Análisis de The King of Fighters XIV (PS4, PC)

Después de la decepción que supuso para muchos el lanzamiento de The King of Fighters XIII (no era un mal juego, para nada, pero se quedaba corto por culpa de su injugable online), no resulta de extrañar que SNK haya necesitado cinco años para replantear su veterana e icónica saga de juegos de lucha de cara al desarrollo de una nueva entrega. Tras un anuncio algo frío y polémico que consiguió dividir a los fans por culpa de su aspecto gráfico al cambiar los tradicionales sprites por modelos 3D, The King of Fighters XIV empezó a demostrar su potencial con el paso de los meses, dejando muy buenas sensaciones entre todos aquellos que tenían la suerte de probarlo.

Pero la espera ha llegado a su fin y ya tenemos entre nosotros la versión final de este nuevo retorno del Rey de la Lucha, lo que nos ha permitido confirmar que todas esas buenas vibraciones que nos ha estado transmitiendo en las últimas semanas estaban más que justificadas, dando como resultado un juego frenético, profundo, repleto de posibilidades y, sobre todo, muy divertido.

Vuelve el Rey

Como suele ser habitual en la serie, volvemos a encontrarnos con un título de lucha en dos dimensiones. A pesar del cambio que ha sufrido su apartado gráfico, los personajes se mueven de la misma forma que cuando eran sprites, por lo que la sensación que transmite sigue siendo la de estar jugando a un KOF de los de toda la vida. Al final, su nuevo aspecto visual acaba resultando una cuestión puramente estética que se aprovecha para poner el toque de espectacularidad a la hora de ejecutar los ataques especiales con cambios y giros de cámara.

Aclarado esto, tenemos un sistema de control basado en cuatro botones que, en combinación con las direcciones del stick nos permitirán poner en práctica una buena cantidad de golpes y técnicas especiales. Destacar que la mayoría de los comandos que tenemos que introducir para realizar nuestros movimientos (inputs) suelen ser muy simples y accesibles, aunque aprender a encadenarlos para construir buenos combos ya es una cuestión muy diferente debido al exigente timing que nos requieren, de modo que necesitaréis ser muy precisos y rápidos con el mando si queréis dominar a vuestros luchadores favoritos.

Hay muchas formas de enlazar los distintos tipos de golpes que tenemos a nuestra disposición gracias a los cancels que podremos realizar ejecutando técnicas, por lo que podéis estar seguros de que vais a pasar bastantes horas en el completo modo entrenamiento que incluye, descubriendo combos y aprendiendo a realizarlos correctamente a poco que queráis ser mínimamente competitivos.

El desarrollo de los combates es bastante frenético y la acción ocurre a toda velocidad, favoreciendo el juego ofensivo (hay un medidor que se vacía rápidamente si nos mantenemos a la defensiva, dejándonos completamente vendidos si llega a cero) y estratégico (castigar ataques descuidados es muy sencillo), así que pocos momentos de respiro encontraréis, ya que el intercambio de golpes es constante, obligándonos a afinar nuestros reflejos para salir victoriosos de la contienda.

El modo de combate principal sigue siendo por equipos de tres. Aquí nuestro objetivo será derrotar al trío de personajes rival enfrentándonos a ellos por rounds, aunque el luchador que gane cada uno de ellos solo recuperará un pequeño porcentaje de vida para el siguiente. A pesar de ser por equipos, no existen movimientos tag que nos permitan realizar técnicas conjuntas entre varios combatientes.

Por esto mismo, la batalla comienza incluso desde el menú de selección de personajes, ya que en él también tendremos que escoger, en secreto, el orden en el que queremos utilizarlos (nuestro enemigo no lo sabrá hasta que empiece el combate). Por ejemplo, podemos tener un luchador que sea especialmente efectivo cuando hace uso de la barra de energía, motivo por el que quizás queramos dejarlo en último lugar cuando esta última tenga un máximo de cinco cargas y la hayamos rellenado lo suficiente.

Hablando de combatientes, tenemos una plantilla de 50 personajes entre las que se incluyen muchas caras nuevas (19) y el regreso de multitud de viejos conocidos (31). La cifra está bastante bien (aunque considerando los precedentes de la serie, no dudamos en que podría haber sido incluso más extensa) y todos los luchadores están muy bien diferencias entre sí, proponiendo estilos de juego tan diferentes como únicos, por lo que raro será que no encontréis a varios que se adapten a vuestras preferencias.

Lo malo es que no nos ha dado la impresión de que haya un buen equilibrio entre ellos, con algunos personajes que nos han dejado con la impresión de que están por encima del resto y otros cuya efectividad no es la que debería. De todos modos, todavía es demasiado pronto como para poder valorar y juzgar esto adecuadamente, ya que hasta que no pasen varias semanas y la comunidad lo explote pueden ocurrir y descubrirse muchas cosas.

En lo que respecta a modos, el título no nos ofrece una selección especialmente extensa ni original, aunque ofrece todo lo mínimamente exigible: Historia (que en realidad es el modo Arcade, con sus jefes y secuencias finales si jugamos con los equipos predeterminados), Pruebas (donde replicar los combos que nos indiquen), Supervivencia y Contrarreloj (donde competiremos por terminar diez combates en el menor tiempo posible). Todo esto es lo que hay para un único jugador, además del clásico Versus contra la IA, un Tutorial para aprender sus mecánicas y el imprescindible Entrenamiento.

Por otro lado, si queremos competir online podemos jugar partidas igualadas y puntuadas o crear salas para hasta doce jugadores, donde luchar simplemente por diversión, ya sea uno contra uno, por equipos o por equipos en el que cada jugador controla a un personaje, uno de nuestros modos favoritos. Por desgracia, el juego todavía no ha salido a la venta y no hemos podido probar en buenas condiciones el funcionamiento de su código de red al no haber casi nadie jugando, de modo que hemos tenido serios problemas para encontrar rivales y las pocas partidas que hemos podido disputar han tenido un rendimiento un tanto irregular y con algo de lag.

A nivel gráfico estamos ante un juego muy discreto, con unos modelados de personajes muy sencillos, aunque llamativos gracias a su diseño, y unos fondos atractivos en lo artístico pero faltos de vida por lo general (existen notables excepciones). Los efectos tampoco son gran cosa, aunque ocurren con tanta frecuencia que ayudan a poner un toque de espectacularidad muy bien recibido, especialmente cuando entran en juego las técnicas más devastadoras. Pero sin duda, lo mejor de este apartado lo tenemos en su tasa de imágenes por segundo, capaz de mantenerse a 60 fps de forma constante, algo que nos parece imprescindible para un título de estas características.

Finalmente, el sonido nos deja una banda sonora muy movida que se adapta perfectamente a los combates, aunque sus composiciones nunca terminan de destacar más allá de sus dos temas vocales. Los efectos suenan bien y con contundencia, y las voces son exclusivamente en japonés. Destacar que todos los textos están traducidos al español.

Conclusiones

The King of Fighters XIV supone el regreso por la puerta grande de una de las sagas más importantes y representativas del género. Una buena plantilla de carismáticos personajes y un sistema de combate tan profundo como vertiginoso son sus principales cartas de presentación, regalándonos diversión y variedad en cada batalla que disputamos, y animándonos a querer mejorar para llegar hasta lo más alto. Quizás no sea el juego más puntero de la generación ni el más extenso o atractivo en cuanto a modos, pero sí que sabe cómo ofrecer una buena pelea, motivo más que suficiente para que le deis una oportunidad a poco que disfrutéis con este apasionante género.

Hemos realizado este artículo con una copia digital de la versión final que nos ha proporcionado Koch Media.