Análisis de Nobunaga's Ambition: Sphere of Influence – Ascension (PS4, PC)
Han pasado apenas unos meses desde que el último juego de estrategia de Koei Tecmo llegara por estas tierras, y tan solo un año desde que lo hiciera Nobunaga’s Ambition: Sphere of Influence en PS4, PS3 y PC, siendo de hecho la primera vez que esta franquicia tan longeva pisaba Europa. Ahora recibimos una nueva entrega que viene a completar a la del año pasado con una serie de contenidos que la convierten en la versión definitiva.
Nobunaga's Ambition: Sphere of Influence – Ascension se presenta con la base del juego anterior, y sobre ella introduce nuevas mecánicas y funciones, además de incluir todos los DLCs de escenarios históricos o ficticios que se habían lanzado, sumando esta vez el "Sitio de Osaka" , el acontecimiento importante que faltaba y que solían tener todos los Nobunaga's Ambition. De este modo no solo se engrandecen las horas de juego, sino que se le añade aún más profundidad a la de por sí abismal complejidad del esquema jugable.
El resto se presenta de manera casi idéntica al juego del año pasado, a excepción quizás del tutorial, que es completamente nuevo y un poco más simplificado, algo que dificulta la dura forma de aprender a jugar.
En todo momento tendremos eso sí mensajes de ayuda, y los objetivos o las acciones aconsejadas despejan el abrumador abanico de posibilidades.
La complejidad es una de sus mayores virtudes y una de sus condiciones más temidas, ya que sobre todo lo hace infranqueable para aquellos jugadores que no estén dispuestos a invertir algunas horas en atravesar la curva de aprendizaje, algo a lo que no ayudan sus extensos textos en inglés. Pero la paciencia se ve recompensada, y tras ese duro inicio aporta una larga vida útil en la que los amantes de la estrategia invertirán muchas tardes.
La intrincada era feudal de Japón
Ambientado en el período Sengoku y partiendo desde el nacimiento de Oda Nobunaga, el juego pone a nuestra disposición todo el mapa de la vieja Zipango siguiendo algunos de los acontecimientos históricos más importantes, a la par que jugamos desde el punto de vista del clan que elijamos entre los cientos disponibles, controlando la diplomacia y las batallas o construyendo alrededor de nuestro castillo. La principal novedad respecto a la edición lanzada el año pasado está en que ahora podemos ascender –el llamado Officer Play, un sistema ya visto en otros juegos de Koei Tecmo como el reciente Romance of the Three Kingdoms XIII– y no jugar solo como daimio, sino también como criado o chambelán.
De esto por supuesto dependen las acciones que podemos llevar a cabo, le añade mayor variedad a las partidas gracias al estatus y la idea de escalar en el desarrollo cívico. Con esto también se incorporan las "Garden Politics", que dejan más libertad para combinar los distintos terrenos de nuestro dominio, utilizando las sinergias que se forman con las carreteras o los ríos en relación a las infraestructuras, las cuales se dividen entre las de producción, las militares y las dedicadas. Ahora también podremos irrigar el terreno y despejar nuevas porciones de tierra para ampliar los distritos edificables que tenemos.
Si jugamos como vasallo o como señor del castillo, tendremos que atender a una serie de pautas diferentes. En el primer caso tendremos un dominio muy reducido y deberemos cumplir misiones y objetivos para ganar honor y así conseguir que seamos ascendidos. En el caso del chambelán, aunque dependamos igual del daimio y del nivel de honor, tendremos mayor autoridad, podremos mejorar el castillo o formar nuestro círculo íntimo de influencia. Al tomar el cargo del daimio el papel se invierte, y nosotros adoptaremos las formas de gobierno, ascenderemos oficiales y administraremos la región dominada.
La visión del tablero es muy similar a la de sus primos hermanos los Romance, pudiendo utilizar el zoom y desplazarnos por el mapa –algo que en PS4 está muy bien resuelto con el uso de la pantalla táctil– con total libertad. El propio mapa tiene la opción de marcar aspectos importantes como las carreteras o los datos de cada castillo, completando lo que se nos muestra de un primer vistazo. En la vista cercana es donde gráficamente más se resiente, mostrando texturas y modelados algo pobres, pero por suerte el resto del juego se beneficia de elaboradas ilustraciones para desplegar la trama de los personajes.
Las partidas empiezan siempre por el Concilio, que es la fase que se va intercalando cada turno ya que ahí se deciden los objetivos del mes y nos dan los datos del anterior. Los que actúan como nuestra mano derecha harán propuestas que podemos aceptar o no. Durante el turno llevaremos a cabo nuestras acciones con el cronómetro parado, pero no se realizarán hasta que no empiece a correr. Aquí es donde podremos Comerciar (se nos ofrecen tratos de intercambio entre oro o recursos y materiales: madera / piedra), Hacer reformas en el castillo (fortificar, mejorar la entrada, añadir torres…), aumentar la confianza, los apoyos y formar Alianzas (especialmente con matrimonios) o Reclutar ronin.
Las construcciones se van consiguiendo a medida que invertimos en estimular conceptos: el "Law Code" para hacer palacios de justicia y torres de vigilancia, "Old Gods" para construir ciudades santuario y hachimangu, "Gunnery" para conseguir armeros, y muchos otros conceptos para teatros, catedrales, salas del té, templos o depósitos. Aparte de eso cada distrito tiene su gráfica de satisfacción, en la que podremos decidir si potenciar la seguridad, el entretenimiento o el control de agua, entre otros apartados. Para optimizar el proceso de construcción es necesario mandar a un oficial con las estadísticas requeridas.
También hay muchas otras opciones que nos ayudan al desarrollo, como son el caso de las Tribus, que al lograr que nos tengan en buena estima nos aportarán algún tipo de ayuda. Si esa relación llega al 100% podremos incluso anexionarlas, aumentando así los efectivos de nuestro dominio. En algunos pasos podremos construir también pequeños puestos avanzados que nos sirven para defender la zona, así como mejorar las carreteras y lograr que la comunicación sea más efectiva tanto en llano como en zona de montaña.
Batalla por la unificación
De manera similar a los otros juegos de estrategia de Koei, toda esa parte de preparativos lleva de manera irremediable a la lucha por el control de la nación. Si seguimos los puntos históricos, ciertas batallas se iniciarán solas al llegar la fecha en que se produjeron y nos preguntarán si queremos participar. Si no, seremos nosotros mismos quienes formaremos los ejércitos y los mandaremos al objetivo en función de cuantos hombres dispongamos.
Las batallas se resuelven tomando una base o bien venciendo al enemigo, que siempre dependerá del tipo de enfrentamiento en el que estemos. A las batallas en campo abierto se suman en esta entrega los Asedios y las Batallas Navales, otra de las novedades que trae respecto a pasados títulos. Del mismo modo se estrena el "Modo Oficial", que viene a añadir un nuevo punto de vista en combate, dirigido desde las propias carnes del héroe. Durante el ataque podemos cambiar la formación de las tropas o usar su táctica especial, que le da algún beneficio temporal. Otro punto crucial es el tipo de tropa que usemos y su posición al mover ficha, no hace el mismo efecto rodear los flancos en cuerpo a cuerpo que atacar a distancia.
Por supuesto aquí es donde más se notará si hemos hecho bien los deberes en la parte diplomática, puesto que aquellos clanes que nos deban lealtad podrán recibir nuestras peticiones para que nos apoyen en combate o defiendan alguno de nuestros castillos. Del mismo modo interesa mantener la lealtad de nuestros oficiales, que aumenta con dádivas.
En cuanto al resto de contenidos que trae el juego, tenemos la típica sección con info sobre los personajes y su apariencia a lo largo de la saga, un editor de oficiales que sirve tanto para crear nuevos como para modificar los existentes –de hecho se ha incluido un detalle curioso que los convierte en gatos o en rostros de estilo manga– y la configuración, que tiene desde las opciones de rigor (el idioma de las voces viene tanto en inglés como en japonés, mucho más adecuado) hasta una galería de vídeos o el editor BGM, que permite elegir entre una gran lista de fantásticas piezas orquestales de distintas entregas. De hecho la banda sonora siempre ha sido uno de sus atractivos, y aún lo sigue siendo.
Conclusiones
Koei Tecmo nos vuelve a dejar un sólido juego de estrategia que se expande con más elementos de construcción y gestión, así como una mayor importancia del componente rolero. Quizás destaque sobre todo en consola debido a la inmensa oferta que se puede encontrar en PC, pero sea cual sea la plataforma ningún amante del género y la historia de Japón se lo debería perder. Teniendo la edición anterior es posible que no traiga suficientes cambios como para justificar su compra, más aún si poseíamos los DLC, pero para quien piense en adquirir uno de los dos, Nobunaga's Ambition: Sphere of Influence – Ascension es sin duda el más completo.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código de descarga que nos ha proporcionado Koch Media.