Análisis de Dynasty Warriors Strikeforce (PSP)
Llega a nuestro mercado un juego muy esperado por su público que arrasó en el mercado japonés pero que como en muchas ocasiones no ha tenido un gran impacto en nuestro territorio. Hablamos de Dinasty Warriors Strikeforce. Un juego ambientado en la historia de China en el que deberemos encarnar a un héroe con el que nos enfrentaremos a todo tipo de rivales por el bien de nuestra dinastía que defenderemos a golpe de poderes y espada. Una gran variedad de artículos y posibilidades que llevan a este juego de la factoría Koei a intentar una incursión al Romance de los tres reinos entre los que tendremos que escoger a nuestro luchador o luchadora para derrocar a la poderosa dinastía Han.
El esfuerzo por la adaptación a la pequeña de Sony que ha realizado el estudio bien merece un análisis lo más fidedigno posible para medir el impacto de este juego entre las novedades que se preparan para la nueva temporada. Con el horizonte lleno de posibilidades, Strikeforce llega para sumergir al jugador en el seno de un ejército chino con un ristre de misiones y sub misiones a lo largo de todo el título.
Como en todo título de estas características que se precie, la posibilidad de elegir bando será la primera elección del jugador, que se verá inmerso en un mundo en guerra en el que los más noveles se sentirán algo perdidos, sobre todo aquellos no muy avezados a este género, el de la acción.
El punto a favor del juego es su larga trayectoria en la pequeña portátil de Sony, que ya cosechó éxitos en 2005. Ahora, cuatro años más tarde llega a nuestras manos para mejorar aquella experiencia tanto gráficamente como en términos de jugabilidad. Otra vez, Koei realiza un trabajo aceptable aunque con la incertidumbre de triunfar en un mercado tan copado de este tipo de juegos.
Sin tiempo de respirar: aterrizar y atacar!
La rapidez con la que el jugador se tiene que meter en el juego es asombrosa dado que después de escoger nuestro bando y a nuestro jugador tendremos que explorar por si solos las opciones que tenemos en la pequeña aldea que hará las veces, durante los primeros compases del juego, de cuartel general.
El juego se inicia con la elección de un ejército a elegir entre Cao Cao de Wei, la alianza del "Tigre de Jiang Dong" liderada por Sun Jian, de la noble familia Sun o optar por el líder Liu Bei, de Shu. Cada ejército y líder valorarán unos términos diferente, y dependiendo de nuestra elección deberemos optar por un tipo u otro de comportamiento. Mientras Liu valora los ideales de virtuosidad y humanidad Cao se inclina por el talento a lo que la alianza combate con dosis de lealtad. A partir de esta elección se nos abrirá un gran abanico de posibilidades en cuanto a la elección de nuestro personaje. En primera instancia deberemos escoger entre una decena de luchadores del clan para guiarlo hasta la victoria a través de grandes misiones divididas en pequeños campos de acción.
Una vez entramos en juego aparecemos en el centro de la villa donde tendremos la opción de explorar a los personajes que nos rodean: un herrero, una creadora de orbes, un sabio, un guardián y demás gente que hará nuestra vida un poco más fácil al proporcionarnos los diferentes accesorios necesarios para ir avanzando. Todo lo que haremos antes de salir a cumplir la misión repercutirá en nuestro personaje, al que tendremos que equipar y subir de nivel mediante orbes y materiales preciosos que ayudarán a la hora de adquirir nuevos poderes y potenciar nuestras aptitudes ya que, aparte de pagar un dinero para estudiarlas, tendremos que disponer de los materiales necesarios – normalmente dos – para poder hacer efectivo el uso del programa.
El sabio de turno nos explicará el uso de cada uno y con que podemos potenciarlo. Para este menester, será necesario, en algunas ocasiones, tratar con el comerciante de piedras preciosas, que nos planteará intercambios de material para que podamos acceder a uno u otro atributo. Dichas elecciones son muy interesantes aunque algo largas al principio vista la gran disponibilidad de posibilidades.
Revisando el elenco minuciosamente tendremos la opción de potenciar nuestra habilidad, ataque y movimientos entre otros con diferentes orbes que añadirán diversos atributos a nuestros ataques o armas según escojamos. Será crucial elegir bien para que podamos aprovechar todo el potencial que nos da cada elemento.
Por otra parte, el arsenal de armas con el que se presenta Dinasty Warriors es magnífico: espadas cortas, largas, dagas, mazas a dos manos, hachas de todos los tipos y medidas y picas entre muchas otras herramientas de combate que podremos aprovechar junto a las disponibles del jugador. Unas armas que intervendrán con los diferentes poderes disponibles que rehabilitaremos con las pociones, disponibles en otra de las paradas del mercado.
Cuando acabemos la visita y estemos listos será la hora de partir mirando el tablón de anuncios donde pasaremos el primer par de misiones. Para no desvelar secretos innecesarios innecesarios, cabe decir que se nos dará un objetivo principal, otro de bonus y finalmente el hecho que hará que perdamos el combate y nos toque volver a empezar desde el inicio. El hecho de pasar estas dos pruebas nos permitirá hablar con el guardia para acceder a las misiones de más envergadura, que nos enfrentarán directamente a los turbantes amarillos, camarilla de la dinastía Han.
Ya en combate veremos unos gráficos que se adecuan a este tipo de juego. La cámara resultará, en muchas ocasiones, un estorbo debido a los constantes cambios que realiza. El hecho de estar luchando y perder el rival de vista hará que alguna vez esto penalice nuestra actuación debido a que los golpes vienen de todos sitios debido a la gran multitud de enemigos que se han situado en los diferentes escenarios.
En referencia a esto, Strikeforce sigue la estela de su hermano mayor, en el que ya pudimos disfrutar de los combates con escenarios olvidando el gran mapa que pudimos ver en otros títulos de la misma serie. Esta modalidad de juego nos permite enfrentarnos a nuestros enemigos por partes sin que sea una avalancha constante de gente y se convierta en injugable. Los cambios de escenario se producen a través de unos útiles marcadores verdes que señalan el final y principio de un nuevo campo de batalla al que accederemos de diferentes formas.
En alguna ocasión se tratará de destruir algunos elementos del escenario para desbloquear las puertas mientras que en otros bastará con llegar al marcador para acceder al siguiente nivel…los logros de los que antes os hablábamos son diferentes en cada caso. Normalmente se tratará de viajar por los distintos escenarios matando a todo bicho viviente. En primer lugar, la marca se situará en cincuenta hombres aunque irá aumentando a lo largo del juego, lo que nos permitirá ganar más dinero para adquirir material de guerra y nuevos accesorios.
Además, al final del combate se realizará el recuento de ganancias a las que, además del dinero, sumaremos más experiencia que aumentará nuestras capacidades de ataque, defensa, etc., que en cada uno de los casi cuarenta personajes disponibles cambiarán, lo que darán al jugador la oportunidad de disfrutar de diferentes armas exclusivas y poderes que unos podrán ejecutar y otros no. Por ejemplo, algunos podrán levitar durante un momento en el aire mientras que otros harán mil y una filigranas con su arma, cada personaje es un mundo aparte cuyas habilidades podrá modificar el jugador sin atenerse a ningún límite.
Cabe destacar que nuestro luchador dispondrá de un poder primario y uno secundario y lo mismo sucederá en el apartado del armamento, se llevará en primer lugar el arma principal – que lleva el jugador de serie – y otra que adquiriremos a nuestro gusto. Aparte de estos atributos tendremos una segunda barra de poder llamada mousou que nos permitirá transformar a nuestro personaje en un ser totalmente diferente aumentando considerablemente su poder durante un tiempo limitado. Cuando la barra esté totalmente cargada podremos aprovechar un plus de energía para machacar a nuestros oponentes.
Suspenso para el multijugador y el sonido
Varias han sido las críticas que Koei ha tenido que oír como papá de la criatura. El primero, el sonido, una tipología de música característica de los anteriores títulos y que resta puntos a un título que destaca por su ambientación y la potencia de la historia que cuenta. Es una lástima que el estudio y desarrolladores hayan creído oportuno prescindir de una buena banda sonora para quedarse con el audio actual. Hubiera sido un toque crucial que acompañase este juego de acción a lo largo de las diversas batallas.
Otro de los puntos flojos es el multijugador. Mientras la mayoría de estudios optan por un modo de juego ad-hoc sin necesidad de poseer dos unidades del juego, Dinasty Warrior obliga a los jugadores que quieran disfrutar de esta modalidad a poseer sendos UMD.
Para finalizar este análisis cabe destacar dos cosas importantes de este juego. Lo que al principio nos parecerán ordas de soldados que vienen a por nosotros sin ninguna posibilidad de reacción, después serán simples monigotes – sobre todo en el inicio del juego – que irán incrementando su fuerza e inteligencia conforme pasemos niveles.
De cara a los enemigos finales de cada pantalla, sirve todo menos la desesperación ya que a veces los constantes ataques de dos o más personajes nos llevarán al borde del ataque de nervios. Nada que no pueda resolver el botón superior izquierdo de la PSP que nos ayudará a apuntar directamente al objetivo. Eso y el uso del poder principal serán un aval que garantizará el éxito en nuestras partidas. En cuanto a los personajes no humanos, son harina de otro costal que hará perder la calma a más de uno.
El juego en si no es una gran obra de arte aunque podemos decir que es pasable respecto a lo que hay en el mercado. La historia es potente aunque algunos defectos tanto en jugabilidad como en cámara lo dejan en un buen intento por gustar. Se agradece la inteligencia artificial de los oponentes y la ferocidad en algunos compases aunque en general la partida se vuelve repetitiva conforme van pasando los escenarios.