Análisis Sword of the Sea: una espectacular obra de arte de 3 horas que te recordará por qué amas los videojuegos (PS5, PC)

Esta mezcla entre Journey, ABZÛ y The Pathless consigue transmitir las hipnóticas sensaciones que sentimos al surfear.
Sword of the Sea
·
Actualizado: 10:38 23/8/2025
Análisis de versiones PS5, PC.

EL MAR RECUERDA

La roca permanece, mientras que el agua fluye.
Así debe ser siempre.
E igual que el agua golpea la roca para seguir su curso,
retenerla es un acto de crueldad sin nombre
.

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Estas son las primeras líneas de texto que leemos en Sword of the Sea mientras surcamos el desierto de la Necrópolis, un enorme páramo en el que la vida y la muerte van de la mano. Su naturaleza encierra la eterna lucha entre el bien y el mal y representa la posibilidad de que el planeta, a pesar del efecto destructor que la maldad tiene sobre él, renazca de sus cenizas. Es a la vez la historia del mundo y del propio ser humano: una metáfora sobre la época en el que vivimos, narrada de forma poética, sin prisas y con una indiscutible elegancia, eligiendo con cautela cada palabra con la que esta nueva producción de Giant Squid Games construye un mundo onírico en el que flora y fauna pululan por el aire en vez de navegar por los océanos.

No os extrañéis si al echar un vistazo a las imágenes que adjuntamos en este análisis os vienen a la cabeza otras propuestas similares como ABZU o The Pathless, dado que el director de esta peculiar experiencia sensorial no es otro que Matt Nava, a quienes muchos conoceréis por ser el encargado artístico de Journey, uno de los videojuegos más elogiados y premiados del catálogo de PlayStation 3. No obstante, las similitudes entre ambos títulos no terminan en lo visual, sino que se extienden también hacia la jugabilidad, con una propuesta más centrada en las emociones que sentimos mientras exploramos su desértico mapeado que en realizar misiones secundarias. Es más, en Sword of the Sea no hay misiones propiamente dichas, aunque sí un objetivo principal: encontrar las semillas oceánicas que liberan la fuerza de los océanos tras haber sido confinado tras las sólidas rocas de las que se componen sus desolados páramos.

Un espectáculo visual y artístico…

Contar una historia conmovedora sin emplear demasiadas palabras es un trabajo muy difícil, pero a lo largo de los años, Nava ha demostrado ser un auténtico maestro a la hora de construir una base de juego capaz de conmover a la vez que divierte.

En esta ocasión, nuestro rol consiste en ponernos en la piel de un espectro sin nombre que despierta de su sueño eterno con una única herramienta en su poder: una tabla deslizadora que combina las virtudes de una tabla de surf, una de snowboard y un monopatín. De este modo, nuestro espectro no camina, sino que navega a través de las olas que pueblan la Necrópolis, aprovechando así el vaivén de las dunas para descubrir un material dorado de origen desconocido denominado "tetra".

El surf es, curiosamente, una de las inspiraciones del juego.
El surf es, curiosamente, una de las inspiraciones del juego.

La combinación de la tabla deslizadora con las formas irregulares de las dunas convierte el páramo en una suerte de montaña rusa repleta de cambios de rasante que nos permiten desplazarnos a gran velocidad, realizar saltos imposibles e incluso algunos trucos propios de las disciplinas deportivas en las que se inspira la mecánica de juego. En palabras del propio Nava, la idea sobre la que se ha construido esta aventura consiste en transmitir al jugador lo que se siente cuando se dan las condiciones ideales para surfear, un concepto que aquellos que se dediquen a este apasionante deporte (o que hayan disfrutado de él en algunas de sus múltiples variantes) entenderán sin demasiado esfuerzo.

…con un maestro a la batuta

Esa sensación de la que hablamos combina adrenalina con la armonía de las olas; la tensión de estar a expensas de la naturaleza con la enorme satisfacción que sentimos al deslizarnos por una imparable montaña de agua. Sí, son conceptos que sobre el papel parecen antagónicos, pero que en la práctica no lo son en absoluto. Con esta idea en mente, el equipo de Giant Squid ha creado una experiencia que impacta por su enorme belleza estética nada más empezar a jugar. Esta impresión, además de ser muy llamativa a la vista, es una de las principales características del juego, ya que a medida que descubrimos nuevas semillas oceánicas somos testigos de cómo el mar conquista el territorio robado por las arenas del desierto o de cualquiera de los entornos por los que tenemos que navegar.

Solo por su aspecto artístico vale la pena disfrutar de él.
Solo por su aspecto artístico vale la pena disfrutar de él.

Desde el personaje principal a los efectos de su espada/tabla deslizadora, pasando por el fluir de la arena y del agua, sin olvidar la fauna marina que aquí tiene la peculiaridad de surcar los aires, todo en Sword of the Sea se convierte en un espectáculo visual solo comparable con otras propuestas centradas en sorprender con un cuidado estilo artístico. Sin embargo, este impresionante despliegue visual en conjunto no serviría de nada sin no contase con el sostén de una banda sonora tan cautivadora como los escenarios que exploramos. Si hablamos de Matt Nava como principal artífice de la parte artística, sería un crimen no hablar de la importancia de contar con Austin Wintory a la batuta, un genio musical que ha trabajado anteriormente en obras tan características como Flow, The Banner Saga, Hades 2 y, cómo no, también del propio Journey, del que esta obra viene a ser sucesora espiritual.

Surcando el desierto

Al igual que sucedía en la obra de thatgamecompany, aquí es más importante la exploración y las sensaciones que esta transmite que cumplir un objetivo en específico. A medida que descubrimos nuevas zonas del mapa, encontramos algunos objetos que podemos destruir para conseguir tetra, tesoros ocultos en zonas recónditas y algún que otro secreto que preferimos que descubráis por vuestra propia cuenta. Mientras nos dedicamos a investigar el mapa y devolvemos el agua al lugar que le pertenece, nos recreamos con los escenarios y buscamos nuevas zonas que desbloquear. Este mundo abierto no es excesivamente grande, por lo que no resulta difícil orientarse, algo para lo que además contamos con algunas ayudas, como zonas especialmente pavimentadas con bloques, el rumbo que toman los mamíferos que van apareciendo y algunas banderas estratégicamente ubicadas para dar pistas sobre el paradero de algunos secretos. Sin embargo, no existe un mapa propiamente dicho al que podamos acceder para saber exactamente en qué lugar nos encontramos.

Hay algunos aspectos que nos recordarán a títulos más orientados al skate.
Hay algunos aspectos que nos recordarán a títulos más orientados al skate.

Este elemento, una característica cada vez más extendida en obras como Clair Obscur: Expedition 33 o Atomfall (por citar dos ejemplos entre otros muchos, léase el caso de Wuchang: Fallen Feathers), refuerza la teoría de que aquí prima la manida frase de que es "más importante el viaje que el destino", algo que no es de extrañar teniendo en cuenta el énfasis que se ha puesto en dotar de vida propia a cada recóndito lugar del escenario. Por él nos desplazamos empleando algunos aspectos que solemos relacionar con una franquicia que bien podría estar en las antípodas de esta: Sonic. Los movimientos son rápidos; los saltos, precisos y muy frecuentes. Parte de la gracia de la mecánica consiste en emplear la formas parabólicas o semilunares de las dunas para lograr el impulso necesario para acceder a una plataforma elevada. Durante la aventura también encontraremos algunos objetos, como las medusas (o aguavivas) que nos impulsan por los aires al rebotar en ellas. En los distintos biomas que recorremos (hay ocho capítulos en total, cada uno con una estética distinta de la anterior) iremos encontrando objetos que nos ayudan a subir más alto o a desplazarnos a más distancia.

La sombra de los titanes

Al desplazarnos encontraremos algunos espacios que normalmente asociamos con el mundo del skate, como rampas o half-pipes en las que, además de coger impulso, podemos realizar algunos trucos muy sencillos. Es curioso que se ofrezca esta posibilidad en un título de estas características, y lo es por dos motivos: primero, porque su uso parece reservado para la segunda partida que hagamos (donde se activan varias opciones que le dan sentido a esta función); y segundo, porque no termina de encajar con el estilo onírico del juego. Tiene su gracia realizar acrobacias en el aire que nos recuerdan a las que podemos realizar sobre una tabla de snow cuando estamos en el bioma nevado, por ejemplo, pero aunque no molesta, rompe un poco la sensación de armonía que ofrece el juego durante la partida principal. Al menos se podría haber exprimido algo más su uso, en uno de los pocos defectos que hemos acusado durante nuestra partida.

El despliegue de la fauna y la flora cuando el mar recupera su lugar es fantástico.
El despliegue de la fauna y la flora cuando el mar recupera su lugar es fantástico.

Sí que hay momentos en los que podemos deslizarnos por ciertas estructuras como si fuésemos sobre un riel, así como otros en los que atravesamos un anillo compuesto por piezas de tetra, aspectos que nos recuerdan por motivos evidentes a los títulos centrados única y exclusivamente en estas disciplinas (Tony Hawk, Skate). Sin embargo, lo cierto es que en Sword of the Sea estos componentes parecen haber sido añadidos como homenajes a estos ejemplos y no como parte fundamental de la mecánica de juego. Lo que sí es importante, más allá de surfear el entorno que toque, de liberar el mar de su prisión y de obtener piezas de tetra para desbloquear nuevas habilidades, es activar los distintos mecanismos que nos permiten seguir avanzando hasta que alcanzamos el cenit de la aventura en su recta final. Los momentos más frenéticos se viven siguiendo una estupenda evolución que nos lleva a un colofón final que tardaremos tiempo en olvidar.

Una historia, varias partidas

Comentábamos antes que la posibilidad de realizar florituras es uno de los elementos que no nos han terminado de convencer en la primera partida que jugamos, pero no es el único aspecto que nos ha dejado algo fríos: la duración del juego es el otro factor a tener en cuenta. Incluso tras invertir bastante tiempo en recolectar piezas de tetra en los escenarios que ya hemos reconvertido en zonas conquistadas por el mar, nuestra primera aproximación al modo principal nos ha llevado casi tres horas exactas. Lo curioso es que, incluso siendo un juego de estas características, al terminar la partida obtenemos una puntuación en la que se tiene en cuenta el tiempo total que hemos tardado en terminarla.

Aunque hay distintos biomas, la mecánica no varía demasiado en las tres horas que dura.
Aunque hay distintos biomas, la mecánica no varía demasiado en las tres horas que dura.

Tampoco queremos que este hecho lleve a equívocos: en la práctica da completamente igual el tiempo que pasemos explorando cada rincón porque podemos afrontar la aventura como mejor nos venga en gana (es decir: yendo despacio o a todo trapo), pero una vez descubrimos todo lo que la historia tiene que ofrecer, lo que queda es una segunda partida donde tendremos que intentar superar nuestra primera puntuación yendo lo más rápido que sea posible y desbloqueando las habilidades que nos hayamos dejado atrás. Las susodichas solo sirven para aumentar la puntuación que recibimos al realizar trucos con la tabla. Volvemos a insistir en que combinar ambos factores en un título de estas características, pese a que al menos ofrece motivos para volver a disfrutar de la aventura, es cuando menos curioso.

Conclusión

Sword of the Sea llama la atención por su poderío artístico y nos conquista con una magistral banda sonora que, unida a una mecánica a la que se le pueden poner pocos peros, hacen de esta una magnífica aventura que tardaremos tiempo en olvidar. Entrar en muchos detalles a la hora de explicar la evolución de su sistema de juego nos obligaría a ofrecer destripes totalmente innecesarios. Este es uno de esos títulos que están pensados para jugadores que disfruten de experiencias sensoriales, aunque también se presta a que aprovechemos sus virtudes para ir de un lado superando fases, capítulos y saltos imposibles. Es una lástima que su concepto no se extienda más allá de las tres horas que dura, dado que mientras lo hace no deja de sorprender, bien sea por su originalidad en ciertos puntos o por el espectacular despliegue técnico del que hace gala.

Este es, sin duda, uno de los títulos más destacados de lo que va de año.
Este es, sin duda, uno de los títulos más destacados de lo que va de año.

No es un juego perfecto, obviamente, ni tampoco para todos los públicos, un rasgo que comparte con los títulos en los que se inspira y de los que es sucesor espiritual. Pero sí es una experiencia que vale la pena vivir independientemente de cómo la afrontemos. Y lo más importante: nos recuerda que, incluso sin palabras (más allá de los monolitos en los que se ofrece algo de información sobre el lore de su mundo), se puede contar una historia conmovedora que nos atrape de principio a fin.

Hemos realizado este análisis en PS5 con una versión descargada directamente desde PS Plus.

NOTA

9

Puntos positivos

Un espectáculo audiovisual de principio a fin. Es una auténtica delicia con una banda sonora magistral.
Las sensaciones que transmite y la sensación de evolución a medida que avanzamos.
Un viaje inolvidable…

Puntos negativos

… que se termina en un abrir y cerrar de ojos.
Se podría haber hecho algo más con las florituras que hacemos con nuestra espada/tabla.

En resumen

Es simple: Sword of the Sea es uno de los mejores juegos de lo que va de año; una propuesta única que combina una experiencia sensorial con un estilo muy peculiar. Imprescindible.
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Plataformas:
PS5 PC

Ficha técnica de la versión PS5

ANÁLISIS
9
  • Fecha de lanzamiento: 19/8/2025
  • Desarrollo: Giant Squid
  • Producción: Giant Squid / Inc.
  • Distribución: PS Store
  • Precio: 24.99 €
  • Jugadores: 1
  • Formato: Descarga
  • Textos: Español
  • Voces: Español
  • Online: No
  • Requisitos PC
COMUNIDAD
7.5

Sword of the Sea para PlayStation 5

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Ficha técnica de la versión PC

ANÁLISIS
9
  • Fecha de lanzamiento: 19/8/2025
  • Desarrollo: Giant Squid
  • Producción: Giant Squid
  • Distribución: Steam
  • Precio: 28.99 €
  • Jugadores: 1
  • Formato: Descarga
  • Textos: Español
  • Voces: Inglés
  • Online: -
  • Requisitos PC
Estadísticas Steam
COMUNIDAD
8

Sword of the Sea para Ordenador

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