Análisis de NoGravity (PSP)
El mundo de la programación amateur de aplicaciones y videojuegos es un universo que sólo algunos afortunados pueden conocer al completo. Un universo, por otra parte, repleto de gran cantidad de programas que pasan desapercibidos, restando por los siglos venideros en un limbo virtual en ocasiones merecido, en otras quizás no tanto. Gracias a la afición de muchos de los seguidores de esta franja de la programación desconocida para un gran sector del público, algunas de estas aplicaciones o juegos consiguen salir a la luz y superar los límites del sector, llegando a darse conocer incluso por el público general aficionado y, si le toca la lotería al equipo programador de rigor, conseguir una productora que les lance el título al mercado, con su posterior comercialización y entrada en la industria (aunque sea, por así decirlo, por la puerta de servicio).
Algunos de los juegos que nacen como aplicaciones amateur son, realmente, dignos de ser juzgados no como tales, sino como títulos que podrían haber sido desarrollados por cualquier estudio profesional. Quizás no se puedan comparar a nivel técnico con los últimos juegos de las nuevas generaciones de consolas, pero seguramente tengan ese "algo más" que muchos de los aficionados esperan ver en todo gran juego que se precie. Un ejemplo que cabe destacar de los últimos años, por ejemplo, es el sin par Cave Story, creado en el año 2004, excelente juego de plataformas y aventura del que muchos de los lectores habrán, como mínimo, oído hablar y, en algunos casos, hasta podido disfrutar (en caso contrario, sinceramente lo recomendamos). Y otro de los títulos que más han llamado la atención en la última década es la primera versión del juego que hoy nos ocupa: No Grravuty, cuya versión original para ordenador se remonta al año 2005.
Desafíos espaciales en gravedad cero
La historia de No Gravity: The Plague of Mind (así se llama la versión del juego de reciente estreno para PSP) nos sitúa en el año 8002, dentro de un sistema planetario llamado Oolro 3, donde reside la base del imperio galáctico más antiguo y poderoso que existe: el imperio Krosso, el cual tiene miles de colonias bajo sus dominios.
Justo cuando las celebraciones por la llegada del nuevo milenio están a punto de acabarse, comienza a aparecer un nuevo tipo de enfermedad mortal que, por lo visto, afecta a las capacidades mentales y neuronales de los afectados.
La enfermedad comienza apareciendo únicamente como hecho aislado en un número muy limitado de individuos, pero parece extenderse rápidamente. Las potencias económicas y militares de Oolro 3 investigan con todos los medios de que disponen para encontrar una posible cura, pero sin éxito. Comienza a barajarse la posibilidad de que la enfermedad, en realidad, provenga del espacio exterior. Y, en este momento, es donde nosotros entramos en escena. Como pilotos de las fuerzas armadas de Olroo 3, deberemos de participar en las tareas de investigación a través de una serie de misiones de defensa, ataque y búsqueda por diferentes escenarios (treinta y uno en total, repartidos entre seis mundos diferentes).
Sistema de juego
Manejaremos a nuestra nave tanto en primera como en tercera persona (según sea nuestra elección, ya que podremos cambiar la cámara mediante el botón Select de nuestra consola) por una serie de niveles en los que deberemos de cumplir las misiones que se nos encomienden en cada caso. Las misiones cubrirán un amplio espectro de objetivos: en los primeros niveles de juego, deberemos de eliminar asteroides y minas para liberar el paso de una serie de naves de gran tamaño a las que deberemos de proteger. Pero pronto, surgirán enemigos que deberemos eliminar, tanto de pequeño tamaño (como nosotros) como otros de gran tonelaje, a modo de naves nodrizas (bastante duras de roer, por cierto).
Tendremos misiones de protección y escolta, así, aunque en otras nos deberemos de infiltrar en terreno enemigo y acabar con todo lo que se nos ponga por delante. En ocasiones, incluso, se nos instará a recoger una serie de objetos desperdigados por el mapa, debiéndolos buscar en la inmensidad del espacio utilizando nuestro radar sonoro de corto alcance (bastante molesto, por cierto), el cual incrementará la frecuencia de sus pitidos a medida que nos acerquemos a los objetos que debamos de conseguir.
El juego nos recuerda mucho a aquellos títulos de la serie Wing Commander: deberemos de desplazarnos por un escenario totalmente en tres dimensiones con nuestra nave, cumpliendo con los diferentes objetivos de cada misión y llegando a los diferentes puntos de navegación a medida que conseguimos superar los diferentes retos que se nos propongan. Al final, una vez hayamos cumplido con la misión al completo, deberemos de dirigirnos a la meta final de nivel. La historia del juego es escueta, y se nos irá relatando en forma de cortas cinemáticas al principio del juego y al inicio de cada uno de los mundos del juego, una vez hayamos completado una serie de niveles.
Al iniciar el juego, se nos dará la opción de elegir entre tres pilotos diferentes, cada uno con sus características propias en combate, aunque a medida que avancemos podremos obtener dos pilotos más, con sus correspondientes naves. Contaremos, por otra parte, con seis armas diferentes en todo el juego, entre las primarias y las secundarias, con un interesante repertorio de láseres, misiles, cañones de plasma y demás. Daremos rienda suelta a nuestras ansias destructivas con los botones cuadrado y X de la consola, aunque también podremos realizar otras acciones, las cuales serán de vital importancia para sobrevivir sin problemas en los diferentes niveles del juego, que, por cierto, no sólo acontecen en el espacio exterior, sino incluso en el interior de diferentes plantes o en zonas subterráneas.
Con los botones laterales podremos girar la nave hacia un lado y otro, volteándola sobre sí misma, así como realizar maniobras de evasión apretando rápidamente los mismos dos veces consecutivas. Y, por último, realizaremos un movimiento de aceleración con el botón triángulo, que nos permitirá dar un rápido impulso a nuestra nave por un corto período de tiempo. Como muchas de estas acciones son limitadas en el juego, deberemos de recoger los diferentes ítems que nuestros enemigos soltarán al ser destruidos para así recuperar nuestras habilidades de evasión o, incluso, nuestro cargamento de misiles. Por otro lado, estos ítems serán los que nos permitirán cambiar nuestras armas por otras de mayor potencia.
Apartado técnico
Los gráficos de No Gravity son, sin duda, de notable calidad, sobre todo teniendo en cuenta el poco espacio que ocupa el juego en memoria (apenas cincuenta megabytes). La representación del espacio y de los diferentes modelos de naves (tanto en el caso de nuestros compañeros de aventuras como en el de los enemigos) ha sido realizada con bastante cuidado, e incluso el modelo de nuestra nave cuando jugamos con la cámara en tercera persona resulta bastante notable. No es, ni mucho menos, el mejor juego para PSP en este sentido, pero tanto los modelados como el diseño de escenarios cuentan con variedad y calidad. Por otro lado, los efectos gráficos -como las explosiones y los disparos y proyectiles que veremos en el juego- son bastante resultones, metiéndonos de lleno en un conflicto espacial con todas las de la ley.
La música, por otro lado, está llena de temas de notable calidad, dentro de un ambiente bastante techno. Acompañará ésta perfectamente a la acción de cada momento, acelerando y aumentando la intensidad en los momentos de mayor tensión, y volviéndose más relajada y suave en los momentos que únicamente nos tengamos que dedicar a patrullar o a buscar algún objeto. Los efectos de sonido, siendo bastante funcionales de por sí, cuentan también con bastante calidad, haciendo de este apartado uno de los mejores del juego.
La jugabilidad, por último, es sencilla y directa, y se basa en los sistemas de juego de los clásicos del género. Es un juego divertido, sin duda, aunque su nivel de dificultad en ocasiones nos dará algún que otro quebradero de cabeza (sobre todo en los últimos estadios del título). Por otra parte, no cuenta con demasiadas opciones que aumenten su rejugabilidad, aparte de un sistema de premios y trofeos que conseguiremos al ir consiguiendo diferentes objetivos secundarios y determinadas puntuaciones. Contaremos, también, con una sección de Extras que nos permitirá escuchar los diferentes temas musicales del juego, aparte de disfrutar de una extensa galería de imágenes (que previamente deberemos de desbloquear). Lástima que no se haya contemplado ninguna posibilidad multijugador, ya que hubiera dado mucho de sí en un juego de estas características.
Conclusiones
Sin ser uno de los títulos más originales en cuanto a concepto del año, ni uno de los juegos que más destaquen por su apartado técnico en el catálogo de la portátil, No Gravity: The Plague of Mind es un título divertido, entretenido y del que disfrutarán todos los amantes de la acción espacial. Tiene un número muy limitado de opciones de juego, pero sin duda es una excelente opción (y muy económica) a tener en cuenta dentro del cada vez más extenso repertorio ofrecido por la tienda virtual de Sony.