otros géneros muy distintos.
¿Y qué novedades nos ofrece esta versión para la portátil? Pues no demasiadas, pero algunas de ellas resultan llamativas. Por un lado la pantalla táctil nos permite acceder a ciertas características relacionadas con el sistema de control de manera más sencilla y precisa, aunque es un detalle menor. Por otra parte se ha habilitado la función Cross-Save y Cross-Play entre esta versión y el resto de ediciones PlayStation de este mismo juego, es decir, PS3 y PS4, al tiempo que se ha añadido la compatibilidad con PlayStation TV.
Donde sí que no se encuentran apenas innovaciones es en todo lo relacionado con su presencia gráfica. Se trata de una edición que se acerca a lo mostrado en la entrega para PS3, lo cual habla bastante bien de su calidad técnica global, si bien en este caso se aprecia algo más de popping. Y en cuanto al sonido, lo que todos esperábamos, buenos efectos de sonido a los que se añade una BSO realmente notable y excelentes interpretaciones para los diálogos.
Conclusiones
Tecmo Koei ha querido ofrecer a los jugadores de PS Vita un título hack’n slash realmente completo que presenta dos vertientes claramente diferenciadas. Acción y batallas se mezclan con una faceta estratégica realmente profunda y que delimitan una jugabilidad mucho más abierta, amplia y compleja de la que suele ser habitual ya no sólo en este tipo de producciones, sino en global. Un título que además puede mantenernos muchas horas entretenidos debido a la extensa duración que proporciona su modo de juego principal, el Story Mode.