Análisis de Worms W.M.D (PS4, Switch, PC, Xbox One)
La compañía (y estudio desarrollador) Team 17 está de celebración… ¡y por partida doble además! Al margen de llevar nada menos que 25 años con nosotros haciéndonos pasar muy buenos ratos con sus títulos (tanto los que producen como los que distribuyen), una de sus sagas más conocidas, Worms, cumple su 21º aniversario. Un gran motivo de celebración que Team 17 ha querido compartir con sus seguidores.
¿Y cómo ha querido festejar dicho aniversario? Pues de la mejor manera posible: lanzando una nueva entrega de su gran franquicia de estrategia por turnos. Worms W.M.D (cuyo título responde al nombre de Weapons of Mass Destruction) es el título de su nueva propuesta, un juego que seguramente va a hacer muy felices a sus fans, porque combina nuevas ideas y un lavado de cara muy agradecido, con ciertas características básicas que acercan a esta versión a las raíces de la saga.
Jugabilidad muy adictiva
Worms siempre ha destacado (salvo alguna que otra excepción dentro de su extensa y laureada trayectoria) por proponer un estilo de juego realmente divertido y adictivo.
Una apuesta por la estrategia por turnos mucho menos densa y "compleja", de la que suelen llevar consigo otros muchos títulos de este mismo estilo. Suponemos que por esa razón esta franquicia ha conseguido cosechar tantos éxitos, y cautivar a miles de jugadores a lo largo de los años.
Bien, pues esta nueva entrega va a combinar todo lo bueno que nos dejaron las primeras ediciones de la misma con un generoso puñado de innovaciones jugables y técnicas para, en nuestra opinión, dar forma a una de las ediciones más destacadas y completas de las aparecidas durante los últimos tiempos.
El punto de partida que sirve de inspiración para dar vida al juego es el de siempre. Debemos asumir el liderazgo de un ejército de gusanos, que debe acabar con el bando rival usando todos los recursos que tienen a su alcance. Y dichos combates se libran por turnos y en escenarios realizados en 2D (y de los que más tarde hablaremos), los cuales presentan un buen número de objetos, desde chatarra a construcciones, barricadas y demás elementos que en algunos casos pueden proporcionarnos ventajas estratégicas… o justo lo opuesto.
De esta forma y gracias a un sistema de control muy sencillo, que básicamente se basa en el empleo de tres botones principales (acción, salto y menú de armas), debemos ir alternando el manejo de nuestras unidades según transcurran las partidas para avanzar por los escenarios con cuidado y tratando de que no nos eliminen los rivales.
Pero claro, la gracia de este juego y nuestro objetivo principal en el modo Campaña consiste en liquidar a los adversarios. ¿Y cómo lo hacemos? Pues empuñando alguna de las 80 armas y gadgets distintos que el título pone en liza. Granadas, bazucas, ametralladoras y demás arsenal está a nuestra disposición para dar cera al ejército rival. Y por si fuera poco, también podemos usar ciertas armas fijas que de vez en cuando se encuentran en los fondos, como torretas defensivas tremendamente eficaces.
Pero lejos de estar ante una guerra seria y realista, el título es tremendamente simpático y desenfadado, algo que se agradece y que además aporta elevadas cotas de humor al asunto. Pocos títulos de este mismo estilo pueden competir contra Worms WMD (y, por extensión, contra otros capítulos anteriores de la saga) en este mismo aspecto.
Diversas innovaciones
Como os decíamos al comienzo, al sistema de juego básico que siempre ha propuesto esta serie se han unido algunos cambios y novedades. No son muchas éstas últimas, pero algunas de ellas son bastante llamativas.
Lo más curioso y destacado en este sentido es la incorporación de vehículos. De esta forma y por vez primera en la franquicia podemos subirnos a bordo de un tanque blindado y recorrer con él los escenarios de manera más segura… ¡y gozar de un poder ofensivo devastador! Además dicho vehículo es capaz incluso de efectuar saltos considerables (algo tan raro como útil), lo cual nos permite sortear ciertos obstáculos que de vez en cuando nos encontramos en nuestro camino.
¿Os parece poco? Pues a dicho tanque se ha unido la aparición de un helicóptero, el cual cambia la forma de entender el desarrollo de algunas misiones ya que aporta la facultad de sobrevolar los fondos, con todo lo que eso significa en cuestiones de movilidad, ventaja táctica y capacidad de ataque. ¡Es un gusto pilotarlo!
Pero hay más. Haciendo caso de las demandas solicitadas por la comunidad de seguidores de esta saga, Team17 ha decidido recuperar algunas de las características clásicas de la serie, como por ejemplo la posibilidad de meternos en el interior de varios edificios. También han reintroducido algunas herramientas muy queridas por los fans, como la cuerda ninja que nos permite descolgarnos y balancearnos con facilidad de una plataforma a otra.
Junto a todo esto y como innovación adicional, también se han efectuado cambios en la física y en el comportamiento tanto de los propios gusanos como de algunas de las armas y proyectiles que pueden lanzar (como las granadas, por ejemplo), siendo más cercano a lo que experimentamos en los primeros episodios de la franquicia.
Y por si no fuera suficiente todo esto, a las novedades jugables también se ha añadido un buen cambio en lo técnico. De esta forma el juego luce unos escenarios realizados a mano que presentan una definición y un grado de detalle jamás disfrutados en ediciones precedentes de la serie. Mención aparte merecen las fantásticas animaciones de los protagonistas, que son tan simpáticas como variadas y bien realizadas. En este apartado Worms WMD es el mejor juego en la historia de la saga sin duda alguna.
Y esta gran faceta técnica está bien respaldada por una banda sonora que ameniza cada combate sin molestar y unos efectos muy graciosos para los gusanos.
Por todo lo que os acabamos de comentar estamos ante un título realmente convincente y tremendamente adictivo, que una vez te acostumbras a su mecánica y memorizas todas sus posibilidades (que son muchas), es difícil dejar de jugar. Una producción en la que la jugabilidad se impone a cualquier otro factor.
¡Además tenemos juego para rato! A sus variados modos para un jugador (Entrenamiento, Desafíos y Campaña) que pueden depararnos muchas horas de diversión, se ha integrado un modo multijugador para un máximo de seis participantes, enfrentamientos en los cuales pueden llegar a plantarse ejércitos de hasta ocho gusanos por participante en una amplia gama de arenas. Estas batallas online son muy amenas y entretenidas, pero a veces pueden resultar algo confusas cuando en ellas se ven las caras muchos personajes simultáneamente.
A pesar de eso se trata de diversión multijugador duradera y de calidad para un título de estrategia muy bien confeccionado y que no defraudará a nadie, ya sea seguidor de la franquicia o no.
Conclusiones
Esta nueva edición de la saga de Team 17 nos ha parecido realmente magnífica. La idea de unir características clásicas de la serie con otras nuevas, como la posibilidad de entrar en edificios, y la incorporación de nuevas funciones, como poder controlar varios vehículos, confieren al título un nivel de diversión elevado y pocas veces disfrutado en las últimas ediciones de la saga. Un juego de estrategia tremendamente entretenido y, que debido a su relativa simplicidad, puede ser disfrutado por casi cualquier tipo de usuario y no sólo por los amantes de los títulos de esta clase.
Hemos realizado este análisis en su versión de Xbox One con un código de descarga que nos ha proporcionado Team 17.