Análisis de TT Isle of Man - Ride on the Edge (PS4, Switch, PC, Xbox One)
Una de las pruebas más famosa del motociclismo internacional es TT Isla de Man, una carrera contrarreloj que desde 1907 se disputa sobre peligrosas carreteras urbanas, y cuya competición es una de las más extremas del mundo del motor. Ahora recibimos TT Isle of Man – Ride of the Edge, videojuego desarrollado por Kylotonn Racing Games, estudio francés responsable durante los últimos años de la saga WRC. En esta ocasión se adentran en el mundo de las motos urbanas, ofreciendo un estilo de pilotaje exigente y toda la adrenalina de la verdadera competición, aunque también llega con muy pocos circuitos, motos y modos de juego.
Compitiendo al límite
Cuando nos subamos a la moto podremos elegir el nivel de exigencia al que queramos enfrentarnos, pudiendo modificar para ello aspectos tan importantes como ABS, control de tracción, frenada combinada, cambio de marchas o trazada dinámica.
Si optamos por una vertiente más realista, disfrutaremos de un control exigente en el que tendremos que medir bien el uso del acelerador y los frenos o la inclinación de la moto, ya que cualquier mínimo error nos puede llevar al suelo.
Si adaptamos las ayudas para tener una experiencia más accesible, sentiremos que la moto se vuelve más dócil, la frenada más equilibrada y que podremos arriesgar más en las curvas, consiguiendo con ello disfrutar sin muchas preocupaciones. Sin embargo, aunque los ajustes modificarán el control, lo cierto es que la propia naturaleza urbana de los trazados y la enorme potencia de las motos, harán de cada carrera un auténtico reto, por lo que habrá que tener cierta práctica para poder competir al límite.
Para disfrutar de la competición vamos a contar con varias cámaras, siendo la más espectacular la situada tras la cúpula de la moto. Sin embargo, independientemente del punto de vista, disfrutaremos de una fantástica sensación de velocidad. Esto es gracias a un gran comportamiento de la cámara, que vibra y se mueve según nuestro pilotaje, y a la sonorización, gozando de un contundente sonido de las motos y un inmersivo efecto de viento cuando pilotamos a altísimas velocidades.
Otro punto determinante del pilotaje serán las pistas en las que competiremos. Estas serán de carácter urbano, por lo que tendremos trazados estrechos, bordillos, señales de tráfico y un asfalto imperfecto que puede convertirse en nuestro peor enemigo. El videojuego cuenta con una recreación 1:1 del circuito de la Isla de Man, habiéndose cuidado con minuciosidad todos los detalles del asfalto y el entorno. Gracias a ello gozaremos de 60,72 km de peligrosas carreteras por las que han corrido algunas de las motos más rápidas del mundo.
El circuito de la Isla de Man no solo podrá recorrerse de principio a fin, sino que también existe la posibilidad completar tramos independientes. En esta apartado también contaremos con nueve trazados urbanos ficticios que estarán en localizaciones como Irlanda del Norte, Escocia o Gales. Estos tendrán un buen diseño y aportarán variedad, sin embargo, el número de pistas es demasiado reducido y acaba limitando enormemente las opciones jugables.
La forma habitual de competición será contrarreloj, bien en solitario o con salidas espaciadas, lo que nos permitirá pilotar con más tranquilidad y concentración. También habrá carreras con más pilotos, encontrando aquí una experiencia más agresiva y peligrosa. Es por ello que no será raro acabar en el suelo al sufrir un contacto, quedando el infractor sin ningún tipo de penalización.
Auténticas bestias
Las motos disponibles serán de marcas tan prestigiosas como BMW, Honda, Yamaha, EBR, Norton, Suter, Triumph o Kawasaki, contando con modelos oficiales como la Honda CBR 1000RR de 2017, la Yamaha YZF-R6 de 2017 o la BMW S1000RR de 2017. Todas ellas han sido recreadas con enorme minuciosidad y cuentan, no solo con los diseños oficiales, sino también con sus correspondientes pilotos. Sin embargo, encontramos el mismo problema que en los circuitos, ya que solo tendremos diez motos (cinco por categoría) , un número que nos parece muy escaso. Además, aunque entre las de menor y mayor cilindrada habrá ciertas diferencias, dentro de una misma disciplina los cambios serán mínimos.
Descubriendo la Isla de Man
El modo más extenso e interesante es Carrera, una opción offline en la que tendremos que ir compitiendo en diferentes pruebas hasta conseguir una invitación para el TT Isla de Man. Para ello tendremos que gestionar nuestro calendario de carreras, consiguiendo premios económicos según nuestros resultados. Gracias a esto, a medida que vayamos corriendo usaremos los beneficios para adquirir nuevas motos y realizar mantenimientos.
Además, según el prestigio y la dificultad de las pruebas también iremos obteniendo puntos de fama, los cuales nos abrirán las puertas a mejores competiciones. De esta forma, Carrera se vuelve la opción más extensa y divertida para un jugador, sin embargo, el enfoque jugable es tremendamente sencillo, siendo finalmente una sucesión de carreras sin ningún incentivo.
Buscando retos adicionales encontramos Carrera Rápida, donde podremos competir en cualquiera de los circuitos disponibles y con la moto que queramos. Aquí también será posible elegir el tipo de salida y el momento del día. Por último, también existe el modo Contrarreloj, el cual nos permitirá correr contra nuestro fantasma para buscar las mejores marcas.
En el multijugador online podremos competir con hasta ocho jugadores, eligiendo libremente la moto y el trazado. Este modo es divertido, pero el servicio se ha mostrado poco estable y ha sido complicado encontrar partida. En la vertiente offline solo competiremos en pruebas contrarreloj, teniendo que pasar el mando entre los diferentes participantes al inicio de cada ronda. Sin duda, el título queda lastrado en este apartado por su falta de contenido y escasa ambición.
Recreando lo imperfecto
El videojuego hace gala de un notable acabado visual, destacando el gran modelado de las motos y la perfecta recreación del circuito de la Isla de Man. En este sentido, gozaremos de una minuciosa reproducción del asfalto, el material urbano y las edificaciones, consiguiendo con ello un gran realismo. El resto de pistas también estarán a un gran nivel y disfrutaremos de parajes realmente espectaculares.
En este sentido, cada trazado dispondrá de tres momentos del día (mañana, mediodía y tarde-noche) , contando todos ellos con una magnífica iluminación. A nivel visual, aunque veremos multitud de efectos de partículas y entornos con vida, también encontraremos animaciones poco pulidas y un sistema de físicas que a veces no actúa de forma correcta.
La banda sonora tiene melodías que acompañan bien la navegación, aunque sin temas muy remarcables. El título también llega traducido y doblado al castellano, pero las líneas de diálogo son muy escasas. Destacar la genial sonorización de las motos y el realismo de los efectos, sobresaliendo el brillante uso del ruido del viento cuando pilotamos a grandes velocidades.
Conclusión
TT Isle of Man – Ride of the Edge ha sabido captar bien la esencia de la competición y nos ofrece una propuesta de pilotaje rápida, exigente y capaz de adaptarse a todo tipo de jugadores. Sin embargo, no solo tiene pocos circuitos y motos, sino que también cuenta con un modo campaña plano y sin recorrido, opciones offline muy sencillas, y un multijugador online sin grandes incentivos. Todo esto provoca que el conjunto quede desdibujado y que finalmente solo sea una opción interesante para los amantes del género o para los seguidores de esta mítica prueba.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código que nos ha proporcionado Big Ben Interactive.