Análisis de WRC 6 (PS4, PC, Xbox One)
Ha pasado un año, y la desarrolladora francesa Kylotonn regresa con la sexta entrega de World Rally Championship. Este videojuego de ralis, cuyo valor principal es contar con la licencia oficial del campeonato del mundo y ofrecer un buen número de trazados, coches y pilotos, no consigue transmitir todas las sensaciones de la verdadera competición, y su apartado audiovisual está lejos de lo que se espera de un título de la actual generación.
Pilotando por el mundo
Al entrar en el coche, sentimos que el videojuego sigue padeciendo muchos problemas a la hora de ofrecer una jugabilidad realista y efectiva. Pese a los evidentes esfuerzos de Kylotonn para mejorar este apartado ofreciendo coches más pesados y mejores colisiones, el control sigue siendo demasiado sencillo y predecible, lo que genera el efecto de conducir sobre raíles. Otro factor importante que resta naturalidad es que, aunque habrá superficies como tierra, asfalto o nieve, las sensaciones al volante serán muy parecidas y el pilotaje se volverá previsible y anodino.
En la competición vamos a poder elegir entre distintos coches más o menos potentes según la categoría y, aunque lógicamente experimentaremos sensaciones diferentes según su potencia, el control será muy parecido y poco realista. En este sentido es sorprendente que, pese a contar con cuatro niveles de simulación (Aficionado, SemiPro, Pro y Simulación), el control del vehículo no presenta prácticamente variaciones. Otro apartado que se ha intentado mejorar son las físicas de los impactos que, aunque ahora son más eficientes y las averías más creíbles, siguen siendo algo aleatorias en determinadas situaciones.
Buscando un mayor reto, durante las carreras seremos penalizados con tiempo en caso de no poder volver a la pista, chocar contra el público o sufrir una avería, sanciones que se añadirán al resultado final de la prueba. De la misma forma, en caso de sufrir un pinchazo podremos optar por dejarlo y terminar la prueba, o arreglarlo y añadir una sanción de tiempo. Por último, el copiloto está doblado al castellano y, aunque cumple con su labor, no es muy preciso a la hora de darnos las notas.
En definitiva, las sensaciones jugables de WRC 6 vuelven a ser muy mejorables y, pese a sus intentos por crear una experiencia más realista, la propuesta sigue siendo muy básica y ofrece un control demasiado simple incluso para los menos exigentes. Sin duda, de cara al futuro, el estudio francés debería pulir elementos básicos del pilotaje en ralis para transmitir de manera mucho más fiel las sensaciones y emociones de la competición.
Disputando el mundial
El modo principal de WRC 6 es Carrera, el cual nos permite avanzar desde las categorías inferiores hasta la máxima competición. Pese a las buenas ideas del modo, con un ligero acercamiento a la experiencia profesional teniendo que mantener la moral y eficacia de nuestro equipo según sus objetivos y nuestros resultados, la propuesta es sencilla, lineal y carente de retos. Básicamente, una vez elijamos el equipo, tendremos que ir superando diferentes ralis cumpliendo con los objetivos marcados. De esta forma, según nuestro rendimiento, iremos consiguiendo puntos en el mundial para llamar la atención de mejores escuderías y ascender a una categoría superior con un coche que pueda ganar el campeonato del mundo. Y esto es todo, WRC 6 no ofrece ningún tipo de progreso al piloto o mínima historia que pueda motivarnos a seguir corriendo, algo que lo volverá poco interesante al cabo de unas horas, aunque sigue siendo la mejor opción para un solo jugador.
Jugando en solitario
Si queremos competir de forma independiente y en solitario podremos optar por Partida Rápida, un modo en el que tendremos la opción de elegir el rali, la etapa, la categoría, el coche o las condiciones climáticas. Este último factor, que debería ser fundamental en cualquier videojuego de ralis, es aquí un añadido sin importancia pues, pese a que podremos competir con lluvia o nieve, los cambios en el pilotaje son mínimos. Otro factor configurable es el momento del día, algo que nos permitirá correr de noche, aunque la visibilidad siempre será buena. Otra opción para jugar en solitario es Campeonato, aquí, pudiendo configurar libremente el calendario de pruebas y etapas, crearemos una competición a nuestra medida. Estos dos modos, junto con Carrera, son las únicas opciones disponibles para disfrutar en solitario de WRC 6.
Disfrutando con amigos
Intentando potenciar la propuesta y ofrecer opciones multijugador, WRC 6 incorpora varios modos interesantes, aunque nuevamente escasos. Si optamos por jugar con amigos en casa tendremos dos opciones: Pantalla Partida y Hot Seat. La primera de ellas nos permite jugar con otro amigo en la misma consola y disfrutar de cualquier etapa de forma simultánea. Hot Seat ofrece la posibilidad de disputar una competición con hasta 8 amigos que se irán pasando el mando para completar un mismo tramo.
Sin embargo, si lo que queremos es jugar online, el juego nos ofrece Partida Rápida y Punto de Encuentro. En la primera vamos a poder buscar partida, según las condiciones que establezcamos, para jugar contra usuarios de todo el mundo. En Punto de Encuentro, podremos configurar aspectos como la privacidad, el tipo de competición o la categoría. Estos dos modos, si bien ofrecen la posibilidad de medirnos a jugadores de todo el mundo, vuelven a ser escasos si tenemos en cuenta la importancia que han adquirido los modos online durante los últimos años.
Por último, en el modo Desafíos iremos recibiendo nuevos retos que nos permitirán competir contra los tiempos de otros jugadores online. Algunas de estas pruebas tendrán pequeñas modificaciones como tener el freno de mano desactivado o conducir sin copiloto, sin embargo, no otorgarán ningún tipo de premio o progresión. Sin duda, después de repasar todas las opciones, queda claro que WRC 6 ofrece un reducido y poco inspirado catálogo de modos tanto en solitario como multijugador.
Trazados y circuitos
Buscando ofrecer mayor contenido para ampliar la duración del título, WRC 6 incluye tres categorías diferentes: Junior WRC, WRC 2 y WRC. Cada una de ellas cuenta con los coches oficiales del mundial que, perfectamente modelados y licenciados, ofrecen uno de los puntos fuertes del título. Entre los coches disponibles encontramos el Citroën DS3 WRC, el Hyundai i20 WRC o el Citroën DS3 R3-MAX (Junior WRC). Todos los vehículos cuentan con acabados estéticos diferentes según el equipo y los pilotos, por lo que podremos conducir los coches de deportistas tan conocidos como Sébastien Ogier, Thierry Neuville o Mads Ostberg. Pese al buen acabado estético, la rotura de los coches a nivel visual es muy básica y su control, pese a los ligeros cambios de rendimiento, es demasiado homogéneo.
En lo relativo a los trazados, WRC 6 incluye 14 pruebas diferentes con localizaciones tan míticas como México, España, Portugal o Francia, pudiendo pilotar en asfalto, tierra o nieve según el emplazamiento. En total hay 67 trazados, de los cuales 11 han sido fielmente recreados, siendo el resto simples inspiraciones de los trazados reales.
Visualmente muy inferior
El nuevo título de Kylotonn ofrece un acabado visual muy pobre y lejos de los estándares de la actual generación. Los trazados, aunque ahora cuentan con más público y hay helicópteros sobrevolando algunas pruebas, se sienten vacíos y sin vida, lo que impide añadir un extra de realismo a las pruebas. Además, visualmente cuenta con texturas bastante deficientes, un sistema de iluminación muy poco trabajado, modelados que se repiten con demasiada frecuencia y un sistema de partículas casi inexistente. En definitiva, el acabado visual queda muy lejos de lo que se espera actualmente de un título para PlayStation 4, Xbox One y PC.
El apartado sonoro tampoco consigue elevar el nivel audiovisual. La banda sonora compuesta de temas electrónicos suaves, acompaña los menús, pero sin destacar ni ser especialmente memorable, los coches muestran una sonorización semejante entre sí y la voz del copiloto, aunque está en castellano, suena muy robótica y no siempre nos da las mejores indicaciones. Con todo esto queda claro que WRC 6 tiene grandes deficiencias en su apartado audiovisual y su gran valor es contar con las licencias oficiales del mundial.
Lejos de lo esperado
WRC 6 ha dejado claro que es un título menor tanto a nivel jugable como audiovisual. Respecto a lo primero, encontramos un videojuego demasiado plano que no sabe transmitir las sensaciones al volante de un coche de estas características. Superficies jugablemente demasiado similares, vehículos con comportamientos muy parecidos entre sí y problemas con las físicas son algunos de los elementos que hacen demasiado sencilla la propuesta. En lo relativo al apartado audiovisual, el título cuenta con la licencia oficial de WRC, sin duda su mayor aliciente. Sin embargo, esta ventaja se desaprovecha con un apartado visual impropio de la actual generación que, pese a sus ligeras mejoras respecto a la anterior entrega, sigue siendo deficiente. En definitiva, si somos grandes seguidores de la competición y queremos sentir las sensaciones de un piloto de ralis, WRC 6 está lejos de ser la mejor opción.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con una copia final que nos ha proporcionado Badland Games.