Análisis de Hatsune Miku: Project Diva Future Tone (PS4)

Apenas han pasado cuatro meses desde el lanzamiento del anterior juego de la saga, Hatsune Miku: Project DIVA X, y aquí estamos para hablar de su siguiente incursión, con un enfoque totalmente distinto y el repertorio de canciones más amplio del que hayamos podido gozar. ¿El inconveniente? Está disponible únicamente en formato digital en todos los territorios (y esto incluye Japón). Por una vez, ni la importación nos evita el escollo. Es irónico que Hatsune Miku: Project DIVA Future Tone se lance casi de tapadillo, pues estamos ante, probablemente, la mejor entrega de la serie.

Project DIVA Future Tone prescinde de todo, absolutamente todo, lo que se desmarque de las propias canciones. No hay más simulador de citas (la adorada-odiada DIVA Room que ha ido arrastrándose por diversos juegos), ni minijuegos, ¡ni siquiera coleccionables! Los requisitos de desbloqueo se arrancan de cuajo, no dejando ni su base más simple.

Todo está disponible desde el principio, tanto canciones como trajes/accesorios/peinados. Tan solo habrá que ir acumulando VP y adquiriendo los elementos en el propio menú de personalización. En este sentido, el esquema es casi idéntico al de su videojuego debut de PSP en 2009. Y le sienta de lujo.

Así pues, el farmeo queda fuera de la ecuación, porque ya no es necesario para ningún fin concreto. Ni siquiera la colección de trofeos exige acciones de tal calibre. Después de muchos años, Hatsune Miku regresa con un título que ofrece total libertad al jugador completista, dándole manga ancha para centrarse en aquellas canciones, personajes y trajes que más le gusten, o plantearse sus propios retos con los rangos. Para ello siguen vigentes los cuatro modos de dificultad habituales: EASY, NORMAL, HARD y EXTREME, con un puñado disponible también en EX EXTREME. La complejidad es la de siempre en cada uno.

Más de 220 canciones recopiladas de estos 7 años de Project DIVA. Los jugadores que hayan ido jugando a todas las entregas no encontrarán nada nuevo, pero esa es parte de la gracia: todo lo que nos gusta, junto. Grandes clásicos como The World is Mine, Love is War o Black Rock Shooter están presentes, entre muchos otros, y lo hacen con sus videoclips originales recreados con el motor actual, que por fin da un paso de gigante en el apartado técnico: pantallas de carga más veloces que nunca, una interfaz muy intuitiva y ágil, gráficos a la altura y una fluidez general que se agradece en una franquicia que ya estaba pecando de producción barata.

En cuanto a la jugabilidad como tal, se introducen algunos cambios lógicos, fruto de su desarrollo nativo en PlayStation 4, pues hasta ahora todo lo que habíamos podido jugar en sobremesa eran conversiones o ports de títulos originales de portátil. Las estrellas que rasgábamos en la táctil se reemplazan por una especie de flechas que pueden tocarse con los gatillos o con los sticks analógicos. Hacen acto de aparición las notas simultáneas, en que se nos pedirá que pulsemos de dos a cuatro botones al mismo tiempo (solo en dificultades elevadas), y las notas sostenidas se indican con un simple "hold" junto al icono, que de forma opcional podremos mantener para sumar más puntos. También sigue presente el Chance Time, un tiempo limitado durante el cual no baja la barrita de vida y que nos deleitará con una escena extra en el videoclip si lo completamos con éxito.

Vale la pena remarcar, por si no ha quedado claro, que esta entrega no trae muchos de los modos adicionales a los que nos tenían ya acostumbrados. No solo ha desaparecido la DIVA Room, tampoco hay editor ni títulos (lo que venían siendo los logros internos). Lo que sí hay es la posibilidad de crear listas de reproducción para ver los vídeos musicales, tomar fotos, etc. No deja de ser el modo teatro que había en otros títulos, solo que nos permite usarlo a modo de reproductor. También están los ránquings mundiales para comparar nuestras puntuaciones con el resto de jugadores.

Finalmente, una de las novedades reales es el modo Survival. Pulsando L2 + R2 en la selección de temas -no es baladí el especificarlo, ya que el comando no aparece en la leyenda de funciones y puede quedar olvidada con suma facilidad- accedemos a una serie de listas predeterminadas con media docena de canciones. La gracia está en que se juegan seguidas y hay una única barra de vida compartida para todas ellas, así que se trata de un reto orientado a los jugadores más avezados. Hay 10 listas distintas de dificultad creciente y no se ganan VP, pero sí se comparten los récords en tablas de clasificación.

Teniendo en cuenta todo lo mencionado, lo lógico es que cierto perfil de jugadores eche de menos algo más de contenido fuera del núcleo jugable principal, pero muchos otros agradecerán la vuelta a los orígenes, con un enfoque más arcade y sin tanto abalorio. Esta vez, más que nunca, estamos ante un título sumamente rápido y ágil, perfecto tanto para partidas exprés como para largas sesiones de vicio gracias a la inmensa variedad de temas.

Como ya hemos comentado, Project DIVA Future Tone solo se puede adquirir a través de la PS Store. Se puede descargar el juego base gratuitamente, que incluye las canciones Weekender Girl y 1/6 -out of the gravity-, y elegir entre dos paquetes de canciones: Colorful Tone, con los temas pop de la versión Arcade y Hastune Miku: Project Mirai DX de Nintendo 3DS, y/o Future Sound, que viene con temas más electrónicos recogidos de toda la trayectoria en las consolas de Sony. Se puede comprar cada pack por 30 euros o hacerse con el bundle completo por 55 euros. Incluso se ofrece una "unlock key" al desproporcionado precio de 13 euros, que desbloquea al instante todos los trajes y accesorios. A priori parece una lástima cargarse el único elemento de progreso que contiene el juego, pero la opción está ahí.

Conclusiones

Hatsune Miku: Project DIVA Future Tone es una apuesta segura. Los jugadores noveles tienen la oportunidad de hacerse con el juego definitivo de la idol, con un catálogo de temas sin igual, mientras que los aficionados disfrutarán poseyendo todos sus temas favoritos en un mismo título que se disfruta desde el minuto cero, sin necesidad de pasar por el eterno tedio del desbloqueo y el farmeo de requisitos. Seguro que una parte del público echará de menos los modos adicionales, como el editor o las mecánicas de sim date, pero si tu único interés recaía en la parte jugable, sin inquietudes creativas, y/o la DIVA Room te suponía un fastidio, encontrarás en este la joya de la corona. Altamente recomendable.

Hemos analizado Hatsune Miku: Project DIVA Future Tone para PlayStation 4 con un código de descarga que nos ha proporcionado SEGA.