Análisis de The Legend of Korra (PS4, PC, Xbox One, PS3, Xbox 360)

Platinum Games, uno de los estudios que mejor saben hacer juegos de acción a día de hoy, trabajando en un juego de The Legend of Korra, una de las mejores series de animación de los últimos años. ¿Suena bien, verdad? Eso fue lo que muchos pensamos cuando se anunció hace unos meses, haciéndonos mantener nuestras esperanzas en él lo suficientemente altas como para no ver el momento de echarle el guante y ponernos a repartir tortazos controlando los elementos. Sin embargo, y por desgracia, el resultado final ha estado muy por debajo de las expectativas, aunque no por ello impedirá que los fans de Korra pasemos un buen rato.

Dominando los cuatro elementos

Lo primero que vamos a dejar claro, es que si esperáis encontrar en este juego algún rastro de la genialidad de la serie a nivel narrativo, de historia y personajes, lo mejor será que miréis para otro lado. El argumento se ambienta entre los hechos de la segunda y la tercera temporada, y en él nos narran cómo un misterioso anciano deja a Korra sin sus poderes para controlar los elementos, motivo por el cual comenzamos un viaje para recuperarlos y descubrir qué es lo que trama este villano.

Los personajes secundarios de la serie aparecen más a modo de cameo que otra cosa, el guion está contado a través de unas escenas de animación muy cortas y bastante sosas (al menos han sido creadas especialmente para la ocasión), y tiene algunos detalles bastante ridículos e incoherentes, como las distintas formas en las que Korra recupera el control de cada elemento. Es decir, todo lo contrario a lo que estamos habituados a ver en televisión, y lo cierto es que es una pena, ya que el juego cuenta con uno de sus guionistas.

Pero bueno, pasemos a su jugabilidad, la cual también es víctima de su propuesta argumental. El hecho de dejar a Korra sin sus poderes para que los vaya recuperando poco a poco, es probablemente una de las peores decisiones que han podido tomar en Platinum Games de cara a su jugabilidad, ya que esto limita muchísimo el sistema de combate durante más de la primera mitad del juego. Hasta que no lleguemos al final del capítulo cinco no los recuperaremos todos, y solo son ocho episodios, lo que hace de la primera vuelta una experiencia bastante menos divertida de lo que debería.

El sistema de combate es bastante simple y nos propone realizar combos combinando dos botones (ataque flojo y fuerte), aunque las combinaciones posibles no son muchas ni muy largas, por lo que no estamos, ni mucho menos, ante el mejor juego de Platinum Games en este sentido. Para darle algo más de interés, si cargamos los golpes rellenaremos nuestra barra de Chi, lo que aumentará considerablemente la potencia y los efectos de nuestros golpes, aunque esta irá bajando poco a poco, por lo que hay que intentar cargar algún que otro ataque siempre que podamos para recuperar Chi y no perder sus efectos.

Cada elemento tiene su propio estilo de combate, y podremos cambiar de uno a otro con una sola pulsación de botón, permitiéndonos de esta forma crear combos combinando unos con otro, aunque realmente el juego no nos invita a ello ni nos da motivos para que demos rienda suelta a nuestra imaginación, lo que es una pena.

Para completar nuestras capacidades ofensivas y defensivas, podremos esquivar y bloquear, siendo esto último realmente importante, ya que si conseguimos hacerlo en el momento exacto (os avisamos que el timing es tremendamente exigente), podremos ejecutar un contraataque muy dañino. Algunas de estas contras nos piden realizar unos pequeños QTE, aunque suelen dar tiempo de sobra para no fallarlos, y la mayoría de ellos suelen ser pulsar los dos sticks para arriba o aporrear el botón de ataque débil, por lo que no deberíais tener problemas con ellos. Eso sí, mucho ojo con los ataques eléctricos, ya que no pueden ser bloqueados y os obligarán a esquivar. También hay que destacar que podremos ejecutar a nuestros rivales pulsando círculo siempre y cuando los consigamos aturdir.

En general, combatir es divertido y el uso de los elementos está realmente conseguido, pero para llegar a este punto necesitaremos invertir por lo menos un par de horas, ya que nuestro número de combos y movimientos estará limitadísimos durante más de la primera mitad del juego, lo que nos obligará a realizar los mismos golpes una y otra vez para ir abriéndonos camino, lo que viniendo de Platinum Games resulta bastante decepcionante.

Otro aspecto mejorable lo encontramos en el diseño de niveles (no hay casi ningún momentazo en ellos que aporte variedad e interés) y en la variedad de enemigos, ya que hay muy pocos tipos de rivales distintos, los cuales se van repitiendo durante todo el juego, incluyendo una especie de minijefes finales en forma de mechas gigantes que no varían en nada en sus mecánicas y cuyos enfrentamientos pueden hacerse algo pesados. El único jefe propiamente dicho lo encontraremos en la batalla final, un combate muy bien resuelto y bastante conseguido que nos obligará a darlo todo, por lo que no entendemos cómo no se han hecho más cosas así durante las siete pantallas anteriores.

Para añadir un poco más de variedad, se han añadido unos pocos niveles en los que vamos a lomos de Naga (la perra osa polar de nuestra protagonista), al más puro estilo "runner", en el que avanzaremos sin parar a toda velocidad mientras intentamos esquivar todo tipo de obstáculos, pudiendo apoyarnos en nuestros poderes elementales para facilitarnos las cosas. No están demasiado inspirados y podrían haber dado mucho más de sí, pero son tan cortos que tampoco molestan demasiado.

En total, completarlo por primera vez en dificultad normal nos ha llevado poco más de tres horas, una duración bastante pobre, aunque es ahí realmente cuando el juego se pone interesante. Al pasarte el juego en dicha dificultad, se desbloquea Extremo, invitándonos a rejugarnos toda la aventura con todos los poderes y objetos que hayamos desbloqueado hasta el momento (incluyendo la posibilidad de entrar en Estado de Avatar).

Las situaciones y las combinaciones de enemigos aquí están mucho mejor pensadas, las posibilidades de su sistema de combate brillan por todo lo alto y las batallas se vuelven tan difíciles que tendremos que dar el 120% para llegar hasta el final (aunque en Normal ya ofrece un desafío muy considerable). Eso sí, es una pena que para que el juego se vuelva realmente divertido hayamos tenido que pasárnoslo una primera vez.

Como en cualquier juego de Platinum, hay un buen número de coleccionables, trajes desbloqueables, rangos según nuestra actuación en cada pelea y una tienda en la que poder comprar objetos consumibles, combos y mejoras (que por cierto, está regentada por un viejo conocido de La Leyenda de Aang que a más de un fan le hará entornar una sonrisa de complicidad), por lo que si queremos tenerlo todo necesitaremos pasárnoslo una o dos veces más. Además, cada poder elemental sube de nivel de forma independiente según el uso que les demos, por lo que ahí tendremos otro incentivo para maximizar las posibilidades de Korra.

Finalmente, hay un minijuego que desbloqueamos al completar el título por primera vez en el que podremos participar en tres ligas distintas de Pro-Bending (un deporte en el que distintos maestros elementales se enfrentan por equipos para derrotar a los miembros del contrario echándoles del ring). Las acciones que tenemos en él son muy limitadas y se repite bastante, por lo que la única diferencia que notaremos de un combate a otro es que en uno nos quitan más o menos vida y que se defienden mejor o peor los contrarios.

Gráficamente el título luce bastante bien, con unos modelados (especialmente el de Korra) muy conseguidos y fieles a lo visto en la serie de televisión. Además, los efectos gráficos cuando los elementos entran en juego y las animaciones son bastante buenas, aunque los escenarios nos han parecido demasiado vacíos, faltos de detalle y algo sosos. Eso sí, todo se mueve a 60 imágenes por segundo, lo que ayuda mucho a darle ritmo y fluidez a las batallas.

Del sonido tenemos que aplaudir por todo lo alto que se haya hecho uso de la banda sonora de la serie, algo de lo que debería tomar buena nota cualquier compañía que quiera lanzar un juego basado en una licencia, ya que es un gustazo combatir con las melodías que hemos estado escuchando en televisión, y los pocos momentos en los que aparece el tema principal de la serie son, como poco, gloriosos para cualquier fan.

Eso sí, el juego está completamente en inglés, algo que tampoco nos disgusta demasiado, ya que las voces originales son geniales y en nuestro caso concreto las preferimos a las escuchadas en el doblaje español, aunque el hecho de que no se hayan añadido ni siquiera unos subtítulos hará que cualquiera que no domine mínimamente el inglés de oído lo vaya a pasar bastante mal para enterarse de todo lo que se dice (no hay ni subtítulos en inglés). Como siempre, lo ideal sería un selector para que todo el mundo pudiera jugar con su doblaje preferido, aunque por desgracia este vuelve a no ser el caso.

Conclusiones

No os vamos a engañar: The Legend of Korra nos ha decepcionado. Da toda la impresión de ser un juego "de encargo" y hecho con prisas. De hecho, el título muestra potencial, pero la impresión que queda es la de que no ha habido el tiempo suficiente para planificarlo todo bien y hacer un juego a la altura, tanto de la serie en la que se basa como de la reputación de su estudio de desarrollo. Sin embargo, consigue entretener y hacernos disfrutar con sus combates una vez hemos desbloqueado todas sus posibilidades, algo que es especialmente cierto en su dificultad máxima, por lo que si sois fans de esta temperamental Avatar y sois capaces de perdonarle sus defectos (especialmente su primera vuelta), probablemente encontraréis aquí un título con el que satisfacer vuestras ganas de jugar a un juego de esta fantástica serie.