Análisis de Jungle Party (PSP)

Era el año 2005 cuando en pleno dominio del mercado consolero de la PS2, debutaba un simpático presentador rubio con los pelos de punta y unas gafas enormes y un estilo que recordaba a los muñecos de Barrio Sésamo. Su nombre Buzz, y su propuesta unos concursos sencillos y repletos de preguntas a los que responder con unos pulsadores denominados "buzzers" que sustituían al mando original con el claro objetivo de ser más sencillos de controlar y acercarse así al público más familiar y alejado de los videojuegos.

La propuesta tuvo éxito y el mercado se lleno de títulos "Buzz" por todos los lados y de todos los estilos. Concursos de preguntas, musicales, e incluso una línea junior con juegos todavía más sencillos. Uno de aquellos títulos junior fue ‘Locura en la Jungla’ y que ahora bastantes años más tarde, llega sorprendentemente a PSP ya sin ‘buzzers’ ni nada parecido.

Estamos ante un ‘party game’ de lo más sencillos que podamos imaginar. Cuatro monos de colores están aburridos en la selva y deciden inventarse una serie de pruebas, 15 minijuegos en total, para pasar el rato.

Solo o en compañía

Los modos de juego para una consola son partida rápida, un jugador, partida personalizada o entrenamiento. En todos ellos podemos elegir la duración de la partida, corta, sólo 5 juegos bien al azar o escogidos por nosotros, media, con 10 juegos o larga, los 15 juegos. Los minijuegos están todos desbloqueados desde el principio por lo que en entrenamiento o en partida personalizada podemos escoger y probar cualquiera de ellos para jugar sin problemas. No hay ninguna diferencia más entre estos modos, salvo que en el caso de escoger partida de un jugador podremos personalizar nuestro mono con distintas camisetas y zapatos, además de diversos adornos para la cabeza.

Las partidas multijugador pueden ser también de varios tipos. Si tenemos una sola consola podemos jugar con la opción ‘Pásalo’ en la que jugaremos por turnos, pasándonos la consola cuando nos toqué jugar, mientras que si tenemos varias consolas podemos activar el modo ad-hoc de conexión y utilizar la función ‘compartir juego’ para jugar con amigos cada uno con su consola. Como punto flojo destacar que no existe ninguna posibilidad de juego vía infraestructura. En ambos modos multijugador, el número máximo de jugadores es cuatro, seleccionando cada uno un mono de color

Cuatro botones para controlar la selva

Como ya hemos comentado los minijuegos disponibles son un total de 15 con nombres tan curiosos y descriptivos como ¡sobra uno!, catapulta de monos, huevos de avestruz, jinetes de cohetes o bomba de monos. Su funcionamiento es terriblemente sencillo y de hecho solo hacen uso de los famosos botones de la parte derecha de la consola, triángulo, cuadrado, círculo y equis, un sistema heredado sin duda de los cuatro botones de los buzzers.



Es más, de hecho en la mayoría de los juegos solo se tratará de usar uno de los botones. ¿Cómo?. Por ejemplo, en el 'baño de burbujas' tendremos que apretar un botón para hacer burbujas y mantenerlo acumulando puntos hasta que intuyamos que un gorila gigante vaya a despertar. En caso de que nos pille nos pegará un buen manotazo haciéndonos perder los puntos que hubiéramos conseguido. Si dejamos de hacer las burbujas antes de que despierte y no nos pilla, habremos ganado esos puntos. Exactamente igual funciona 'adiestramiento de leones ' solo que esta vez metiendo la cabeza dentro de un león.



Otros como 'caja de sorpresas' únicamente consiste en pulsar el botón de la caja que queremos abrir y esperar a la suerte, mientras que en 'béisbol de elefantes' solo tendremos que batear en el momento exacto. Tenemos también 'penaltis de primate' donde veremos una portería y un botón señalando a cada esquina de la misma. El lanzador tendrá que pulsar el botón de la esquina a la que quiere tirar, mientras que cuando juguemos de portero tenemos que señalar hay donde queremos tirarnos siendo por puro azar ya que no existe ningún indicio de por donde va a ir el lanzamiento. Otros de deporte pueden ser 'carreras de obstáculos' donde únicamente utilizaremos un botón para saltar los obstáculos o 'bomba de monos' que consiste en una especie de balón prisionero que pasarse entre los jugadores, pero donde el balón explota en un determinado momento sin avisar.

Otro más complicado, si es que esa palabra existe en este juego, puede ser 'jinete de cohetes' donde deberemos ir pulsando una secuencia indicada de botones para llenar la batería de nuestro cohete y llegar lo más lejos posible. Y así todos más o menos de sencillos.

El premio por ganar será lógicamente en forma de plátanos, cuatro para el mejor, tres para el siguiente, dos y uno, por lo que sumando los resultados de los diferentes juegos tendremos al ganador que se subirá a lo más alto del podio, digo, en este caso, del árbol.

En resumen, sencillez extrema y azar a partes iguales sin más objetivo que pasar un rato divertido, y que si bien en compañía sí lograremos ese objetivo, no podemos decir lo mismo en solitario donde el juego se presenta bastante soso.

El nivel técnico del juego, un aspecto poco importante en este tipo de juegos creados sin duda para disfrutar en compañía, simplemente cumple, sin grandes alabanzas aunque sin mostrar fisuras tampoco. Gráficos sencillos, coloridos con un toquecillo de humor y algunas animaciones también muy simpáticas en un entorno y con una presentación muy agradable. El nivel sonoro también es correcto, presentándose totalmente doblado y traducido al castellano, voces y textos.

En resumen

'Locura en la jungla' es un sencillo, y quizá demasiado simple 'party game' destinado a los más pequeños de la casa, que probablemente sí le pueden llegar a encontrar algo de gracia. Pensando en ellos es correcto en todos sus aspectos, con variados minijuegos y diversas posibilidades de juego tanto en solitario, como sobre todo y más importante con amigos, mientras que para el resto de los jugadores es como decía al principio, demasiado simple.