Análisis de V-Rally 4 (PS4, Switch, PC, Xbox One)
V-Rally vuelve dieciséis años después con una cuarta entrega que mantiene parte de su legado, pero que también se ha renovado con un enfoque jugable más accesible y disciplinas adicionales alejadas de los clásicos ralis. La desarrolladora responsable es la francesa Kylotoon, creadora de otros títulos de conducción como WRC 7, FlatOut 4: Total Insanity o TT Isle of Man. Sin duda, V-Rally 4 es un videojuego entretenido, pero se ve muy lastrado por su limitada jugabilidad, su escaso y poco profundo contenido y un mejorable apartado audiovisual.
Asumiendo riesgos
V-Rally 4 se disfruta plenamente desde los primeros tramos gracias una jugabilidad arcade muy sencilla. Esta accesibilidad no implica que estemos ante un videojuego fácil, ya que sus enrevesadas pistas, la variedad de disciplinas y la ausencia de rebobinado, nos exigen pilotar con gran habilidad.
Sin embargo, el control ofrece poca progresión, encontrando coches con comportamientos muy parecidos, y superficies y condiciones climáticas que casi no afectan al pilotaje.
Este último aspecto es seguramente el más preocupante pues, aunque hay tramos en tierra, asfalto, nieve, lluvia o arena, lo cierto es que el control se mantiene casi inalterado, algo que reduce drásticamente la profundidad jugable. A esto le debemos unir un manejo tosco con mando y volante, y una sensación de extrema ligereza en los coches, lo que nos impide dominarlos con precisión. Un punto positivo es la excelente sensación de velocidad que nos proporcionan todas las cámaras, algo muy importante en este tipo de videojuegos.
La simulación de las físicas es estable, aunque presenta deficiencias puntuales en colisiones, saltos, inercias y al interactuar con algunas superficies, lo que implica una aleatoriedad muy molesta que puede arruinarnos cualquier carrera. El título también incluye ayudas a la conducción, aunque son muy limitadas debido a su carácter arcade. Entre las opciones disponibles están: ABS, para evitar bloquear los frenos; ARS, para aumentar el agarre al perder tracción; y el cambio automático. Por último, también contamos con un copiloto que en castellano nos va indicando las curvas y peligros de los trazados, gozando de una buena implementación.
El último punto que debemos remarcar es el sistema de daños visuales y mecánicos de los coches. A nivel estético las roturas son sencillas, reduciéndose a pequeños desperfectos en la carrocería y a la pérdida de alguna pieza. En cuanto al rendimiento, los vehículos pueden sufrir roturas de distinta gravedad en multitud de zonas, aunque su repercusión en el control es poco significativa, lo que resta importancia a un apartado determinante.
Nuevos horizontes
V-Rally 4 no solo incorpora la clásica disciplina de tramos individuales en la que nuestro objetivo es marcar el mejor crono, sino que también incluye nuevas opciones. V-Rally Cross es una modalidad en la que seis participantes se disputan el primer puesto dando una serie de vueltas a un circuito y teniendo que completar una de comodín. Por su parte, en el modo Buggy también corremos junto a otros cinco participantes en circuitos con multitud de saltos y curvas imposibles.
Buscando un enfoque más técnico tenemos Hillclimb, una modalidad que lleva al extremo nuestros reflejos y en la que competimos contra el crono en largos y veloces trazados. Finalmente disponemos de Extreme-Khana, una opción en solitario que nos pone a prueba en complicadas yincanas. Sin duda, la variedad de modalidades es muy interesante y, aunque los fans de los títulos clásicos hubiesen preferido un enfoque más centrado en los tradicionales ralis, lo cierto es que las distintas vertientes ofrecen mucha diversión.
Piloto profesional
El modo principal es Carrera V-Rally, una opción de juego extensa y que nos permite descubrir todas las posibilidades del título de forma equilibrada. Aquí encontramos una sucesión de pruebas en las cinco disciplinas disponibles que nos van recompensando con dinero a medida que cumplimos objetivos. Con las ganancias reparamos los coches después de las pruebas y compramos nuevos vehículos que nos dan acceso a retos más exigentes.
El dinero también es imprescindible para mejorar nuestro equipo de investigación y mecánico, pudiendo contratar a distintos profesionales especializados en varias partes del coche, consiguiendo con ello un mejor rendimiento. Además, también debemos tener en nómina a un Agente, el cual nos desbloquea mejores carreras según su especialización. Al finalizar cada semana hay que pagar los salarios de los empleados, por lo que no podremos gastarnos todo el dinero en comprar nuevos vehículos.
En este modo también es posible acceder a retos online temporales, los cuales nos recompensan con grandes cantidades de dinero, aunque para participar en los más interesantes hay que pagar una pequeña inscripción inicial. También existe la opción de mejorar nuestros vehículos en apartados como motor, frenos, chasis o, por ejemplo, carrocería, aumentando con ello las estadísticas de rendimiento. Además, es posible ajustar la configuración del coche según la superficie, aunque no notaremos cambios drásticos. Sin duda, el modo Carrera V-Rally es el más divertido y ofrece una progresión bien medida, aunque con el paso de las horas acaba siendo muy repetitivo y se convierte en una sucesión de carreras sin mucho interés.
Disfrutando sin preocupaciones
Buscando un enfoque más desenfadado tenemos Partida Rápida, un modo de juego en el que es posible utilizar cualquier vehículo y trazado. Dentro de la vertiente multijugador se ha incorporado la pantalla partida para dos jugadores, pudiendo disfrutar con un amigo en cualquiera de las cinco modalidades disponibles. Sin duda, la presencia de la pantalla partida con todos los modos y trazados es un verdadero acierto y ofrece enormes posibilidades.
El multijugador online es un apartado más limitado, pudiendo acceder a desafíos temporales, buscar emparejamientos rápidos y crear o unirnos a una sesión, configurando aquí multitud de elementos para hacer la experiencia a nuestra medida. Una pena no tener un modo online más interesante que amplíe las posibilidades del título.
Coches y circuitos
V-Rally 4 dispone de más de veinte escenarios diferentes situados en países como Estados Unidos, Japón, Bolivia, Kenia, Inglaterra, Rusia o Rumanía. Cada ubicación ha sido recreada con multitud de detalles y los trazados en su mayoría están bien diseñados. En ellos encontramos superficies como tierra, asfalto, arena, nieve y lluvia, dando como resultado más de 70 pruebas repartidas entre las cinco modalidades. A esto le debemos unir que algunas localizaciones cuentan con creación procedimental de trazados, ampliando enormemente las opciones jugables.
El catálogo de coches está compuesto por más de 50 vehículos de marcas tan conocidas como Honda, Porsche, Mazda o Ford. Cada coche está especializado en una de las cinco disciplinas, pudiendo acceder paulatinamente a mejores categorías. El modelado de todos ellos es correcto, aunque los acabados interiores y los desperfectos visuales están lejos de lo esperado. Por último, el sonido de los motores es bueno y visualmente podremos personalizarlos con muchas pinturas y vinilos.
Visualmente simplemente correcto
Gráficamente encontramos un buen acabado visual en coches y circuitos, varios climas (destacando el realismo de la lluvia) y un sistema de iluminación solvente. Sin embargo, las texturas ofrecen pocos matices, los desperfectos visuales son muy escasos, los escenarios están vacíos, algunos modelados son mejorables y el título solo alcanza los 60 fotogramas por segundo en PC. Por otro lado, la banda sonora está a buen nivel y el doblaje al castellano es aceptable.
Conclusión
V-Rally 4 es un videojuego de ralis que no vive de su pasado y que ha querido evolucionar incluyendo hasta cinco disciplinas diferentes, consiguiendo con ello un nuevo y acertado enfoque. Sin embargo, la profundidad jugable es muy limitada pues, pese a existir diferentes tipos de superficies y vehículos, el control no cambia significativamente y las físicas son muy básicas. Esto inevitablemente repercute en una jugabilidad sin progresión y muy próxima a los arcades más sencillos.
El modo Carrera V-Rally es divertido y ofrece algo de profundidad, aunque con el paso de las horas acaba siendo una sucesión de carreras sin mucho interés. Un buen aliciente lo encontramos en el multijugador a pantalla partida para dos jugadores, una opción repleta de posibilidades y que siempre es de agradecer. Por su parte, la vertiente online es limitada y no amplía las posibilidades del título. Sin duda, V-Rally 4 se ha quedado muy lejos de lo que prometía la vuelta de esta mítica saga y, aunque puede interesar a los amantes de los ralis que busquen una experiencia accesible para disfrutarla con amigos, lo cierto es que dentro del género está lejos de los mejores.
Hemos realizado este análisis en PlayStation 4 Pro con un código de descarga digital facilitado por Bigben Interactive.