Análisis de Mega Man X Legacy Collection (PS4, PC, Xbox One, Switch)
Pocas cosas hay que Capcom esté cuidando más a día de hoy que los recopilatorios de sus sagas más emblemáticas. Ya lo vimos hace unos años con los dos packs de Mega Man Legacy Collecion y recientemente hemos podido deleitarnos con ese regalazo para los fans de los juegos de lucha que es Street Fighter 30th Anniversary Collection.
Ahora le toca el turno a Mega Man X con dos recopilatorios que abarcan los ochos títulos numerados de este fantástico spin-off, considerado por muchos como lo mejor que ha dado hasta la fecha el icónico androide azul. Y no sin razón.
Cada uno de los packs trae cuatro juegos y en este análisis nos vamos a centrar únicamente en el primero de ellos, probablemente el mejor y más interesante de los dos, ya que cuenta con tres auténticos juegazos que son joyas obligadas para cualquier fan del personaje.
Así pues, Mega Man X Legacy Collection nos permite disfrutar de Mega Man X, Mega Man X2, Mega Man X3 y Mega Man X4, todo ello acompañado por una gran cantidad de jugosos extras y un complicadísimo Modo Desafío para que los más veteranos pongan a prueba sus habilidades. Pero vayamos por parte.
Cuatro clasicazos de la acción y las plataformas
Para quienes no sepáis nada de esta serie, comentar que nació como un spin-off para Super Nintendo de los clásicos Mega Man de toda la vida (manteniendo su característica mezcla de acción y plataformas en 2D), algo que se aprovechó para darle nueva vida a la licencia con una jugabilidad renovada, un tono mucho más oscuro y maduro, y una historia bastante más compleja y elaborada que se alejaba por completo de lo visto hasta el momento.
De este modo, su guion nos llevaba hasta el siglo XXII, un mundo en el que se consigue desarrollar una raza de robots bautizados como Reploides, quienes cuentan con la peculiaridad de de poder sentir y pensar por ellos mismos. Sin embargo, son susceptibles a sufrir un fallo que los enloquece, provocando que ataquen sin pudor a alguno a humanos y Reploides por igual.
A estos androides defectuosos se los pasó a conocer como Mavericks, lo que llevó al reputado Doctor Cain a crear y dirigir una organización destinada a dar caza a dichas amenazas. Así pues, encarnaremos a X, un misterioso Reploide creado por el Doctor Light que ama la paz y que, sin embargo, debido a su ilimitado potencial, se ve obligado a luchar contra sus enloquecidos compañeros para asegurar un futuro próspero entre humanos y androides.
A partir de aquí comienza una historia que se ha ido desarrollando a lo largo de ocho entregas y que nos ha dejado momentos realmente memorables y épicos, con multitud de inesperadas revelaciones que tocaban temas de ciencia ficción muy interesantes, uno de los villanos más temibles y duros de la historia de los videojuegos, y personajes tan carismáticos e icónicos como Zero.
En cuanto a su jugabilidad, Mega Man X volvió a apostar por la estructura clásica de selección de fases de la saga, pudiendo completarlas en el orden que quisiéramos, aunque se añadieron nuevos movimientos para nuestro robot favorito, como la posibilidad de saltar contra la pared para alcanzar lugares elevados.
Algo tan simple como esto, abrió una enorme cantidad de posibilidades a los diseñadores de niveles, quienes pudieron jugar con diseños mucho más verticales e innovar con multitud de secciones puramente plataformeras, creando situaciones únicas e inéditas para los estándares de la época.
Otra novedad muy destacable que introdujo este spin-off fue la inclusión de secretos más interesantes y mejor escondidos que animaban a rejugar todos los niveles hasta encontrarlos todos para así prepararnos para la durísima batalla final que nos esperaría justo al final de la aventura. Entre estos coleccionables, nos encontramos con mejoras para nuestra barra de vida y, lo más importante de todo, piezas con las que mejorar nuestra armadura para así ganar nuevas habilidades, como la posibilidad de deslizarnos por el suelo realizando pequeños sprints.
Por supuesto, al derrotar a cada uno de los ocho jefes finales principales obtendríamos nuevas armas, las cuales eran efectivas contra alguno de los restantes, por lo que encontrar sus debilidades y el mejor orden para superar los niveles dotaba a la aventura de una rejugabilidad altísima y muy adictiva.
En líneas generales, el primer Mega Man X fue un auténtico juegazo que acertó en todo lo que hizo, ofreciendo un diseño de niveles ejemplar e impecable (la pantalla de inicio es una auténtica clase maestra de cómo enseñar a jugar a tus jugadores sin necesidad de tutoriales ni indicadores de ningún tipo), grandes jefes finales, un nivel de dificultad altísimo y justo, y un apartado audiovisual que a día de hoy sigue teniendo mucho encanto. Es uno de esos juegos que por más años que pasen y veces que lo hayamos completado siempre nos hace disfrutar enormemente desde el principio hasta el final.
En cuanto a Mega Man X2, Capcom volvió a dar en el clavo con una secuela muy continuista y que no se atrevió a innovar demasiado, más allá de aumentar el número de coleccionables y de rebuscar la forma de esconderlos, introducir nuevos movimientos como el sprint aéreo, añadir jefes opcionales de los que dependía que alcanzáramos un final u otro, y, evidentemente, aportar una nueva selección de armas para que diéramos rienda suelta a nuestro potencial destructivo. Otro detalle interesante fue que los jefes ganaban un nuevo y peligroso ataque cuando estaban a punto de morir.
Por lo demás, mantuvo todas las virtudes de su predecesor, dejándonos para el recuerdo un diseño de niveles realmente bueno y capaz de rivalizar con el del título original, motivo por el que siempre suelen haber acalorados debates entre los fans a la hora de decidir cuál de los dos es mejor.
Tras estas dos joyas, Capcom decidió cerrar el ciclo de Super Nintendo con Mega Man X3 (título que también recibiría una conversión a PlayStation, Sega Saturn e incluso PC), un juego que confundió cantidad con calidad. La idea de esta tercera entrega fue la de añadir "más de todo", por lo que nos encontramos con pantallas más grandes y largas, muchísimos más secretos para encontrar, más jefes, más tipos de mechas en los que montarnos, y una dificultad que subió varios enteros.
El problema es que las armas no resultaban tan divertidas de usar como en sus predecesores, los jefes estaban menos inspirados y el diseño de niveles era bastante más genérico, por lo que rara vez conseguía sorprendernos.
A pesar de todo, sigue siendo un título muy entretenido y capaz de hacernos pasar un buen rato con relativa facilidad. Dista de ser un mal juego, pero tampoco es uno especialmente bueno. Eso sí, se trata de la primera entrega de la serie en permitirnos controlar a Zero, aunque nos imponía tantas limitaciones a la hora de controlarlo que su inclusión quedó en una mera anécdota con la que justificar que obtuviésemos uno de los dos posibles finales.
Finalmente, con Mega Man X4 la saga dio el salto de forma oficial a PlayStation y Sega Saturn (posteriormente también llegaría a PC) con un juego en el que nuestros Maverick Hunters favoritos tocaron techo, perfeccionando y puliendo la fórmula hasta niveles insospechados.
Por ejemplo, la narrativa se potenció muchísimo, ofreciendo una historia bastante más elaborada y compleja a través de multitud de secuencias de anime de gran calidad y de dos arcos argumentales distintos.
En lo jugable, la principal novedad la tuvimos en que podíamos jugar tanto como X como con Zero, ofreciéndonos cada uno su propia visión de la historia. Mientras que la trama de Mega Man no se salía demasiado de lo que venía siendo habitual en la serie, la de Zero resultaba interesantísima y nos contaba multitud de detalles sobre el trasfondo y pasado de este carismático personaje.
Por supuesto, controlar a uno u otro también cambiaba por completo la experiencia, ya que, a pesar de que las fases y los jefes eran exactamente los mismos, las habilidades de cada uno eran bien distintos. X contaba con su fiel Blaster para acabar con sus enemigos a distancia y podía encontrar piezas de mejora para su armadura, mientras que su mejor amigo y rival tenía que limitarse a luchar en las cortas distancia con su sable láser, lo que subía considerablemente la dificultad al obligarnos a acercarnos a nuestros rivales para liquidarlos.
En ambos casos, el título hacía gala de un diseño de niveles sensacional y repleto de sorpresas. De hecho, ahora eran más variados que nunca, ya que las fases pasaron a dividirse en dos secciones, cada una con su propia ambientación y mecánicas. Por ejemplo, podíamos empezar una de ellas corriendo a toda velocidad y esquivando obstáculos a bordo de una moto acuática para pasar a plataformear en un puerto en la segunda parte.
Esta diversidad de situaciones y enemigos le hizo mucho bien, combinando con maestría multitud de elementos para ofrecer un desarrollo tan clásico como fresco y divertido. Y mucho ojo con los jefes finales, ya que cuenta con algunos de los mejores Mavericks de toda la saga.
Evidentemente, huelga decir que el salto gráfico respecto a sus predecesores fue muy notable, con unos sprites para los personajes mucho más detallados, animaciones muy mejoradas, efectos más elaborados y fondos repletos de detalles.
Una recopilación ejemplar
Como veis, tres de los cuatro títulos incluidos en este recopilatorio son prácticamente imprescindibles para cualquier fan de la acción y las plataformas en 2D, algo que ya era así en su momento y que sigue siéndolo a día de hoy, pues su bondades jugables no han envejecido lo más mínimo.
Llegados a este punto, probablemente os estéis preguntando por el tratamiento que le ha dado Capcom a esta colección, duda que os podemos despejar rápidamente al deciros que estamos ante un producto muy mimado y que tiene muy presente en todo momento al fan de este icónico personaje.
Cada uno de los títulos ha sido adaptado para poderse jugar en las resoluciones actuales a 4:3 con diferentes marcos y tamaños de pantalla que podemos configurar a nuestro gusto, por lo que se ven perfectamente y nos dejan disfrutar de sus fantásticos trabajos de pixelart en cualquier tipo de televisor moderno.
Como no podía ser de otra forma, contamos con un par de filtros de visualización opcionales. Por un lado, tenemos uno para suavizar los contornos, el cual, sin verse mal, no termina de hacer justicia a los originales. Esto nos lleva al filtro CRT para simular estar jugando en una televisión de tubo, el cual se ha convertido en nuestro favorito al recrear a la perfección y con total fidelidad la experiencia para la que fueron diseñadas estas aventuras.
Además de todas estas opciones de visualización, también nos dan la posibilidad de escoger entre jugar la versión japonesa y la americana de cada entrega, algo que agradecerán especialmente los speedrunners.
Hablando de idioma, aunque los menús del recopilatorio y todas las fichas están en español, los cuatro juegos se han mantenido únicamente en inglés y japonés. Esto podría suponer un problema especialmente en Mega Man X4, ya que sus escenas de vídeo no cuentan con subtítulos de ningún tipo y no os enteraréis bien de su historia si no entendéis bien la lengua de Shakespeare. Lo mismo ocurre con la OVA precuela del remake de Mega Man X (juego no incluido en la colección, por desgracia) que encontraremos en el Museo.
Sí, incluye una completísima galería de extras que es una auténtica delicia y con un valor incalculable para cualquier seguidor de X, Zero y compañía. Además del mencionado capítulo de anime, también trae consigo cientos de ilustraciones y bocetos oficiales de cada entrega, tráilers de todo tipo, las bandas sonoras para que las escuchemos cuando queramos (menos la de X3, todas ellas de gran calidad), un recopilatorio de todo el merchandising que se ha hecho para la serie, fichas de personajes detallándonos sus trasfondos, etcétera. Una pasada.
Otro apunte interesante es que, como bien sabréis, estamos ante una licencia brutalmente desafiante, por lo que Capcom ha decidido incluir un modo especial que podemos activar en cualquier momento para reducir enormemente la dificultad, lo que nos bloqueará algunos trofeos y logros, pero que dará la oportunidad a todo el mundo de llegar hasta el final, independientemente de su pericia y paciencia a los mandos.
Nosotros no lo recomendamos, ya que pocas cosas hay más satisfactorias en el mundo de los videojuegos que pasarte un Mega Man tras haberte impuesto victorioso a sus constantes intentos por doblegarte, aunque podemos entender que haya quienes no estén dispuestos a pasar por semejantes calvarios, especialmente si no se es muy ducho en el género.
Para rematar, este Legacy Collection incluye un Modo Desafío dividido en tres dificultades donde nuestro objetivo será superar una serie de batallas contra dos jefes a la vez en cada una de ellas. Lo interesante es que esta modalidad combina enemigos de diferentes entregas, lo que nos obligará a luchar con mucha cabeza y a afinar nuestros sentidos al máximo, especialmente en su dificultad más alta. Es un reto destinado solo a los mejores y cuenta con marcadores en línea, permitiéndonos competir con el resto del mundo para demostrar que somos los mejores Maverick Hunters. Sin duda, un gran extra que además incorpora unos geniales remixes de algunos de los mejores temas musicales de la serie.
Conclusiones
Resumiendo, Mega Man X Legacy Collection es un recopilatorio prácticamente imprescindible para cualquier fan de este icónico personaje. No solo trae consigo tres de sus mejores juegos (y uno un poco más discreto), sino que lo hace en un pack completísimo, cargado de opciones de visualización, fiel con el material original y con tal cantidad de extras que resulta difícil no entusiasmarse. Una compra muy recomendable que, a poco que os gusten las plataformas y la acción, os dará un buen puñado de horas de pura diversión, ya sea para descubrir estos clásicos por primera vez o por el simple placer de volverlos a disfrutar.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga de la versión final para PS4 que nos ha facilitado Koch Media.